martes, 6 de julio de 2010

La Herencia Valdemar, buenas noches, señor monstruo



Título Original: La Herencia Valdemar (2010)
Director: Jose Luis Alemán
Guión: Jose Luis Alemán inspirado en la obra de H.P Lovecraft
Actores: Daniele Liotti, Laia Marull, Silvia Abascal, Paco Maestre, Óscar Jaenada, Paul Naschy, Jesús Olmedo, Eusebio Poncela, Rodolfo Sancho, Jimmy Barnatán


Trailer


Cuando hace un par de años escuché en el programa La Ventana de Gemma Nierga que un tal Jose Luis Alemán debutaría en la dirección con un film de terror clásico con casa encantada y un reparto de actores muy solventes no tardó en dibujarse en mi rostro una sonrisa. A mi mente vinieron bucólicas imágenes de el terror de la Universal o la Hammer, pensando que por fin en España alguien se animaba a realizar un tipo de cine de género más ortodoxo, menos dado a la experimentación y la vanguardia.




Mi ilusión previa titubeó un poco cuando vi el primer cartel de la película que apestaba a Photoshop a kilómetros. En cambio un poco más tarde la decepción fue un hecho irrefutable cuando vi el trailer del film, cuyas imágenes olían a rancio, acartonado, cutre e impostado, con un ramalazo a cine de terror español contemporaneo cutre como La Biblia Negra, Ouija o La Central, pero con localizaciones de época bastante elaboradas y efectos muy dignos. Por desgracia no andaba nada desencaminado.




La Herencia Valdemar es un gran proyecto llevado a cabo por un novato que lo aboca inevitablemente al fracaso. La producción tiene unos decorados exquisitos, un vestuario para quitarse le sombrero, unos efectos digitales de Reyes Abades excelentes y poco comunes para una cinta de este tipo, un reparto de muy buenos actores, una base literaria (la obra del escritor americano H.P Lovecraft) inmejorable. Con todo esto a tu favor ya tienes que ser muy malo como director y guionista para que la cosa te salga torcida. Por desgracia todo lo que le sobra a Jose Luis Alemán en ilusión le falta en talento.




La Herencia Valdemar está dirigida de manera mediocre. Alemán parece desconocer totalmente el lenguaje cinematográfico, se hace un lío con los encuadres, desperdicia unos decorados y unas localizaciones maravillosas, mete planos innecesarios cuando no debe y no sabe que hacer con los movimientos de cámara. Su impronta es estática y rara vez acierta con alguna secuencia. En cambio donde peor se mueve es en la dirección de actores. No me cabe en la cabeza (y la tengo bien grande, la cabeza digo) como actores tan buenos como Laia Marul, Eusebio Poncela, Oscar Jaenada o Daniele Liotti pueden, a pesar de sus esfuerzos, estar tan perdidos, desubicados, artificiosos y desganados, recitando los dialogos como si estuvieran leyendo el guión delante de la pantalla, pero esto, como voy a comentar a continuación, también es culpa de Alemán.




Si lo de la dirección se puede perdonar, ya lo del guión no tiene nombre, porque es de traca. La escritura de Alemán no sólo es una patada continua en la bolsa escrotal de H.P Lovecraft que poco tiene que ver con su universo, salvo por algunas, y muy contadas, alusiones al mismo, también en su mix mete a Bram Stoker , ya que la primera media hora previa al flashback es puro Drácula con el tema de los tasadores, el diario, el viaje en tren y el sirviente que colecciona insectos, remitiendo inevitablemente al personaje de Renfield. Hay hostias hasta para Edgar Allan Poe por la estética de la mansión y el nombre del personaje de Marull (Leonor).




Aunque si hay que destacar algo son los festivos y alegres anacronismos y las patadas en los testiculos a los libros de historia. Lo de que el ocultista inglés Aleister Crowley tenga el deje extremeño de Paco Maestre, por mucho que el actor esté dignísimo, es de juzgado de guardia y vergüenza ajena. Pero es que ya, lo de juntar en al mansión española de Valdemar junto a Crowley a Lizzy Borden y Bram Stoker entre otros, todos con acento de Albacete (o por ahí le anda) ya fue el despiporre, no pude evitar una incesante serie de carcajadas ante tal despropósito.




La verdad es que Jose Luis Alemán es de admirar. Conseguir el presupuesto para el film sin subvención alguna por parte del estado, hacer la película como le sale del cimborrio, llevarla por ello al traste, ponerle esos pelucones a Eusebio Poncela y al difunto Paul Naschy, tomarse en serio todo lo que está contando, atreverse a hacer esa imposible mezcolanza de personajes históricos e influencias narrativas, escribir esos diáologos sonrojantes para los actores y el espectador y para colmo meter ese descarado cliffhunger al final con un tufo a episodio de serie de televisión que echa para atrás.




Porque por si alguien no lo sabe La Herencia Valdemar es un díptico y tiene continuación. Segunda entrega que veré no por lo bien que pintan los CGI de ese Cthulhu que se ve en el teaser trailer que aparece durante los créditos de la cinta que nos ocupa o por saber como acaba la historia que me la trae más bien al pairo. Lo que me interesa es lo de ver la impagable presencia de un H.P. Lovecraft (¡metalenguaje! si es que estás en todo Alemán, fenómeno) con el acentazo gallego del inmenso Luis Zahera, eso sí que no debe tener precio.



2 comentarios:

  1. De verdad, jamás entenderé cómo alguien dió 13 MILLONES! PARA UNA PELÍCULA ESPAÑOLA!! FANTÁSTICA!!! CON EFECTOS ESPECIALES Y AMBIENTACIÓN DE ÉPOCA!!!! Y DIRIGIDA POR UN DEBUTANTE!!!!!
    Absolutamente todos los que trabajan en la película hacen un trabajo extraordinario, excepto el amigo Alemán, que tiene buenas ideas pero parece no saber qué cojones es una cámara y con qué lado se apunta.

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  2. Él es el que lastra la película, convierte una gran producción de nuestro cine en una de Jesús Franco con mucho presupuesto.

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