Título Original Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018)
Director Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman
Guión Phil Lord, Rodney Rothman,
A nadie se le escapa que lo mejor de una cinta tan mediocre como Venom era su segunda escena post créditos. En aquella secuencia escapábamos de la dimensión en la que el Eddie Brock de Tom Hardy y el simbionte alienígena protagonizaban una inesperada, e improbable, comedia gamberra de adolescentes para visitar una New York animada en la que nos encontrábamos con Miles Morales y Peter Parker. Dicho pasaje no dejaba de ser una promo para dar publicidad al próximo proyecto protagonizado por nuestro amistoso vecino Spider-Man. En esta ocasión, y como ya hemos adelantado, se trataba de una película de animación que, en una arriesgada propuesta, no iba a estar protagonizada por el más famoso alter ego del Hombre Araña, sino por su sustituto en la línea Ultimate de Marvel Cómics, el también referenciado Miles Morales. De manera que nos enfrentamos con la adaptación en pantalla grande más atípica del Hombre Araña y no de fácil accesibilidad para el espectador neófito desconocedor de los cómics.
Spider-Man: Un Nuevo Universo, o Spider-Man Into the Spider-verse en su título original, tiene la peculiaridad de ser una cinta impulsada por Sony Pictures Animation en colaboración con Marvel Animation, pero dejando recaer la responsabilidad de su gestación en Chris Miller y Phil Lord, guionistas y directores de culto de obras tan divertidas como La LEGO Película, o los dípticos Lluvia de Albóndigas y 21/22 Jump Street. Sí, esta cinta animada es el proyecto en el que Miller y Lord se embarcaron cuando Disney y Lucasfilm les dieron la patada de Han Solo: Una Historia de Star Wars y viendo la recaudación o aceptación general conseguida por una y otra obra queda claro quienes fueron los beneficiados por aquel despido. Con ambos como productores, Lord co escribiendo el guión junto Rodney Rothman y este último encargándose de la dirección junto a Bob Persichetti y Peter Ramsey el film llegaba a pantallas de todo el mundo el mes de diciembre del pasado año 2018.
Las principales fuentes de inspiración de Spider-Man: Un Nuevo Universo son la colección Ultimate Spider-Man, de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli, y el evento Spider-verse, a manos de Dan Slott, Olivier Coipel y Giuseppe Camuncoli. Amalgamando ambos trabajos Phil Lord y Rodney Rothman crean un relato centrado en Miles Morales viéndose, después de un hecho trágico, envuelto en una trama en la que deberá compartir lucha contra el crimen con otras cinco versiones de Spider-Man venidas de distintas dimensiones para desbaratar los planes de Kingpin. Esta es la trama del largometraje y desde la publicación de sus primeras promos sorprendió que Sony Pictures Animation tuviera el valor de poner en escena tantos personajes de las viñetas que nunca habían conocido contrapartidas audiovisuales protagonistas dentro de un largometraje para las multisalas, dirigido este a un público masivo. El resultado final ha superado todas las expectativas depositadas en una película brillante en cualquiera de sus aspectos.
Cuando el 2018 llegaba a su fin y parecía que no íbamos a encontrarnos con ninguna otra película de superhéroes destacable Spider-Man: Into the Spider-verse irrumpió en la cartelera internacional para demostrarnos cuán equivocados estábamos. Festival visual de virtuosismo técnico, amalgama argumental capaz de ensamblar de manera coherente las distintas variantes dimensionales de Spider-Man en las viñetas, homenaje a un icono que no entiende de razas, género o clase social y tributo merecido a los dos padres de la criatura. Stan Lee y Steve Ditko, fallecidos el pasado año. La cinta de Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman es todo eso y mucho más. Desde su mismo arranque no sólo elude ser abordada como una obra independiente, sino que introduce en su continuidad todas las aventuras cinematográficas en imagen real del personaje antes de su salto a Marvel Studios. De esta manera parece que nos encontramos con "un episodio más" en el seno de las traslaciones cinematográficas del trepamuros, pero realmente no esa sí.
Spiderman: Un Nuevo Universo es puro cómic. No sólo por su relato en el que se condensa prácticamente todo el imaginario relacionado con sus protagonistas, sino también por la puesta en escena con la que sus directores han decidido acometer el proyecto. Distinto tipo de animación para cada uno de los personajes o pasajes del largometraje o uso de viñetas y onomatopeyas mezcladas con el uso recurrentes de mensajes de texto de teléfono móvil para localizar un relato de resonancias clásicas en un contexto espaciotemporal contemporáneo, para que todo tipo de espectador pueda identificarse con las criaturas que lo pueblan y las situaciones en las que se ven implicados. Todos los apartados en la obra han sido elaborados con un cariño, una minuciosidad, un virtuosismo y una fidelidad a las distintas fuentes de inspiración secuencial que sólo nos queda quitarnos el sombrero ante una propuesta tan descomunalmente satisfactoria como esta, confirmado el acierto por parte de Sony a la hora de ofrecer este proyecto a Phil Lord, Chris Miller y compañía.
Miles Morales, Peter Parker, Gwen Stacy, Spider-Ham, Peni Parker y Spider-Man: Noir son los protagonistas principales del film, a los que habría que sumar los padres y el tío del primero. Aunque la mayor parte del peso recae sobre Morales y Parker, siendo ellos poseedores de una personalidad más definida, todos y cada uno de los secundarios arácnidos son propensos a crear un vínculo empático con el espectador que lo tiene muy fácil para enamorarse de ellos y las situaciones planteadas por sus acciones a lo largo del metraje. Dentro de los villanos, y sin desvelar la inesperada aparición de varios de ellos, cabe mencionar a un Kingpin amenazador e inquietante cuyo diseño parece arrancado de las páginas de cualquier aproximación a Wilson Fisk ejecutada por el mítico ilustrador Bill Sienkiewicz (Daredevil: Amor y Guerra, Elektra: Asesina) y cuya crueldad es fiel reflejo de la destilada por su contrapartida en las viñetas.
Repleta de referencias a universo de Marvel Cómics que harán las delicias de los fans de la editorial, ejecutada con una animación de factura intachable, con un guión contenedor de hallazgos narrativos cada diez segundos, unos personajes carismáticos o cercanos y sólo pecando de excesiva en su clímax final por la aparatosidad de sus secuencias de acción Spider-Man: Un Nuevo Universo no sólo es la mejor película superheróica en el año en el que hemos disfrutado, en mayor o menor medida, de piezas como Vengadores: Infinity War, Deadpool 2, Aquaman, Black Panther o Venom. También es la más destacada, y fiel, adaptación cinematográfica de Spider-Man, no ya como personaje o héroe, sino como icono de la cultura pop. Sólo queda dar gracias a Sony Pictures Animation y Marvel Animation, a Chris Miller, Phil Lord y al resto de responsables de la cinta. Pero sobre todo a Stan y Steve, aquellos autores capaces de crear un personaje con el que cualquier adolescente, independientemente de la generación a la que pertenezca, puede identificarse gracias a la humanidad indivisible a su personalidad.