Título Original Looper (2012)
Director Rian Johnson
Guión Rian Johnson
Actores Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis, Emily Blunt, Pierre Gagnon, Paul Dano, Piper Perabo, Jeff Daniels, Garret Dilahunt, Tracie Thoms
Rian Johnson llamó la atención en el año 2005 con una curiosa pieza llamada Brick. La cinta protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, Lukas Haas y Emilie de Ravin era una muestra de cine negro clásico localizada en el mundo universitario. El film dio que hablar en algunos círculos del cine independiente por su calidad formal, guión y actores, consiguiendo el respaldo de la crítica y cierta repercusión en la taquilla, al menos en Estados Unidos. Su segunda obra, The Brothers Bloom, a pesar de tener un destacado reparto con gente de nivel como Rachel Weisz, Adrien Brody o Mark Ruffalo pasó desapercibida y pocos se acuerdan de ella.
En este 2012 Hollywood decide poner en sus manos un importante presupuesto, un reparto con caras conocidas, con su actor fetiche Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis como cabezas visibles y secundarios como Emily Blunt, Jeff Daniels, Piper Perabo, Paul Dano o Garret Dilahunt. El film está escrito y dirigido por el mismo Johnson y el resultado no puede ser más satisfactorio. El cineasta norteamericano no ha podido dar el salto al cine comercial con mejor suerte y su primera incursión en el celuloide de ciencia ficción se revela como una de las citas indispensables de este 2012 en pantalla grande.
En el año 2072 los asesinatos son actos totalmente prohibidos. Por eso los criminales de la época para llevarlos a cabo envían al año 2042 (el pasado) a las víctimas que allí son eliminadas por unos mercenarios llamados Loopers que tras deshacerse de los cuerpos cobran sus trabajos en lingotes de plata. El mejor de todos ellos es Joe (Joseph Gordon-Levitt) pero un día descubre que varios de sus compañeros están "cerrando sus bucles", o lo que es lo mismo, recibiendose como objetivos a sí mismos en el futuro. Todo se tuerce cuando Joe no puede cerrar el suyo debido a que su "yo del futuro" (Bruce Willis) escapa y huye.
Magnífica pieza de género(s) escrita y dirigida con soberbio pulso tanto en el plano artístico como el técnico. A pesar de que las reminiscencias a films como 12 Monos (el momento en el que Willis entra en la máquina parece casi sacado de la genialidad de Terry Gilliam), Terminator, Origen o Regreso al Futuro son claras, Looper no deja de ser una cinta de cine negro de tono clásico situada en un contexto de ciencia ficción, muy en la línea de la literatura de Philip K. Dick (imposible no pensar en Blade Runner o Minority Report, tanto los relatos como las adaptaciones cinematográficas) de la misma manera que también lo era Brick, pero localizando la historia en el mundo de los universitarios y las hermandades estudiantiles.
Rian Johnson no inventa nada, pero sabe mezclar conceptos y teorías que funcionan por sí solas para dar forma a un relato de considerable solidez estructural que funciona magníficamente gracias a un guión cohesionado y coherente y una dirección con momentos de puro genio por su acabado formal. Mientras las conspiraciones corporativas y criminales nos retrotraen al mundo literario de William Gibson el tono a cine noir no deja de recordarnos a obras de John Huston o Samuel Fuller en las que un antihéroe debía solucionar un caso complicado y personal con un trasfondo crepuscular y lacónico.
El director y guionista sabe construir una distopía cinematográfica de la que vamos desentrañando su contenido y contextualización. Los indigentes pasando a la delincuencia por culpa del hambre, la cara de Mao en los billetes apuntando a una supremacia por parte de Chine a nivel mundial y por tanto posiblemente de un régimen comunista global, la convivencia entre grandes edificios construidos con tecnología avanzada mezclándose con el urbanismo empobrecido de las barrios bajos y el libre movimiento de organizaciones criminales lucrándose monetariamente por medio del asesinato a sangre fría. Sin necesidad de mostrarse discursivo Johnson nos expone un futuro nada amable por medio de sutiles pinceladas socielas y políticas.
Pero el mayor logro está en desarrollo de la inteligente idea principal de que el protagonista se dé caza a sí mismo en el futuro y a que ese acertado y original concepto llegue a buen puerto y consiga gracias a ello enriquecer la película ayuda, por un lado la mano de Johnson en las escritura y realización del largometraje, pero también el magnífico trabajo que se marcan los dos actores que dan vida a Joe. De Joseph Gordon-Levitt poco más se puede decir, es uno de los mejores actores de su generación y el digno heredero de Heath Ledger, actor con el que tiene más de un punto en común más allá de haber compartido con él films (10 Razones Para Odiarte) o sagas (los Batman de Christopher Nolan).
Su mímetismo con Bruce Willis es sobresaliente tanto en presencia física como en gestos o incluso la voz (vi la cinta doblada, por desgracia, pero ya he visto suficientes vídeos promocionales en V.O para darme cuenta del soberbio trabajo de modulación vocal que ha realizado el actor de Mysterious Skin) emulando con pericia a la del protagonista de Sin City. Pero este no se queda atrás, regalándonos la que es su mejor interpretación en muchos años, con un personaje de moral bastante reprobable y que toma decisiones que lo alejan del típico héroe. Por descontado que cuando los dos intérpretes comparten plano saltan chispas y es entonces cuando la cinta se hace grande en cuanto a retratar los personajes se refiere.
Hay ideas felices en Looper que funcionan magníficamente, como poner toda la carne en el asador en la primera mitad del film y en la segunda desarrollar y dar profundidad a los personajes, para dar más tarde el subidón final o coger a uno de los niños más adorables del cine reciente y ocultar en él algo peligroso y amenazante. Por no mencionar escenas de un acabado prodigioso en la realización como el primer encuentro entre los dos Joes, ese flashforward con los 30 años, la caída desde la escalera de incendios del Joe joven, el final del personaje de Paul Dano, la conversación en la cafetería, todo el pasaje de Garret Dilahunt en la granja, con esa escena brutal rematada con el travelling lateral que recorre el exterior de la casa o ese poético final digno de cualquier buen relato de literatura negra de calidad.
Gratísima sorpresa la de Looper, un largometraje que me ha dejado completamente satisfecho en practicamente todos los planos en los que, como espectador, le exigía un mínimo de calidad como producción cinematográfica. Le auguro un futuro interesante a Rian Johnson dentro del cine comercial si no pierde el norte como el Richard Kelly post Donnie Darko (lo grande que pudo ser Southland Tales y cuán fallida resultó). Personalidades como la suya, que saltan sin red dentro de géneros desconocidos para su impronta, hacen más falta en el Hollywood actual, que no es conocido precisamente por arriesgar con sus proyectos de cara al público.