martes, 30 de junio de 2020

Transgresión Continua Express 2020 - Mayo III



Scanners (David Cronenberg, 1981) - Thriller sobrenatural sobre la destrucción de la identidad del individuo mediante corporaciones corruptas y deshumanizadas. David Cronenberg volcó en Scanners todo su ideario autoral erigiéndola en pieza de culto dentro de la ciencia ficción.



Scanners II: El Nuevo Orden (Christian Duguay, 1991) - Tardía e innecesaria secuela de Scanners a la que sólo se asemeja en el título. Con factura de telefilm y arrastrando tics de la estética videoclipera de los 80 no aporta nada de interés y pisotea el legado de su predecesora.




Scanners III: El Poder de la Mente (Christian Duguay, 1992) - Perpetrada por los mismos irresponsables de la anterior entrega, la debacle queda confirmada en este subproducto anodino, incoherente y con secuencias de supuesto humor cercanas a la insalubridad.




Scanners IV: Scanner Cop (Pierre David, 1994) - El productor de las tres primeras películas se encarga de esta secuela en forma de spin off enclavada en el género policíaco. A pesar de su rudimentaria factura resulta ser la continuación más digna de la cinta de David Cronenberg.




Scanners V: Scanner Cop II (Steve Barnett, 1995) - Quinta entrega de Scanners, secuela del spin off iniciado con Scanner Cop y remake encubierto del film de David Cronenberg. Correcto thriller policial con toques de ciencia ficción que cierra una franquicia totalmente innecesaria




Dolls (Stuart Gordon, 1987) - La tercera colaboración de Stuart Gordon con la Empire supuso una notable bajada de calidad. Dolls es un cuento de hadas venido a menos, pobremente escrito e interpretado. A destacar las escasas secuencias de los muñecos animados en stop motion.



Piraña II: Los Vampiros del Aire (James Cameron, 1981) - Cumplidora queriendo ser una divertida secuela de Piraña, insufrible cuando apela a la comedia casposa, hay dos películas enfrentadas en el debut como director de James Cameron y desgraciadamente se nota en pantalla.




La Piscina (Jacques Deray, 1969) - Aunque su tempo contemplativo en exceso y cierta vacuidad formal hacen mella en sus no pocas virtudes el erotismo que envuelve el conjunto y la elegancia de su sensual reparto hacen que el refrescante chapuzón merezca la pena.




Cegados Por el Sol (Luca Guadagnino, 2015) - Luca Guadagnino revisa La Piscina (Jacques Deray, 1969) y si bien me enamoro de sus personajes durante los dos primeros actos entregados al hedonismo en el tercero no consigo conectar con su viraje hacia el drama con toques de thriller




Tomboy (Céline Sciamma, 2011) - Tocada por el don de la naturalidad y la sutileza, emocionando sin cargar las tintas de lo lacrímogeno y con una labor excelsa de su protagonista, Tomboy ya confirmaba la especial sensibilidad y elegancia de la directora francesa Céline Sciamma.




Animal Kingdom (David Michôd, 2010) - Exitoso drama criminal australiano, casi narrado en off y eludiendo lugares comunes del subgénero. Seco, cortante y de una violencia más implícita que explícita, cuenta con un sólido reparto que más tarde dio el salto con éxito a Hollywood.




Corazones en Tinieblas (Fax Bahr, George Hickenlooper, Eleanor Coppola, 1991) - Apocalipsis Now es un viaje al infierno de la locura, su rodaje también lo fue. Demencial making of grabado por Eleanor Coppola durante la producción del clásico facturado por su marido.

sábado, 27 de junio de 2020

Trangresión Continua Express 2020 - Mayo II


Vampyr (Carl Theodor Dreyer, 1932) - Para su primera película sonora Carl Theodor Dreyer recurre a la novela Carmilla, de Sheridan Le Fanu, conjurando un híbrido entre sueño febril y alucinación expresionista cuyo legado sobrevuela casi toda la historia del cine de terror.



Wind River (Taylor Sheridan, 2017) - Taylor Sheridan vuelve sobre sus pasos, esta vez también como director, en un thriller fronterizo con esencia de western. Impecablemente escrito, rodado e interpretado augura un muy interesante cineasta, además de un excelente guionista.



El Anticristo (Alberto de Martino, 1974) - Aunque en su momento recibió cierto crédito y cuenta con un buen reparto no deja de ser un anodino exploit italiano de El Exorcista y La Semilla del Diablo  con efectos especiales de barraca de feria y situaciones de comedia involuntaria



La Biblia Negra (David Pujol, 2001) - A pesar de cierta desgana y previsibilidad acierta al abrazar su naturaleza humilde de intriga con apuntes dramáticos. Mónica Randall encabeza con dignidad el reparto, pero es el fallecido Carlos Álvarez-Nóvoa quien se gana al espectador.



Goodnight Mommy (Veronika Franz, Severin Fiala, 2014) - Michael Haneke sobrevuela esta muestra de perverso terror psicológico que hubiera funcionado mejor como un corto. La meticulosa atmósfera y la labor de los tres actores ayudan a sobrellevar el metraje alargado en exceso.



Amer (Hélène Cattet, Bruno Forzani, 2009) - Lo que en su primer acto es un manierista y sensorial tributo a Mario Bava y Dario Argento degenera en ejercicio de estilo redundante y disperso volcado en enfatizar la sexualidad de su subtexto mediante los códigos propios del giallo.



Martin (George A. Romero, 1977) - El vampirismo como enfermedad mental interconectada por la consanguinidad, el despertar sexual y la empatía como antídotos para la locura. George A. Romero facturó con Martin su obra más extraña, una pieza íntimista, incómoda e imperfecta.



Berberian Sound Studio (Peter Strickland, 2012) - Homenaje al giallo desde sus mismas entrañas usando la ingeniería de sonido como excusa conceptual para emular la estructura narrativa y estética visual del subgénero mediante el metalenguaje y el influjo vampirizador del cine.



La Sombra de la Ley (Dani de la Torre, 2018) - Entre Sergio Leone, Michael Mann y Sam Mendes encuentra Dani de la Torre la inspiración para diseñar un producto visualmente impecable, destacable en lo actoral, correcto en lo narrativo, pero demasiado pendiente de sus referentes.

lunes, 22 de junio de 2020

Trangresión Continua Express 2020 - Mayo I



La Profecía (Richard Donner, 1976) - El advenimiento del hijo de Satán cristalizó en un clásico incontestable de brillante guión, reparto distinguido, banda sonora apocalíptica y virtuosa puesta en escena a manos de uno de los artesanos más versátiles que ha dado Hollywood.




La Maldición de Damien (Don Taylor, 1978) - La segunda incursión en la saga The Omen es una digna continuación que encuentra sus mejores armas en las ingeniosas escenas de asesinatos y el acertado tratamiento del mal subrepticio dentro del entorno empresarial y militar.



El Final de Damien (Graham Baker, 1981) - Notable cierre de la trilogía original. Una vez más queda lejos de La Profecía, pero la vuelta a una atmósfera más oscura y herética, su visión perversa de la política o un Sam Neill pletórico como Damien Thorn juegan a favor de la obra.




La Profecía IV: El Renacer (Jorge Montesi, Dominique Othenin-Girard, 1991) - Desastrosa tv movie planteada como secuela/reinicio de la saga que fracasa por hacer una pésima reformulación de la película original y por el terrible error de casting que supone Asia Vieira como Delia.




La Profecía (John Moore, 2006) - Descarado copia y pega de la versión de 1976 en el que la impresionante labor en la dirección de Richard Donner es sustituida por los efectismos visuales y sonoros de John Moore. Buen cast, malos personajes y peor Damien. Olvidable e innecesaria.



In Search of Darkness (David Weiner, 2019) -  Gozoso e indispensable viaje de cuatro horas al cine de terror estadounidense de los 80 con testimonios de aquellos que le dieron forma delante y detrás de la cámaras. Sólo flaquea en su poco original y monótona estructura.



Horror Europa (John Das, 2012) - Impecable documental en el que Mark Gatiss recorre Europa haciendo paradas en las localizaciones de algunas de las películas de terror más importantes facturadas en el viejo continente mientras dialoga con varios de sus responsables.



De Palma (Noah Baumbach, Jake Paltrow, 2015) - Los directores Noah Baumbach y Jake Paltrow entrevistan a Brian De Palma y él hace un extenso repaso a toda su carrera. Rudimentario, pero necesario homenaje a la vida y milagros de uno de los grandes maestros del cine estadounidense



¿Qué Co#o Está Pasando? (Marta Jaenes, Rosa Márquez, 2019) - Instructivo y lúcido documental construido sobre la conceptualidad de abordar el feminismo desde una visión poliédrica en la que todas las vertientes del movimiento tienen voz y representación.



Un Genio Llamado Phil Tippet (Gilles Penso, Alexandre Poncet, 2019) - Además de un exhaustivo repaso por toda la carrera de uno de los maestros del stop-motion durante los 70 y 80 es una carta de amor a los efectos especiales prácticos y a aquellos que los forjaron.

lunes, 8 de junio de 2020

Astérix el Galo, bienvenidos a Armórica


Título Original Asterix le Gaulois (1967)
Director Ray Goossens
Guión Willy Lateste, Jos Marissen, László Molnár, basado en el cómic de René Goscinny y Albert Uderzo.



Corría el 1 de junio de 1959 cuando la revista francesa Pilote publicó, en su promocional Nº0, la primera página de Astérix el Galo. Se trataba de una bande dessinée centrada en una aldea de la Galia que durante el año 50 a. C se mantenía firme contra el invasor romano gracias a una poción mágica proporcionada por el druida de la localidad. Aquella primera aventura, que más tarde se recopilaría en un álbum, estaba escrita por René Goscinny y dibujada por Albert Uderzo. Aunque todo el microcosmos que la pareja de autores iban a desarrollar con el paso del tiempo aún estaba en pañales esta odisea iniciática ya asentaba las bases del que con el tiempo se convertiría en el cómic francés más importante de la historia del medio. Fue en 1967, cuando la serie llevaba un buen puñado de entregas que poco a poco iban cimentando la leyenda, que la editorial Dargaud y la productora belga Belvision se asociaron con Goscinny y Uderzo para realizar la primera película protagonizada por Astérix y sus amigos galos. La historia elegida para dicho largometraje fue, como no podía ser menos, aquella Astérix el Galo que lo inició todo y dio nombre a la célebre colección.




Para sacar adelante tan importante proyecto sus máximos responsables contrataron para dirigirlo al ya por aquel entonces veterano animador Ray Gossens, al trío de guionistas Willy Lateste, Jos Marissen, László Molnár para escribirlo y para poner voces a los personajes principales a actores como Roger Carel (Astérix), Jacques Morel (Obelíx), Pierre Tornade (Abraracourcix), Jacques Jouanneau (Assurancetourix) o Lucien Raimbourg (Panoramix) entre otros. Todos estos apartados fueron supervisados a conciencia por unos René Goscinny y Albert Uderzo cuya intención era que el debut en la pantalla grande de sus hijos galos estuviera a la altura de las circunstancias. El 2 de diciembre de aquel 1967 Astérix, Obélix, los habitantes de Armórica y las tropas romanas comandadas por Julio César llegaron al mundo del séptimo arte para, al igual que sucediera con el de cómic, quedarse allí para siempre estrenando nuevas peripecias en celuloide cada cierto tiempo inspiradas en sus más exitosas aventuras en papel y alguna que otra nacida directamente para el medio audiovisual que alcanzó estatus de obra maestra, como Las 12 Pruebas de Astérix.




Con la película de Astérix el Galo acontece algo muy parecido a lo que sucedió con su contrapartida en viñetas en 1959. Aquella presentación en sociedad de Astérix y compañía todavía era un diamante en bruto, con mucho potencial oculto, pero que necesitaba ser pulido de manera adecuada para que alcanzara su máximo esplendor. Con el largometraje que adapta aquella historieta también se notan las carencias de un producto cuya naturaleza no está del todo establecida como pieza audiovisual. Aunque, de manera inteligente, el diseño de los personajes se acerca bastante al que por aquel entonces tenían en las viñetas y no tanto al primigenio de aquel primer álbum la animación de Astérix el Galo se revela algo tosca, no demasiado elaborada y diferenciándose poco de la de cualquier rudimentaria serie animada para la televisión de la época. Con esto no afirmamos que el acabado del film sea deficiente, pero sí tenía un notorio margen de mejora que no tardaría en ser superado con posteriores películas centrados en los galos. De hecho la inmediatamente posterior, Astérix y Cleopatra, ya daba muestras de una minuciosidad más contrastada en su ejecución formal.




En lo referido al guión a seis manos con el que Willy Lateste, Jos Marissen y László Molnár adaptaban la palabra escrita de René Goscinny la fidelidad a la misma es del todo escrupulosa siendo casi una mímesis exacta de lo acontecido ocho años antes en las viñetas. Desde la presentación de la historia en la que se contextualizaba espaciotemporalmente la serie con la deposición de armas del jefe Vercingetorix a los pies, en el sentido literal de la palabra, de Julio César todas las situaciones, personajes, gags y hasta la mayoría de los diálogos están sacados directamente del álbum que le sirve como base argumental. Hay quien podría pensar, sin falta de razón, que se trata de una decisión demasiado conservadora por parte de los escritores de la obra, pero siendo conscientes de tratarse de la primera película protagonizada por Astérix y sus paisanos, asó como asumiendo que la fórmula en los cómics funcionaba a la perfección se puede comprender dicha toma de decisiones acomodaticias. Por suerte con el paso de los años esta manera de trabajar cambió y se llegaron a realizar films que mezclaban varios álbumes y otros que, como previamente hemos apuntado, no se basaban en ninguno de ellos desembocando en rotundo éxito.




Astérix el Galo está lejos de las mejores películas animadas inspiradas en los personajes creados por los maestros René Goscinny y Albert Uderzo, pero como puesta de largo internacional de las versiones cinematográficas Astérix, Obélix y allegados cumple sobradamente por contener en su interior todos los aciertos, y algunos de los fallos, de aquella primera aventura que marcó el camino a seguir para la bande desinée más importante de todos los tiempos, junto a Las Aventuras de Tintín de nuestro añorado Hergé. Tras esta primera incursión llegarían genialidades como las ya citadas Astérix y Cleopatra o Las 12 Pruebas de Astérix, Astérix en Bretaña o El Golpe del Menhir y ya en la actualidad dos producciones que abandonaban la animación tradicional para sumergir a nuestros amigos galos en el 3D con la soberbia adaptación de La Residencia de los Dioses o Astérix: El Secreto de la Poción Mágica, esta ya construida sobre un guión original exclusivo para su producción. También podríamos hablar de las numerosas películas en imagen real con los personajes como protagonistas, pero se supone que estamos hoy estamos rindiendo tributo a Albert Uderzo y no me gustaría llenar la recta final de esta reseña de exabruptos y maldiciones varias ¡Por Tutatis!