viernes, 31 de diciembre de 2021

Trangresión Continua Express 2021 - Noviembre

El Último Duelo (Ridley Scott, 2021) - La Rashomon de Ridley Scott es un sanguinolento tapiz en el que la Baja Edad Media dialoga con el presente mediante la masculinidad tóxica y la cultura de la violación en el Hollywood post MeToo. Todo el casting brilla, pero Jodie Comer refulge


La Crónica Francesa (del Liberty, Kansas Evening Sun) (Wes Anderson, 2021) - Divertido y alocado libro pop up en movimiento con Wes Anderson llevando al paroxismo su obsesión por el manierismo audiovisual entre Jacques Tati, Jacques Demy o Hergé. Se recomienda la abstención a detractores del director.


El Caballero Verde (David Lowery, 2021) - David Lowery pone su prodigioso lenguaje audiovisual al servicio del poema Sir Gawain y el Caballero Verde en una inusual reformulación de los mitos artúricos de belleza superlativa, pero no apta para todos los espectadores.


Santos Criminales (Alan Taylor, 2021) - Eludiendo la nostalgia gratuita y la referencia fácil David Chase encapsula la esencia de Los Soprano en dos horas de metraje. Espectacular Alessandro Nivola y estimable Michael Gandolfini honrando con dignidad la memoria de su padre.


Alerta Roja (Rawson Marshall Thurber, 2021) - Cruce entre Ocean's Eleven y los derivados de la saga Indiana Jones que pese a su holgados medios no puede sobreponerse a la nula química entre sus tres estrellas y a un guion repleto de forzadas casualidades.


Fauces de la Noche (Adam Randall, 2021) - Paupérrimo cruce entre Collateral y Fright Night 2 que se suma a la galería de películas de Netflix cuyo aceptable acabado técnico o competente reparto no pueden salvar un guion desastroso de desarrollo redundante y moroso.


Chapelwaite (Jason Filardi, Peter Filardi, 2021) - Libre adaptación del relato corto Jerusalem's Lot de Stephen King que pese a su corrección formal y resuelto casting no engancha por culpa de una historia sobre vampirismo, fatalidad y muerte mil veces vista.


jueves, 30 de diciembre de 2021

Berserk (2016-2017)


 

Título Original Berserk (ベルセルク Beruseruku?) (2016-2017)
Dirección Shin Itagaki
Guion Makoto Fukami, Takashi Yamashita. Manga: Kentaro Miura






A finales del año 2015 en la editorial Hakusensha de la revista Young Animal daban la noticia que millones de fans de Berserk en todo el mundo llevaban décadas esperando. En 2016 se estrenaría un nuevo anime en la cadena de televisión de pago y plataforma streaming japonesa WOWOW que adaptaría el resto del manga de MIURA Kentaro posterior a La Edad Dorada y a los terribles hechos acontecidos durante la saga El Eclipse. De la producción se encargaría el estudio de animación Liden Films con GEMBA y Millepensee y del diseño de personajes el estudio Hisashi Abe. Se asignó a Shin Itagaki como director, Makoto Fukami y Takashi Yamashita como guionistas y Susumu Hirasawa se ocuparía nuevamente de la banda sonora como ya hizo en el anime original y parte de la trilogía cinematográfica. El mismo MIURA Kentaro ejercería de supervisor ejecutivo de las dos temporadas de las que más tarde constó el proyecto. En esta ocasión la animación supuso un extraño híbrido de 2D y 3D mucho más invasivo que en la trilogía de la Edad de Oro con resultados que causaron un enorme polémica a la que volveremos cuando hablemos del muy cuestionable apartado técnico del producto.




Las dos temporadas que compusieron este segundo anime constaron de doce episodios cada una de ellas y son consideradas las secuelas oficiales de la trilogía La Edad Dorada de 2012-2103, aunque también podrían serlo casi del anime original ya que aquel abarcaba en gran parte la misma etapa del manga. En la primera temporada se desarrolla el arco argumental Condena y en la segunda parte de El Halcón Milenario, de manera que por fin debutan en imagen en movimiento personajes como Puck, Isidro, Farnese de Vandimion, Serpico, Schierke o Evarella, así como villanos del rango de Lord Mozgus que, por motivos obvios, no habíamos visto en las dos versiones audiovisuales de Berserk. Como era de esperar todas estas noticias fueron bien recibidas por los fans aficionados, ya que si bien es cierto que el manga nunca volvió a alcanzar las cotas de calidad de la famosa era en la que Guts conoció a la Cuadrilla del Halcón no fueron pocas las historias narradas por Miura que siguieron acrecentando la fuerza narrativa de su obra más representativa.




Desgraciadamente los malos augurios llegaron con los primeros adelantos y trailers del anime. Una vez estrenados los capítulos iniciales se pudo confirmar que nos encontrábamos ante la versión en imagen animada de Berserk con peor calidad. Por un lado es de recibo mencionar que la fidelidad al diseño de los personajes del manga era la más fiel que habíamos tenido hasta el momento, consiguiendo capturar hasta el más mínimo detalle de la fisionomía de los protagonistas y secundarios con un detallismo destacable, algo que debería haber hecho ganar muchos puntos al proyecto , pero que finalmente causó graves problemas de renderización al estudio GEMBA optando por simplificar algunos aspectos para poder llegar a tiempo del estreno de la serie. El resultado es una aparatosa mezcla de 2D y 3D, alternándose aleatoriamente, convirtiendo el acabado artístico del producto casi en la interminable cinemática de un videojuego con no muy reseñable calidad.




En uno de los pocos aspectos en los que la animación funciona y posiblemente con más contundencia que en las adaptaciones previas del manga es a la hora de capturar con eficiencia los efectos que causaría Guts haciendo uso de su matadragones. Como es lógico que un guerrero de fuerza sobrehumana con una espada de mayores dimensiones que su propia fisionomía la utilice en pleno campo de batalla debe causar una devastación, la misma que se ve con todo lujo de detalles en el manga, y en este anime así acontece, con el protagonista destrozando de un solo mandoblazo cuerpos enteros de caballeros de la Santa Cadena, monstruosidades o criaturas sobrenaturales varias convertidas en amasijos sanguinolentos. Con todo se mantiene la tradición de reducir en mucho el grafismo de las viñetas, un mal endémico de las tres adaptaciones de Berserk que en este en concreto alcanza momentos de sonrojo con la censura en cuanto a sexo, con cuerpos desnudos carentes de algunas zonas erógenas y cualquier tipo de genital.




En lo referido al ritmo narrativo tenemos notorias luces y sombras. El mismo es notablemente acelerado, por lo tanto no da un sólo respiro al espectador que lo tendrá muy difícil para aburrirse con la sesión continua de combates cuerpo a cuerpo, batallas campales, persecuciones, magia negra, satanismo e intrigas palaciegas con las que Shin Itagaki, Makoto Fukami y Takashi Yamashita y su séquito de acompañantes nos asedian desde la pantalla. En el lado negativo este cúmulo de situaciones en cascada reducen al mínimo exponente el desarrollo de personajes y las relaciones interpersonales compartidas entre los mismos, saltándose pasajes importantes del manga y menoscabando el perfil psicológico de los roles protagónicos y capitulares, esto último, junto al apartado gráfico, la mayor virtud de MIURA Kentaro con respecto a su trabajo en Berserk.




Aunque el ritmo espídico no deja demasiado tiempo al espectador para pararse a pensar en lo muy cuestionable que es el producto, la presencia de personajes que nunca habíamos visto adaptados a la pantalla grande o pequeña es un estímulo notable y la banda sonora plagada de temas heavy metal sienta como un guante al tono de la propuesta, este segundo anime de Berserk es una mediocridad con pasajes bordeantes en el sonrojo. Cada vez que comenzamos a disfrutar de algún momento potente repleto de animalismo descarnado algún movimiento o acción de los personajes, como esa manera tan paupérrima de recrear los pasos de Guts, se convierten en un meme que nos hacen lamentar no haber sido testigos de lo que pudo ser y no fue. Quedamos a la espera de que se revisen estas dos temporadas con los medios necesarios y los profesionales adecuados o una continuación que acometa con respero el resto de de la obra hasta donde MIURA Kentaro la dejó antes de fallecer prematuramente. Que la tierra le sea leve, maestro.



Berserk. La Edad de Oro I,II,III – El Huevo del Rey Conquistador/La Batalla de Doldrey/El Advenimiento



Título Original  Berserk: The Golden Arc (ベルセルク 黄金時代篇, Hepburn: Beruseruku Ōgon Jidai-hen) (20212-2013)
Dirección Toshiyuki Kubooka
Guion Ichiro Okouchi. Manga: Kentaro Miura

 


Aunque la decisión de abarcar con el primer anime de 1997 La Edad Dorada, considerada de manera casi unánime la mejor etapa del manga por los lectores del mismo, fue bien recibida y todo un éxito tanto para los fans de la obra de MIURA Kentaro como para los espectadores casuales que se quedaron prendados con aquellos 25 episodios repletos ruido y furia, la imposibilidad de ver adaptada la extensa etapa posterior a El Eclipse transmitió cierta decepción generalizada. Durante muchos años se esperó que un nuevo anime continuara las aventuras de Guts, Casca, Grifiith y compañía posteriores a la ofrenda de este último a los componentes de la Mano de Dios, suponiendo la brutal destrucción de la Cuadrilla del Halcón y la mayoría de sus miembros. Por fin en 2010 comenzaron a correr por redes sociales y distintas publicaciones especializadas las noticias sobre un nuevo anime que daría continuación a lo narrado en el de finales de los 90 partiendo del volumen 35 del manga, algo que alegró a los muchos seguidores del famoso seinen. Un año después se confirmó que ni sería un anime serializado, ni una continuación del original, sino una trilogía de películas que revisarían, una vez más, La Edad Dorada.



Con producción de Studio 4°C y dirección de Toshiyuki Kubooka las tres películas se titularon Hao no Tamago (El Huevo del Rey Conquistador), Doldrey Kōryaku (La Batalla de Doldrey) y Kōrin (El Advenimiento). Las dos primeras llegaron a los cines nipones en febrero y junio de 2012 respectivamente y la tercera se exhibió en febrero de 2013. En la mayoría del resto de países fue estrenada directamente en formato doméstico y plataformas digitales. La excusa que la productora puso para volver a adaptar el mismo arco que ya pudimos ver en el anime fue la de mejorar la animación que en esta ocasión mezclaría el el 2D y el 3D. Con respecto a esta afirmación el resultado es irregular, como más tarde pasaremos a mencionar, pero es ineludible que este "remake" de The Golden Arc en formato largometraje es un producto de notable calidad con muchas más virtudes que carencias.



El Huevo del Rey Conquistador abarca desde el encuentro y posterior reclutamiento de Guts en la Cuadrilla del Halcón hasta que este se ve obligado a matar a Adonis y descubre mediante una conversación con Charlott, la princesa del reino de Midland, la idea poco altruista que tiene Griffith sobre la amistad y los componentes de su banda. La Batalla de Doldrey, como su propio nombre indica, toma como epicentro el famoso enfrentamiento bélico que termina por encumbrar a la Cuadrilla del Halcón con Griffith hecho prisionero por el rey de Midland en la Torre del Renacimiento después de haber sido sorprendido manteniendo relaciones sexuales con la princesa. El Advenimiento narra los hechos acontecidos en El Eclipse con Griffith liberado por Guts después de un año de encierro repleto de torturas y ofreciendo en sacrificio a la Cuadrilla del Halcón, mediante el beherit, para convertirse en el quinto dedo de la Mano de Dios.



Lo primer que llama la atención de esta trilogía de la largometrajes es que quince años después del primer anime todavía sigue siendo una adaptación del manga que reduce en mucho las cantidades de violencia y sexo. Es cierto que en ese aspecto muestra más que aquella producción de Oriental Light And Magic de 1997, pero aun así queda lejos de extrapolar de manera verdaderamente fidedigna lo descarnado del manga. Esta afirmación no es una queja, más si cabe teniendo en cuenta que Berserk posiblemente sea una de las obras más estilísticamente sádicas del arte secuencial nipón y que llevar todas las enfermizas situaciones planteadas por MIURA Kentaro se antoja harto difícil, pero sigue llamando la atención cómo otros animes sí se han atrevido a adentrarse en terrenos más complicados que cualquiera de las adaptaciones de Berserk. Con esto no queremos decir que en esta nueva versión de La Edad Dorada no haya sangre, vísceras y sexualidad, pero es exigua con respecto a su fuente de origen.



Solo con visionar la primera de las tres películas salimos de dudas sobre aquella afirmación por parte de la gente de Studio 4°C con respecto a que una mejoría en la animación era el motivo principal para adaptar de nuevo la famosa etapa del manga. Ciertamente Toshiyuki Kubooka y su equipo técnico ejecutan una labor excelsa en lo referido al diseño de personajes, la fluidez con la que se mueven en pantalla y el desarrollo de secuencias dinámicas con especial hincapié en unas batallas campales de factura casi impecable o lo que viene a ser lo mismo, toda la animación en 2D es de un nivel casi sobresaliente. No así ocurre con el 3D, focalizado principalmente en los paisajes y fondos que como suele suceder choca frontalmente con la técnica tradicional y no sólo eso, sino que al poco tiempo de su estreno envejece de manera alarmante. Esta idea de mezclar el 2D con el pixel se ha convertido en un mal endémico en el anime que ha hecho mermar las virtudes de productos tan destacables como Ghost in the Shell 2: Innocence entre otros. La presente trilogía de Berserk no es una excepción a esa regla.



La trilogía cinematográfica de La Edad Dorada funciona donde el anime de los 90 fallaba, pero cae en algunas carencias que aquel sabía esquivar con acierto. Por suerte sus responsables son lo suficientemente profesionales para diseñar un producto muy estimable que dejó notoriamente satisfechos a los fans del manga de MIURA Kentaro, aunque una vez más se quedaron sin ver en la pantalla grande o la pequeña las aventuras posteriores del Guerrero Negro. Por suerte la recompensa mereció la pena y si es cierto que El Huevo del Rey Conquistador y La Batalla de Doldrey son dos cintas con numerosos aciertos y hallazgos es El Advenimiento, con su traslación de El Eclipse, la que mejor partido saca a la fuerza narrativa inyectada por el autor de Japan en su obra de más relevancia en el mundo del arte secuencial, aunque una vez más el 3D juegue en contra del conjunto de la obra. Con todo, los seguidores de Berserk siguieron añorando ver una pieza audiovisual que se acordara de las historias de Guts post Edad Dorada y tres años después la espera terminó, para bien o para mal.




Berserk (1997-1998)

 




Título Original  Berserk (剣風伝奇ベルセルク Ken fū Denki Beruseruku)
Dirección Naohito Takahashi
Guion Yasuhiro Imagawa, Shinzo Fujita, Makoto Itakura, Shoji Yonemura, Yukiyoshi Ôhashi, Atsuhiro Tomioka. Manga: Kentaro Miura



Conociendo a día de hoy la repercusión internacional de un manga tan famoso como Berserk se antoja difícil de creer que el anime no llegara a realizarse y estrenarse hasta ocho años después del inicio de su publicación en la revista japonesa Animal House, posteriormente renombrada como Young Animal, allá por el lejano 1989. Vio la luz por primer vez en 1997 a manos del estudio Oriental Light And Magic, por aquel entonces con un currículum no muy extenso a sus espaldas con adaptaciones de Wedding Peach o Mojacko, pero todo cambiaría aquel mismo año con el descomunal éxito de Pokémon que se convertiría en su franquicia estandarte. Del desarrollo del anime se ocupó el hoy disuelto equipo de Shōji Ōta (TEAM OTA) que operaba junto a otros dentro de la compañía. De la dirección de los 25 episodios que conformaron la serie se encargó Naohito Takahashi y este contó con la colaboración del mismo MIURA Kentaro que estuvo muy vinculado con el proyecto ejerciendo labores de supervisión. Con el titulo original de Berserk (剣風伝奇ベルセルク Ken fū Denki Beruseruku), también conocido como Kenpuu Denki Berserk o Kenfu Denki Berserk), o Berserk: Historias de la Ráfaga de Espada en español, se emitió por primera vez desde el 7 de octubre de 1997 al 31 de marzo de 1998.



Los ya citados 25 episodios que conforman el anime de Berserk abarcan los dos arcos argumentales que dieron arranque al manga hace más de 30 años, El Guerrero Negro y La Edad Dorada. Aunque la fidelidad a las viñetas diseñadas por MIURA Kentaro es notablemente reseñable se obviaron personajes secundarios relevantes y se incluyeron otros en historias que en el manga no contaban con su presencia. Por otra parte y como era de esperar la violencia y el sexo, que en la obra en papel es del todo desmesurada, se vieron notablemente suavizados con la intención de no tener problemas con la censura y así ser mucho más accesible para casi todo tipo de público. El resultado fue satisfactorio y el anime no sólo desembocó en un notable éxito, sino que también acercó a no pocos potenciales lectores a la obra primigenia de MIURA Kentaro.



Lo primero que llama la atención de este primer anime de Berserk, y es algo que sobre todo a los lectores del manga debió desconcertar notablemente en su momento, es el tono liviano y hasta cursi de su opening. No sólo por las imágenes que lo conforman, muy alejadas de lo que debería ser un seinen tan salvaje como este, sino por el tema musical elegido para complementarlo. El corte Tell Me Why, interpretado por la banda de rock japonesa Penpals, pareciera tener poco que ver con las sanguinolentas aventuras medievales de Guts, algo que se acentúa con la terrible versión española de la canción que pareciera tener autoría del inefable grupo Pignoise. Por suerte el resto de la banda sonora, compuesta por Susumu Hirasawa, no transmite esa sensación debido a su capacidad para adecuarse con más eficiencia al material de partida con cortes como Beherit, Gattsu o Ghosts mezclando sonidos clásicos con electrónica y una épica que alcanza su cénit con la memorable Forces.



Una vez incursionamos en el primer episodio, con ese arranque forjando la espada de Guts que pareciera un homenaje al de Conan, el Bárbaro (John Millius, 1982), certificamos con alivio que Naohito Takahashi, Shōji Ōta y el resto de su equipo creativo mantienen la oscuridad y la sordidez tonal o conceptual del manga. Esa influencia tanto de largometrajes como Los Señores del Acero (Flesh + Blood, Paul Verhoeven 1985) o The Blood of Heroes (David Webb Peoples, 1989) se dejan notar desde las primeras imágenes. En lo referido a la animación a pesar de ser de mayoritariamente notable muestra ciertas carencias que no redondean adecuadamente el conjunto de la obra. Mientras los personajes principales están diseñados y animados con la profesionalidad exigida los que podemos encontrar en segundo término muestran un acabado desganado que ensombrece la labor de un 2D en ocasiones brillante que sabe capturar la esencia del trazo de MIURA Kentaro.



Como era de esperar la serie da lo mejor de sí misma a nivel visual y narrativo cuando se abarca el arco La Edad Dorada que sobrevuela casi todo el anime. Desde que Guts conoce a la Cuadrilla del Halcón, un batallón de soldados de fortuna comandados por el misterioso Griffith y su segunda al mando, Casca; hasta la saga del Eclipse la fidelidad con la que está trasladado el arte de MIURA Kentaro es encomiable. Cuando la ofrenda de Griffith acontece en pantalla mediante los últimos capítulos la sombra de los mitos de H.P. Lovecraft en las monstruosidades multiformes venidas del averno y la influencia de Hellbound Heart, de Clive Barker, con esos miembros de la Mano de Dios que fácilmente podían haber pasado por los cenobita comandados por Pinhead, se apoderan del metraje. Evidentemente se reduce la violencia explícita y el sexo, pero es una traslación impecable que sabe extrapolar toda la visceralidad e impotencia del manga.



Evidentemente podemos achacar algunas carencias a este primer anime de Berserk, como no haber arriesgado más con la violencia explícita, por aquel entonces la animación generalista japonesa era bastante más descarnada, haciéndolo formalmente más cercano al manga de MIURA Kentaro o haber homogeneizado la labor de los animadores para que el resultado alcanzara la excelencia visual que le queda lejos. Más allá de eso el diseño de personajes y localizaciones, las relaciones interpersonales de los protagonistas, las dinámicas de grupo dentro de la Cuadrilla del Halcón o la fuerza narrativa de los mejores pasajes de la obra secuencial son capturados con esmero y eficiencia gracias a los profesionales de Oriental Light And Magic que se atrevieron a mantener este primer contacto con Berserk alumbrando una pieza de culto que cada año gana nuevos adeptos y en ocasiones supone el encuentro inicial del espectador casual con la obra de Miura.




domingo, 19 de diciembre de 2021

Spider-Man: No Way Home



Título Original Spider-Man: No Way Home (2021)
Director Jon Watts
Guion Chris McKenna, Erik Sommers, basado en el cómic de Stan Lee y Steve Ditko
Reparto Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Marisa Tomei, Tony Revolori, Jon Favreau, J.K. Simmons, Angourie Rice, Alfred Molina, Jamie Foxx, Jacob Batalon, Harry Holland, Christopher Cocke, J.B. Smoove, Hannibal Buress, Martin Starr



Desde que Marvel Studios y Sony Pictures Entertainment llegaron a un acuerdo para introducir un nuevo Spider-Man dentro del Universo Cinematográfico Marvel, interpretado este por el actor británico Tom Holland (Lo Imposible), lo hemos visto pulular como personaje secundario en Capitán América: Civil War, Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame. Pero también hemos asistido a cómo protagonizaba sus dos películas en solitario, Spider-Man:Homecoming y Spider-Man: Far From Home, ambas con gran éxito de taquilla y una recepción entusiasta por parte de la prensa especializada. Poco después del estreno de largometraje en el que el alter ego superheróico de Peter Parker se enfrentaba al Mysterio de Jake Gyllenhall saltaba la noticia de que al no haber llegado a un acuerdo entre las dos productoras el flamante nuevo Hombre Araña abandonaba repentinamente el UCM para disgusto de casi todos los aficionados, el primero de ellos el actor que le daba vida. Por suerte finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo económico para que el personaje permanecería dentro del microcosmos audiovisual diseñado por Kevin Feige y un servidor no puede dejar de pensar que mucho de lo visto en esta Spider-Man: No Way Home haya sido el motivo por el que decidieron que Tom Holland y su versión del superhéroe creado por el tándem Stan Lee/Steve Ditko siguiera formando parte de la maquinaria propiedad de Disney que actualmente se ve completamente inmersa en su Fase 4, la primera que alterna producciones para la gran pantalla con series dentro de su plataforma de streaming.



Spider-Man: No Way Home mantiene casi el mismo equipo de profesionales de las dos entregas anteriores. Jon Watts vuelve a encargarse de la dirección, Chris McKenna y Erik Sommers se ocupan del guion, de la partitura Michael Giacchino y en el reparto repiten viejos conodicos de Homecoming y Far From Home, se unen otros actores que dan vida a personajes del Universo Cinematográfico Marvel y, como ya todo el mundo sabe, hacen su aparición otros vinculados con las dos primeras encarnaciones cinematográficas de Spider-Man. Por lo tanto tenemos un casting en el que encontramos a Tom Holland (Spider-Man/Peter Parker) Zendaya (MJ), Jacob Batalon (Ned Leeds), Marisa Tomei (May Parker), Jon Favreau (Happy Hogan), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange) del lado del bando superheróico y a Willem Dafoe (Duende Verde/Norman Osborne), Alfred Molina (Doctor Octopus/Doctor Otto Octavius) o Jamie Foxx (Electro/Max Dillon) entre otros de parte de los villanos. Un reparto impresionante a la altura de un proyecto de enorme envergadura como el que nos ocupa.



Vaya por delante que no soy el mayor fan del Spider-Man de Uiverso Cinematográfico Marvel, algo que ya dejé patente en mis reseñas para Zona Negativa, tanto en la de Spider-Man: Homecoming como en la de Spider-Man: Lejos de Casa. Me gusta Tom Holland como Peter Parker y Spider-Man, creo que hace un trabajo excelente como una versión juvenil del personaje, pero un servidor es uno de esos carcas puristas a los que no agradó su dependencia de Tony Stark indivisible a esta última versión del héroe, no sólo desde un punto de vista vital y emocional, sino también económico y logístico a la hora de proporcionarle la maquinaria para «esponsorizar» su carrera contra el crimen. Pasar del recuerdo de Ben Parker como brújula moral de Peter al de un, primero presente y luego desaparecido, Tony Stark nunca fue de mi agrado, por muy admirador que me considere del trabajo de Robert Downey Jr. y por mucha química que compartiera con Holland. Tampoco me convencía el tono demasiado ligero y adolescente que se ofreció en ambos films del entorno y los allegados del protagonista, con algunos momentos que me hicieron pasar bastante vergüenza ajena en sendas producciones.



Pero entonces llega Spider-Man: No Way Home, me rompe todos los esquemas y desmonta las no pocas ideas preconcebidas que arrastraba de las otras dos entregas. Sin adentrarnos en muchos spoilers solo mencionaremos de la trama lo que se ha visto en los tráilers, de manera que tenemos una continuación directa de lo acontecido en Spider-Man: Lejos de Casa cuyo epicentro es un Peter Parker desesperado localizando al Doctor Strange y pidiendole ayuda para que todas las personas que descubrierion su identidad como Spider-Man, mediante las declaraciones en video de Mysterio, la olviden mediante un conjuro. El hechizo sale mal, lo que repercute en el Multiverso, y tras ello comienzan a aparecer villanos de las dos franquicias cinematográficas anteriores del personaje protagonizadas por Tobey maguire y Andrew Garfield en el universo del Spider-Man del UCM. A partir de aquí se desarrolla una trama que adapta, de manera muy sui géneris, varias sagas de los cómics protagonizados por el arácnido, pero con los Seis Siniestros como epicentro y múltiples referencias a sus muchas encarnaciones.



Era lógico pensar que toda la parafernalia alrededor del Multiverso y la aparición de villanos de las otras dos sagas cinematográficas podrían haber sido una distracción o un parche para disimular la inconsistencia del guion de Spider-Man: No Way Home. Inyectar dosis de nostalgia y fanservice al espectador, tanto al generalista como al conocedor del UCM o los cómics, para que no repare en las posibles carencias de una historia que por metareferencial y condescendiente fuera aceptada con entusiasmo por puro gozo, confirmando que el Spider-Man de Tom Holland no es suficiente para llevar toda el entramado sobre sus espaldas en solitario. Por suerta nada de esto llega a cristalizar, porque sí, es ineludible que la película está facturada para dar al fandom casi todo aquello que ansía, pero el Spider-Man del actor de El Diablo a Todas Horas no solo está a la altura de las circunstancias, sino que sale totalmente reforzado una vez termina la obra.



Jon Watts y sus guionistas mantienen un inteligente equilibrio entre la lumonosidad propia de las dos anteriores películas y un tono más dramático, e incluso crudo, durante el último acto del largometraje. De esta manera Spider-Man: No Way Home se revela en principio como un producto continuista con respecto a sus predecesores, pero se adentra en unos terrenos dramáticos que casi ninguna otra película del UCM se había atrevido a transitar. El tono ligero, liviano y juvenil deja paso a una oscuridad impropia de lo que hasta ese momento habíamos visto con el personaje y con un Tom Holland que al ser consciente de que la fanfarria alrededor de la película podría minimizar su buen hacer se entrega al máximo para ofrecer la mejor versión de su Peter Parker/Spiderman, logrando algunos de los pasajes mejor ejecutados de su carrera interpretativa. Un compromiso inusual para este tipo de cine que muchos actores suelen abordar con el piloto automático activado y la idea preconcebida de que estos trabajos no suponen un reto para ellos.



Los personajes de MJ, Ned Leeds, Happy Hogan y May Parker mantienen el perfil dibujado para ellos en Homecoming o Far From Home y Stephen Strange tampoco desentona con lo visto anteriormente en el UCM, aunque su temeridad con respecto al uso del hechizo para ayudar a Peter sí es impropia de su persona. Por ello son más interesantes los personajes que debutan en el UCM venidos de los otros dos universos, sobre todo el Doctor Octopus de Alfred Molina y el Duende Verde de Willem Dafoe. Ha sido todo un acierto mantener la piscología que ambos adquirieron en la trilogía arácnida de Sam Raimi, el primero por facturar un Otto Octavius magnífico del que solo chirría su uso puntual como diana de algunos momentos cómicos cuestionables y el segundo por dar vida a un Norman Osborn que, contra todo pronóstico, no sólo supera al que dio vida en el film de 2002, sino que se acerca con más convicción al de los cómics exudando crueldad y salvajismo. Su enfrentamiento con el Spider-Man de Tom Holland es brutal y las escenas físicas que ambos comparten son de las más explícitas vistas en el UCM, cuya violencia ha sido casi siempre más inocua.



Jon Watts también ofrece una labor más elaborada que en los otros dos proyectos con su nombre en los títulos de crédito. Sin que podamos ver en pantalla un sello autoral reconocible, porque realmente no lo tiene, Kevin Feige y sus socios sí le han permitido juguetear más con la puesta en escena hibriando pasajes antagónicos, pero complementarios, como el plano secuencia de los primeros minutos de metraje usado como un recurso audiovisual cómico con resultado encomiable o delirios psicodélicos como el enfrentamiento entre Spider-Man y el Doctor Strange que hubiera hecho las delicias del Steve Ditko que se encargó de ilustrar algunas de las historias más recordadas protagonizadas por el Hechicero Supremo. Lo que sí es cierto es que no tienen tanto mérito las escenas más grandilocuentes, si tenemos en cuenta los holgadísimos medios al alcance de Watts, como las más íntimas que tienen a los personajes como centro neurálgico. Hay pasajes en Spiderman: No Way Home de una fuerte carga emocional que hablan muy bien de su labor como director de actores y, por supuesto, del ya citado reparto.



Spider-Man: No Way Home da todo lo que se espera de ella y mucho más y a un servidor le reconcilia con este Spider-Man inmerso en lo que no deja de ser una historia de paso a la madurez. Un producto que ha sabido muy bien jugar sus cartas subiendo notablemente el nivel con respecto a una irregular Fase 4 que después del gran evento que supuso la Saga del Infinito se encuentra ante la ardua tarea de construir una nueva estructrua para sustentar ese Universo Cinematográfico Marvel que ha perdido algunos de iconos más característicos, y aunque hasta el momento no es todo lo sólida que debería el pilar maestro que supone la película de Jon Watts ayudará en gran parte a que que la franquicia tenga un futuro próspero. Desde Transgresión Continua recomendamos encarecidamante ir a ver la última aventura de Spider-Man en cine, con sus correspondientes dos escenas post créditos, y dejar de lado las elucubraciones y teorías vertidas en redes sociales sobre quien aparece o deja de aparecer en ella que pudieran empañar la experiencia de disfrutarla en esas multisalas que ahora, más que nunca, necesitan resurgir de las cenizas, como siempre hace nuestro amigo y vecino Spiderman.


jueves, 9 de diciembre de 2021

Eternals




Título Original Eternals (2021)
Directora Chloé Zhao
Guion Matthew K. Firpo, Ryan Firpo, Patrick Burleigh,Chloé Zhao, basado en el cómic de Jack Kirby
Reparto Angelina Jolie, Richard Madden, Gemma Chan, Kit Harington, Kumail Nanjiani, Salma Hayek, Barry Keoghan, Brian Tyree Henry, Ma Dong-seok, Lia McHugh, Lauren Ridloff, Haaz Sleiman, Lucia Efstathiou, Harish Patel, Esai Daniel Cross, Alan Scott, Hannah Dodd, Adrià Escudero, Sebastián Capitán Viveros, Nikkita Chadha, Zain Al Rafeea, Jeff Mirza.



No era una tarea sencilla llevar los Eternos a la pantalla grande, algo que tanto Disney como Marvel Studios sabían de antemano. Para dar vida en imagen real a los personajes creados por Jack Kirby la elección de Kevin Feige fue tan inusual como finalmente lógica. Chloé Zhao, que ganaba el Oscar a mejor directora por Nomadland en plena producción de la última entrega del Universo Cinematográfico Marvel, era contratada para extrapolar de la viñeta al celuloide esta vertiente tan particular del Marvel Cósmico. Después de su rodaje o los pertinentes retrasos por culpa de la pandamia Eternals recibía una respuesta furibunda por parte de la prensa especializada, cebándose con ella como no lo habían hecho nunca antes con una producción salida de la factoría de la Casa de las Ideas tildándola de aburrida, estúpida, desagradable y hasta de mal gusto. El proyecto cuenta con un reparto internacional y acertadamente inclusivo en el que podemos encontrar los rostros de Angelina Jolie, Richard Madden, Gemma Chan, Kit Harington, Kumail Nanjiani, Salma Hayek, Barry Keoghan, Brian Tyree Henry, Ma Dong-seok o Lia McHugh entre otros y unos medios a la altura de una producción como la que conforma la tercera película de la Fase 4 del UCM después de Viuda Negra y Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos.



En cierta manera era de esperar un recibimiento escéptico, que no hostil, para una propuesta tan alejada del tono de las producciones de Marvel Studios como Eternals, más todavía llegando a las pantallas después de la naturaleza más ligera y lúdica de las ya citadas cintas protagonizadas por Natasha Romanoff y el Maestro del Kung-fu. Un tempo diferente al del resto de proyectos del UCM y un tono en cierta manera más solemne entroncan con lo que la maquinaria industrial de Kevin Feige nos ha ofrecido hasta el momento. De hecho si la comparamos con las cintas más semejantes a ella, las dos entregas de los Guardianes de la Galaxia de James Gunn, queda patente que hablamos de films muy diferentes a pesar de estar todos localizados en la vertiente cósmica de Marvel Cómics. Pero para lo que muchos ha sido una pieza fallida o directamente mala, para un servidor ha resultado ser una propuesta harto interesante y con no pocos aciertos audiovisuales y narrativos.



Mi primer encontronazo con las declaraciones generalizadas que se han vertido sobre Eternals llega con esa primera hora, supuestamente soporífera y en la que teóricamente no acontece nada, que a un servidor le pasó en un suspiro. A lo largo de ese trayecto encuentro una presentación muy inteligente de los personajes principales y el nada complaciente contexto espaciotemporal en el que se moveran mientras Chloé Zhao despliega toda la maquinaria que en Marvel Stuidos han puesto a su disposición para dar envergadura de verdadero blockbuster a su primera incursión en las superproducciones hollywoodienses. Otra de las supuestas carencias de Eternals, que yo considero una de sus mayores virtudes, son los flashbacks que se alternan con la acción desarrollada en la actualidad, no solo perfectamente ensamblados en la narrativa para que esta discurra adecuadamente, sino necesarios para dar background a unos protagonistas a los que llegaremos a conocer en profundidad gracias a este recurso narrativo.



Las dinámicas entre los Eternos y las relaciones interpersonales que comparten entre ellos mismos o con otros personajes no pertenecientes a su entorno están tratados con mesura por Chloé Zhao y sus co guionistas Matthew K. Firpo, Ryan Firpo y Patrick Burleigh. Sería de necios afirmar que las criaturas creadas por Jack Kirby han sido trasladadas al cine con unos perfiles psicológicos muy elaborados, cuando es algo que no acontecía ni en los cómics originales, pero son lo suficientemente interesantes como para crear vínculos empáticos con un espectador viénsose atraido por el abanico de personalidades desplegado gracias a un reparto muy bien cohesionado sabiendo alternar pasajes dramáticos con otros cómicos que, como suele pasar con el humor marca Marvel Studios, en unas ocasiones funciona adecuadamente y en otras peca de excesivo e infantil. Sobre todo en un largometraje como Eternals, con aspiraciones más suntuosas dentro del UCM.



Aunque son los rostros de Angelina Jolie y Salma Hayek como Thena y Ajak los más conocidos de cara al público generalista es un hecho contrastado que el reparto ha sido un notorio acierto de casting. Richard Madden y Gemma Chan como la pareja sentimental formada por Ikaris y Sersi, Barry Keoghan y Lauren Ridloff destilando entrañable química como Druig y Makkari, Kumail Nanjiani y Ma Dong-seok alternando con sus Kingo y Gilgamesh comicidad con pasajes dramáticos, la delicadeza y naturalidad con la que está abordado el Phastos de Brian Tyree Henry o la dicotomía a la que se enfrenta la Sprite de Lia McHugh conforman un equipo artístico que aprovecha al máximo sus minutos en pantalla. Era una complicada tarea exponer a todos estos nuevos personajes en una sola película, pero el cast no sólo está a la altura, también se ve enriquecido por el guion y una inclusion en la que convergen distintas razas, géneros, sexualidades y diversidades funcionales jugando a favor de la historia al permitir sentirse representado a distinto tipo de espectadores.



Las tres incursiones cinematográficas previas de Chloé Zhao no pueden encontrarse más en las antípodas de Eternals en cuanto a niveles de producción y temática se refiere. Songs My Borther Taugh Me, The Rider o Nomadland son cintas independientes e intimistas en las que la cineasta de origen chino desplegó una sensibilidad muy personal y minimalista, además de un gusto por el naturalismo audiovisual, pero contra todo pronóstico ha coseguido insuflar gran parte de su impronta en su incursion en el Universo Cinematográfico Marvel. Evidentemente hablamos de una pieza más dento del engranaje de Marvel Studios y a un nivel humanista no podemos reconoer a la Chloé Zhao de sus proyectos más personales, pero sí hay mucho de esa puesta en escena melancólica y cadenciosa que converge de manera harto eficiente con los pasajes más dinámicos en los que impera la acción a gran escala y sobre todo con los centrados en la cosmogonía kirbyesca con la imponente presencia en pantalla tanto de los Eternos como de los Desviantes y sobre todo uno Celestiales sencillamente apabullantes.



Eternals no es una de las mejores producciones del Universo Cinematográfico Marvel, pero está a millones de años luz de ser una mala película, ni siquiera me resulta una pieza fallida, porque consigue la proeza de poner en escena unos personajes y un microcosmos nada fáciles de manejar que en pantalla tienen poco de la psicodelia de las coloridas historias de Jack Kirby para los cómics. Para un servidor se trata de una producción muy estimable con una holgada duración que en ningún momento se antoja plomiza o farragosa y con la perfecta convergencia entre épica intergaláctica e intimidad para con sus protagonistas. Las dos escenas post créditos vuelven a plantar simientes que irán floreciendo de cara a las próximas producciones cinematográficas y televisivas de la Fase 4 que llegará a su punto álgido el próximo día 16 de diciembre de la esperadísima y muy comentada Spider-Man: No Way Home de la que, por supuesto, también os hablaremos en Transgresión Continua a la mayor brevedad posible.