Director: Neill Blomkamp (2009)
Guión: Neill Blomkamp & Terri Tatchell
Actores: Sharlto Copley, Jason Cope, David James, Vanessa Haywood, Mandla Gaduka, Kenneth Nkosi, Eugene Khumbanyiwa, Louis Minnaar, William Allen Young
Cuando creía que este 2009 empezaba su crepúsculo sin ningún sleeper, film que pasa desapercibidio antes de su estreno y que da el bombazo cuando nadie se lo espera, me encuentro con District 9, una obra cinematográfica tan edificante, consistente y concisa que a veces es difícil creer lo que el estupefacto espectador ve en pantalla durante sus 117 minutos de metraje. Originalidad señoras y señores, ese don tan escaso hoy día en el mundo del cine, es destilado de manera desmesurada en District 9. El surafricano Neill Blomkamp coge un argumento digno de uno de esos episodios de la serie Más Allá del Límite y lo convierte en una de las mejores y más adultas cintas sobre invasiones alienígenas vistas en mucho tiempo.
Pero claro, es que detrás de la historia de extraterrestres que nos cuenta el jovencísimo Neil Blomkamp se esconde una visceral y muy necesaria crítica al apartheid del sur del continente africano que se llevó a cabo durante el siglo pasado. Pocas veces una cinta adherida al género de ciencia ficción había portado un mensaje político y social tan notorio como ácido e irónico que nos hace inevitable pensar en el Paul Verhoeven de Robocop, Desafío Total y sobre todo el de la infravalorada Starship Troopers.
Más virtudes, sólo un nombre, Wikus Van De Merwe, el carisma anticarismático, el pobre desgraciado protagonista del film y víctima de mil y una perrerías. Van De Merwe es como un Michael Scott (protagonista de la versión americana de The Office) intentando sobrevivir en una cinta llena de langostas gigantes que se alimentan de comida de gato. Con su acento cerradísimo (bueno, el suyo y el de todo el reparto, dios santo, no pillaba ni dos palabras seguidas en inglés) su aire de torpeza lleno de divertidos apuntes como su manía de no salir ante cámara haciendo el ridículo (cosa harto difícil) o su obsesivo amor hacia su esposa el tipo llena la pantalla y se gana al espectador que experimenta hacia él sentimientos que van desde la compasión hasta el asco, pasando por la complicidad, la tristeza o la vergüenza ajena.
Aunque si hay algo que destacar en District 9 es la inusualmente profesional y resuelta dirección de Neill Blomkamp que desde el primer plano se muestra exultante con ese uso del falso documental que da un ritmo endiablado a la trama, pasando por su control técnico en las escenas de acción y su puesta en escena que hace que el espectador no se crea que el film sea una modesta coproducción entre Nueva Zelanda y Suráfrica. Mencionar también lo cruda que se vuelve la historia en su recta final y el tono dramático que toma todo el conjunto del film en su conclusión, dándole un verdadero poso narrativo al argumento o los dignísimos efectos especiales y de maquillaje, inusuales para una cinta tan modesta como la que nos ocupa.
Una dirección sobresaliente, un guión elaborado (con mala baba y compromiso social de caracter no adoctrinador) referencias que van desde el David Cronenberg de La Mosca hasta el Roland Joffé de Los Gritos del Silencio, acción y gore medidos con escuadra y cartabón y una producción de Peter Jackson en la que el director de la trilogía de El Señor de los Anillos, a parte de dinero, ha puesto poco de su estilo como director (alguna referencia a su pasión por los falsos documentales y poco más) cosa que se le agradece. Todas estas facultades que bordean lo genial hacen de District 9, no sólo la sorpresa cinematográfica del año, sino también uno de los mejores films de este 2009, una verdadera maravilla en su género, cine hecho para disfrutar y deslumbrar.