domingo, 6 de septiembre de 2009

La Mirada de Ulises, odisea introspectiva en la Grecia contemporanea


Director:
Theo Angelopoulos
Guión: Tonino Guerra, Theo Angelopoulos & Petro Marcaris
Actores: Harvey Keitel, Maïa Morgenstern, Erland Josephson, Thanassis Vengos, Yorgos Michalakopoulos, Dora Volanki





La Mirada de Ulises es una experiencia única que nos narra el viaje físico e introspectivo de un director de cine, representación ficticia del mismo Theo Angelopoulos, que vuelve a su Grecia natal tras vivir exiliado 35 años en Estados Unidos para realizar un documental sobre la primera película griega de la que se tiene constancia.




Para ello el personaje interpretado por un inmenso Harvey Keitel realiza un viaje interior dentro de su mente, dando rienda suelta a su recuerdos que son virtuosamente insertados en la actualidad, por medio de unas elípsis narrativas, soberbia la escena de la fiesta de Año Nuevo, y un portentoso uso del metalenguaje así como de secuencias poderosamente alegóricas, la del fusilamiento por poner un ejemplo.




Angelopoulos acaricia los paisajes, tanto los hermosamente tristes de Grecia como los derruidos parajes de Sarajevo, en escenas de una belleza pictórica abrumadora, la de la manifestación con los antidisturbios y algunos planos secuencia que de puro virtuosos evolucionan o mutan en una misma toma, dando forma a la mal llamada poesía en movimiento, ayudando mucho, todo hay que decirlo, la excelente bada sonora de Eleni Karaindrou.




Una magnífica obra de arte, profunda, compleja, dolorosamente triste y redentora, llena de belleza y estatismo, de difícil visionado para depende que público, ya que sus necesarias tres horas de metraje pueden ser duras o pesadas para muchas personas, en el peor de los casos ellos se lo pierden.




Puede que realmente no sea la mejor película europea de la pasada década como muchos entendidos en el medio proclaman alos cuatro vientos pero poco le falta.Al menosno me cabe duda de que el maestro italiano Roberto Rosellini (Alemania Año Cero, Roma: Ciudad Abierta) estaría profundamente orgulloso de ella. Estoy completamente seguro.


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