jueves, 1 de noviembre de 2012

Argo



Título Original Argo (2012)
Director Ben Affleck
Guión Chris Terrio basado en el artículo de Joshua Bearman
Actores Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver





Argo es la confirmación definitiva del actor norteamericano Ben Affleck como un excelente director de thrillers de calidad. Tras las soberbias Adiós Pequeña, Adiós y The Town el intérprete de Hollywoodland lleva a imágenes unos hechos reales acaecidos en 1980. El resultado es una consistente pieza cinematográfica competentemente acabada en todos sus apartados, ya sean técnicos o artísticos, con una considerable solidez, pero que por motivos puramente personales no me ha dejado todo lo satisfecho que esperaba en un principio. Lo que no quiere decir que hablemos de una obra fallida, nada más alejado de la realidad.




En 1979 un grupo de iraníes contrarios al Sha Palev asaltan la embajada de USA para que les devuelvan al monarca para juzgarlo. Durante el ataque seis diplomáticos norteamericanos consiguen escapar y resguardarse en casa del embajador de Canadá. Allí pasarán varios días con la intención de esconderse de los exaltados. Para sacarlos de Irán la CIA envía en secreto a Tony Méndez, experto en rescates que inventará con la ayuda de dos personalidades destacadas de Hollywood un rocambolesco plan en el que utilizarán el rodaje de una falsa cinta de ciencia ficción como excusa para llevar a cabo su misión.




La tercera película como cineasta del actor Ben Affleck es un sólido e interesante thriller dramático de corte político que al igual que Munich de Steven Spielberg (cinta con la que comparte un arranque sobresaliente y bastante similar) o RAF: Facción del Ejército Rojo de Uli Edel recupera un tipo de cine de acción americano y europeo de los 60 y 70 impulsado por autores como William Friedkin, Sidney Pollack o John Frankenheimer. Al resultado se le pueden poner pocos inconvenientes cinematográficamente hablando y a su director se le podría considerar ya un cineasta con todas las letras.




En su última película Affleck vuelve a mostrar su pulso (deudor de autores como Clint Eastwood o Michael Mann) para la construcción del género thriller, llevando su trabajo más lejos que las típicas y tópicas cintas de acción que nos ofrece Hollywood en la actualidad. Por el camino plantea interesantes dilemas morales (lo hacía en sus dos primeros films y lo vuelve a hacer en Argo) pero esta vez en un plano de corte político, realizando una sutil y no muy furibunda, pero clara, crítica al intervencionismo americano por intereses económicos en países de oriente medio.




La cinta tiene una interesante construcción. En su primera parte podemos ver una muestra de thriller político setentero bien construido que facilita una localización espaciotemporal al espectador néofito con su prólogo. La segunda es la que nos introduce en el mundo de Hollywood y sus falsos oropeles y promesas desinfladas. Por el camino Affleck se ríe de cineastas, actores (a veces podría decirse que su mirada es autoparódica ) sindicatos de guionistas y nos regala dos personajes memorables (recordemos, reales) a manos de unos geniales Alan Arkin (dando vida al director Lester Siegel) y John Goodman (que se mete en la piel del especialista en maquillaje John Chambers).




Después, cuando la misión de  Méndez entra en acción, se alternan las dos tramas y el espectador disfruta de un argumento central lleno de tensión y otro secundario más ligero con apuntes de humor que no le quedan nada mal al producto. Dentro de la historia principal Affleck deposita su confianza en un grupo de competentes actores, los que dan vida a los diplomáticos perseguidos, que si bien no se alejan con sus roles demasiado de estereotipos bastante reconocibles, gracias a su buena labor como intérpretes consiguen dar empaque al apartado artístico del film, incluso el mismo Affleck hace un trabajo meritorio con su protagonista al que añade (como en sus anteriores trabajos) la autobiográfica sombra del alcoholismo y la familia desestructurada. Luego haciendo de su superior tenemos a Bryan Cranston (Breaking Bad) y tener a uno de los mejores actores de la actualidad haciendo lo que mejor sabe, comerse a sus compañeros de reparto por los pies, ayuda bastante.




Una de las pocas cosas que se le pueden achacar a Argo es que cuando llega su recta final abusa un poco de clichés cinematográficos del cine de intriga. Todos sabemos que cuando un film está basado en hechos reales los autores del mismo se toman licencias dramáticas para enfatizar los hechos que narran, pero en la media hora que cierra el film, Affleck, al verse en la situación de crear tensión sin escenas de tiroteos o acción pura tiene que abusar de los problemas a los que se enfrentan los protagonistas a la hora de salir de Irán y en el pasaje del aeropuerto llega un momento en el que las situaciones en las que se dificulta de la manera que sea la huída de los americanos es tan arbitraria (lo del autobús que no arranca y la llamada a los estudios de cine ya me hizo esbozar una sonrisa socarrona) que llega a abusar de la reiteración.




Por otro lado también se podría poner entre los (leves) fallos de la cinta una mirada algo condescendiente hacia los iraníes partidarios del Ayatolá Jomeini, que como es lógico eran un grupo de chiitas extremistas y el mismo director (con la ayuda de su guionista Chris Terrio) les da un motivo sólido a su odio hacia el Sha Palevi, pero a lo largo del metraje los autores parecen demasiado centrados en remarcar la superioridad intelectual y hasta social de los americanos en contraposición a el primitivismo de los ciudadanos de Irán, posiblemente sea una realidad en ese contexto, pero queda algo partidista en pantalla y resta puntos al conjunto.




También se retrata a la CIA como una organización que tiene entre sus filas unos héroes nobles que prefieren quedarse en la sombra sin llevarse méritos por la misión que ellos mismos han ideado, pero tras ver la visión excesivamente glorificadora de los "infalibles" servicios de inteligencia americanos que se ha dado en films tan pueriles como La Prueba (The Recruit) de Roger Donaldson, este apunte en Argo es poco reprobable, porque al menos tienen unas connotaciones más realistas. Pero el afán crítico por parte de Affleck en el que un sólo hombre cree tanto en su compromiso con seis personas como para trabajar a espaldas de sus superiores y su gobierno equilibra la balanza y Argo se adentra en el interesante camino de la ambigüedad.




Pero algo falta en el largometraje para que me satisfaga al 100%. No sé si un personaje para los anales como eran los de Casey Affleck y Jeremmy Renner en Adiós Pequeña, Adiós y The Town respectivamente o el toque urbano puramente norteamericano anclado en la hermandad y la desesperanza que poseían aquellos trabajos, pero la última cinta de Affleck aún siendo un triunfo casi intachable y su proyecto más ambicioso hasta el momento no consigue transmitirme todas las sensaciones de sus anteriores films como cineasta. Aunque esto no impide que un servidor admita que estamos ante una de las cintas más destacables de lo que llevamos de temporada, que sabe sacar oro de una historia que por estrambótica sólo podría haber sido llevada a imágenes en tono de comedia absurda.




A Ben Affleck ya lo podemos considerar un cineasta con talento y la suficiente personalidad como para sacar adelante proyectos que aunan calidad y comercialidad. Argo es una pieza interesante, que como todas las de su director no se queda en la superficie y araña más para ofrecer al espectador tanto cine entretenido y bien ejecutado como planteamientos sociales y políticos que den pie al debate tras su visionado. Esperemos que este actor, guionista y director siga ofreciéndonos largometrajes como el que nos ocupa, inteligente, profesional y que posee en su interior un mensaje interesante sobre la cooperación con otros países para mejorar la política exterior de Estados Unidos, una alegoría sobre uso del cine como arma política y un pequeño homenaje al mundo del cómic con ese Jack Kirby al que da vida Michael Parks y que es una pena que sólo salga en un brevísimo cameo.



11 comentarios:

  1. pues la tenía en lista para este fin de semana; aunque ahora me haces dudar un poco; igual la cambio por la de burton, que también la tengo en cola de impresión.

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  2. Hombre, Argo es una muy buena película yo recomiendo su visionado en pantalla grande encarecidamente, pero Frankenweenie es una puta fiesta del cine.

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  3. Me ha supuesto una pequeña decepción. Como comentas en la propia entrada, hay un algo que le falta a la película para ganar un par de enteros.

    Yo destaco dos fallos importantes que me parecieron insufribles: el primero, la repetición de hasta ¡tres! veces del tópico de escapar por los pelos, en el último momento, que sucede hacia el final del film y que lejos de darle dramatismo o crear tensión le resta credibilidad a la cinta (la comprobación de las reservas, la llamada descolgada, y la persecución al avión); y la segunda es un final demasiado alargado, con la inclusión de final feliz con medalla, reconciliación marital y momento con el hijo.

    Por lo demás, el resto de la película me dejó con buena sensación, ya que mezcla con acierto el tono más relajado (e incluso humorístico) con unos grandes Alan Arkin y John Goodman, el cuasiparódico del Ministerio de Exteriores enfrentados con los expertos de la CIA con el suspense y el trabajo que conlleva desarrollar la trama del rescate, con una tensión bien llevada desde que Méndez llega a Irán (especialmente destacable el momento en el bazar). Con unos actores competentes, y con los más veteranos comiéndose los planos en los que aparecen.

    Vamos, un aprobado alto que deja con buena sensación pero que podía haber dado mucho más de sí. Pero muy buen futuro tiene Affleck como director, a ver si completo estos primeros pasos tras las cámaras viendo Adiós pequeña adiós.

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  4. En gran parte pienso como tú, la película es practicamente redonda y tiene muy buen cine en su interior, pero le falta esa chispa para haberme dejado tan colado por ella como por Gone Baby Gone y The Town. Pero sí, se le agradece a Affleck que sea un muy buen director y guionista, hasta con los años parece mejor actor, dentro de sus considerables limitaciones.

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  5. Venga va, mañana cualgo una reseña/crítica yo también, que ya la tengo medio encarrilada, y me pongo a bajar ya mismo la primera de Affleck, a ver qué tal.

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  6. A mí es la que más me gusta de las tres que ha hecho como director, siempre que obviemos el hecho de que dirigió esto en su momento, claro está:

    http://4.bp.blogspot.com/-4-t6mvWTuuc/UG30LVC4wtI/AAAAAAAADkA/YZXm_LYDDyQ/s1600/ikilledmylesbianwife.jpg

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  7. Vista esta, coincido plenamente con la crítica, técnicamente, en el trabajo de los actores y en gran parte del guión, se pueden poner pocos peros. Sin embargo, el final parece algo más forzado, se repiten varios tópicos que hacen que el producto no sea del todo redondo. Con todo, confirma al nuevo Batman como un director con presente y futuro.

    PD: Un buscador al blog no le vendría nada mal :)

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  8. En la esquina superior izquierda tiene usted uno, la barra blanca.

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  9. Con mi bien amado Chrome no se ve :(. He tenido que ejecutar el odiado IExplorer para ver que usted tiene razón.

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  10. Qué raro, a mí me sale con Chrome, Firefox y Explorer hasta cuando no estoy logueado en blogger.

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  11. Vale compañero, detectado culpable, el plugin AdBlock, para bloquear publicidad, de Chrome, me cuenta la barra de arriba del blog como bloqueable. Curioso, teniendo en cuenta que blogger es de Google, Chrome también y creo que AdBlock también,

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