sábado, 5 de febrero de 2022

Masters del Universo: Revelación Parte 2, ladies of power

 


"La única manera de parar a una Hechicera, es con otra Hechicera"



El día 23 de noviembre del pasado año llegaba por fin a Netflix la Parte 2 de Masters of the Universe: Revelation la muy controvertida y comentada nueva serie animada producida por Mattel Television y Powerhouse Animation Studios junto a la plataforma de streaming y que ya en agosto de 2021 hizo correr ríos de tinta digital a favor y en contra de un proyecto que cuenta con el cineasta y guionista estadounidense Kevin Smith como showrunner. El fandom se dividió entre aquellos que renegaron de un producto que dejaba a He-Man y Skeletor en un segundo plano para dar más protagonismo a personajes como Teela o Evil-Lyn afirmando que lo ideado por Netflix no era un producto fiel a la franquicia nacida como colección de figuras a principios de los 80 y los agradecidos por una producción que, aun manteniendo la esencia y gran parte del lore de MOTU, miraba hacia adelante permitiendo a su microcosmos evolucionar y transitar territorios hasta ese momento inexplorados por las series animadas de los Amos del Universo. Recordemos que Masters of the Universe: Revelation se une a otras dos piezas animadas relacionadas con la misma saga y producidas por Netflix como la reivención, tampoco exenta de polémica, de She-Ra: The Princess of the Power ya consolidada con cinco temporadas en su haber y He-Man y los Masters del Universo, más dirigida al público infantil y con una reformulación estilística de los personajes que, por supuesto, también disgustó a cierto sector de los aficionados. Como ya me despaché a gusto, no con aquellos a los que no les gustó la serie de Kevin Smith y que lo argumentaban con sentido común, sino con los que la vilipendiarion de mala manera por motivos extra audiovisuales, para esta Parte 2 me voy a centrar en hablar del producto en sí y dejar de lado, en la medida de lo posible, controversias varias.



Masters of tne Universe: Revelation Parte 2 comienza justo donde acabó la primera parte, con Skeletor convertido en Sekelegod después de supuestamente matar a un recién resucitado Príncipe Adam y haberse hecho con el Poder de Grayskull gracias a la espada de poder. A partir de este planteamiento, que se desarrollará a lo largo de cinco episodios, recuperaremos a los dos personajes masculinos copando mucho más protagonismo que en la Parte 1, mientras Teela y sobre todo Evil-Lyn seguiran siendo los pilares maestros sobre los que se construirá lo que no deja de ser una temporada dividida en dos partes que se hubiera ahorrado muchos problemas de haber sido subida a la plataforma de una sola vez. Si en los cinco episodios que pudimos ver en el mes de agosto era Teela la que centraba la atención de Kevin Smith y sus colaboradores, esta vez será la asociada de Skeletor la que se convierta no sólo en el rol más importante, sino en el más interesante por cómo es abordado su perfil psicológico.



Como acabamos de apuntar los dos personajes protagonistas vuelven y ocupan roles relevantes en la historia planteada por Kevin Smith y sus guionistas, pero aquí voy a dar la razón a algunas de las quejas que se han vertido sobre la serie y su máximo responsable. El director de Persiguiendo a Amy o Red State estaba en todo su derecho de reducir el papel protagonista de He-Man y dar relevancia a muchos de los secundarios que enriquecen Masters of the Universe, pero lo que nunca debió hacer es faltar a la verdad afirmando que tendríamos a lo largo de Revelation mucho de él cuando en cierta manera esto no es cierto. Si en la primera parte de la serie el Hombre Más Poderoso del Universo desaparecía del mapa tras el primer episodio para aparecer solo en flashbacks y en la recta final con la forma del Príncipe Adam en esta segunda casi siempre lo volvemos a ver como el hijo de los reyes Randor y Marlena e incluso como el Savage He-Man, del que ahora hablaremos, y ya en la recta final como el verdadero He-Man, eso sí, protagonizando algunos de los mejores momentos de la serie.



Más allá de esta cuestionable argucia por parte de Kevin Smith un servidor no tiene más quejas con respecto al cineasta nacido en New Jersey en lo concerniente a su labor al frente de Masters of the Universe: Revelation. Como ya dejé patente en la reseña de la Parte 1 de esta misma serie o en la entrada que dediqué hace unos años del primer tomo de los cómics de la franquicia editados por DC, y que en algún momento me gustaría seguir reseñando, soy fan de MOTU desde niño, he consumido todos los productos audiovisuales relacionados con su mitología y lo expuesto en esta última producción no me parece en absoluto la blasfemia afirmada por algunos seguidores que hasta hace poco tenían a personajes como Teela o Evil-Lyn entre sus favoritos y ahora no los ven con aptitudes para ejercer papeles protagónicos en una sola de las series animadas facturadas alrededor de las figuras de acción diseñadas por Mattel.



Como previamente hemos afirmado en esta ocasión es Evil-Lyn el personaje que se convierte en el más relevante a lo largo de los cinco episodios de la Parte 2. Aunque pudiera parecer algo alejado de su esencia primigenia el arco dramático en el que se ve envuelta hunde sus raíces en la relación que esta mantiene con Skeletor como su subordinada; una interacción de abuso, poder y potencial traición que cristaliza en pasajes como el de la lugarteniente de Skeletor volviendo a su lado después de habe colaborado con el bando de los guerreros heróicos o el de la seducción con la que engaña a su líder para arrebatarle la espada de poder y con ella convertirse en un Master del Universo. No negaré que la visión de Smith y su equipo de Evil Lyn pueda ser polémica, pero desde una perspectiva psicológica es atractiva, poliédrica y da a su esencia una entidad que hasta ese momento no había tenido en ningún producto audioviusal relacionado con MOTU.



A pesar de lo previamente apuntado con respecto a que He-Man no ocupa mucho metraje en esta Parte 2 sí es cierto que Smith se saca un as de la manga muy potente y con buen resultado. En el momento en el que Adam invoca el poder de Grayskull sin la espada de poder como conductora vemos que el resultado es el príncipe tomando la forma del Savage He-Man, como si el autor de Batman: Cacofonía quisiera inlcuir en la mitología de la serie este personaje que nació como el He-Man primigenio en los minicómics antes de que se afianzara en la franquicia la identidad doble del protagonista. Ese pasaje concreto en el que esta antigua variante surgida de las viñetas se enfrenta a Skelegod es uno de los puntos álgidos en los que el acabado estilístico de Masters of the Universe: Revelation alcanza sus mayores cotas de espectacularidad y eficacia con un pasaje memorable en el que el enfrentamiento entre los dos titanes ofrece la mejor cara de la labor de los animadores de la serie.



Desgraciadamente, y como ya sucedía en la Parte 1, el trabajo global de la gente de Powerhouse Animation Studios queda empañado por un resultado irregular. Una vez más la animación de la serie nunca cae en lo vergonzoso o reprobable, pero sí es cierto que hay una diferencia bastante clara entre los medios más exiguos usados para las secuencias estáticas o calmadas y los puestos a disposición del proyecto cuando la acción y el dinamismo son el centro de atención. Por eso hay conversaciones o interacciones entre personajes pecando en ocasiones de acartonadas y rígidas mientras que los combates cuerpo a cuerpo o las batallas campales lucen con la potencia visual esperable de un producto ideado por los responsables de Castlevania. El último episodio, al igual que el primero de la Parte 1, es solo una muestra de hasta dónde podía haber llegado Masters of the Universe: Revelation si hubieran depositado en ella una animación más minuciosa que abarcara todo su apartado técnico.



A pesar de la polvareda levantada a su alrededor un servidor queda muy satisfecho con la visión ofrecida por Kevin Smith de Masters of the Universe y si bien es cierto que en ocasiones comete errores reprobables con respecto al legado de MOTU por otra parte siempre ha estado predispuesto a llenar de easter eggs y referencias el proyecto para buscar conexiones con el seguidor veterano de la franquicia. Pero es un hecho que Masters of the Universe: Revelation ha dividido al fandom de manera visceral, más que ningún otro producto audiovisual de MOTU, aunque en eso también puede que haya influido la gran presencia de redes sociales en la actualidad que no existían cuando se emitieron las versiones de los 80, 90 y 2000. Smith y sus colaboradores dejan las puertas abiertas para una segunda tempora con la presencia de la Horda del Terror comandada por Hordak, pero por ahora nada sabemos de si llegará a producirse, ojalá que sí y podamos ver incluso a She-Ra codearse con su hermano dentro de esta nueva serie animada.


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