Ahí estoy, emulando los gestos de mi sobrino, la encarnación del mal con rizos. Pues con un poco de retraso pero ya tenemos aquí, como cada año, el Top de Cine del pasado año 2012. Como es costumbre incluyo sólo películas que se hayan estrenado oficialmente en España tanto en cines como en mercado doméstico (como el caso de una de las que voy a poner). Dejo fuera productos que ya he visto pero que no han tomado las taquillas (o videoclubs y supermercados) de estas tierras como Cabin in the Woods, Universal Sodier: Day of Reckoning (sí, iba a incluirla, no lo dudéis), A Royal Affaire (ya colgaré la crítica) o L'Ordre et la Morale. Este año ha estado muy bien cinematográficamente hablando, aunque ha sido muy comercialoide, y ha tenido especial relevancia para mí por las bastantes adaptaciones de personajes de cómics (o variantes) que nos han llegado siendo de una calidad considerable la mayoría de ellas. El orden a partir de la cuarta película no está estrictamente establecido, los puestos pueden ser intercambiables. Vamos a ello.
Esta adaptación (la segunda) de la novela Susan Hill que han ideado la guionista Jane Goldman (Kick-Ass, Stardust, X-Men: Primera Generación) y el director James Watkins (Eden Lake) para la resucitada Hammer Films es posiblemente mi película favorita del 2012. Pieza de acabado exquisito y tono clasicista que nos narra una magnífica historia de casas encantadas con una elegancia expositiva sobresaliente y un control de la tensión y el suspense digno de uno de los grandes. A eso sumémosle un Daniel Radcliffe entrgadísimo que ya se ha deshecho de la gafas y la varita mágica para madurar como actor. La película que más disfrute el pasado año porque parece haber sido gestada teniendo en cuenta todos mis gustos y filias cinematográficas. El cine de terror clásico no ha muerto, sólo estaba dormido.
Tras 4 años y 5 películas individuales Marvel Studios encarga al talentoso Joss Whedon unir a los Vengadores en la pantalla grande. El resultado es cine espectáculo 100%, un endiablado producto lleno de acción, humor, épica, personajes carismáticos que son trasladados con fidelidad y respeto de las vieñetas a la pantalla y con ello su director conquista la cumbre del celuloide que adapta el mundo del cómic a imágenes (la otra sería El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, llegando a la misma excelencia por un camino totalmente opuesto). Whedon recupera el cine de evasión de calidad de los 80, realiza una oda al sense of wonder y nos regala momentos y secuencias que ya están dentro del mejor celuloide de entretenimiento de los últimos años. Iron Man, Capitán América, Hulk, Viuda Negra, Thor, Ojo de Halcón y Loki ya tienen su lugar en el panteón del mejor cine sobre superhéroes jamás rodado y el creador de Buffy y Firefly por fin recibe el reconocimiento que llevaba años mereciendo. Una pequeña obra maestra del cine comercial americano, una fiesta cinematográfica en estado puro.
Cuando aquellos que hemos seguido la carrera del norteamericano Tim Burton pensábamos que había muerto debido a que año tras año nos ofrecía productos acomodaticios y a medio gas indignos de su impronta pasada, su regreso al stop motion, que tantas alegrías le dio en el pasado con Pesadilla Antes de Navidad y La Novia Cadáver, nos confirma que realmente está muy vivo y que cuando se implica al 100% en un proyecto puede demostrar que sigue siendo un autor mayúsculo. Frankenweenie, que está basada en un delicioso corto de imagen real que Burton hizo para la Disney y que fue un fracaso en su momento, es un homenaje a todo el cine que el director de Eduardo Manostijeras ha amado a lo largo de su carrera y a su propia filmografía como cineasta. Una película llena de vitalidad sobre un perro que vuelve a la vida gracias a su amo, Víctor, una reformulación del Frankenstein de James Whale llena de referencias a la Hammer, la serie B, el cine de Roger Corman o el atómico japonés. Una carta de amor al cine y a la amistad que el tiempo convertirá en un humilde pero inolvidable clásico.
Chirstopher Nolan dice adiós a su visión del personaje de cómic creado por Bob Kane y Bill Finger en 1939 a lo grande. The Dark Knight Rises es una enorme epopeya cinematográfica que cierra una mastodóntica y memorable trilogía fílmica en la que el británico eleva el Batman icono al nivel de mito mientras humaniza y devuelve la vida a Bruce Wayne tras su redención como vigilante de Gotham. Grandilocuente, poderosa, irregular, incisiva, crepuscular, épica, imperfecta o como bien dijo el gran José Torralba, wagneriana. La última película de Christopher Nolan toma como base la novela Historia de Dos Ciudades de Charles Dickens y la refuerza con la amalgama narrativa de historias remarcables del personaje en viñetas, desde El Regreso del Caballero Oscuro, pasando por Tierra de Nadie y sin olvidar La Caída del Murciélago. Una vez más Batman trasciende su propia figura, de nuevo un villano bien construido pone contra las cuerdas al alter ego de Bruce Wayne y por última vez lo vemos salvar in extremis a la ciudad que lo vio nacer. Por el camino quedan algunas de las mejores escenas del pasado 2012: el arranque en el avión, la primera pelea con Bane, la aparición de Batman tras su retiro, el monólogo del villano a las puertas de Blackgate o ese final que como fan del personaje me pone un nudo en la garganta. Gracias a Christopher Nolan por haber dado una nueva dimensión a mi personaje de cómic favorito, una visión personal e intransferible con sus virtudes (muchas) y sus fallos (más bien pocos) que no será fácil de olvidar en los próximos años, le pese a quien le pese.
La cuarta película como director del intérprete George Clooney sigue confirmándonos que es uno de los cineastas más inteligentes del panorama cinematográfico. Esta adaptación de una obra de teatro de Beau Willimon es un thriller político que saca a relucir toda la corrupción moral que hay dentro de la política americana, arriesgándose Clooney a ganarse la enemistad de compañeros y amigos suyos porque en el film saca los esqueletos del armario del partido demócrata, el mismo en el que él milita. Un guión magistral y un reparto que le da gran parte del trabajo hecho encumbran a The Ides of March como una de las películas más interesantes e incisivas sobre el mundo de las campañas electorales estadounidenses, es cierto que podía haber dado incluso más de sí como arma arrojadiza, pero poco se le puede reprochar a esta versión dramática de la inolvidable Ciudadano Bob Roberts de Tim Robbins.
Segunda adaptación cinematográfica protagonizada por Juez Dredd (tras la terrible, pero entrañable, de los 90) el personaje creado a finales de los 70 por el inglés John Wagner y el español Carlos Ezquerra para la mítica revista británica 2000 AD. Dirigida por Pete Travis (Omagh) y protagonizada por Karl Urban (este sí es un buen Juez Dredd, no el de Stallone) esta de 2012 es una traslación mucho más fiel al cómic, llena de violencia explícita, suciedad y distopismo. Su único problema es que no sólo no contiene la ironía e incorrección política propias del tebeo sino que justifica los actos fascistoides de este mítico juez, jurado y verdugo. Una pena que se haya estrellado en la taquilla, porque es un thriller de acción altamente reivindicable.
Kevin Smith se desmarca totalmente de sus comedias freaks sobre sexo, cómics y cultura popular para saldar cuentas con la ultraderechista y homófoba iglesia baptista de Westboro comandada por Fred Phelps y su familia. Red State es un thriller de tono setentero y aroma a serie B con una violencia, hiperrealista cruda y epidérmica, reparto bien medido (Michael Parks enorme, Melissa Leo y John Goodman memorables) y una crítica directa y muy arriesgada no sólo a los extremismos religiosos, también al uso desporporcionado de la fuerza por parte de una ley siempre respaldada por el gobierno de turno que hace la vista gorda con tal de mantener su estado de bienestar intacto.
Los novatos Josh Trank y Max Landis (hijo de John) se marcan una interesantísima reflexión sobre la posibilidad de la existencia de personas con poderes sobrenaturales en nuestra sociedad.Proyecto abordado con el subgénero del falso documental (aporvechadísimo y llevado hasta el extremo) como estética, un tono indie en el fondo y un final deudor del Katsuhiro Otomo de Akira, pero homenajeando a los personajes superheróicos de siempre con el conjunto. Personajes creíbles dentro de lo sobrehumano, ciertos toques de crítica social y una mirada interesante sobre la corrupción moral a la que aboca la acumulación de poder. Cinta a redescubrir y valorar como es debido.
Tercer trabajo del actor Ben Affleck detrás de la cámaras que le confirma como un cineasta a tener muy en cuenta en el panorama cinematográfico actual. Argo está nspirada en hechos reales sobre un negociador de la CIA que sacó a un grupo de diplomáticos estadounidenses de Irán inventándose el rodaje de una falsa película de ciencia ficción de origen canadiense. Thriller deudor de las grandes muestras de cine de espionaje de los 70 con una perfección formal tanto en el apartado técnico como el artístico. No es tan grande como los dos anteriores films del guionista de El Indomable Will Hunting, pero merece todos los premios internacionales que está recibiendo.
El director de American History X, Tony Kaye, nos muestra el día a día y los avatares de la eseñanza pública en Estados Unidos, aplastada por un grupo de alumnos sin ideales o escala de valores y un sistema imperfecto regido por intereses puramente económicos o personales. Adrien Brody realiza el mejor trabajo de su vida con este profesor suplente que no quiere mantener vínculos afectivos con sus alumnos pero que al final verá su cómo si vida cambia al conocer a una menor de edad que se dedica a la prostitución. Desde la puesta en escena hasta todo el reparto pasando por el guión, todo funciona en este desesperanzador, pero aún así luminoso, fresco de nuestro tiempo.
Rian Johnson, el director de la estimable Brick, realiza con su último largometraje un magnífico thriller futurista con apuntes de distopía, western y cine noir. Un guión magnífico, un reparto encabezado por unos destacables Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis, una realización de nota alta y referencias literarias a Philip K. Dick o cinematográficas a Terminator de James Cameron o 12 Monos de Terry Gilliam solidifican el argumento de esta historia sobre viajes en el tiempo, mercenarios, traición y dilemas morales de distinta índole. Desde ya una cinta de culto dentro de su género.
Para el que suscribe la película española más interesante del 2012. El sevillano Alberto Rodríguez vuelve a sorprender tras 7 Vírgenes con este thriller policiaco basado en hechos reales que no sólo hace un retrato incómodo de las fuerzas de la ley de Andalucía, también utiliza su historia como excusa para hacer un fresco del sur de España (mi tierra) de finales de los 80 donde la política y el pueblo permitían los actos delictivos de un grupo de policías que campaban a sus anchas por los barrios marginales de la capital utilizando métodos propios de la mafia. Sólido guión, dirección acerada y un reparto excelentemente cohesionado con un Antonio de la Torre, una vez más, dando clases de interpretación.
Arriesgado, atípico y valiente biopic a manos de Clint Eastwood sobre J. Edgar Hoover, el inefable creador del FBI. Con la ayuda de Dustin Lance Black (Mi Nombres es Harvey Milk) el director de Sin Perdón humaniza hasta la desnudez física y psicológica a tan reprobable personaje mostrando todo lo bueno y lo malo que llevó a cabo durante el tiempo que ejerció su cargo, sus traumas, el peso que su posesiva madre tuvo a lo largo de su vida y su relación homosexual con Clyde Tolson, su mano derecha. La cinta bordearía la excelencia si no fuera por culpa de ese aterrador maquillaje para envejecer a los actores que si en los casos de Leonardo DiCaprio (enorme como Hoover) o Naomi Watts es bastante aceptable, en el de Armie Hammer es sencillamente agónico. Una cinta que mereció mejor suerte de la que tuvo y que supondrá en un futuro un punto importante dentro de la carrera de nuestro conversador con sillas favorito.
Un galés, Garteh Evans, ha tenido que irse a indonesia para realizar el mejor thriller de acción en bruto de la historia del cine y así pasarle con ello la mano por la cara a todas las producciones norteamericanas que presumen de ser buenas películas de género. Celuloide que escupe adrenalina por todos y cada uno de sus fotogramas, las mejores coreografías de tiroteos y acción física que un servidor ha visto en su vida (y me he criado viendo este tipo de cine desde los 5 años) y un reparto que no duda en partirse, literalmente, la cara con tal de dar forma a un producto realista, afilado y contundente que se revela como una pieza de gran valor dentro del tipo de films al que se adscribe. Inteligentísimamente en nuestro país fue estrenada directamente en el mercado doméstico (y sólo en dvd) sin pasar por las pantalla grande. Spain is different.
Peter Jackson regresa con mucho acierto a la Tierra Media adaptando El Hobbit pero cometiendo con ello algunos fallos. Por el lado bueno tenemos que el neozelandes sigue poseyendo un pulso envidiable a la hora de llevar a imágenes la letra de J.R.R. Tolkien y el microcosmos lleno de hobbits, elfos, enanos y criaturas fantásticas que creó en papel. Por el malo el innecesario alargamiento del relato al ser trasladado a la pantalla con el que nos mete morralla a todo trapo y alarga pasajes y secuencias con el único fin de sacarnos más dinero al hacernos pasar tres veces por el cine para ver su trabajo al completo. Con todo una ejemplar cinta de aventuras que no decepciona y que consigue enganchar de principio a fin.
Debut de Martin Scorsese en el mundo del cine para toda la familia con una deliciosa adaptación de la novela de Brian Selznick. La Invención de Hugo es una carta de amor a los orígenes del cine por parte de uno de los autores que más ama el séptimo arte. Un cuento luminoso, melancólico, visualmente impresionante (uno de los pocos usos verdaderamente acertados del formato 3D) con un guión y reparto entregado a la nostalgía, la infancia y la admiración por la figura de George Méliès, uno de los padres del medio. Cine de calidad para todos los públicos.
Para la tercera entrega de la célebre saga española el director Paco Plaza (esta vez en solitario) rompe el tablero de juego y realiza una reformulación paródica que cambiando su forma (adiós al falso documental, hola a la sorna y el humor negro) no deja ser idéntica a las otras dos películas en el fondo. La comedia se apodera de la velada, aunque el terror y el gore no sale por la ventana, y podemos encontrarnos referencias que van desde Robert Rodriguez a Luis García Berlanga sin que al director le tiemble el pulso. Una de las obras más divertidas y desprejuiciadas del 2012, a ver qué tal esa cuarta parte a manos de Jaume Balagueró que cerrará la franquicia... o no.
David Fincher es uno de los mejores cineastas que ha dado Hollywood en los últimos 25 años y hasta con el remake de la adaptación de la primera parte de la célebre trilogía novelas del sueco Stieg Larson es capaz, no sólo de superar a la versión anterior en imágenes, también bordar un thriller de alto voltaje y acabado impecable que si en el apartado artístico hay poco que reprocharle, en el técnico (dirección, montaje, fotografía) no baja del sobresaliente. A destacar su atmósfera, el reparto y unos títulos de crédito que son una obra de arte.
Takeshi Kitano vuelve a sus raíces, no sabemos si porque su vena artística se lo pedía o porque sus fans lo tenían harto de pedirle más cine sobre la yakuza japonesa, el mismo que le dio fama internacional con films como Violent Cop, Hana-Bi o Sonatine. Sea como sea Outrage es cine Kitano 100%, un thriller sobre mafiosos desalmados lleno de violencia resquebrajando momentos de calma y una labor delante y detrás de la cámara de una considerable calidad. Veremos si su secuela, Outrage Beyond, que ya dicen por ahí que es mejor que la que comento, está a la altura.
La película más taquillera de la historia del cine español está basada en hechos reales, rodada con un oficiao fuera de toda duda y unos medios humildes dentro de las producciones grandes. J.A. Bayona, con la ayuda de un muy buene reparto, consigue realizar una obra cinematográfica remarcable, llena de vida y con un mensaje esperanzador sobre la supervivencia. Pero al director del Orfanato le puede el tremendismo y el afán sensacionalista, de modo que decide, de manera bastante cuestionable, regodearse en el dolor y le desgracía bordeando en ocasiones la pornografía emocional. Aunque estos fallos no empañan los aciertos de una cinta admirable y con verdadero corazón.
El año pasado tuve el capricho de poner en mi Top del 2011 a Green Lantern, floja cinta que adaptaba el universo del célebre personaje de DC. Este 2012 no podía faltar esta secuela de Ghost Rider, no sólo ya por capricho particular mío, sino porque al defenderla como una mala cinta cafre, macarra, pasada de rosca, con escenas de acción y diversión 100% disfrutable, he vivido momentos divertidos a lo largo del pasado año. Mark Neveldine y Bryan Taylor (Crank 1 y 2, Gamer) no se toman en serio esta secuela con un Nicolas Cage más sobreactuado que nunca y deciden poner su poderío visual al servicio de una historia exagerada y muy de serie B llena de satanismo, piromanía y magma para el niño y la niña. Es un bulto de película, pero al lado de su predecesora parece Ciudadano Kane.
Cosmopolis - El mazazo cinematográfico del año. Como si me hubiera dado una paliza todo el reparto de The Raid me sentí cuando vi lo decepcionante que me supuso la última cinta de mi admirado David Cronenberg. El canadiense adapta lo novela homónima de Don DeLillo y da a parir (o más bien aborta) un farragoso ejercicio de pedantería encriptada sobre economía, capitalismo y vacuidad que me dejó totalmente deconcertado y hasta cabreado. La primera (y espero que última) vez que el de Ontario me decepciona al 100%, espero que a la revisión me parezca al menos aceptable, porque finalmente la compraré por completismo, pero me va a doler ver como comparte con cosas como Promesas del Este o La Mosca.
Sherlock Holmes 2: Juego de Sombras - Segunda parte de la adaptación que Guy Ritchie realizó en 2009 del cómic de Lionel Wigram que revisiona libremente las aventuras de los personajes creados por Arthur Conan Doyle. Más ruido, más acción, más vacuidad y todo depositado en los hombros de unos divertidos Robert Downey Jr y Jude Law, una misteriosa Noomi Rapace y un memorable Moriarty a manos de Jared Harris hasta que el director de Snatch lo pone a darse de tollinas con Holmes.
La Chispa de la Vida - Tras exprimir su discurso autoral al máximo en la anárquica Balada Triste de Trompeta, Álex de la Iglesia remata con desgana esta revisión cañí de El Gran Carnaval de Billy Wilder con un buen reparto y algo de mala baba, pero sin aprovechar el material incendiario que tiene para hacer la que podría haber sido la cinta más ácida de su filmografía. A pesar del buen hacer de José Mota y Salma Hayek y de sus buenas intenciones como producto hablamos de un proyecto fallido e indigno de su autor
Shame - El británico Steve McQueen realiza un interesante análisis de la alienación del hombre contemporáneo por medio de un personaje adicto al sexo. A pesar de lo interesante de la historia el film no brillaría tanto sin la presencia de un Michael Fassbender desnudo en cuerpo y alma que tiene uno de los mejores momentos cinematográficos de 2012 en ese primer plano que le regala el director durante el clímax del menaje a trois que transmite tanta compasión como patetismo.
Sin Tregua - El guionista de Training Day, David Ayer, sigue contándonos la misma historia policíaca de siempre, esta vez desde el subgénero del falso documental. El director de Harsh Times fracasa al traicionar la esencia del producto que está realizando, porque por mucho nervio que quiera imprimir a la acción (cuando la hay) y por muy bien que estén sus actores las continuas elipsis narrativas, la confusión formal y conceptual de su propuesta y no tener nada nuevo que contar hacen que la película fracase en su cometido.
Sin Tregua - El guionista de Training Day, David Ayer, sigue contándonos la misma historia policíaca de siempre, esta vez desde el subgénero del falso documental. El director de Harsh Times fracasa al traicionar la esencia del producto que está realizando, porque por mucho nervio que quiera imprimir a la acción (cuando la hay) y por muy bien que estén sus actores las continuas elipsis narrativas, la confusión formal y conceptual de su propuesta y no tener nada nuevo que contar hacen que la película fracase en su cometido.
Luces Rojas - Interesante tercera película del español Rodrigo Cortés sobre un grupo de especialistas en desenmascarar a falso mediums y curanderos. El gallego se rodea de un muy buen reparto y realiza una labor destacable en la dirección, pero en su guión está el verdadero potencial de un film encomiable que sabe jugar con el espectador sin insultar su inteligencia.
Extraterrestre - La segunda cinta del polifacético Nacho Vigalondo es una humilde y simpática comedia romántica localizada en una supuesta invasión alienígena de España. Minimalista, sencilla, menor, con un reparto elegido y llevado con acierto y una historia que finalmente deja al espectador con una sonrisa a en la boca.
Sombras Tenebrosas - Tim Burton lleva a la gran pantalla un mítico serial de los 60 y 70 sobre un vampiro fuera de su tiempo. El producto se adscribe a la etapa desubicada de Burton antes de sorprender a propios y extraños con su resurrección en Frankenweenie, pero es dentro de estos films insatisfactorios de los más aceptables. Destaca (como siempre en Burton, pero ya casi ni es mérito suyo) el diseño de producción, el reparto y sobre todo un Johhny Depp entrañable así como una Eva Green arrebatadora.
Men in Black 3 - Simpática y tardía secuela de la saga cinematográfica que adapta al cine los cómics de Lowell Cunningham. Está bien narrada, no desentona con las dos anteriores entregas (incluso supera a la segunda) tiene algunos añadidos que están llevados con acierto y consigue cerrar gracias al guión algunas tramas desarrolladas en las dos primeras partes. Se deja ver y no decepciona al fan de la franquicia.
The Amazing Spiderman - La decepción cinematográfica comiquera del año. Sony fracasa a la hora de hacer un reboot de los largometrajes sobre Spiderman y nos sale con una cinta impersonal, blanda, realizada con desgana y el piloto automático accionado en todo momento que no aprovecha el material que tiene entre manos emulando (con mucho más desacierto) todo lo que Sam Raimi mostró con más pericia en su primera incursión en el universo del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko. Sólo se salvan el dúo actoral principal cuando el almíbar no los devora y las escenas de acción. Pocas esperanzas tengo en esa secuela que acabaré viendo por puro morbo viñetil.
El Dictador - Sacha Baron Cohen deja el formato falso documental que tan buenos resultados le dio en Borat y Brüno y se pasa a la ficción pura y dura. El resultado es una muy políticamente incorrecta cinta fallida que apela demasiado al subrayado, la brocha gorda y la escatología innecesaria. A pesar de todo nos quedamos con el recuerdo de un Sir Ben Kingsley haciendo el panocha con mucha sorna y ese monólogo en el que el guionista, productor e intérprete lanza sapos y culebras contra Estados Unidos, sencillamente brutal.
Prometheus - El mejor trabajo como director en años de Ridley Scott es una entretenida y acertada (aunque tópica) cinta de ciencia ficción, pero una indigna secuela de Alien: El Octavo Pasajero. Me quedo con algunos pasajes de violencia brutal (esa cesarea), un buen reparto, la atmósfera, la puesta en escena aséptica y ese David al que da vida un Michal Fassbender que ha tenido un 2012 para enmarcarlo.
Ted - Muchos saben que no soy el mayor fan de Serh McFarlane, pero contra todo pronóstico se ha ganado mi confianza con su ópra prima en la dirección cinematográfica. Ted es una comedia con el tono satírico y gamberro de su creador, pero también tiene entre chistes verdes, fanservice y salidas argumentales freak (lo de la oda a la película ochentera de Flash Gordon me sigue pareciendo memorable) sentimiento y un mensaje interesante y positivista. Enormes tanto Ted como un Mark Wahlberg al que la comedia no le sienta nada mal.
El Legado de Bourne - Tony Gilroy, el guionista de la trilogía original se ocupa de reiniciar la saga con otro actor, un muy acertado Jeremy Renner. Una historia que engancha, un reparto de campanillas y una adecuada y medida dosificación de la acción hacen de Bourne Legacy un interesante thriller que da nueva vida a una franquicia que parecía que no podía dar más de sí.
Los Mercenarios 2 - Secuela de The Expendables que repite por duplicado todo lo que hizo de la primera entrega un simpático producto mediocre para el lucimiento de sus avejentados protagonistas. Un desprejuiciado elogio a los action heroes de los 80 y 90 que tiene como mayores reclamos sus escenas de acción bruta, a Jean Claude Van Damme como villano, la aparición de un Chuck Norris más Chuck Norris que nunca y el descubrimiento de Arnold Schwazzenegger y Bruce Willis como pareja de humor chusco.
Manolete - Desde ya una obra de culto de la caspa cañí, un esperpento realizado con desgana, sin pies ni cabeza, cútremente rematado y argumentalmente inconsistente. Produce más risa que otra cosa esta cinta que si ha tardado en estrenarse 7 años en España ha sido con motivo. Para la estantería del recuerdo el bronceado de Santiago Segura y la cara de "¿Qué coño hago yo aquí?" del pobre Adrien Brody.
Desafío Total - Terrible remake de la inolvidable cinta de Paul Verhoeven a manos de Len Wiseman, ese mercernario del buen gusto que ha perpetrado la saga Underworld y la cuarta entrega de La Jungla de Cristal (Die Hard). Actores guapos corren durante dos horas intentando esquivar lucecitas brillantes cegadoras para llegar al final del metraje y enfrentarse con el pelucón de un Bryan Cranston más perdido que el barco del arroz en este subproducto que tiene más de intro de videojuego que de obra cinematográfica. Largometraje a olvidar y enterrar lo más profundo posible
Mátalos Suavemente - Adaptación de la novela Cogan's Trade de George V. Higgins a manos del excelente cineasta australiano Andrew Dominik (Chopper, El Asesinato de Jesse James Por el Cobarde Robert Ford). El resultado por desgracia no está a la altura, porque aunque la puesta en escena (excepto por alguna floritura efectista innecesaria) es destacable, su trasfondo tenga más peso del que aparenta y su reparto esté a la altura, su metraje se resiente por culpa de un guión excesivamente dialogado que no va a ninguna parte y que finalmente hace pensar al espectador que no ha pasado nada a lo largo del film.
A Roma Con Amor - Comedia menor de Woody Allen que sin ser destacable en manera alguna regala al espectador situaciones, diálogos y personajes divertidos y 100% hijos de su creador. Ligera, superficial, jocosa e irónica, no marcará época en la filmografía de nuestro judío favorito, pero tampoco lo necesita ni demanda. Lo mejor, la feliz recuperación del Allen actor, que como siempre da un recital de comicidad.
Salvajes - Un Oliver Stone a medio gas decidido a recuperar el favor del público remata este entretenido thriller sobre narcotraficantes y cárteles de la droga basado en la novela de Don Winslow que tiene sus mayores aciertos en sus actores y la dirección de Stone. Falla la innecesaria pirueta final y que si uno la mira detenidamente más que por el director de Salvador o Platoon parece realizada por un Tony Scott (descanse en paz el buen hombre) más contenido de lo normal.
Skyfall - Acertada entrega de James Bond llena de referencias a tiempos pretéritos dentro de la saga, con un villano inolvidable a manos de nuestro Javier Bardem y una chica Bond de rompe y rasga, Bérénice Marlohe. Sam Mendes demuestra ser el mejor director que ha pasado por la vida de 007, Daniel Craig se confirma como un Bond de alto nivel y las escenas de acción y la canción de Adele se llevan el gato al agua.
Crepúsculo: Amanecer 2 - Terrible cierre para una terrible serie de películas. La última cinta que adapta las novelas vampiricorománticas de Stephanie Meyer es una de las peores obras cinematográficas del año y tiene uno de los finales más tramposos y ridículos que un servidor ha visto en su vida. Pedofilia encubierta, pectorales apretados, vampiros oligofrénicos y actores dando lo peor de sí mismos son el mayor reclamo para este broche de ojalata que cierra la mediocridad hecha cine.
El Hombre de los Puños de Hierro - Quentin Tarantino apadrina aquí el debut cinematográfico del rapero norteamericano RZA. The Man With Iron Fists es un homenaje despersonalizado, descompensado, desangelado, descerebrado y muchas más cosas que empiezan por "des" que demuestra que hay que ser un gran director para meter todo el cine que te gusta en una Túrmix y que te salga algo, no ya bueno, sino decente. Por lo menos en el proceso nos echamos unas risas entre tanta coreografía de lucha indescriptible remozada en vergüenza ajena y a ritmo de hip hop.
Contrarreloj - Es tan mala, tiene a un Nicolas Cage tan terrible, a un Josh Lucas tan ridículo (qué postizo capilar señores), contiene un argumento tan trillado, una dirección tan horrenda, unas secuencias de acción tan penosas que ni crítica le he hecho, es más, no pienso hacérsela nunca. Putos viajes largos en autobús.
Contrarreloj - Es tan mala, tiene a un Nicolas Cage tan terrible, a un Josh Lucas tan ridículo (qué postizo capilar señores), contiene un argumento tan trillado, una dirección tan horrenda, unas secuencias de acción tan penosas que ni crítica le he hecho, es más, no pienso hacérsela nunca. Putos viajes largos en autobús.
Lo tengo que leer con más detenimiento. Haré como todos los años, me las bajaré todas, la almacenaré y no las veré, por falta de tiempo o del momento adecuado.
ResponderEliminarLlamativo que ni Grupo 7 ni Rec 3 hayan tenido gran presencia en Los Goya.
Bueno, Grupo 7 sí, ha estado nominada a 16 Goyas aunque llevándose sólo dos, mejor actor secundario (Julian VIllagrán) y mejor actor revelación (Joaquín Núñez). REC 3 sí, no ha tenido ni una sola y eso que en el apartado técnico se merecía más de una, hasta para Leticio Dolera, qué cojones.
ResponderEliminarY tendrían que haberlo dado un goya honorífico al valor a Juan Echanove y Santiago Segura por haber tenido los huevos de salir en la película de Manolete, cagüenlamar.
ResponderEliminarDesde aquí insto a la academia de cine española que invente el premio interprtetivo "Manolete" que sólo será entregado a esos actores que tienen los suficientes redaños para hacer papeles de mierda en películas malas de solemnidad.
ResponderEliminarPues las tengo casi todas bajadas, pero vistas pocas, la verdad. De éstas, un comentario rápido:
ResponderEliminar-El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace, gran decepción. Me gusta mucho la visión nolaniana del personaje (El Caballero Oscuro es una maravilla), pero con el cierre de la trilogía, a pesar de grandiosos momentos (de los que comentas casi todos), tiene otras grandes cagadas tanto narrativas como argumentales que me sacaron de la película y la hacían incluso risible (la anticlimática vuelta de Catwoman en la lucha contra Bane, la muerte digna de Oscar de ya sabes quién, la estupidez de la policía de Gotham, etc etc). Un cierre muy irregular, y para mí ese final del héroe no me gustó para nada...
-Amazing Spiderman: entretenida, supongo que por ser gran fan del personaje, pero es otra película con cosas risibles, como ese gran y famoso momento grúa. Una versión "ultimatizada" que para nada mejora a las de Raimi (si acaso en la elección de los protagonistas y sus actuaciones), por lo que es un reinicio de la saga burdo para seguir sacándonos la pasta con lo mismo... La siguiente caerá de gratis, eso seguro.
-Vengadores: cine palomitero como hace tiempo que no veía, una culminación perfecta y superdivertida de la primera fase de los personajes Marvel, apta para todos los públicos, y poniendo a los protagonistas como parte de una mitología en cine que aún va a depararnos muchas horas de disfrute, tanto a los fans como a los casuals de los superhéroes.
-Chronicle: una entrada por la puerta grande de director y guionista, una visión de los superhéroes en el mundo real quizá no muy original en su propuesta y su puesta en escena, pero realmente bien narrada, verosímil y oscura, un reflejo de un momento de tantos contrastes como es la adolescencia llevada al extremo.
-Argo: otra gran cinta de Affleck, con grandes caras en el reparto (esperemos que en la próxima sólo lo tengamos tras las cámaras) y una historia de ésas que a veces depara el mundo real y parecen salidas de la televisión, que transmite la desesperación y la tensión a la que se ven sometidos sus personajes, pero que en su recta final acaba cayendo una y otra vez en el mismo error, el más difícil todavía que transforma la tensión en hastío por repetición.
-Shame: sin Fassbender no sería ni la mitad de buena de lo que resulta ser, el jodido Michael se come la pantalla, deja a cualquiera boquiabierto (no pun intended) con su interpretación, y pone los pelos de punta con su desesperante vorágine de autodestrucción.
-Prometheus: lo siento, pero por muy buena dirección de Scott que tenga, la película es un cagarro abismal. Un argumento con más agujeros que un queso gruyère, unos protagonistas estúpidos interpretados por famosas caras que no creo que supieran donde se metían, una aparición estelar para partirse el ojete con los responsables de maquillaje, y una historia pretenciosa que, además, no es para nada nueva. De no ser por el pulso con el que están grabadas escenas como la de la cesárea, por ejemplo, sería para quemarla.
Las demás, a la espera de poder verlas un año de estos!
Hecho, bajadas casi todas, a medida que vaya viendo comentaré...
ResponderEliminarbuena parte de las citadas no las he visto, de las que si, coincido en todo con algunas valoraciones (avengers o looper) y en nada con otras (el hobbit -a la que yo no le pongo ningún pero-, o hugo y lo imposible -ambas me parecieron solemnes tostones, muy bien rodados, pero tostones al fin y al cabo); pero del artículo concluyo, sobre todo, que me he dejado muchas más pelis en el tintero (que me habría gustado ver) de las que pensaba (la mujer de negro, frankenweenie, idus de marzo, argo, el profesor, grupo 7), a ver si, poco a poco, le voy poniendo remedio.
ResponderEliminarpd1: muy mono el sobrinete (y se ve que al tito se le cae la baba con él).
pd2: qué tal el bolo de hoy? espero que te hayan sacado a hombros del instituto.
Pues hay varias de las que no has visto que seguro que te dejan satisfecho, no lo dudes.
ResponderEliminarEl sobrino es un pieza, una preciosidad, pero tiene un peligro, mi filmoteca y tebeoteca corren peligro cada vez que viene, no hace mucho pensó que el dvd de El Nombre de la Rosa podría volar y no dudó en ponerle en práctica.
El bolo más breve de lo que esperaba, necesito un poco más de tiempo para ponerme en mi salsa y ahondar en el tema que trato, pero ha ido bien, se han portado correctamente conmigo y yo he sido todo lo conciso que he podido. Repetiría con gusto.
ayer finalmente pude ir a ver argo, a la que le tenía ganas desde el estreno pero que, por una cosa o la otra se había quedado descolgada; buena peli, como dices, muy deudora del cine político de los 70, affleck se confirma como un director a seguir.
ResponderEliminarMe alegro de que ta haya gustado, la verdad es que merece mucho la pena y confirma a Affleck como un director cojonutem, a ver si esta nadrugada tiene suerte.
ResponderEliminar