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sábado, 23 de septiembre de 2017

It



Título Original It (2017)
Director Andrés Muschietti
Guión Chase Palmer, Cary Fukunaga, Gary Dauberman, basado en la novela de Stephen King
Reparto Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Wyatt Oleff, Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Chosen Jacobs, Nicholas Hamilton, Jake Sim, Logan Thompson, Owen Teague, Jackson Robert Scott, Javier Botet, Stephen Bogaert, Stuart Hughes, Geoffrey Pounsett, Megan Charpentier





En 1986 Stephen King ya era uno de los escritores más exitosos a nivel mundial convirtiendo en best seller prácticamente toda novela que publicaba. Por aquel entonces trabajos como Carrie, El Misterio de Salem's Lot, El Resplandor o Cementerio de Animales ya eran clásicos de la literatura de terror contemporánea, pero sería en aquel año cuando el de Maine editara la que para muchos seguidores de su carrera y entendidos en el medio es su mejor obra. It (Eso) como relato era un proyecto ambicioso en el que se daban la mano todas las virtudes como narrador de King y prácticamente ninguna de sus carencias, creando una historia que contenía no pocas de sus inquietudes personales (la infancia, el alcoholismo, la amistad, la desestructuración del núcleo familiar, el metalenguaje con respecto a la creación literaria) y una clara influencia del "terror cósmico" de H.P. Lovecraft o el goticismo de Edgar Allan Poe. El resultado es una obra maestra y uno de los puntos más altos de la carrera del autor de La Larga Marcha o La Mitad Oscura.




Sólo cuatro años después de la publicación de la novela Warner Bros adquirió los derechos y se puso manos a la obra para adaptarla al medio audiovisual. Después de desechar la idea de llevarla a la pantalla grande por su considerable extensión como obra literaria (superando holgadamente las 1000 páginas) se decidió que una miniserie televisiva de dos episodios de 90 minutos de duración sería la mejor opción para poder trasladar con más fidelidad la palabra escrita a la imagen en movimiento. Con Tommy Lee Wallace (habitual ayudante de dirección de John Carpenter) como realizador, Lawrence D. Cohen (que ya había trasladado una obra de King al celuloide con Carrie y volvería a hacerlo en el futuro con Tommyknockers) al guión, un desdoblado reparto de rostros habituales del tubo catódico de la época y Tim Curry dando vida al payaso Pennywise la versión televisiva de It (Eso) se convirtió en un clásico moderno y la encarnación del actor de Rocky Horror Picture Show o Legend del diabólico clown en una de las que más horas de sueño robó a los niños que, como un servidor, crecieron a caballo entre los 80 y los 90.




La idea de realizar una nueva adaptación de It (Eso), esta vez directamente para la pantalla grande, se llevaba fraguando años, pero no sería hasta 2009 cuando Warner Bros se pusiera oficialmente en marcha para sacarla adelante. Tras varias idas y venidas en 2012 un Cary Fukunaga recién salido, por patas, de True Detective se subió al carro como co guionista y director. Cuando todo parecía preparado para iniciar la producción del largometraje el cineasta de Beasts of No Nation abandonó su puesto por supuestas diferencias con los productores con respecto al tono que debía tener el film. Todo parecía apuntar a que a Warner Bros no le gustaba la excesiva truculencia de la visión de Fukunaga, pero si hacemos caso a información relaciona con el guión que había co escrito con Chase Palmer era una excesiva y constante intención por incluir secuencias de sexo enfermizo y drogadicción, muchas de ellas gratuitas, la que daría al traste con la buena relación entre el director de Jane Eyre y sus jefes que finalmente prescindieron de él aunque permaneciendo su acreditación como co guionista.




Rápidamente Warner Bros buscó sustituto para Cary Fukunaga y fue el argentino András Muschietti el que ocupó la silla del director. Abalado por el buen recibimiento que tuvo su ópera prima Mamá en Estados Unidos (gracias también a la labor de Guillermo del Toro como productor) Muschietti y su hermana Bárbara se subieron al carro de It y con ello comenzó el rodaje de la película que se inició en junio de 2016 y finalizó en septiembre del mismo año. El pasado día 8 la cinta llegó a las carteleras españolas y al igual que en las de el resto de países en los que se ha estrenado fue un enorme éxito de público muy bien recibido también por la prensa especializada que no dudaba en confirmarla como una de las mejores adaptaciones cinematográficas de una novela de Stephen King jamás realizadas. Lo cierto es que no andan nada desencaminados con su afirmación ya que el largometraje de Andres Muschietti es una de las piezas de género más destacables salidas de Hollywood durante el presente 2017.




It sigue los pasos del "Club de los Perdedores"un grupo de amigos adolescentes que estrechan fuertes lazos afectivos durante el verano de 1988 en el pueblo de Derry cuando se enfrentan a una entidad sobrenatural que, tomando la forma de un amenazante payaso llamado Pennywise, los aterra utilizando los miedos más profundos de cada uno de ellos para torturarlos psicológicamente. Más tarde los protagonistas descubrirán que "Eso", como ellos lo llaman, es un ser cuyo origen es más viejo que el mismo hombre despertándose cada 27 años de su letargo para alimentarse matando, o haciendo desaparecer, a los niños de dicha población localizada en el estado de Maine. El Club de los Perdedores unirá fuerzas para enfrentarse a Pennywise poniendo en riesgo sus propias vidas, pero con la firme idea de acabar con la criatura que lleva siglos convirtiendo Derry en una localidad bajo el influjo de una maldición que parece no tener fin y que acabará por eliminar todo rastro de infancia en el lugar.




Esta nueva versión audiovisual de It recurre a una estructura narrativa diferente a las de la novela o la miniserie de 1990 que eran prácticamente idénticas. En esa ocasión no seguimos los pasos de los personajes adultos y por medio de ellos recordamos gracias a flashbacks su adolescencia en Derry y su enfrentamiento con Pennywise, sino que se narra dicha etapa adscrita a 1988 (tanto en el libro como en la mencionada obra para la televisión tenían lugar a finales de los 50 principios de los 60) de manera íntegra para poder dividir con precisión el largometraje en dos capítulos que no interactúan directamente el uno con el otro. De modo que, como acabamos de apuntar, esta primera entrega abarca la etapa de adolescencia de Bill, Beverly, Richie, Eddie, Ben, Stanley y Mike y su enfentamiento con el retorcido personaje al que da vida Bill Skarsgård. En este tablero Andrés Muschietti, sus guionistas y el reparto de actores deberán trabajar para ejecutar sus jugadas y vistos los resultados la partida la han ganado casi con jaque mate en el primer movimiento.




La primera, e icónica, secuencia de Georgie Denbrough con su impermeable amarillo persiguiendo bajo la lluvia el barco de papel que su hermano Billy le ha hecho y que le llevará a la alcantarilla donde encontrará la muerte a manos de Pennywise sirve como carta de presentación de la naturaleza virulenta del film y declaración de principios por parte de Andrés Muschietti. Ver al pequeño niño arrastrase agonizante por el suelo tras haber perdido un brazo mediante una dentellada del siniestro personaje deja claro que esta It para la pantalla grande se va a dejar de sutilezas en cuanto a la violencia explícita y que va a tratar de hacerse grande a la hora de mostrar sin reservas muestras palpables de lo que es "corromper la inocencia" (el uso perverso que se hace a lo largo de todo el metraje del menudo cuerpo del mencionado Georgie, que culminará con su utilización como marioneta en el sótano por parte de Pennywise, transmite una incomodidad considerable a la platea) y profanar la infancia, uno de los temas clave tanto de la novela como de esta versión cinematográfica.




Esta morbidez sirve a Andrés Muschietti para ejecutar no pocas secuencias de terror puro que se revelan como lo mejor de la velada y curiosamente no sólo con la presencia física de Pennywise de por medio. Amparándose en que cada uno de los personajes adolescentes tiene una tipología de miedo diferente los autores del largometraje disparan su imaginación tomando pasajes del libro y otros inventados para regalarnos presencias perturbadoras como la del leproso (nuestro Javier Boter triunfando desde hace años en Hollywood) que acosa a Eddie o la mujer del cuadro de la sinagoga que se aparece a Stanley (personaje que asustó hasta al mismo Stephen King y al que esto firma, persona curtida en mil batallas dentro del género de terror) hasta en dos ocasiones. Todas ejecutadas con una precisión milimétrica por el cineasta argentino que ya se vislumbrara en algunos de los mejores pasajes de su ya mencionada, y muy recuperable, ópera prima Mamá o en el mismo cortometraje que le dio origen a esta.




Pero evidentemente es el enorme Pennywise de Bill Skarsgård el que roba los momentos más inquitantes de It gracias a una enorme labor conjunta a la hora de engendrarlo. El actor de Atomic Blonde o Hemlock Grove sabía que la sombra de la enorme y mítica labor de Tim Curry en la miniserie de 1990 iba a sobrevolar toda su interpretación del personaje y por suerte decidió no reflejarse directamente en ella y dar vida a una encarnación del payaso mucho más visceral y menos teatral, con ninguna concesión al humor y siempre abordándolo como una presencia sobrenatural aterradora. Su enorme trabajo con el lenguaje gestual y corporal, el timbre de voz, la sonrisa diabólica y la espectacular mmuestra de fiereza subrehumana que se produce cuando los departamentos de efectos digitales y maquillaje trabajan como uno sólo, enfatizando siempre el ligero estrabismo que el actor tiene en la realidad hasta límites bestiales, el Pennywise del actor sueco es uno de los mejores hallazgos de la cinta de Andrés Muschietti.




Lo más interesante con respecto al perfil más de género de It es que el terror no sólo se consigue por medio de las escenas de sobresaltos (que las hay y muy efectivas la mayoría de ellas) protagonizadas por Pennywise o las entidades y representaciones físicas a las que da forma, sino también gracias a la excelente y muy retorcida atmósfera que consigue Andres Muschetti gracias a su visión y a la ayuda del destacable diseño de producción y la dirección de fotografía. De este modo el largometraje consigue plasmar con una fidelidad intachable el tono lascivo, lacerante y reptiliano de la novela, algo poco usual relacionado con los films que trasladan la obra de Stephen King al medio audiovisual que independientemente de si nacen en el seno de la pequeña o gran pantalla siempre reducen los niveles de perversión (altos en toda la obra literaria de King) y que en pocas ocasiones ha sido fidedignamente extrapolados al medio audiovisual, curiosamente después de esta It sería sólo Ojos de Fuego (Firestarter),  concretamente por medio del personaje de George C, Scott, la única película que se atrevió a tal "osadía moral" extrañamente más permitida en el papel escrito que en el fotograma proyectado.




Pero si hay algo en lo que prácticamente todo el mundo se ha puesto de acuerdo a la hora de valorar It es en el magnífico acierto de casting que ha supuesto la elección de los actores adolescentes que dan vida al Club de los Perdedores y la profesionalidad y naturalidad con la que abordan sus roles interpretativos. Todos y cada uno de los niños no sólo se sumergen con una eficiencia impropia de su bisoñez en los papeles que deben ejercer, sino que también consiguen aunar la química necesaria como grupo para que al compartir plano ante la cámara parezcan realmente una pandilla de amigos inseparables, con sus subidas y bajadas, que están viviendo el verano de sus vidas. Aunque todos hacen una enorme labor se ven más desdibujados los roles de Stanley y Mike, aunque los actores están a la altura, y destacan Finn Wolfhard (Stranger Things) como Richie (algunos golpes de humor negro que tiene me hicieron llorar de la risa), Jeremy Ray Taylor (True Detective) como Ben y sobre todo una superlativa Sophia Lillis como Beverly a la que le aguarda un prometedor futuro como actriz si sabe elegir sus papeles.




En un año especialmente fertil para las adaptaciones de la literatura de Stephen King al cine con La Torre Oscura en pantalla grande y próximamente Castle Rock en la televisión o El Juego de Gerald y 1922 dentro de la plataforma Netflix It ha conseguido un éxito sin precedentes dentro de este tipo de films que ya es casi un género en sí mismo. La labor de Andrés Muschietti y sus colaboradores ha dado un resultado inmejorable convirtiendo su trabajo en la película de terror más taquillera de todos los tiempos superando hace un par de días a la imbatible El Exorcista (números que por otro lado no todo el mundo da por ciertos) y méritos no le faltan como obra cinematográfica. Ahora sólo queda esperar el montaje del director cuando el film se estrene en formato doméstico y sobre todo estar muy pendiente de la segunda entrega, ya protagonizada por los personajes adultos, en la que un servidor espera ver a Amy Adams en la piel de Beverly en vez de a la favorita Jessica Chastain. Minucias futuras que no empañan el éxito de una obra de género muy estimable que pone de nuevo en la primera línea al autor que me descubrió el placer de la lectura gracias a los terrores primigenios que habitan en una sociedad tan engañósamente idílica como la nuestra.



sábado, 23 de febrero de 2013

Mamá, no sin mis hijas



Título Original Mama (2013)
Director Andrés Muschietti
Guión Neil Cross, Barbara Muschetti, Andrés Muschetti
Actores Jessica Chastain, Nikolaj Coster-Waldau, Megan Charpentier, Isabelle Nelisse, Daniel Kash, Javier Botet, Jane Moffat, Morgan McGarry, David Fox, Dominic Cuzzocrea





Lo cierto es que transmite cierta rabia e incluso impotencia el hecho de que un director debutante que denota tener un considerable talento no da todo lo que debiera en su ópera prima como cineasta. Es lo que le ocurra al argentino Andrés Muschietti en Mamá, su debut en el mundo del largometraje apadrinado por el realizador mexicano Guillermo del Toro en labores de productor. Por desgracia todas las buenas sensaciones que transmite la película en su primera mitad van desapareciendo cuando su creador empieza a hacer concesiones a la galería y con ello ofrecer momentos que no se alejan demasiado de los que podemos ver en cualquier cinta de terror actual, con todo lo bueno y malo que eso conlleva.




Victoria y Lily son dos niñas que tras pasar cinco años viviendo en una cabaña perdida en un bosque, poco después de la muerte de sus padres, son encontradas en un estado de considerable salvajismo. El tío de las niñas, Lucas, y la novia de este, Annabel, se harán cargo de la tutela de las pequeñas. Cuando las hermanas se van a vivir con ellos se empieza a percibir en el inmueble la presencia de alguien o algo que ha seguido a las crías desde los bosques, la misma entidad que las ayudó a sobrevivir en aquella cabaña abandonada convirtiéndose en la celosa protectora de ambas.




Inspirada en un magnífico cortometraje homónimo ideado por el propio Andrés Muschietti y su hermana Bárbara (que también colabora en el guión de la obra que nos ocupa) Mamá empieza como una prometedora cinta que toma algunas constantes del cine de terror bastante comunes para abordarlas con una inteligencia expositiva muy considerable. La puesta en escena de Muscchetti es elegante, sabe mover con sabiduría la cámara (el travelling en el jardín de entrada a la casa con el coche patrulla) o buscar encuadres sutiles que sin mostrar apenas nada (en el que se ve en la izquierda a Annabele en el pasillo y a la derecha  a Lily jugando con la sábana en el dormitorio) consiguen acrecentar la tensión y el suspense de manera metódica.




Pero conforme la historia avanza la interesante labor detrás de las cámaras de Muschietti se diluye gradualmente y de la sabiduría formal en fondo y forma, como esos planos de Lily andando a cuatro patas con movimientos salvajes por los pasillos oscuros o los ruidos que la misma hace por la noche con la voz (muy buen uso de los efectos sonoros), pasamos al susto fácil con golpes de banda sonora, caminos trillados mil veces o el mostrar demasiado a la criatura, que cuando era sólo sugerida y no expuesta directamente transmitía mucha más inquietud e incomodidad que cuando la vemos en la recta final de frente y avalanzándose hacia los personajes principales, confirmándose aquello de que en el séptimo arte la intimidación psicológica siempre da mejor fruto que la física.




Aunque el mayor acierto de Mamá es la elección de Jessica Chastain para hacer el papel de Annabel, la novia rockera de Lucas. La intérprete de moda, que sería raro que la madrugada del próximo Lunes no se llevara el Oscar a la mejor actriz por su labor en La Noche Más Oscura, ofrece un trabajo más que notable dando vida a esa mujer entre asustada y protectora que va descubriendo poco a poco el peso que esas niñas van a tener en su propia existencia y que por desgracia no han venido solas de su refugio en los bosques. Además de hacer una labor notable como actríz, algo que ya vimos previamente en El Árbol de la Vida, La Deuda o la ya mencionada cinta de Kathryn Bigelow, por primera vez y sin que sirva de precedente un servidor la ve hasta atractiva, siendo una chica que físicamente no me llama mucho la atención.




Por desgracia en Mamá hay tantos aciertos como fallos. De la atmósfera, la mesura en la dirección en los primeros compases del metraje, el trabajo destacable de su protagonista, la candidez de las dos primeras niñas que dan vida a Victoria y Lily o la convicción de las que  las interpretan cinco años después, pasamos al efectismo prefabricado que busca el miedo más primario (en el peor sentido de la palabra) a un Nikolaj Coster-Waldau (el Jamie Lannister de la soberbia Juego de Tronos) que está como de pasada para llevárselo calentito, flashbacks que parecen videoclips de Nightwish o un final burtoniano que ya se entrega al exceso y la fábula fantástica gótica de postal. A ver si a la próxima Muschietti se encarrila y encuentra un discurso consecuente con su talento, porque lo tiene, pero ni él parece estar muy seguro de ello.