sábado, 2 de marzo de 2019

Dragon Ball Super: Broly



Título Original Doragon Bôru Chô: Burorî (2018)
Director Tatsuya Nagamine
Guión Akira Toriyama, inspirado en sus propios personajes





Cuando en 1997 Dragon Ball GT terminó su andadura la famosa creación de Akira Toriyama durmió durante un tiempo el sueño de los justos, pero no demasiado. Numeros nuevos OVAS (Original Video Anitamed) y el estreno de Dragon Ball Z Kai en 2009, con motivo del veinte aniversario de esta etapa del famoso shonen, saciaron el apetito a los fans de las aventuras de Son Goku y sus amigos. Fue en 2013 cuando Dragon Ball Z volvió por todo lo alto con una película de larga duración para la gran pantalla titulada La Batalla de los Dioses. Con dirección de Masahiro Hosoda y guión a manos de Yûsuke Watanabe aquel film centrado en el enfrentamiento de Goku, Vegeta y compañía contra Blis, el Dios de la Destrucción, insufló nueva vida al anime de la compañía Toei Animation, convirtiéndose en todo un éxito que dio a conocer las correrías de los famosos Super Saiyans a una nueva generación de espectadores.




El excelente recibimiento por parte de los fans dio pie a una continuación sólo dos años después titulada La Resurrección de F. Nueva película centrada en el renacimiento de Freezer, uno de los mejores y más recordados villanos de la historia de la creación de Akira Toriyama. La cosa no quedó ahí y ese mismo año 2015 Toei Animation decidió echar la casa por la ventana y diseñar Dragon Ball Super, un nuevo anime de larga duración con 131 episodios en el que Akira Toriyama se implicaría de manera más activa. De esta nueva serie nace Dragon Ball Super: Broly, tercer largometraje para las multisalas, perteneciente al canon de la ya citada nueva etapa televisiva y reformulación del origen de Broly. Uno de los personajes más famosos de los OVAS inspirados en el famoso shonen y al que pudimos ver en Estalla el Duelo, El Regreso de Broly y de manera un tanto menos ortodoxa en El Combate Definitivo.




Al igual que La Batalla de los Dioses y La Resurrección de F Dragon Ball Super: Broly tiene como principal misión despertar la nostalgia, sobre todo, de aquellos que nos criamos viendo las distintas etapas de la vida de Son Goku desde su niñez hasta su madurez como, poco responsable, padre de familia. En este sentido la película funciona como un reloj suizo ya desde la primera secuencia con la aparición de Freezer y su padre, el Rey Kold, e incluso cameos de muchos de sus esbirros como los añorados Zarbon, Dodoría, o las inolvidables Fuerzas Especiales de Ginyū. Seguramente esta decisión es la que incita a Akira Toriyama, guionista de la propuesta, a volver sobre sus pasos y rebootear la historia de Broly para convertirlo en un rol capaz de formar parte del lore de Dragon Ball Super. Todo esto con una, más que probable, intención de volver a recurrir a él en un futuro cercano, pero teniendo aquí su primera toma de contacto con los espectadores como revisión actualizada. 




Porque sería de necios negar que Dragon Ball Super: Broly es un remake encubierto de Estalla el Duelo, aquel memorable OVA de 1993 en el que se presentó a tan letal secundario. En Dragon Ball Z: Moetsukiro!! Nessen - Ressen - Chōgekisen, título original de la obra audiovisual en cuestión, se narraba la llegada a la Tierra de un Saiyan llamado Paragus cuya intención parecía ser convencer a Vegeta para crear un nuevo reinado formado por los miembros vivos de su raza. Una vez aceptada la propusta Goku, Trunks, Gohan, Krilin, Oolong, el Maestro Roshi y el mismo Vegeta acompañaban a Paragus a un planeta en el que se encontraba Broly, su hijo y el conocido como Super Saiyan Legendario. Finalmente descubríamos el plan secreto de Paragus, consistente en utilizar a su vástago para vengarse de Vegeta debido a que el padre de este quiso eliminar a Broly cuando, siendo un recién nacido, apuntaba maneras para ser el Saiyan más poderoso de todos los tiempos.




Esta historia narrada en Estalla el Duelo es prácticamente la misma de Dragon Ball Super: Broly. De esta manera el largometraje dirigido por Tatsuya Nagamine vuelve al terreno de lo previsible, conservador y acomodaticio de sus dos predecesoras, pero al igual que aquellas crea una mixtura notablemente satisfactoria con dichos ingredientes. El relato expuesto es casi el mismo que el del ya referenciado OVA, pero en esta ocasión se incluyen a Freezer, Bardock o Gine como personajes secundarios de relevancia y en lo referido al padre de Son Goku se realizan cambios, una vez más, relacionados con su personalidad. Es el mismo Akira Toriyama quien se ocupa esta vez de acentuar el rol como víctima de la sed de venganza de su padre adscrito a Broly, algo acontecido ya en Estalla el Duelo de manera menos tosca, para convertir el Super Saiyan Legendario en un personaje noble, honesto y sólo dispuesto a luchar contra los protagonistas por culpa de la mala influencia de Paragus.




La obra está claramente diferenciada en dos partes. La primera abarca a modo de flashback el origen de Broly y la odisea atravesada por su padre, Paragus, para salvarle la vida y convertirlo en un letal enemigo mientras Freezer conspira para destruir el Planeta Vegeta por la amenaza que para él suponen los Saiyans. La segunda, localizada en la actualidad, se centra el reclutamiento de Broly y Paragus por parte de Freezer y su ejército así como el viaje a la Tierra para enfrentarse con Goku, Vegeta y el resto de protagonistas. Si bien la parte inicial abarca demasiado tiempo la trama discurre con interés, ofrece no pocos momentos rescatables y plantea situaciones tan sencillas como efectivas a la hora de dar cierto poso al relato. La final en cambio focaliza su interés en el enorme combate entre los dos amigos y rivales contra Broly. Secuencias de acción en las que el proyecto ofrece su mejor cara y una animación bastante destacable en varios pasajes.




Pero por desgracia ahí estriba el mayor fallo de la obra, que también lo encontrábamos en La Batalla de los Dioses y La Resurrección de F, aunque de manera no tan acentuada. Se antoja del todo insensato que una producción como esta, diseñada para ser un estreno en pantalla grande, posea una animación tan montonera y en ocasiones mediocre. Más sangrante todavía resulta si tenemos en cuenta que muchos, o la mayoría, de OVAS de los 90 tenían una estética mucho más cuidada y contundente que esta Dragon Ball Super: Broly, poseedora de algunos pasajes dificilmente distinguibles de los de un episodio cualquiera del anime para televisión de 2015 en el que se inspira. Rizando el rizo del disparate, como ya hemos apuntado, cuando empieza el combate entre Vegeta y Broly se percibe una notable mejoría en la labor de los lápices y así la homogeneidad estilística del largometraje queda totalmente descompensada y puesta en entredicho.




Más allá de estas carencias en la animación, un mal endémico en las tres películas más recientes relacionadas con el manga de Akira Toriyama, y de ser un producto sustentado en un descarado fanservice Dragon Ball Super: Broly es una propuesta altamente disfrutable contenedora de todas las señas de identidad que nos convirtieron en fanáticos del shonen por excelencia. Su notable éxito de taquilla tanto en Japón como Estados Unidos o nuestro país certifican la buena salud de un microcosmos ficcional que el pasado día 24 de febrero cumplió treinta y tres años de vida con su fama o particular mitología intactas y siendo disfrutadas por cientos de millones de nuevos acólitos recibiendo con expectación, ilusión y cariño cada nueva aventura, catódica o cinematográfica, de Son Goku acompañado de sus inseparables aliados o despiadados enemigos. Esperemos que siga siendo así por muchos años.



1 comentario:

  1. Reseña publicada originalmente en Zona Negativa.

    https://www.zonanegativa.com/zncine-dragon-ball-super-broly-la-redaccion-opina/

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