lunes, 25 de septiembre de 2017

Daredevil: Temporada 2, zona de guerra


"Tú correteas por la ciudad con un pijama ajustado y una máscara. Por la noche te vas a casa, te quitas la máscara y quizá te digas que no eres tú quién ha hecho todo eso, que habrá sido otro. Los soldados no llevamos máscara. No tenemos ese privilegio"






Después de la indiferencia con la que acogí la primera temporada de Jessica Jones me dispuse a ver la segunda de Daredevil, cronológicamente la que daba continuación a la serie protagonizada por Krysten Ritter dentro del conglomerado de producciones de tv que están realizando de manera conjunta Marvel Studios y Netflix. Esta segunda tanda de episodios protagonizada por el alter ego del abogado invidente Matt Murdock no sólo es considerablemente superior a la, ya de por sí excelente, primera temporada centrada en el personaje, sino que también podemos considerarla tanto la mejor pieza dentro de los productos catódicos que la Casa de las Ideas está diseñando al amparo de la exitosa plataforma online como la más lograda creación audiovisual hasta la fecha relacionada con la editorial que encumbraran en los 60 autores como Stan Lee, Jack Kirby o Steve Ditko independientemente de si se encuentra dentro o fuera del MCU (Marvel Cinematic Universe).




El showrunner Douglas Petrie, ocupando el lugar de Steven S. DeKnight que a su vez hizo lo propio con el de Drew Goddard, y su equipo de guionistas y realizadores, aunando fuerzas con el reparto de actores, consiguen con esta segunda temporada no sólo mantener la constantes y el nivel de calidad la primera, sino también incluir más personajes y subtramas a la columna vertebral del relato que están narrando sin que este se vea perjudicado, todo lo contrario, ya que el mismo se enriquece considerablemente gracias dichos añadidos. Por eso el fichaje de Elektra Natchios y sobre todo Frank Castle, alias Punisher, se revela como uno de los mayores aciertos de esta tanda de episodios, no sólo por lo bien perfilados que están sus roles, sino también por todo lo que aportan tangencialmente a la personalidad de Matt, ya sea en su vida profesional o en la personal, haciendo que se replantee en más de una ocasión su ferreo ideario e inquebrantable sistema de valores.




La segunda temporada de Daredevil mantiene el tono oscuro y urbano de la primera ejecutando una amalgama narrativa que se alimenta de etapas míticas del personaje en los cómics como la de Frank Miller o la de Ann Nocenti y John Romita Jr aunando acción, crimen organizado, corrupción política, noir y cierta denuncia social. En el proceso personajes como el de Foggy Nelson y Karen Page, excelentes Elden henson y Deborah Ann Woll, van ganando profundidad como secundarios, el primero por todo el dilema moral al que se enfrenta cuando descubre la doble identidad de su socio y la segunda haciendo lo propio al desentrañar que el pasado que se esconde detrás del vigilante Frank Castle da una nueva perspectiva a la guerra contra el crimen que mantiene contra el submundo del hampa en la Cocina del Infierno de New York. Pero es con el protagonista, al que da vida un Charlie Cox ya completamente mimetizado con su papel, con el que mejor interactúan estos dos nuevos personajes, ya que como hemos mencionado previamente su relación con ellos ofrece muchos más matices a su perfil durante esta segunda temporada.




La irrupción de Elektra, una competente Elodie Young tan letal como sensual, en el rol de asesina a sueldo y antigua amante de Daredevil y cómo ambos vuelven a retomar una relación antaño regida por el placer, el riesgo, la ilegalidad y el sexo nos devuelve la personalidad de un Matt Murdock mucho más visceral y temerario, como si se liberara las cadenas que con el tiempo lo convirtieron en un "ciudadano modelo" que se rige por esa leye a la que eligió defender como abogado en la Cocina del Infierno. En cambio la llegada de Punisher como vigilante que se dedica a erradicar la rama criminal de New York con métodos expeditivos y el enfrentamiento físico y psicológico que este tiene con Murdock cuando ambas maneras de "impartir justicia" chocan la una a la otra puede considerarse la idea narrativa más potente y conseguida de toda la segunda temporada. Los creadores del producto lo saben y por suerte deciden no dejar ahí la incursión de Frank Castle en el show y le ofrecen una trama para él solo una vez entra en prisión y se ve las caras con Wilson Fisk.




Tres películas en pantalla grande han intentado trasladar las aventuras del personaje creado por Gerry Conway, John Romita Sr y Ross Andru en las páginas de The Amazing Spider-Man allá por 1974 y ninguna de ellas le hizo justicia (aunque un servidor le tiene especial cariño a Punisher: Zona de Guerra). De modo que han tenido que ser esta Daredevil ofreciéndole un rol secundario y la magnífica labor del actor Jon Bernthal los impulsores que han conseguido captar la verdadera esencia de Frank Castle. La personalidad de Punisher, su idiosincrasia, su interacción con Daredevil muy fiel a los cómics, y llevar a cabo una batalla de la que no saca ningún tipo de satisfacción por ser desde hace años un hombre quebrado víctima tanto de los criminales que mataron a su familia como del conflicto bélico en el que se embarcó (Vietnam en los cómics, Iraq en esta encarnación del siglo XXI) y que le robó la humanidad nos ofrecen al mejor Frank audiovisual hasta la fecha y verlo interactuar con el Wikson Fisk de un pletórico Vincent D'Onofrio es un sueño cumplido para los que, como yo, nos criamos leyendo los cómics de El Castigador.




Con una puesta en escena magnífica para un producto televisivo como este que no presume de un presupuesto demasiado holgado, pasajes ya marca de la casa como el plano secuencia de Daredevil huyendo de los Hell's Angels por las escaleras o la pelea/encerrona de Frank contra los presos en el pasillo de la cárcel, un guión que sabe sacar partido de la iconografía de los cómics (la organización criminal "La Mano" que dará mucho juego en el futuro) y un reparto cada vez más cohesionado la segunda temporada de Daredevil es una pieza indispensable para todo aquel tipo de espectador aficionado a las adaptaciones audiovisuales de Marvel Cómics en particular y del mundo del cómic superheróico en general. Una pena no  poder decir lo mismo de la posterior Luke Cage, que tiene una muy buena primera mitad y una segunda del todo insostenible, pero de eso hablaremos próximamente en este blog al igual que con las primeras temporadas de Iron Fist, The Defenders y Punisher.


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