martes, 23 de septiembre de 2014

Líbranos del Mal



Título Original Deliver Us From Evil (2014)
Director Scott Derrickson
Guión Paul Harris Boardman y Scott Derrickson basado en el libro de Ralph Sarchie y Lisa Collier Cool
Actores Eric Bana, Edgar Ramirez, Olivia Munn, Joel McHale, Sean Harris, Dorian Missick, Antoinette LaVecchia, Scott Johnsen, Valentina Rendón, Daniel Sauli, Olivia Horton, Chris Coy, Mike Houston, Sean Bennett, Lolita Foster, Lulu Wilson, Jenna Gavigan






En el año 2000 debutó en la realización cinematográfica el director norteamericano Scott Derrickson con Hellraiser V: Inferno, cuarta secuela de las andanzas de Pinhead y los cenobitas creados en papel y trasladados por primera vez a imágenes por el novelista y cineasta Clive Barker. Pero no sería hasta cinco años después que se hiciera un nombre internacional con la exitosa El Exorcismo de Emily Rose, film protagonizado por una espléndida Jennifer Carpenter, escoltada por unos destacables Tom Wilkinson y Laura Linney. Basado en unos supuestos hechos reales el largometraje pecaba de cierto sensacionalismo y un esquema argumental con bastantes tópicos y maniqueismos varios pero a la notable labor de sus actores se sumaban pasajes de una extraña belleza y otros de una contundiencia bastante destacable, como la secuencia en el granero que podría considerarse como el clímax principal de la producción.




En 2008 decidió alejarse un poco del cine de terror para entregarse al género de ciencia ficción con un tan incompetente como inncesario remake de Ultimatum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still en su título original) el clásico de Robert Wise estrenado en 1951. Con un Keanu Reeves más impertérrito que nunca y unos decentes Jennifer Connelly y John Hamm la cinta de Scott Derrickson era un quiero y no puedo desangelado en el que ni sus competentes efectos especiales pasaban del aprobado. Tras la experiencia decidió volver al género que le dio la fama con Sinister, un agradecido largometraje de terror protagonizado por Ethan Hawke y Maria Bello que sin inventar nada y bebiendo de otros muchos trabajos cinematográficos (El Resplandor, Insidious, Poltergeist, Terror en Amitvylle) conseguía exponer en pantalla los, hasta ese momento, mejores pasajes rodados por su autor, como el arranque de la obra o esas grabaciones en vídeo de aroma impío y arcano con las que se obsesionaba el protagonista de Gattaca.




Viendo que el éxito de Sinister fue más que considerable (de hecho la secuela está en camino) Scott Derrickson decidió no cambiar de género y gracias a ello aliarse con Sony para dar forma a su siguiente proyecto, otro largometraje inscrito en el cine de terror y, como su segundo film detrás de las cámaras, también inspirado (supuestamente) en hechos reales. Tomando como base el libro autobiográfico Cuidado con la Noche del sargento de la policía de New York Ralph Sarchie, co-escrito con Lisa Collier Cool y editado en 2001, el guionista y director nos narra cómo este agente de la ley se vio implicado en varios casos en el que personas sin conexión aparente cometían actos homicidas que finalmente parecieron estar unidos por hechos sobrenaturales relacionados con posesiones demoníacas. En su investigación el sargento Ralph Sarchie (Eric Bana) recibió la ayuda del padre Mendoza (Edgar Ramirez) que le introdujo en el submundo de los exorcismos y la demonología.




Líbranos del Mal es una competente cinta que combina el género de investigación policíaca con el de terror protagonizado por personas sometidas a la voluntad de las entidades demoníacas que las han poseído. Aunque uno de los mayores puntos a favor del proyecto sea la amalgama de dichas vertientes cinematográficas la mezcolanza de las mismas no es ninguna novedad y ya pudimos verla en su momento en productos previos como la hoy olvidada, pero bastante recuperable, El Exorcista III: Legión, segunda secuela del film de William Friedkin de 1975 que esta vez estaba rodada (con una más que notable competencia) por William Peter Blatty, el autor de la novela en la que se basó el mítico film protagonizado por Ellen Burstyn, Linda Blair, Jason Miller y Max Von Sydow, porque curiosamente un trabajo como Deliver Us From Evil bebe más de la impronta como cineasta del mismo escritor que de la obra del autor de A la Caza o French Connection.




La quinta película de Scott Derrikcson no nos cuenta nada inexplorado ni transita caminos nuevos en pos de la originalidad. Pero sabe jugar con mucha agilidad sus cartas marcadas, ofreciendo un producto comercial que sirve como nueva confirmación de que el cineasta va depurando sus dotes como narrador y ofreciendo proyectos cada vez más competentes, aunque como sucedía con sus realizaciones previas no podemos hablar de personalidad autoral o de una labor que exceda la meritoria labor de un artesano al servicio de la industria cinematográfica más comercial de Hollywood. Porque aunque como director vaya siendo un profesional cada vez más cualificado para posicionarse detrás de una cámara con Líbranos del Mal después de todo hablamos de una producción salida de la mano de Jerry Bruckhaimer, cara visible del celuloide más intrascendente y de evasión de la actual meca del cine.




Pero al igual que en su anterior trabajo Scott Derrickson logra que el espectador se implique con la historia que está narrando, consiguiendo por medio de una atmósfera más o menos palpable, una puesta en escena bastante sólida (aunque como previamente hemos comentado bastante impersonal) y una dirección de actores más que competente. Todo esto en un guión repleto de clichés que el norteamericano sabe dosificar y pulir lo suficiente como para que, aunque los reconozcamos como estereotipos más o menos manoseados, en (casi) ningún momento nos transmitan una desganada o vacua sensación de déjà vu. Pero cierto es que al igual que en Sinister aquí tenemos a un hombre que se obsesiona con un mundo paranormal que anteriormente le era ajeno y de la misma manera que en El Exorcismo de Emily Rose podemos detectar como al director y su co guionista se les ve el plumero a la hora de tratar de convencernos de la manera más adoctrinadora posible que la existencia del más allá, las posesiones espirituales o Dios son hechos inamovibles y que el no creyente debe recuperar la fe perdida para realizarse como persona y con ello vencer a sus demonios internos, ya sean terrenales o no.




Hay buenos momentos de tensión en Líbranos del Mal y un realismo crudo a la hora de retratar las “malas calles” de New York que nos retrotraen a los trabajos de cineastas como David Ayer (Sin Tregua, Sabotage) o Antoine Fuqua (Training Day, El Rey Arturo). Scott Derrickson abusa en ocasiones de los golpes de sonido para impactar a la platea, pero siempre acompaña dichos pasajes de un in crescendo de la tensión bastante juicioso captando la esencia blasfema y antinatural del relato que está narrando. Momentos como la visita a la casa de la familia italiana (todo lo que allí acontece son señales proféticas de corte religioso, con la inclusión de un Can Cerbero incluido) cuando se descubre por medio del vídeo lo que realmente sucedió en Iraq, la gradual introducción del personaje de Sarchie por medio de su “don” en el otro mundo o el exorcismo final (y la víspera del mismo con esa entrada a cámara lenta en la comisaría con la lluvia “purificando” a los personajes que recuerda a Seven de David Fincher) muy bien estructurado dan empaque al conjunto de la obra.




Líbranos del Mal es un agradable producto de consumo sin muchas aspiraciones con alicientes suficientes (rocambolescos hechos reales, varios sustos bien ejecutados, una fotografía que se entrega con acierto a los juegos de luces y sombras, una banda sonora cautivadora del siempre magnífico Christopher Young) como para ofrecer al espectador dos horas de malsana diversión que tanto entretiene durante su visionado como rápidamente se olvida después del mismo. Como protagonistas tenemos a tres tipos duros de buen ver haciendo unos trabajos cumplidores. Eric Bana (Hulk, Munich) dando vida a un convincente Ralph Sarchie, Edgar Ramirez como el poco probable padre Mendoza, John McHale (Community, Ted) en la piel del macarra y divertido Butler y un Sean Harris entregadísimo en cuerpo y alma (24 Hour Party People, Prometheus) para que su Mike Santino robe más de una escena a los actores principales. El resto es entretenimiento puro y duro, una pieza fílmica a la que no le podemos pedir algo que sabemos de antemano que no nos puede dar, pero que sirve como confirmación de que Scott Derrikcson ya esta (casi) preparado para llevar a imágenes las aventuras en viñetas del Doctor Extraño que Marvel Studios está gestando ahora mismo en sus (seguramente) concurridas oficinas.



1 comentario:

  1. Crítica escrita originalmente para la web Zona Negativa.

    http://www.zonanegativa.com/zn-cine-libranos-del-mal-de-scott-derrickson/

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