lunes, 8 de agosto de 2011

Sentido y Sensibilidad, nuestro propio hogar




Título Original Sense & Sensibility (2008)
Director John Alexander
Guión Andrew Davies basado en la novela de Jane Austen
Actores Hattie Morahan, Charity Wakefield, Lucy Boynton, David Morrisey, Dan Stevens, Mark Gatiss, Daisy Haggard, Rosanna Lavelle, Anne Madeley, Jean Marsh, Dominic Cooper




Tercera versión en imágenes de Sentido y Sensibilidad la célebre primera obra literaria escrita por la novelista británica Jane Austen en el año 1811. La más antigua la realizó para la televisión la BBC en 1981. La segunda y más exitosa fue para la pantalla grande, la dirigió ese genio llamado Ang Lee, que se mueve con inusual soltura en todo tipo de géneros, la escribió una Emma Thompson que se llevó un Oscar por dicho libreto y la protagonizaban esta última, Kate Winslet, Hugh Grant y Alan Rickman. La que nos ocupa data de 2008 y a pesar de no tener un reparto de renombre, ni autores destacados en el guión o la dirección, no deja de ser una excelente miniserie televisiva a la altura de las circunstancias.




Sentido y Sensibilidad narra como en la Inglaterra de siglo XIX las mujeres Dashwood, una madre y sus tres hijas, deben abandonar su propio hogar tras la muerte del cabeza de familia, ya que la casa ha pasado a ser propiedad de un hermanastro lejano de las jóvenes, cuya esposa no las quiere compartiendo el inmueble con ellos. Las tres hermanas y su madre se irán a vivir a una humilde casa campestre y allí seremos testigos del cambio radical en la vida de las protagonistas y los vaivenes de los asuntos amorosos de las Dashwood adultas, Elinor y Marianne.




Elinor, que es la mayor, representa la coherencia, la contención y la responsabilidad, por otro lado Marianne es la impulsividad, la pasión y la entrega, por ello es indecisa en temas como el amor y el compromiso. Esta última se ciega sentimentalmente por John Willoughby, joven inmaduro que sólo disfruta rompiendo corazones por medio de mentiras y manipulaciones. Pero quien verdaderamente bebe los vientos por ella es el íntegro y honrado Coronel Brandon, que espera elegantemente en un segundo plano para no disgustarla, ni entrometerse en su vida.




Por otro lado Edward Ferris, miembro de una adinerada y estricta familia londinense está enamorado de Elinor, pero ella al no estar segura de los sentimientos de su posible pretendiente (algo extraño, que conoceremos más adelante, sucede con él) y de estar más preocupada por los complicados asuntos del corazón de su hermana menor Marianne, deja un poco de lado sus propios avatares amorosos para dedicarse en cuerpo y alma a ayudarla. Esta viene a ser la trama central de la historia en la que asistiremos a como las Dashwood afrontarán su nuevo status social y sentimental.




Todo este entramado, que no deja de ser un folletín puro y duro, en manos de Jane Austen se muestra como un relato moderno, actual, así como reivindicativo con respecto al papel de la mujer en aquella época de machismo y falsas apariencias por el que no pasan los años debido a su naturaleza rompedora y vanguardista. John Alexander en una depurada dirección puramente británica con un academicismo (en el sentido más elogioso de la palabra) elegante y vivo ofrece verismo y un tono entre lírico y melancólico a las vivencias de las Dashwood. Al tono más alegre y de colores cálidos de las dos primeras partes (de las tres en las que se divide la miniserie) se contrapone la crudeza y las tonalidades frías del tercero, en cuyo inicio se centra la parte más dramática del argumento.




También el guión de Andrew Davies (no confundir con Andrew Davis, director norteamericano autor de films como El Fugitivo o Reacción en Cadena) sabe trasladar con pericia y fidelidad la letra de la autora de Orgullo y Prejuicio, Emma o Mansfield Park a la pantalla. Proporcionando pasajes memorables y unos diálogos que permiten al compenetrado reparto lucirse con momentos de fuerte carga dramática como el que tiene lugar durante la cena en casa de los Ferris o el final entre Edward y Elinor.




El casting es magnífico y a pesar de no estar formado por caras demasiado conocidas del celuloide británico muestra una encomiable profesionalidad, más aún si tenemos en cuenta que los actores que componen el mismo tenían que cargar con el considerable peso de dar vida a personajes que en la anterior y exitosa versión tuvieron el rostro de celebridades conocidas como Emma Thompson, Kate Winslet, Alan Rickman o Hugh Grant. Este último no es que sea un intérprete del todo insobornable, pero haciendo honor a la verdad hay que admitir que en este tipo de roles se mueve indudablemente como pez en el agua.



Sentido y Sensbilidad es una excelente miniserie con el sello de calidad de la BBC. Está exquistamente dirigida, escrita con precisión y profesionalidad, interpretada con aplomo y porte británico, así como envuelta en una magnífica partitura compuesta por Martin Phipps. No puedo compararla con las otras versiones ya que la de 1981 no he tenido el gusto de verla y la de Ang Lee la degusté hace años y no de manera íntegra, aunque esta última la revisionaré a no mucho tardar para compararla con esta producción televisiva de 2008 que merece más de un elogio. No sólo por parte de los incondicionales de Jane Austen, sino también por todo aquel espectador que disfrute con recreaciones cinematográficas de época y buenas historias narradas con elegancia y versatilidad.


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