domingo, 1 de noviembre de 2009

El Diario de Barbie, samaritan girl


Título Original The Barbie Diaries (2006)
Director Eric Fogel (2006)
Guión Russ DeSalvo y Peter Schwarz





Esta entrega basada en la mítica muñeca de Mattel, Barbie se adscribe facilmente al realismo mágico que cultivaron literatos como Gabriel García Márquez o Miguel Ángel Asturias. En la tradición del cine de animación más tragicómico la cinta nos muestra a una protagonista que a pesar de tener fama, dinero, ropa a la última y dos amigas inseparables, a las que llamaremos La Negra (por su color de piel) y La Chunga (por su peculiar vestimenta) se siente incompleta por no tener el amor del chico más guapo del instituto. Un joven lozano jugador de fútbol que es novio de La Mala. El mozo es poco avispado, pero guapo a más no poder. ¿La misión de Barbie?, conquistarlo con sus infalibles armas de mujer hecha con pixels.




Destacar que junto a Barbie, La Negra y La Chunga está el personaje de El Babosa. Un chico que se supone que comparte amistad con nuestras peculiares Ángeles de Charlie pero que en verdad es una muestra palpable de aquella gran verdad que viene a decir que un hombre no tiene amigas, sólo tiene conocidas a las que aún no se ha follado. Por otro lado también tenemos la presencia de dos compañeras de clase de La Mala a las que podemos conocer como La China y La del Pelo Chulo.




Hasta aquí podríamos pensar que Los Diarios de Barbie es otra correcta entrega de las aventuras de nuestra querida y entrañable muñeca, pero el ojo avispado descubrirá la dura crítica social que en su interior palpita. Porque Barbie y sus amigas pueden hablar de comprar cientos de lápices de labios o modelitos para la noche del baile de primavera. Pero es que La Mala y sus dos arpías acompañantes no son como nuestras protagonistas, ellas son superficiales y como tales merecen recibir su merecido y Barbie puede hacerlas cambiar de parecer (reinserción pura y dura señores míos), dotes persuasivas no le faltan.




Pero el toque fantástico no se hace esperar y una hada madrina, que tomó la forma corporea de una dependienta pelirroja con gafas de culo de botella, le da a Barbie un diario (aquí toman forma inevitablemente las referencias a Anna Frank y su magna obra literaria) y una pulsera con la figura de una mariposa que le ayudarán a llegar en lo más alto en el mundo de la televisión local y la música pop, como no podía ser menos.




Superación, ser uno mismo, buscar amigos y novios que sean guapos "Jo, es que junto a vosotras hasta este césped parece de marca" llega a espetar nuestra protagonista a dos afortunadas chicas que acaban formando parte de su círculo más íntimo de personas especiales. Ir de compras, quitar el novio a una compañera de clase para luego dejarlo tirado para finalmente irse con El Babosa que no es tan popular, pero es guapo, le hace reír y está ahí de felpudo para cuando a ella le haga falta.




Barbie nos enseña una sabia lección. Maquillarse, salir, hablar horas por el teléfono sin decir nada está bien, pero las pequeñas cosas son las que hacen grande la vida, como tocar música con La Negra y La Chunga o poner palote a su amigo El Babosa sin consumar con él, para luego dejarlo con un calentón que sólo se le calmará dando alegres golpes con su pene en una pared de hormigón. Como una Mark Renton (protagonista de Trainspotting) del siglo XXI Barbie elige la vida y sigue adelante para nunca, nuca mirar atrás, como nos indican sus últimas palabras en esta oda a lo divino y lo humano.

Yo abrí este Diario y este Diario me abrió a mí




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