Título Original Suicide Squad (2016)
Director David Ayer
Guión David Ayer basado en los cómics de John Ostrander
Actores Will Smith, Jared Leto, Margot Robbie, Jai Courtney, Joel Kinnaman, Viola Davis, Cara Delevingne, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Adam Beach, Jay Hernandez, Karen Fukuhara, Scott Eastwood, Jim Parrack, Ike Barinholtz, Ben Affleck, Corina Calderon, Alex Meraz, David Harbour
Después de la polvareda que se levantó con el polémico estreno de Batman v Superman: El Amanacer de la Justicia de Zack Snyder DC Cómics sigue poniendo piedras para construir su propio universo cinematográfico con el que competir con Marvel Studios. Esta vez los elegidos han sido los miembros del Escuadrón Suicida, aquel grupo de soldados insubordinados creado por Robert Kanigher y Ross Andru en 1959 para el número 25 de la colección The Brave and the Bold y que casi veinte años después el guionista John Ostrander se ocupó de reformular y revisar a partir del número 3 de la miniserie Legends, para así dar inicio a una nueva etapa al grupo por el que pasarían decenas de personajes de DC. Ya en 2011, en pleno reboot de los New 52 tras el evento Flashpoint, el Escuadrón Suicida estableció una alineación que es en gran parte la que esta adaptación cinematográfica ha tomado como base. Para llevar a cabo esta cinta en la que un grupo de villanos es utilizado por el gobierno de Estados Unidos para realizar misiones imposibles en Warner Bros y DC Cómics contrataron los servicios de David Ayer, guionista (Training Day) y director (Harsh Times, Sin Tregua) especializado en el género policíaco y films protagonizados por grupos de antihéroes (Sabotage, Corazones de Acero). El largometraje se estrena hoy tanto en España como en Estados Unidos, pero antes del mismo la crítica pudo verla en un pase de prensa y lanzó no pocos dardos contra la producción enfantizando cuan fallida se mostraba de cara al público. En Zona Negativa ya hemos podido ver la película de David Ayer y a continuación trataremos de ofrecer qué nos ha parecido esta tan esperada Escuadrón Suicida, recomendando a los lectores que no pasen por alto que lo que aquí van a leer, por ahora, es la opinión de uno sólo de los muchos redactores de la web, teniendo cada uno de ellos su propia opinión del film que intentaremos publicar y recopilar próximamente.
Esta versión cinematográfica de Escuadrón Suicida tiene un extenso reparto entre el que podemos encontrar a Will Smith (Deadshot) Margot Robbie (Harley Quinn), Jared Leto (el Joker) Adewale Akinnuoye-Agbaje (Killer Croc) Jai Courtney (Capitán boomerang) Jay Hernández (Diablo), Cara Delevingne (Encantadora), Karen Fukuhara (Katana), Adam Beach (Slipknot) Joel Kinnaman (Rick Flag) y Viola Davis (Amanda Waller). La trama es sencilla y se inspira en la conceptualidad del grupo desde su nacimiento en las viñetas cuando, después de la desaparición de Superman tras el film inmediatamente anterior dirigido por Zack Snyder, Amanda Waller organiza un equipo de villanos fuera de la ley para implicarse en misiones suicidas. Por lo tanto Suicide Squad es una sencilla, directa y muy competente cinta de acción que da lo que ofrece, un grupo de los villanos y antihéroes más famosos del universo DC Cómics luchando contra fuerzas sobrenaturales. La película de David Ayer toma como punto de inicio Los Doce del Patíbulo (The Dirty Dozen), de Robert Aldrich y una historia cuyo desarrollo casi parece un remake de 1997: Rescate en New York, de John Carpenter, para que el director de los Dueños de la Calle lo convierta en blockbuster macarra y testosterónico que sin llegar a la incorrección política de Deadpool, de Tim Miller, sí consigue desvincularse un poco del tono más solemne que hasta ahora tenían las producciónes de Warner Bros que adaptaban al celuliode las aventuras de los personajes de la casa de Green Arrow o Wonder Woman.
David Ayer se toma su tiempo para presentar a los personajes y perfilar sus personalidades, para ello utiliza el pasaje en el que Amanda Waller propone a sus superiores la iniciación de la Fuerza Especial X enseñándole los expedientes de los miembros como excusa para incluir flashbacks en los que conoceremos sus orígenes y en los que veremos cameos de otros personajes de DC que no pertenecen al elenco principal del largometraje. En este proceso David Ayer, que se ha especializado en realizar films con policías que atravesaban con asiduidad la barrera de la legalidad, retrata a unos servicios de inteligencia americanos cuyos métodos expeditivos en poco se diferencian de los llevados a cabo por los protagonistas y que son comandados por una Amanda Waller que se revela como la verdadera villana del largometraje. En este proceso el guionista de Dark Blue sabe alternar drama ligero, humor (más acentuado que en ninguna otra película de DC) pilodras para saciar el apetito goloso del fandom (ese génesis de Harley Quinn con referencia a la famosa ilustración que Alex Ross le dedicó a ella y al Principe Payaso del Crimen) e inyectar los primeros apuntes de temática sobrenatural, relacionada con Encantadora, que se convertirán en el núcleo central que vertebrará la trama principal de la obra y en uno de los puntos flacos del proyecto. A partir de aquí David Ayer se marca una versión cinematográfica de Escuadrón Suicida que se revela como una divertida cinta de acción que se hace fuerte cuando se entrega al tono urbano y a pie de calle y se vuelve algo más endeble y redundante cuando afronta en su recta final la temática fantástica.
Evidentemente en un producto como Escuadrón Suicida los personajes son el principal atractivo y reclamo de cara al público, no sólo por si los actores han conseguido enfundarse bien los trajes de los mismos, sino también por si los ideólogos del largometraje han decidido ser fieles a las contrapartidas en viñetas que los inspiraron. A nadie se le escapa, porque es algo que ya vimos en los trailers, que Margot Robbie no sólo es lo mejor del reparto de la película, sino también una magnífica recreación de Harley Quinn, absorbiendo esa mezcla de sociopatía e inocencia que Paul Dini y Bruce W. Timm le ofrecieron cuando la crearon para la catódica, e inigualbale, Batman: The Animated Series. La protagonista de El Lobo de Wall Street respira sexualidad, ironía, es a la vez excitante e irritante, y tiene una química brutal con un excelente Joker de Jared Leto (una mezcla entre Marilyn Manson, la visión que dio del personaje Grant Morrison en su etapa de Batman y un proxeneta del Bronx) que por desgracia tiene muy poco tiempo en pantalla, aunque sus apariciones están adecuadamente repartidas a lo largo del metraje. Will Smith cumple como Deadshot, le ofrece carisma y fisicidad al personaje, pero toda la subtrama sentimentaloide con la hija para humanizarlo (seguramente por exigencias del mismo actor) sobra y lastra la imagen letal de su rol. Joel Kinnaman cumple como Rick Flag aunque le falta más presencia para parecer un verdadero líder, Jay Hernández se luce como Diablo, Karen Fukuhara está como de pasada dando cuerpo y poca voz a Katana, Cara Delenvingne parece ir puesta de metanfetamina dando vida a Encantadora, un irreconocible Adewale Akinnuoye-Agbaje se mete adecuadamente en la piel escamada de Killer Croc y Jai Courtney por fin da vida a un papel al que no quieres ver morir desde el minuto uno de metraje. Pero es Viola Davis la que se roba en no pocas ocasiones la velada su Amanda Waller, un personaje que la actriz de Criadas y Señoras (The Help) hace suyo.
La presencia de David Ayer era necesaria en el universo cinematográfico de DC, ya que el estilismo como realizador de Zack Snyder comenzaba a agotar a gran parte de los espectadores. El director de Sabotage es un artesano curtido en thrillers policíacos, que incluso ha jugueteado con el found footage en Sin Tregua (End of Watch) y en Escuadrón Suicida ofrece secuencias de acción más orgánicas, directas, no tan estilizadas y entregadas a el esteticismo, de hecho cuando el film se hace fuerte es cuand Ayer apela a este tipo de cine de género, con tiroteos, persecuciones, escenas de acción físicas, al celuloide de testosterona masculina deudor de John Carpenter. Porque, como hemos apuntado brevemente unos párrafos más arriba, cuando la película incide en su faceta sobrenatural, más superheróica o fantasiosa al cineasta parece como si no se le notara cómodo con el material, algo que se deja notar también en su guión, que en ese sentido desbarra en varias ocasiones en la recta final. Toda la trama centrada en Ecantadora/June Moone, su hermano y la brujería (con más de una referencia a Cazafantasmas, buscadas o no) parece que choca con el entramado más terrenal, aquel relacionado con una historia a lo Walter Hill sobre un grupo de dementes inadaptados capaces de meterse en la boca del lobo con tal de sacar algún tipo de beneficio personal o económico con ello. Con esto no afirmamos que la mezcla de géneros a la que apela la cinta no funcione, sino que la balanza se inclina con más peso hacia el que el guionista y director conoce más de primera mano en detrimento del que para él era ajeno y que aquí tantea por primera vez en su carrera, y ahí en cierta manera se notan varias flaquezas en la estructura de la obra.
Pasad de Rotten Tomatoes, Metacritic, y demás web de opinión, Escuadrón Suicida no es ni mucho menos el desastre que proclaman varios medios en la red, pero tampoco es una gran película o una pieza que vaya a redefinir el cine protagonizado por personajes de cómic. La cinta de David Ayer es cine de evasión, una obra divertida, ligera, macarra, sin más aspiraciones que entretener, un blockbuster orgulloso de serlo que muestra un tono diferente a lo que hasta ahora nos estaba ofreciendo la dupla Warner/DC, más divertido y pasado de rosca. Por el camino tenemos escenas bien ejecutadas, actores que en varios casos bordan sus papales, una banda sonora cojonuda con éxitos del rock de los 60 y 70 (Queen, Black Sabbath, The Animals) referencias al universo DC en viñetas, apuntes de por donde irán los tiros en la película sobre la Liga de la Justicia Americana que prepara Zack Snyder (sí, hay escena post créditos, pero sólo una) un guión que aunque con ritmo y bastante efectivo hubiera necesitado un par de revisiones y todo ello con la sana intención de hacer pasar al espectador dos horas de diversión sin pretensiones. En la opinión del que aquí suscribe la crítica americana tiene todo el derecho a no haber disfrutado la película, pero el escarnio que con ella llevan haciendo desde hace unos días es excesivo, porque una cinta sobre un grupo de criminales contratados por el gobierno de su país para hacer el trabajo sucio que ellos no se atreven a llevar a cabo es lo que Escuadrón Suicida ofrece el espectador. Si alguien esperaba algo más que eso evidentemente saldrá decepcionado, en cambio el que demande del producto lo que vio en los trailers pasará un muy buen rato con esta superproducción veraniega que no aspira a ser nada más que eso y a fe mía que lo consigue.
Crítica extraída de la web Zona Negativa
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