lunes, 22 de febrero de 2016

Terminator: El Imperio de Skynet




Segundo libro editado por los autores de la web cinematográfica Ultramundo, esta vez bajo el sello de la editorial Applehead Team, después del muy recuperable Rob Zombie: Las Siniestras Armonías de la Sordidez escrito por Daniel Rodríguez Sánchez en el que se desgranaba toda la carrera cinematográfica y musical del famoso cantante y realizador estadounidense al que debemos discos de metal industrial como Hellbilly Deluxe o The Sinister Urge o cintas como La Casa de los 1000 Cadáveres, Los Renegados del Diablo o The Lords of Salem. En esta ocasión la saga Terminator ideada originalmente por el canadiense James Cameron con la película homónima de 1984 es la que se desgrana pormenorizádamente en todas sus vertientes, con copiosa información sobre la famosa franquicia de ciencia ficción con la que conoceremos no sólo los cinco largometrajes que han abordado la distopía regida por la inteligencia artirficial Skynet sino centrándose en series de tv, cómics, bandas sonoras, videojuegos, fíguras de coleccionismo e incluso atracciones de parques temáticos que han tenido al personaje interpretado por Arnold Schwarzzennegger como eje central.


Terminator: El Imperio de Skynet esta estructurado de manera casi idéntica a cómo abordan las reseñas en la web Ultramundo. Las famosas MegaCríticas impulsadas por Miguel Díaz González (ideólogo de la web) y que se dividen en distintos apartados (Ficha Técnica/Sinopsis/Introducción/Crítica/¿Cómo se Hizo?/Curiosidades) son las mismas que los autores del libro utilizan para diseccionar cada uno de los productos de ficción relacionados con la creación del director de Abyss. Como es lógico, y siempre después del prólogo a manos del periodista y escritor David G. Panadero, el primer episodio está dedicado a Terminator, la cinta primigenia que dio forma a la saga, contextualizando temporalmente su gestación como proyecto, enumerando las muchas referencias cinematográficas, literarias y hasta del cómic que inspiraron a su creador (que recibió la inestimable ayuda de la que por aquel entonces era su pareja, Gale Anne Hurd, a día de hoy famosa productora de cintas de acción) y realizando una introducción referida a los primeros pasos de la carrera de James Cameron o su relación con la factoría de Roger Corman, desembocando todo en el momento en el que sacó adelante la primera producción que pondría la piedra inicial del microcosmos protagonizado por las máquinas de matar del futuro al que él mismo daría vida cinematográfica.

En el siguiente capítulo se aborda el proceso de creación y posterior estreno de Terminator 2: El Juicia Final, La secuela que James Cameron rodó siete años después de la primera entrega de la saga supuso una revolución dentro del cine de Hollywood debido sobre todo al enorme paso adelante que supuso dentro de la utilización de efectos digitales en superproducciones. Como bien se comenta en este capítulo Terminator 2 era tanto un remake como una secuela del film primigenio, pero jugando con cierta reinversión (y hasta casi perversión, como se afirma en estas páginas que esta vez el héroe tenga la imagen de un motero fuera de la ley propio del cine del oeste y el villano vista un impoluto unfiorme de policía ofreciendo un subtexto harto interesante) de roles, potenciando todas las virtudes de aquel como los efectos de maquillaje del gran Stan Winston, la labor del equipo artístico (una Linda Hamilton pletórica) y hasta el trabajo de James Cameron que jamás ha vuelto a rodar una de sus obras con tanta precisión y potencia. Este episodio confirma a Terminator 2 como un western contemporáneo localizado en un contexto de ciencia ficción y con apuntes que incluso se adentran en la teología. Una obra maestra que debió cerrar la franquicia elevándola a los altares de los que nunca debió bajar. 

Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas llegó tarde y mal once doce años después del estreno de Terminator 2. En el episodio que el libro le dedica se habla (no sin motivo) de un proyecto impersonal e hipertrófico cuyo intento por estar a la altura de su predecesora la convierte en una pieza sobreproducida que se fagocita a sí misma entre intertextualidad mal entendida, apelaciones rastreras a los sentimientos de los seguidores de la saga en un acto desesperado por conectar con ellos y un quiero y no puedo continuo que convierte a esta tercera entrega en el primero proyecto fallido relacionado con la franquicia. Interesante en el making of de este episodio son los datos que se aportan a todo lo que supusieron los problemas de derechos, búsqueda de director una vez Cameron había abandonado el barco (el finalmente elegido fue Jonathan Mostow, realizador de las esrtimables Breakdown o U-571) y actores (recordemos que ni Linda Hamilton ni Edward Furlong repitieron en sus papeles) y preproducción complicada y caótica que como es lógico dio a parir una criatura renqueante y decepcionante.


Mejor se habla de Terminator Salvation en las páginas dedicadas a desgranarla como obra cinematográfica, pero no precisamente para alabarla sino para ponerla sólo unos puntos por delante de Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas. En este episodio se aborda uno de los temas más interesantes relacionados con la franquicia Terminator que nace con esta cuarta entrega y es el hecho de corporeizar al John Connor del futuro, al líder rebelde convertido en leyenda. John Connor es casi una entidad inalcanzable, un arquetipo que al tomar forma humana en pantalla (la del actor británico Christian Bale en esta ocasión) pierde gran parte de su iconografía como símbolo de una lucha de proporciones globales. La cinta dirigida por McG tenía el potencial pero caía en enormes fallos como un vano intento de apelar a le retroctoninuidad y dejarse vampirizar por un posmodernismo mal entendido que la convirtió en otro producto deficiente dentro de la franquicia. Como no podía ser menos en el extenso making of se hace mención a la anécdota de Christian Bale con el director de fotografía Shane Hulburt que dio la vuelta al mundo y se convirtió en el hecho más recordado en relación con Terminator Salvation para desgracia de sus creadores.

Cuando Terminator; El Imperio de Skynet salió a la luz Terminator Génesis todavía no había llegado a las carteleras de todo el mundo, pero eso no es óbice para que los autores del libro le dediquen un extenso capítulo para diseccionar gran parte del proceso de preproducción de la cinta. Esta vez eludiendo la estructura antes mencionada que se usa en todos los capítulos del libro y que es propia de las MegaCríticas de la web Ultramundo (Ficha Técnica/Sinopsis/Introducción/Crítica/¿Cómo se Hizo?/Curiosidades) se nos facilita información con respecto a todo el proceso de elaboración de esta secuela/reboot/remake incidiendo en la búsqueda (una vez más) de unos nuevos equipos técnico y artístico, se mencionan datos de los trailers que hasta ese momento habían visto la luz para promocionar el largometraje (sí, aquel que contenía el enorme spoiler también) y se citan las declaraciones en las que James Cameron afirmaba que esta era la verdadera secuela que una saga como la de Terminator merecía. Después del estreno todos vimos que Teminator Génesis era un fracaso desde su misma concepción, una producción inane, despersonalizada y vergonzante que parecía querer dilapidar lo poco que quedaba en pie de la creación de James Cameron, pero de esos hablaremos más adelante en este mismo blog y lo harán en la segunda edición del libro, que más adelante comentaremos brevemente.

Como previamente hemos mencionado Teminator: El Imperio de Skynet abarca toda la ficción relacionada con la creación de James Cameron de modo que el libro no sólo habla de la saga cinematográfica sino que también se adentra en mundos como el del noveno arte, la pequeña pantalla o el del coleccionismo. Si seguimos el orden cronológico de lectura la primera parada la hacemos en Terminator 2 3D: Batalla A Través del Tiempo una atracción de doce minutos de duración para los parques temáticos de la Universal que se trata del único proyecto posterior a Terminator 2: El Juicio Final en el que se vio implicado, no sólo James Cameron, sino también el cuarteto de actores principales de aquella exitosa superporducción de 1991. Con Arnold Schwazenegger, Linda Hamilton, Edward Furlong y Robert Patrick repitiendo sus papeles Teminator 2: 3D se convierte en una pieza de culto de incalculable valor para los fans de Terminator. En su capítulo descubrimos todo el proceso de creación en el que James Cameron, Stan Winston y John Bruno se implicaron para sacar adelante esta atracción que se proyecto en los parques de la Universal durante años.

El capítulo quinto está dedicado a la única incursión en la televisión de la franquicia con Terminator: Las Crónicas de Sarah Connor que emitió la cadena FOX de 2008 a 2009 abarcando dos únicas temporadas que narraban las aventuras de Sarah Connor y su adolescente hijo John. Durante estas páginas se aportan datos sobre las virtudes de una serie que comenzó su andadura con una solidez que iría perdiendo a lo largo de una segunda temporada más holgada y entregada al riesgo. Podemos encontrar varias declaraciones del showrunner de la serie, Josh Friedman, hablando de su creación y de cuales eran sus intenciones con respecto al programa y cómo encajaría en la continuidad y espíritu de la franquicia. Después de una caótica segunda temporada la FOX canceló la producción protagonizada por Lena Heady (Juego de Tronos, Dredd) Thomas Dekker (Pesadilla en Elm Street: El Origen) y Summer Glau (Firefly, Serenity) antes de la llegada de una tercera temporada en la que los guionistas tenían puestas unas esperanzas que finalmente se vieron truncadas dejando la continuidad de las aventuras catódicas de la familia Connor en un limbo del que a día de hoy todavía no ha podido salir y del que extrañamente lo hará.

La lectura de Terminator: El Imperio de Skynet también arroja luz sobre algunos productos que son raras avis como Terminator Salvation: The Machinima Series, una serie de seis episodios realizada con animación digital que sirve como precuela de la película dirigida por McG y protagonizada por Christian Bale y Sam Worthington y como complemento a Terminator  Salvation: The Video Game el videojuego nacido de dicho largometraje. Según los autores del libro se trata de una obra oportunista y mediocre que sólo buscaba aprovechar el tirón de una saga que por aquel entonces (la serie vio la luz en el año 2009) ya llevaba años mostrando graves síntomas de agotamiento. Más interesante es el capítulo En el Corazón de la Máquina: La Música de Terminator centrado en las bandas sonoras de las distintas entregas de la franquicia (algunas de ellas a manos de nombres conocidos como Danny Elfman, Marco Beltrami o Bear McCreary) que toma como piedra angular los dos scores que Brad Fiedel compuso para Terminator 1 y 2 y que se convirtieron en iconos musicales contemporáneos. Tampoco se olvida este apartado de las bandas de rock que compusieron o utilizaron para algunos de los films sus temas como Guns N' Roses (You Could Be Mine) George Thorogood (Bad to the Bone) o Alice in Chaines (Rooster).

El episodio nueve es uno de los más interesantes del libro ya que aborda toda la vida editorial de Terminator dentro del mundo del cómic, El primer contacto de la franquicia con el mundo del noveno arte vino con el sello independiente Now Comics (propiedad de Tony Caputo) pasando años más tarde a Dark Horse donde vieron la luz algunas series míticas como aquella Robocop vs. Teminator escrita pr Frank Miller y dibujada por Walter Simonson que varió en otros crossover como Alien vs Predator vs Terminator o Superman vs. Terminator en colaboración con DC y saltando de editorial en editorial independente (Malibú, Dynamite Entertainment, IDW Publishing). Como no puede ser menos el mundo del videojuego también tiene su espacio en Terminator: El Imperio de Skynet ya que Terminator ha inspirada ingentes cantidades de productos jugables para la Mega Drive de Sega, la Super Nintendo o del género shooter como el que adaptaba Terminator 2: El Juicio Final y que supuso toda una revolución en las salas recreativas de la época.

Miguel Díaz González no sólo es la cabeza pensante detrás de la web Ultramundo, también es el coordinador de todos los libros editados con el sello de la misma y Terminator: El Imperio de Skynet no es una excepción. Él se ocupa también del episodio número once del libro en el que realiza una escueta pero muy interesante entrevista a Randy Falk el presidente de NECA (National Entertainment Collectibles Association) una de las empresas fabricantes de figuras articuladas más importantes a nivel mundial. Miguel conoce a fondo la empresa ya que algunas de las reseñas que realizaba sobre las figuras de NECA para Ultramundo llegaron a oídos del mismo Randy Falk que no dudó en pedirle asesoramiento para mejorar el diseño de algunos de sus productos. Por este motivo la entrevista está realizada por una persona ducha en el tema y que sabe obtener valiosa información del mandamás de NECA con respecto a las figuras de la línea Terminator incidiendo en temas como de cuál de ellas está más orgulloso, el motivo de la ausencia de ciertos personajes de algunos de los films que no han sido reproducidos en la línea y cuáles serán algunas de las novedades que la empresa en el futuro.

Los dos últimos capítulos de Terminator: El Imperio de Skynet (sin contar la lista de episodios de Terminator: Las Crónicas de Sarah Connor y las biografías de los autores del libro que se adjuntan al cierre del mismo) se centran por un lado en la enorme lista de producciones exploit que salieron a rebufo de la primera Terminator (recordemos que cuando el film primigenio vio la luz Italia era una cadena de montaje de cientos de secuelas apócrifas de éxitos internacionales de Hollywood) como Destroyer: Brazo de Acero, Eliminators, variantes femeninas como Alienator o Annihilator, todos subproductos que buscaban sacar partido del éxito de la cinta de James Cameron y por otro en unas completísimas fichas en las que se analizan casi todos los tipos de terminators que han poblado la franquicia en los distintos medios en los que la creación del director de Mentiras Arriesgadas y Avatar hizo acto de presencia.

Con este repaso de todos y cada uno de los capítulos de Teminator: El Imperio de Skynet hemos tratado de destacar una de sus mayores virtudes, la enorme cantidad de información que aporta sobre la franquicia Terminator, de hecho posiblemente sea el libro más completo escrito en español sobre la misma. La estructuración cronológica, el afán por interiorizar en cada uno de los productos (sobre todo los audivoisuales) con la intención de desentrañar hasta el más mínimo detalle de los distintos rodajes o procesos de producción son un verdadero regalo para el fan acérrimo. Nada se escapa al equipo de escritores detrás del proyecto (Adrián Sánchez Esbilla, Iván Suárez Martínez, Ángel García Romero, Pedro José Tena y John Tones) que destilan no sólo unos conocimientos enciclopédicos de todo lo relacionado con la creación de James Cameron, sino también verdadero cariño por dicho universo ficcional. Gracias a la perfecta ejecución de los autores y a la coordinación de Miguel Díaz González la homogeneidad del trabajo es tal que no sabemos cuando acaba la labor de uno de los escritores y empieza la de otro ofreciendo una imagen de todo perfectamente ensamblado que hace ganar enormes enteros a producto.


Aunque pocos fallos se le pueden achachar al trabajo realizado en Terminator: El Imperio de Skynet alguno podemos mencionar, pero ninguno de ellos consigue solapar mínimanente los aciertos del libro, que no son pocos ni exiguos. Por un lado la maquetación es ciertamente mejorable, un vistazo rápido al libro pueda dar la impresión de que los textos están demasiado encorsetados, condicionados por una información valiosa pero que no deja respirar a unas páginas que también se ven perjudicadas por algunas fotografías que aumentan esa sensación de apelotonamiento. Con todo este tipo de maquetación aporta cierto encanto pulp al conjunto de la obra, como si de un fanzine se tratara (recordemos que el origen de la primera Terminator era independiente y casi subsidiario) o de los primeros años de andadura de la revista especializada en cine de terror y fantasía Fangoria. La segunda mácula sería que en ocasiones la mayor virtud del trabajo se convierte en uno de sus talones de Aquiles, la sobreinformación. En algunos momentos la lectura Terminator: El Imperio de Skynet pueda saturar al lector, ya que lanza contra el mismo una cantidad desorbitada de datos sobre el material que está diseccionando y eso en pasajes puntuales pueda causar cierto agotamiento en la lectura, pero en estos casos es mejor pecar por exceso que por defecto.

Terminator: El Imperio de Skynet es una completísima guía que ningún fan de Terminator debe dejar pasar. Los profesionales que le han dado forma son seguidores incondicionales del producto que tan concienzudamente desentrañan y eso se deja notar en todas y cada una de las páginas de un trabajo que trata de abarcar todos los frentes posibles relacionados con Terminator para que nada quede al azar y todas las ramas relacionados con el ocio y el entretemiento que tienen como eje central al personaje interpretado por Arnold Schwarzzennegger se vean cubiertas para saciar el apetito goloso de su horda de fans, Según información de primera mano que me han proporcionado y gracias a las excelentes ventas que la primera edición del libro ha obtenido (agotándose al poco tiempo de ver la luz) una segunda edición está en camino y en ella no sólo se corregirán algunos fallos de estructura o maquetación (de este modo se subsanará uno de los pocos errores que, como hemos mencionado, tiene el libro) sino que se añadirán nuevos datos (sobre todo en lo relacionado con Terminator: Génesis, que tendrá su MegaCrítica correspondiente como el resto de largometrajes abordados en el resto de capítulos) se ampliara la información en la entrevista con Randy Falk y las fichas de los Robots entre otro tipo de información, De esta manera Terminator: El Imperio de Skynet rizará el rizo para erigirse como la guía defnitiva sobre la saga Terminator en nuestro idioma. ¡Hasta la vista, baby!

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