Título Original Robocop 3 (1993)
Director Fred Dekker
Guión Frank Miller y Fred Dekker
Actores Robert Burke, Nancy Allen, Rip Torn, Remy Ryan, John Castle, Jill Hennessy, CCH Pounder
A principios de los 90 la franquicia de Robocop en el celuloide estaba herida de muerte. Robocop 2 tuvo un moderado éxito en taquilla pero los alquileres y ventas del film en los antiguos VHS fue descomunal. De modo que Orion Pictures volvió a asociarse con la Metro Goldwyn Mayer para matar definitivamente al cyborg policía del futuro con una tercera e innecesaria entrega. En 1993 Robocop 3 se dio a conocer al mundo y el resultado fue un desastre mayúsculo, tanto en el plano artístico como el económico, hundiendo a la Orion Pictures y mandándola a la bancarrota. Esta segunda secuela del personaje creado por Ed Neumeier, Michael Miner y Paul Verhoeven es un disparate de proporciones catedralicias, un intento por parte de los productores de abrir la saga a un público más amplio que resultó una cagada de campeonato.
La OCP ha sido absorbida por una multinacional japonesa que quiere llevar a buen puerto el proyecto Delta City para convertir Detroit en una ídilica ciudad perfecta. Para ello la empresa utilizará a uno grupo de agentes militarizados que por medio de la fuerza desalojará a las clases bajas de los barrios desfavorecidos. En este contexto el agente Alex Murphy, el primer Robocop, y su compañera Ann Lewis se verán en la obligación de unirse a un grupo de sublevados que lucharán hasta el final por impedir que la OCP les arrebate sus hogares. Robocop con la ayuda de su grupo de amigos, al que se unirá la doctora Marie Lazarus que es la supervisora de su funcionamiento, tendrá que ponerse en contra de sus superiores para mantener el orden en la vieja Detroit.
Robocop 3 es un sálvese quién pueda, un hagamos lo que sea para que esta franquicia muerta en vida salga adelante aunque tomemos decisiones estúpidas y contradictorias. Una vez más un argumento de Frank Miller es violado impunemente para convertir una historia oscura y llena de mala baba en una cinta para toda la familia al más puro estilo de principios de los 90. Una vez más se hace borrón y cuenta nueva en el equipo técnico y se ficha a Fred Dekker, un director de cine de terror para todos los públicos (autor de la simpática The Monster Squad, Una Pandilla Alucinante en España) para que se ponga detrás de las cámaras. Y por último una vez más el fracaso es desolador a todos los niveles. Robocop 3 es al punto más bajo de la franquicia cinematográfica, pero tampoco es mucho más mala que la segunda parte.
Por un lado los productores quieren recuperar personajes, ideas y conceptos de la primera entrega que se perdieron en la segunda parte dirigida por Irvin Keshner. Volvemos a tener al ED-209 que en Robocop 2 sólo tenía un breve cameo, de nuevo el proyecto Delta City cobra importancia y la OCP se revela una vez más como una corporación capitalista que se beneficia de los ciudadanos desfavorecidos de Detroit. Pero algún avispado tuvo la idea de rebajar la calificación moral de esta tercera parte a la menos permisiva PG-13 para convertir el producto en un largometraje (casi) para todos los públicos. De modo que la violencia explícita, la sátira política (que sólo se ve apuntada en un par de ocasiones con el anuncio de dibujos animados y los telediarios acusando falsamente a Robocop de matar clérigos y monjas) y la crítica lacerante desparecen para dejar paso a niños repelentes, rebeldes que trabajan en equipo para conseguir vencer a los malvados empresarios y diabólicos punkarras que se unen a estos últimos para acabar con Robocop y sus amigos.
Como los autores del film ya han aceptado que van a hacer una cinta que en tono no tiene nada que ver con las dos anteriores entregas deciden ofrecerse a la publicidad flagrante, el humor infantil, las tramas pueriles y el disparate comercialoide. Aquí no veremos a Robocop haciendo atravesar a delincuentes cristaleras mientras les lee sus derechos, tampoco asistitemos a como cose a disparos a un alto cargo de la OCP para regocijo del Johnson, el personaje de Felton Perry que una vez más repite su rol en esta entrega. Pero sí lo veremos suplantar su mano izquierda por una ametralladora que sólo agujerea metal y rara vez impacta en seres humanos, volar con un cutre jet pack y hacer aflorar sus sentimientos con el personaje de la escupible Nicco, una niña hacker sabelotodo que despierta el instinto paternal de nuestro Murphy.
Mi adorado ED-209 será inutilizado por la niña desagradable antes de que pueda convertir a algún desaprensivo en una masa sanguinolenta a base de kilos de munición y Robocop se enfrentará a unos robots ninja con katanas entrenados para no derramar una sola gota de sangre en ninguna de sus ridículas peleas con nuestro protagonista, no se nos vaya a asustar algún espectador infantil. Los tiroteos serán más inofensivos que los de un capítulo de El Equipo A y las persecuciones automovilísticas perderán fuerza y consistencia, no sólo porque el tal Fred Dekker poco puede hacer para evitar que el film (al igual que la segunda entrega pero de manera incluso más acentuada) se libre de su inevitable olor a telefilme de tres al cuarto, sino porque veremos hasta a nuestro agente de policía mecanizado favorito conducir el coche rosa de un proxeneta.
A pesar de que hay un grupo de secundarios bastante reconocibles implicados en el film (Rip Torn, Jill Hennesy, CCH Pounder, Mako, Nancy Allen repitiendo como Lewis) el trabajo actoral es decididamente de pena. El que mejor lo hizo fue Peter Weller, porque se dio cuenta al leer el guión (¿llegó a hacerlo?) de la mierda a la que estaban dando forma los productores y decidió desvincularse del proyecto para realizar uno de sus mejores trabajos colaborando con David Croneberg en la magnífica El Almuerzo Desnudo, la adaptación que el autor de La Mosca hizo de la novela homónima de William S. Burroughs. El marrón se lo pasó el actor de Texas al poco conocido Robert Burke que hizo lo que pudo para que, como mínimo, su presencia física fuera la adecuada para dar vida al protagonista, pero lo consiguió a duras penas.
Robcop 3 es la humillación total de un personaje que nunca debió haber formado parte de una trilogía, ya que sólo el primer largometraje dirigido por el cineasta de Desafío Total merece el interés del espectador. La cinta de Fred Dekker es basura de baja estofa, una especie de versión de Robocop para todos los públicos que sólo puede ser disfrutada en compañía de amigos con ganas de reírse con un trabajo que únicamente puede abordarse por la vía paródica, porque de lo contrario puede inducir a un cabreo mastodóntico. Tras ella llegaría una serie de televisión que duró solo una temporada y cuyos primeros episodios fueron vendidos falsamente como Robocop 4 y 5 y una miniserie poco conocida, pero de la que no hablan mal, titulada Robocop: Prime Directives que comentaré aquí pero ya en un futuro próximo.
Ahora sólo queda esperar a que el día 14 de febrero se estrene el remake con Jose Padilha (Tropa de Élite 1 y 2) de director y un sobresaliente reparto formado por Joel Kinnaman, Gary Oldman, Samuel L. Jackson, Michael Keaton, Jackie Earle Haley, Michael K. Williams o Jay Baruchel delante de las cámaras y ver si sigue el camino de degradación de Robocop 2 y 3 o si es una digna revisión de la película de Paul Verhoeven que no sólo es un clásico dentro de su género, también la única obra cinematográfica con el personaje de protagonista que por ahora merece merece verdaderamente la pena. Las primeras críticas en Estados Unidos no incitan precisamente a la esperanza (los periodistas que la han visto no están alabándola precisamente) pero un servidor hasta dentro de seis días no podrá dictar sentencia, aunque cuando lo haga dejaré constancia aquí de tal hecho.
Hace muchos años que no la veo, pero hay al menos dos cosas que nunca he logrado olvidarme: Ver a un mole de acero a toda pastilla con el jeck pack, porque acojona más que superman, y los robots-ninja, que solo con nombrarlos ya molan XD.
ResponderEliminarEl remake de Robocop no me trae buenas vibraciones desde el momento que decidieron pintarlo de negro. Creo que haré mejor viendo "Lego, la película", que la tengo un montón de ganas.
El momento jet pack es brutal y los robots ninja lo mismo, destacando el primero y su mandíbula desencajada. De risa vamos.
EliminarA mí el remake me llama la atención, pero más por el director y los actores que por otra cosa, porque por lo demás no tengo demasiadas esperanzas. A lo mejor al ir sin muchas expectativas luego salgo más o menos contento. Ya veremos.
Pd: Estoy oyendo maravillas de Lego : The Movie, yo la veré tarde o temprano sin lugar a dudas.
Es buenísima. Me ha respetado el tiempo este fin de semana y al fin he podido ir a verla. Solo por ver al poli malo y el soberbio final, ya merece la pena.
ResponderEliminarPero encima es que cuentan con el PUTO-AMO de Batman-Lego, y cualquier adjetivo que trate de describir su grandeza se queda corto.
Deseando estoy verla, no tardaré mucho en hacerlo.
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