miércoles, 19 de febrero de 2014

12 Años de Esclavitud



Título Original 12 Years a Slave (2013)
Director Steve McQueen
Guión John Ridley basado en el libro de Solomon Northup
Actores Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Lupita Nyong’o, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Sarah Paulson, Brad Pitt, Alfre Woodard, Michael K. Williams, Garret Dillahunt, Quvenzhané Wallis, Scoot McNairy, Taran Killam, Bryan Batt, Dwight Henry






Después del enorme éxito de Shame, su interesante segundo largometraje protagonizado por unos superlativos Michael Fassbender y Carey Mulligan, el cineasta británico Steve McQueen debuta en Estados Unidos con 12 Años de Esclavitud, traslación a imágenes de la autobiografía de Solomon Northup. La última obra del director de Hunger ha sido alabada por crítica y público, ha recibido una incesante cantidad de premios internacionales y parte como una de las favoritas para la gala de los próximos Oscars con 9 nominaciones. Todos los elogios vertidos hasta ahora sobre el film que nos ocupan están totalmente justificados,  porque hablamos de una obra mayor que ni tan siquiera se ve ensombrecida por algunos (más bien pocos) de sus fallos.




Solomon Northup es un ciudadano negro libre que vive con su mujer y sus dos hijos en la ciudad de New York. Un día una pareja de empresarios del mundo artístico le propondrán participar como violinista (Solomon es un virtuoso de este instrumento) en uno de sus circos por una sustanciosa suma. La misma noche de la primera actuación Solomon será secuestrado y hecho prisionero. Desde 1841 a 1853 Solomon vivirá un terrible calvario como esclavo pasando de amo en amo y sobreviviendo como buenamente puede recogiendo algodón o haciendo favores a sus dueños. Por desgracia su antigua posición social y sus conocimientos intelectuales serán más una carga que una virtud a la hora de conseguir la ansiada libertad que le permita volver con su familia




Steve McQueen ha conseguido con 12 Años de Esclavitud el sueño de todo director no nacido en los Estados Unidos. Debutar en Hollywood con un gran proyecto, que el mismo no se le vaya de las manos por culpa de los productores (en esta ocasión con el actor Brad Pitt entre ellos) y que consiga mantener gran parte de su sello como autor en el interior. Su tercera película es un desgarrador testimonio sobre la esclavitud que sin miramientos ni paños calientes consigue atrapar los sentidos del espectador pero siempre midiendo con una maestría sobresaliente lo que se debe o no mostrar en pantalla y sobre todo, durante cuánto hay que mostrarlo. En ese sentido el director británico ha llegado a su consolidación como narrador de historias con la que para el que suscribe es a día de hoy (sin haber visto su ya mencionada ópera prima) su mejor obra cinematográfica.




12 Years a Slave no es otra película sobre la esclavitud, es una de las mejores que han intentado abordar tan cruda y complicada página de la historia estadounidense. Steve McQueen consigue una convergencia armónica entre la narración visceral, el retrato fidedigno y el naturalismo doliente con la elegancia en la puesta en escena, el preciosismo de la imagen y la entrega sin miramientos de un reparto que (en líneas generales) se abre en canal las entrañas para ofrecer trabajos mayúsculos apoyado por la mano de un cineasta que sabe sacar lo mejor de sus castings hasta dejarlos extenuados. El creador de Shame da lecciones de cine de profundo calado aunque en el trayecto comete algún error que comentaré posteriormente y que si bien casi no empaña los logros del film sí se antoja como un capricho innecesario.




Steve McQueen asume ciertos riesgos con su última obra. El más  interesante es que consigue emocionar al espectador mostrando pasajes durísimos que en ocasiones pueden llegar a estremecer al espectador haciéndolo experimentar una sensación de malestar más que notable. Pero el cineasta sabe dónde está el límite de lo permisible, el mismo que separa las emociones reales y descarnadas de la pornografía emocional que busca arrancar las lárgimas del espectador sin importar los medios que deba desplegar Sólo se excede con la duración de una escena dura con la del ahorcamiento, pero lo que trata de transmitir al espectador con ella justifica su holgado metraje. La visión del británico sigue siendo cruda, carnal, epidérmica y sabe llegar a la platea con ella pero nunca mirándolo por encima del hombro y siempre que puede huyendo de los clichés del cine de Hollywood.




La construcción narrativa también es uno de los puntos fuertes del largometraje, alternando con pericia la época como hombre libre de Solomon con su etapa como esclavo con un montaje tan competente como perfectamente ensamblado. Por otro lado no sé cómo de fiel es el guión a la autobiografía de Northup porque la desconozco pero lo que se ve en pantalla es una narración fluida en la que el guionista John Ridley encuentra la complicidad de un Steve McQueen que quiere esquivar maniqueísmos siempre retratando personajes cercanos y creibles hasta en los casos de los más deleznables, que no son pocos. En ese sentido la imagen que se da del hombre blanco a lo largo del metraje es desoladora pero por desgracia no se aleja de la realidad, teniendo más en común con la visión políticamente incorrecta de los mismos que dio Quentin Tarantino en Django Desencadenado que la solapada, superficial y autocomplaciente que ofreció Steven Spielberg con su tendenciosa Lincoln.




El único fallo destacable de 12 Años de Esclavitud es el personaje de Brad Pitt, su presencia en el film y lo que en él lleva a cabo por mucho que se ciña a la realidad. El papel del protagonista del El Árbol de la Vida es un enorme pegote, un cliché andante que resquebraja de una tacada el hiperrealismo que hasta ese momento estaba controlando con mano firme Steve McQueen. Cuando el marido de Angelina Jolie se pone a semonear al rol de Michael Fassbender soltando una sarta de tópicos y obviedades sobre lo denigrante que es la esclavitud, sobre que los negros tienen los mismos derechos que los blancos y que es un mal hombre parece que de un momento a otro va a darse la vuelta, mirar directamente a la cámara y señalar con el dedo al espectador. Como el hombre es el productor del largometraje comprendo que el director pasara por el aro, pero su aportación en el plano conceptual a la película (en el artísitico no me meto, el señor cumple como es habitual en él) es sonrojante y de un mesianismo impostado que apesta a egocentrismo por todos y cada uno de sus fotogramas.




Luego esta el reparto y aunque como ya he comentado Steve McQueen es un portento para la dirección de actores este casting te da el trabajo hecho. Comandados por un Chiwetel Eijofor de contención virtuosa, mirada melancólica y elegancia medida que parece haber nacido para dar vida a Solomon Northop tenemos a unos Michael Fassbender, Paul Giamatti, Paul Dano, Benedict Cumberbatch y Sarah Paulson pletóricos como amos déspotas, negreros o explotadores desalmados, destacando el primero por dar vida a uno de los villanos más odiosos del cine reciente (cuánto patetismo transmite la escena de la violación) y el último por esa dualidad que nos hace pensar que es un "amo bueno" cuando posiblemente sea el más hipócrita y cruel de cuantos contratan los servicios del protagonista. También mencionar el descubrimiento de la maravillosa Lupita Nyong’que se deja la vida por dar humanidad a la torturada Patsey.




12 Años de Esclavitud es una de las mejores películas de la temporada y por ahora de las que he visto mi cinta favorita para ganar el Oscar, aunque El Lobo de Wall Street es más de mi estilo de cine. Steve McQueen ofrece una visión poco complaciente de la esclavitud (finalmente Solomon aprovecha su antiguo estatus social para huír de su cautiverio y lo hace sin mirar atrás y por descontado que también se retratan ex esclavos que por favoritismo con sus amos han escalado socialmente olvidándose de los otros negros que siguen siéndolo) pero repleta de un humanismo remarcable que se puede ver tanto en la escena de la canción en el entierro expuesta con una sencillez desarmante como en el brutal plano secuencia con el que captura la sensación de impotencia, dolor y visceralidad del pasaje de los latigazos en el que Michael Fassbender, Chiwetel Ejiofor, Lupita Nyong’ y Sarah Paulson dan forma a uno de los mejores momentos cinematográficos que llevamos de 2014. El momento cumbre de una obra cuyas remarcables virtudes solapan sus perdonables pecados. Una película para el recuerdo.



2 comentarios:

  1. Crítica en Zona Negativa:

    http://www.zonanegativa.com/zn-cine-critica-de-12-anos-de-esclavitud-de-steve-mcqueen/

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  2. Indudablemente esta pelicula era merecedora del Oscar, aunque muchos critiquen las actuaciones. Habrá que ver qué film obtiene el galardón este año.

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