jueves, 19 de julio de 2012

Batman Begins



Título Original Batman Begins (2005)
Director Christopher Nolan
Guión David S. Goyer y Christopher Nolan basado en el personaje creado por Bob Kane y Bill Finger
Actores Christian Bale, Liam Neeson, Katie Holmes, Cillian Murphy, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman, Ken Watanabe, Tom Wilkinson, Rutger Hauer, Mark Boone Junior, Linus Roache, Rade Serbedzija, Richard Brake, Christine Adams, Jack Gleeson




Tras la discreta acogida de su remake de la cinta noruega Insomnia del director Erik Skjoldbjaerg en la que dio su visión de aquel (aún hoy) desconocido thriller, con unos interesantes Al Pacino y Robin Williams como protagonistas, el director británico Christopher Nolan entró por la puerta grande en el mundo de los blockbusters estadounidenses no sólo para hacer carrera en Hollywood sino también para dar una visión más madura del cine de gran presupuesto nortamericano demostrando que la comercialidad no estaba reñida con la calidad.




El proyecto elegido fue el film que por medio de la Warner Bros relanzaría a Batman, el personaje capital (junto al Hombre de Acero) de la editorial DC tras haber vivido sus horas más bajas con Batman & Robin de Joel Schumacher (que también dirigió la anterior entrega, Batman Forever con menos desaciertos y más éxito, pero sin hacer algo potable con ello) una terrible película que daba una visión del personaje que recordaba a la mítica serie televisiva protagonizada por Adam West y Burt Ward en los 60. El tiempo pondrá a la versión que Schumacher hizo de Batman en su sitio, el de una visión exagerada, hortera y en ocasiones cómica (con intención o sin ella) pero recuperable del personaje, porque no deja de ser canónica. Pero de eso hablaremos en otro momento.




Batman Begins supuso el primer film de lo que más tarde sería una trilogía por parte del cineasta Christopher Nolan sobre el personaje creado por Bob Kane y Bill Finger en el año 1939 y que se cierra con el estreno este Viernes de El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace (The Dark Knight Rises) la tercera entrega de la saga, que también da continuidad a la monumental El Caballero Oscuro (The Dark Knight) segunda parte de la franquicia y cinta que supone para el que suscribe posiblemente la cumbre cinematográfica dentro del subgénero centrado en adaptar personajes de cómic a la pantalla grande.




Bruce Wayne huyó de su Gotham City natal cuando vio que no podía superar el asesinato a sangre fría de sus padres durante su infancia. En un recóndito templo encontrará a una organización secreta llamada La Liga de las Sombras comandada por Ra's Al Ghul. Allí Bruce recibirá un duro entrenamiento por medio de su maestro, Henri Ducard, que le permitirá con el paso del tiempo y una vez depuradas sus dotes para el combate físico y psicológico volver a su ciudad para eliminar de ella la corrupción y el crimen bajo la identidad de Batman, el hombre murciélago.




Excelente traslación del personaje al celuloide por parte de Christopher Nolan y el guionista David S. Goyer (guionista de cómics como JSA o de cine sobre superhéroes como Blade o Ghost Rider y director de terribles películas como La Semilla del Mal) con un tono más oscuro y realista (dentro de ciertas limitaciones) que el dado al mismo en sus anteriores incursiones cinematográficas y siempre ceñido a la visión que el director de Memento tiene del lenguaje cinematográfico aunque aquí su autoría no sea tan notable como en la segunda incursión que hizo de nuevo con Batman tres años después.




Al igual que muchos films (puede que los mejores, ahí tenemos Los Vengadores) que adaptan cómics y sus personajes, Batman Begins no está basada directamente en ninguna saga del personaje, pero sí toma como partida una, Año Uno de Frank Miller y David Mazzuchelli, y la rodea de referencias a cientos de ellas como El Hombre que Cae de Dennis O'Neill y Dick Giordano, varios de los relatos de Ra's Al Ghul (algunos de los mejores con el trazo de Neal Adams), Justicia Ciega de Sam Hamm y Denys Cowan (la presencia de Henri Ducard) El Largo Halloween de Jeph Loeb y Tim Sale (que Carmine Falcone sea un personaje importante así lo atestigua) o El Regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller (el nuevo Batmóvil, más un tanque que un coche). Nolan y Goyer llenan el film de homenajes a muchas de las más destacadas etapas del personaje, pero siempre con la temática del vigilante nocturno que se mueve entre las sombras como base.




Pero por supuesto el film está pasado por el filtro de la visión de Christopher Nolan, que quiere diseccionar por medio de la deconstrucción el origen del mito y su peso como símbolo que lucha contra el crimen. El director de Origen retrata a un Batman realista, psicológicamente bien perfilado y definido físicamente, pero siempre adscrito a un tono verista que lo encorseta en una sola de las visiones (la del vigilante nocturno) de un personaje que ha experimentado etapas que iban desde lo colorido y risueño hasta lo oscuro y siniestro. Esta senda es la elegida por Nolan (Burton eligió la gótica y triunfó, Schumacher la chillona y la cagó) y se le puede reprochar tanto como agradecer que eligiera llevar a imágenes "ese Batman" en concreto. A mí me pareció un acierto porque aún considerándome fan de casi toda la historia del Hombre Murciélago su variante oscura y urbana es la que siempre me ha atraído más.




Hay muchos aciertos en un film como Batman Begins y que dan mérito al trabajo de un Nolan que por aquel entonces no era ducho en el mundo del Hollywood comercial. El primero es dividir el film en dos partes diferenciadas que funcionan con bastante precisión. Toda la primera mitad del film que narra el entrenamiento de Bruce Wayne en Nanda Parbat es de alto nivel, ya que el director y su co guionista no sólo insuflan a su criatura todos los matices de la ideología y moral de la que el hijo de Thomas y Marta Wayne siempre ha hecho gala (luchar contra el crimen, sin caer al nivel del criminal) en viñetas, también dan ritmo (los flashbacks están inteligentemente insertados) a todo el adiestramiento físico (las artes marciales) y psíquico (el uso de la teatralidad y el miedo para aterrar a sus enemigos),  llenan esos pasajes de diálogos memorables, pero sobre todo saben dar poso a la relación entre el protagonista y su mentor.




Después tendríamos la segunda mitad (introducida por una escena de transición en el avión con una inolvidable conversación entre Bruce Wayne y su mayordomo Alfred Pennyworth sobre la nueva misión del primero y el fin que quiere alcanzar, siempre con la sombra de sus padres sobrevolándole) en la que Batman da sus primeros pasos (incluyendo algunos fallidos, de nuevo los ecos de Año Uno), como vigilante de Gotham. Allí se reencontrará con su amiga (y amor no reconocido) de infancia Rachel Dawes (el rol más desdibujado, pero de eso hablaré más adelante) y trabará una relación de lealtad con el sargento James Gordon, uno de los pocos policías íntegros de la ciudad.




El diseño de producción y la dirección artística del film son remarcables, se nota el buen dinero invertido por la Warner y la valentía o confianza de los jefazos al poner a un director inexperto en blockbusters a los mandos de un proyecto enorme que si no hubiera funcionado debidamente habría herido gravemente a la productora. Por suerte Christopher Nolan estuvo a la altura y supo aprovechar (casi) todos los medios artísticos y técnicos que pusieron en su mano. También el holgado metraje podía haber jugado en contra del proyecto pero por suerte no fue así gracias al ritmo sólido y seguro que el guión y la dirección supieron dar al metraje.




Uno de los puntos fuertes de Batman Begins (y de las tres cintas sobre el personaje que ha rodado Nolan) es su reparto. Christian Bale se mete con convicción en la piel de Bruce Wayne/Batman, mostrándose como un hombre de integridad inquebrantable que irá aprendiendo a base de golpes a sacar adelante la difícil empresa de mantener a raya el crimen en Gotham. Michael Caine borda a un entrañable y cercano Alfred con sus tablas y veteranía y regala con muchos de sus diálogos momentos de elegante comicidad muy propia del personaje. También es interesante ver a un malo por antonomasia como Gary Oldman muy contenido (raro en él)  para dar cuerpo y alma a James Gordon y no me quiero dejar en el tintero a un  Liam Neeson (con sorpresa escondida) como Henri Ducard, él comparte los mejores momentos con el protagonista ofreciéndole una posibilidad de relación paternofilial que no se consuma finalmente por diferencias ideológicas irreconciliables.




Del resto de secundarios, pero con menos peso, cumplen con su cometido Tom Wilkinson como Carmine Falcone (con logrado acento italoamericano), Cillian Murphy como el profesor Jonathan Crane (alter ego del villano Espantapajaros), un recuperado Rutger Hauer como Earle, Morgan Freeman como Lucious Fox o Ken Watanabe como el misterioso Ra's Al Ghul. En cambio uno de los personajes que debiera tener más peso en el film, la Rachel Dawes que interpreta con algo de desidia Katie Holmes, no está a la altura y se queda en un estereotipo de mujer luchadora que sin ser desdeñable o poco creíble si hace que su rol se vea algo difuminado en comparación con el resto de protagonistas.




Dicho personaje saca a relucir uno de los fallos más conocidos de Christopher Nolan, su incapacidad para crear personajes femeninos que vayan más de la unidimensionalidad o que sean algo más interesante que un catalizador dramático para los actos del protagonista masculino. Esto le lleva pasando al británico desde su primer film Following y sólo lo ha ido arreglando poco a poco dando aceptables resultados en Origen. Otro de los fallos del director en Batman Begins y que es "marca de la casa" es su confusa concepción de las escenas de lucha cuerpo a cuerpo y que ojo, también viene de su ópera prima (esa desastrosa pelea en la azotea). Si bien las escenas de artes marciales durante el entrenamiento de Bruce al inicio del film están bastante bien resueltas (el equipo de especialitas y los coreógrafos de las secuencias eran de primer nivel) las que tienen como protagonista ya a Batman están abruptamente rodadas y caóticamente montadas por mucho que busquen dar un tono de animalidad al protagonista. En El Caballero Oscuro este problema se redujo considerablemente, pero no se eliminó por completo.




Batman Begins supuso un soplo de aire fresco y una inyección de adrenalina para la vida audiovisual de un personaje con más de 70 años de historia a sus espaldas. Hoy sigue pareciéndome un entretenimiento de primer nivel muy bien rodado, correctamente interpretado y sólidamente escrito, aunque ya en su momento me agradó considerablemente la visión que Nolan dio del caballero oscuro con este proyecto. Lo que un servidor no sabía es que la cinta que nos ocupa era sólo un aperitivo o una introducción para lo que vendría después, que no era nada más y nada menos que una batalla brutal, antológica y crepuscular, a la par que épica, entre el control y la anarquía, entre un muy humano guardián del orden y un inolvidable e inmortal agente del caos.



1 comentario:

  1. ni el mismo Tim Burton pudo hacer lo que hizó Nolan con el hombre murciélago la verdad es que es muy diferente el estilo de cada director pero esta vez le aplaudo a Nolan por esta excelente saga.

    ResponderEliminar