lunes, 17 de junio de 2019

John Wick: Capítulo 3 - Parabellum



Título Original John Wick: Chapter 3 - Parabellum (2019)
Director Chad Stahelski
Guión Derek Kolstad, Shay Hatten, Chris Collins, Marc Abrams
Reparto Keanu Reeves, Halle Berry, Ian McShane, Anjelica Huston, Laurence Fishburne, Lance Reddick, Asia Kate Dillon, Jason Mantzoukas, Mark Dacascos, Yayan Ruhian, Cecep Arif Rahman, Robin Taylor, Tobias Segal, Saïd Taghmaoui, Jerome Flynn, Randall Duk Kim, Margaret Daly, Susan Blommaert




Con motivo del estreno de John Wick: Pacto de Sangre ya dedicamos un pequeño repaso al origen de la franquicia y a lo que hasta ese momento había dado de sí como producto cinematográfico. De manera que no vamos a ahondar mucho más en cómo la cinta dirigida por Chad Stahelski, y un David Leitch no acreditado, supuso un sleeper, en cierta manera revolucionario, para el cine de acción de Hollywood y la resurrección definitiva de un, por aquel entonces, Keanu Reeves caído en el ostracismo. De esta manera ya podemos abordar la tercera entrega de la saga estrenada hace poco en la cartelera internacional. Esta John Wick: Capítulo 3 – Parabellum llega de nuevo con dirección de Chad Stahelski y guión de Derek Kolstad, aunque este último se ve respaldado en la escritura por Shay Hatten, Chris Collins y Marc Abrams. 




En lo referido al reparto además del inevitable Keanu Reeves repiten Ian McShane, Laurence Fishburne, Lance Reddick o Tobias Segal. A ellos se suman Halle Berry, Jerome Flynn, Asia Kate Dillon, Saïd Taghmaoui, la veterana Anjelica Huston y Mark Dacascos como el peculiar villano de la velada. Tras su exitoso estreno en Estados Unidos, durante su primer fin de semana superó los números conseguidos por Vengadores: Endgame en el mismo periodo de tiempo, la crítica fue clara a la hora de considerar esta tercera entrega de las violentas correrías de John Wick como la mejor de la, hasta ahora, trilogía. Un servidor no sabría decir si esta afirmación es cierta, pero lo que es ineludible es la evolución de la serie de películas hacia un meritorio “más difícil todavía” sin caer nunca en hipérbole visual o la distrofia argumental.





John Wick: Capítulo 3 - Parabellum comienza justo donde acababa John Wick Capítulo 2: Pacto de Sangre, con su protagonista excomulgado por haber ejecutado a una persona en el Continental y en pocas horas convertido en un botín andante por el que cualquier mercenario o asesino a sueldo podrá embolsarse catorce millones de dólares si consigue quitarle la vida. A partir de ese planteamiento inicial Chad Stahelski y sus colaboradores siguen la tónica de “ir más allá” ya establecida con la anterior entrega. Si en el segundo episodio la acción era más abundante y descarnada, la inmersión en el microcosmos establecido por el relato original más profunda y mayor la entrega por parte de los actores a la hora de dejarse la piel en las escenas físicas en este tercero sus responsables han rebasado todos los límites establecidos. Siempre con inteligencia y sin entregarse a los prostituibles brazos de la secuelitis propia de Hollywood, propensa a convertir las continuaciones de sus grandes éxitos de taquilla en descomunales barracas de feria sustentadas en el artificio y la vacuidad.





En ese sentido John Wick: Capítulo 3 - Parabellum es ejemplar por aferrarse a la idea de ofrecer “más y mejor” racionalmente, sin que la maquinaria se desboque de mala manera. Esto se debe principalmente a ser una saga financiada por una productora, Lionsgate, que opera en cierta manera a espaldas de las majors y a que esta ha puesto al mando de la misma a profesionales con años de oficio a sus espaldas y conocimientos profundos del cine de acción, ya que se formaron en las entrañas del género. De este modo nos encontramos con una tercera entrega que supera en lo visual y argumental a cualquiera de sus predecesoras, pero haciéndolo sin perder el norte, manteniéndose fiel al contexto espaciotemporal o el espíritu establecido desde la primera película. Siendo consecuente con sus decisiones, todas planteadas y ejecutadas para llevar al límite el conjunto de la obra sin dejar de ser nunca parte del lore previamente establecido. Nos encontramos así con un episodio que, al igual que la primera secuela, tensa hasta el límite de lo creíble los resortes narrativos de su propuesta cinematográfica.




Como ya hemos apuntado previamente el último trabajo de Chad Stahelski detrás de las cámaras potencia hasta el delirio sus apartados técnico y argumental. Siempre sin olvidarse en el proceso del artístico, asegurado este gracias a la permanencia e inclusión de actores de veteranía más que contrastada. Por eso de la misma manera que las potentísimas secuencias de acción de John Wick: Pacto de Sangre superaban a las de John Wick, las John Wick: Capítulo 3 - Parabellum hacen lo propio con las de sus predecesora. La violencia en este tercer episodio es más cruda, más gráfica, tiene más presencia y sigue estando realizada con el virtuosismo propio de la franquicia. Las señas de identidad estilísticas se mantienen a la hora de ejecutar estos pasajes, sustentándose en encuadres fijos depositarios de la responsabilidad en los actores y especialistas de escenas de riesgo para los combates físicos, movimientos de cámara vivaces y poderosos en las persecuciones o un uso demencial de los travellings en los tiroteos, como acontece en la impresionante secuencia en Casablanca o la que corona el film con el asalto al Continental.




Mi único problema con John Wick: Capítulo 3 - Parabellum, que realmente no reviste demasiada gravedad, es que, al igual que sucedía con John Wick: Pacto de Sangre, me cuesta introducirme en el contexto ficcional de la obra. Como es lógico Derek Kolstad y sus colaboradores a la escritura quieren seguir extendiendo el universo creado alrededor de su personaje principal. Pero si ya en la anterior cinta me resultaba difícil creerme esa red nacional de asesinos a sueldo dominando a escondidas nuestras sociedad como si de una versión macarra de los Illuminati se tratase, llevar esa idea a un nivel internacional con la “Alta Mesa”, los distintos Continentales a lo largo y ancho del globo o la manera de operar de sus responsables se antoja tan irreal que en ocasiones me sacan de la película. Esas revelaciones acerca de orígenes secretos, lazos afectivos y familiares o pactos de sangre me incitan en más de una ocasión a arquear la ceja por lo disparatado. Pero por suerte el protagonista, los secundarios y, sobre todo, las ya citadas secuencias de acción vuelven a implicarme al 100% en una obra tan disfrutable como sus predecesoras.




Después del enorme éxito de crítica y público de esta nueva entrega podemos confirmar que tenemos Baba Yaga para rato. No sólo gracias a esa cuarta parte ya confirmada por Lionsgate, sino también por esa futura serie centrada en el “Continental” que también parece estar ideándose. En lo referido a la próxima continuación cinematográfica los responsables ya han dejado el terreno bien abonado para que lo que acontezca en ella vuelva a rizar el rizo y acabemos viendo a John Wick enfrentarse con el Machete de Danny Trejo en un Continental localizado en Marte, por poner un ejemplo tan disparatado como deseable. Pero ahora mismo sólo nos queda celebrar la naturaleza volátil y caprichosa de ese Hollywod capaz de volver a encumbrar a un actor caído en desgracia, personal y profesional, ganándose el corazón de medio planeta por su humilde sencillez o esa oda a un cine de acción diferente bebiendo a mares del oriental, enorme esa pelea con los actores de The Raid, y diseñado por aquellos directores que engrandecieron el género desde las sombras mientas otros con menos talento se llevaban el mérito y los halagos.


1 comentario:

  1. Reseña publicada originalmente en Zona Negativa.

    https://www.zonanegativa.com/zncine-critica-de-john-wick-capitulo-3-parabellum-de-chad-stahelski/

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