domingo, 29 de marzo de 2015

Ex Machina



Título Original Ex_Machina (2015)
Director Alex Garland
Guión Alex Garland
Actores Domhnall Gleeson, Alicia Vikander, Oscar Isaac, Sonoya Mizuno, Chelsea Li, Evie Wray, Corey Johnson, Symara A. Templeman, Deborah Rosan, Elina Alminas





Debut como director de largometrajes del escritor y guionista británico Álex Garland. Autor de la novela La Playa que él mismo adaptó al celuloide en la horrenda película homónima de Danny Boyle, con el que volvió a colaborar en la sobresaliente 28 Días Después o la aceptable Sunshine, para más tarde elaborar los guiones de películas como Dredd, de Pete Travis, la segunda (y mejor) adaptación del personaje de la revista 2000 AD que crearon John Wagner y Carlos Ezquerra, Nunca Me Abandones, de Mark Romanek, y hasta un episodio de la serie animada Batman: Black and White, titulado Sunrise. Ha sido en este 2015 cuando ha decidido ponerse por primera vez detrás de las cámaras para rodar su ópera prima como realizador a partir de uno de sus propios guiones con Ex Machina.




Sin nada que ver con el cómic del mismo nombre escrito por Brian K. Vaughn, dibujado pot Tony Harris y publicado entre 2004 y 2010 en el sello Wildstorm , Ex Machina supone la prometedora primera incursión en labores de dirección por parte del británico Alex Garland. Con una puesta en escena que mezcla la meticulosidad y poderosa simetría del Stanley Kubrick de 2001: Una Odisea en el Espacio, la asepsia inquietante y de arquitectura gélida de los primeros cortometrajes (Transfer, From the Drain) y mediometrajes (Stereo, Crimes of the Future) del canadiense David Cronenberg  o la estética futurista distópica de Metropolis de Fritz Lang esta  incursión como autor total del escritor de El Teseracto en el mundo de la realización cinematográfica se salda con nota sobre todo si tenemos en cuenta que es la primera vez que ejerce como cineasta después de una extensa y exitosa carrera como guionista.




Caleb (Domhnall Gleeson) es un experto programador que al ganar un concurso recibe como premio conocer a Nathan (Oscar Isaac), el dueño de la compañía informática para la que trabaja. Caleb aceptará la oferta de Nathan para trabajar en un proyecto secreto que él mismo está desarrollando y que consta en realizar durante una semana el test de Turing a una androide llamada Ava (Alicia Vikander), para descubrir si esta se revela como una inteligencia artificial. Durante el proceso, joven programador y mujer-robot, comenzarán a experimentar recíprocos sentimientos de atracción, mientras saldrán a la luz la peligrosas intenciones ocultas de Nathan para llevar a cabo tan peculiar experimento que desembocará de la manera menos esperada para ¿todos? los implicados en el mismo.




Ex Machina cumple las dos reglas que definen a la mejor ciencia ficción, que son centrar la historia en lo personajes que la protagonizan y sobre todo utilizar el futuro para realizar una relectura y/o reflexión del presente y el periodo histórico en el que fue gestado como largometraje. El debut en la dirección de Alex Garland se estructura como una obra de teatro de no más de cuatro protagonistas sobre los que se sustenta una narración en la que, a parte de la de los dos cineastas previamente citados, también sobrevuela la sombra de autores literarios como Philip K. Dick (esas pruebas para confirmar la inteligencia de los robors como en ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?) William Gibson (una abstracta y desconocida empresa informática cuyos fines no están definidos como New Rose Hotel) y sobre todo Isaac Asimov y todas sus teorías sobre máquinas tomando conciencia de su propia naturaleza artificial que nos remiten a Yo, Robot,




De manera tan efectiva como paradójica Alex Garland apela a un ritmo cadencioso y contemplativo, pero en todo momento tiene la suficiente sagacidad para que cada giro de guión, cada acto, cada palabra salida de la boca de sus protagonistas permita el desarrollo de la narración y los hechos que en ella acontecen sin dejar nada al azar o la aleatoriedad. El futuro guionista de la adaptación cinematográfica del videojuego Halo crea una sabía amalgama de géneros que bascula entre la reflexiva ciencia ficción de planteamientos metafísicos y el cine de terror que recurre a la superioridad física e intelectual de los robots con respecto a las entidades humanas que los crearon y cuya ambición se vio devorada por sus propias criaturas como hace siglos nos expuso Mary Shelley con su seminal novela Frankenstein.




Garland deja que la trama fluya, la atmósfera tome forma, la sensación de claustrofobia de la única localización se solidifique en pantalla, los misterios ocultos detrás del proyecto de Nathan despisten a un espectador apuntando hacia ciertas ideas por medio de pistas falsas (ese momento cuchilla delante del espejo apuntala de manera soberbia el tempo narrativo para que el espectador no abandone nunca una notable sensación de inquietud) que eclosionan dónde y cuándo la platea no lo espera y sobre todo que sean los magníficamente perfilados personajes principales los que lleven sobre los hombros el peso del relato, ya que por mucho que esté delimitado por una puesta en escena milimétrica y un guión perfectamente ensamblado en cuanto a desarrollo y tono, encuentra en sus tres protagonistas a sus mejores valedores con respecto a la notable resolución de su conjunto como obra cinematográfica.




Desde que se diera a conocer a nivel internacional con Ágora, el británico Oscar Isaac encadena un papel memorable detrás de otro como pudimos ver en Drive, A Propósito de Llewyn Davis o la recientemente estrenada en España El Año Más Violento y en Ex Machina confirma sus aptitudes para ser reconocido como uno de los mejores actores de su generación. El Nathan al que el futuro villano de X-Men: Apocalipsis da vida en el largometraje de Alex Garland es el mejor personaje de la obra gracias a la ambigüedad de su mentalidad, ese amiguismo y "buen rollo" que desde los primeros compases de la trama transmiten tanto carisma como inquietud, porque no es difícil dilucidar que detrás de ese hombre supuestamente cercano se encuentra un manipulador nato, tan obsesionado con su trabajo como para cometer actos del todo reprobables, los mismos que se revelan en esas inquietantes grabaciones que descubre Caleb y que reflejan el verdadero rostro de su jefe.




El otro pilar sobre el que la historia descansa es el binomio formado por los personajes de Caleb y Ava. Domhnall Gleeson y Alicia Vikander se dan la réplica en un magnífico tour de force como esas dos criaturas ingenuas, casi de una pureza que atraviesa la pantalla, que poco a poco descubren nuevas (u olvidadas, dependiendo el caso) sensaciones el uno hacia el otro, recordando en ciertos pasajes a la relación de amor de Tim Robbins y Samantha Morton en la interesante Código 46, de Michael Winterbottom, pero siempre sabiéndose cohibidos por la posible presencia demiúrgica de Nathan, que no sabemos cuándo puede estar vigilando a la atípica pareja, encontrando como obra en los momentos de los apagones de electricidad sus pasajes más inquietantes con respecto a esta idea y lo que se dilucida con ella.




Ex Machina, de Alex Garland, aventura la prometedora carrera como cineasta de un narrador sobrado de talento o capacidad de aprendizaje y asimilación, que si no se deje seducir por los cantos de sirena de la meca de Hollywood entregándose a productos comerciales de dudosa naturaleza, posiblemente nos depare momentos de celuloide de calidad que nos haga replantearnos temas tan universales como el mal uso del progreso y las altas tecnologías o la deshumanización inherente en la personalidad del hombre prototípico del siglo XXI, los mismos que expone con suma inteligencia y reflexividad su ópera prima, un producto que se adscribe a la nueva ola de celuloide (Chappie, Autómata, RobocopBig Hero 6, el reestreno de Blade Runner) que diserta sobre temas relacionados con la robótica que están ofreciendo algunos productos muy interesantes adscritos a la ciencia ficción menos dada a la superficilidad formal y conceptual.



3 comentarios:

  1. Menuda filmografía se está construyendo el Garland a lo tonto, que ya solo por una obra tan sugerente como Sunshine merece toda la consideración del mundo (y cualquiera de las otras que citas también son francamente interesantes, incluyendo el monumental desastre que fue La Playa). Esta todavía no he podido catarla aún por las complicaciones que actualmente tengo para acudir al cine. A ver si puedo solventarlo pronto.

    p.s.: Y ojo también a la Vikander, que es una actriz como la copa de un pino

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    1. Mi caso con La Playa es curioso, porque la vi en un viaje de bus y cuando digo la vi es en sentido único y literal porque no me funcionaban los auriculares y me la zampé entera sin audio y lo que vi (y no oí( he de admitir me resultó terrible, nunca me he animado a verla con sonido.

      Pero sí, Garland es un tipo interesante y sabiendo que la productora británica DNA le financia Ex Machina e hizo lo propio con Dredd, de la que él fue el principal impulsor como productor y guionista, podía liarse la manta a la cabeza y rodar él la ya casi imposible secuela de las correrías de Joe Dredd.

      ¡Un saludo!

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  2. y kyoko? ni una sola línea para kyoko?
    tremenda la mizuno!

    ps: y si, la peli de lo más recomendable. los que no la hayan visto ya están tardando.

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