lunes, 14 de octubre de 2013

Metallica: Through the Never



Título Original Metallica: Through the Never (2013)
Director Nimród Antal
Guión Nimród Antal, James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett, Robert Trujillo
Actores Dane DeHaan, James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett, Robert Trujillo





"Sólo para fans" son las tres palabras que pueden resumir este curioso y atípico, aunque no original y no del todo logrado, experimento en el que se han embarcado los cuatro componentes de la banda californiana Metallica, bandera estandarte de lo que fue el género thrash metal estadounidense durante los años 80 y (junto a los ingleses Iron Maiden) el mejor grupo de la historia del género. Desde los años 90, cuando el bajista Jason Newsted aún formaba parte del conjunto, James Hetfield y Lars Ulrich, fundadores y cabezas pensantes detrás de Metallica, llevaban tanteando la idea de debutar dentro del mundo del séptimo arte, pero por unos motivos u otros el plan nunca tomó forma hasta que el pasado 2012 saltó la noticia de la gestación del producto que estamos comentando en esta ocasión.




Vaya por delante que Metallica: Through the Never no es una película y está lejos de serlo, de modo que aquellos que vayan a las salas buscando el debut de los miembros de Metallica en el mundo de los largometrajes se llevarán un chasco de proporciones considerables. Realmente nos encontramos ante un enorme concierto (conciertos, cuatro que tuvieron lugar en Vancouver, Canadá, durante Mayo de 2011) alternado con una mínima trama de ficción (casi podría decirse que un videoclip extenso) protagonizada por un roadie de la banda interpretado por el joven y prometedor actor Dane Deehan, el villano de Chronicle y futuro Harry Osborn en The Amazing Spiderman 2, al que se le asigna durante una de las descargas en directo del grupo buscar un camión que alberga en su interior una bolsa cuyo contenido es completamente desconocido. En el proceso el pipa, como los llamamos aquí en España, se enfrentará a una batalla campal entre policías y ciudadanos manifestantes.




Para rodar el concierto y la trama de ficción la banda ha contratado los servicios del realizador norteamericano de origen húngaro Nimród Antal, cineasta detrás de films como Kontrol, Vacancy o Predators o lo que viene a ser lo mismo: un director impersonal y de encargo para dar empaque visual al conjunto de la obra, labor en la que el buen hombre cumple sobradamente y más si tenemos en cuenta que seguramente Hetfield y Ulrich no le han dado demasiada libertad creativa para dar forma al proyecto. El resultado es un apetecible pero previsible menú fanservice que saciará el apetito de los fans del conjunto, no llamará la atención de aquellos que no sean seguidores del mismo y el estílo musical que representan y dejará un poco con una mueca en el rostro a aquellos que esperen ver una verdadera película.




Porque aunque los componentes del grupo han cuidado mucho la creación del proyecto, con un diseño de producción enorme, aunando los formatos IMAX y 3D y ofreciendo lo que realmente se esperaba (ciertamente quien buscara cine puro y duro era un pobre iluso) que es ver a Metallica en pantalla grande realizando un memorable concierto lleno de referencias a toda su carrera como músicos y guiños cómplices para aquellos que nos hemos criado escuchando sus discos. El principal referente de Metallica: Through the Never es aquel experimento de los británicos Led Zeppelin llamado The Song Remains the Same que estaba formado por los tres conciertos que dieron en el Madison Square Garden de New York durante los días 27, 28 y 29 de julio en el año 1973 alternados con imágenes de ficción de naturaleza desconcertantemente psicotrópica muy de moda en los primeros años setenta.




Al igual que en aquel trabajo audiovisual protagonizado por Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham los insertos de ficción intercalados en Metallica: Through the Never no aportan demasiado al proyecto más allá de la resolución visual del conjunto. Porque aunque en el arranque de la pieza parece que la interacción entre actuación musical y trama ficticia van a ir de la mano la una con la otra (cuando el personaje del roadie llega al backstage se va encontrando uno a uno con todos los componentes del grupo, prometiendo el proyecto algo muy jugoso que después no tiene lugar) ambas se bifurcan para que el concierto sea el núcleo central y el pasaje supuestamente cinematográfico sólo un añadido estético para el mismo.




Porque aunque en entrevistas tanto el director como los miembros del grupo han querido dar relevancia a la subtrama protagonizada por un solvente Dane Deehan que no pronuncia un sólo diálogo en todo el metraje (la voz en off del trailer nunca se llega a escuchar) comentando incluso que la presencia de manifestaciones entre civiles y uniformados tiene su origen en el movimiento Ocuppy Wall Street, la misma no deja de ser una especie de versión contemporánea de films post apocalípticos al estilo Mad Max y poco más. Por suerte el look visual es muy potente y nos regala algunos momentos estéticamente memorables (el plano del interior de la furgoneta durante el choque autmovilístico que se puede ver en el trailer, por poner un ejemplo) y al argumento le han añadido los suficientes apuntes curiosos (la guitarra ensangrentada que Kirk Hammet lleva al principio del metraje, la pastilla que toma el roadie, el muñeco viviente, el contenido de la bolsa de viaje) como para poder elucubrar sobre la posible naturaleza alucinatoria de todo lo que vive el personaje principal. Pero como ya he comentado esto está más cerca de uno de los extensos videoclips (Thriller, Ghosts) que protagonizaba el difunto Michael Jackson que de una pieza estrictamente cinematográfica.




Lo mejor de Metallica: Through the Never son los apuntes estilísticos que se añaden para dar empaque a la presentación de los temas icónicos de la banda que en muchos casos son guiños a los fans de toda la vida. Los lásers que emulan disparos en la intro de One mientras se ven a soldados desfilar en las pantallas, la silla eléctrica gigantesca que aparece en el escenario durante Ride the Lightning, la construcción y posterior derribo de la estatua Doris de la portada de ... And Justice For All en la interpretación del tema homónimo o las cruces que salen del suelo cuando tocan Master of Puppets que eran las mismas que poblaban la carátula de aquel LP de 1985. Hay lugar incluso a referencias a otros conciertos de la banda como ese teatrillo en el que supuestamente un par de componentes de mantenimiento salen heridos durante la descarga de Enter Sandman y que nos remite al célebre Cunning Stunts de 1997.




También es destacable cómo se extrapolan los temas músicales a la subtrama de ficción consiguiéndose así algunos momentos de una ejecución considerablemente potente. Las primeras notas de One escuchándose mientras el ejecutivo negro con la cara ensangrentada huye del protagonista, Battery sonando en el momento en el que uno de los personajes se quema a lo bonzo (aunque el tema Fight Fire With Fire hubiera quedado mucho mejor) Enter Sandman golpeando los altavoces cuando aparece el sádico jinete enmascarado (¿Dave Mustaine, Bob Rock?) o mi momento favorito, la intro de Wherever I My Roam envolviendo la pantalla durante el arranque de la descarga policial con los antidisturbios golpeando con las porras sus escudos al ritmo de la percusión de la canción, una pena que no la tocaran entera siendo una de las que más me gusta del repertorio de los californianos.




Ya dentro del set list podemos destacar fallos y aciertos. Bien abrir con Creeping Death (excelente el plano con grúa que va desde la banda en el escenario hasta la cara del personaje de Deehan mientras corea el tema) mal incluir de Death Magnetic sólo Cyanide (con lo bien que hubiera quedado The Day That Never Comes), el peor corte de ese trabajo y terrible olvidarse de Fade to Black, el que es para el que suscribe el mejor tema de la historia de Metallica. Luego se pueden mencionar elecciones bienintencionadas pero no del todo acertadas, como incluir la extensa ... And Justice For All que quita tiempo para incluir otras canciones más importantes y representativas del conjunto que no ven la luz a lo largo del metraje como Seek And Destroy, Sad But True, Blackend o esa Through the Never que da nombre a la producción y que es un error no haber añadido.




Metallica: Through the Never es una cita indispensable para los seguidores de la banda de San Francisco y para todos aquellos para los que estos cuatro músicos entrados en años han sido parte importante de sus vidas, como es mi caso, pero sólo para ellos. Un concierto mastodóntico musicalmente casi intachable (en post producción se han camuflado los posibles fallos que hubieran tenido lugar durante las actuaciones en directo que las cámaras de Antal recogieron) estéticamente a la altura y con una subtrama de ficción con sus más y sus menos, pero que decididamente si se hubiera eliminado del metraje final no hubiera perjudicado para nada al conjunto de la obra que realmente no la necesita para mucho más que quedar contundente visualmente.




Aunque aquellos que afirman que ver esta obra en pantalla grande es como asistir a una verdadera actuación del conjunto o no los han visto nunca en vivo o no saben realmente lo que dicen. En resumidas cuentas, no esperéis cine, si la banda tenía la intención de hacerlo con el proyecto que nos ocupa no lo han conseguido, pero si queréis música aquí tenéis la mejor, como esa interpretación en soledad que los cuatro músicos hacen de la gloriosa Orion durante los créditos finales y que deja un buen sabor de boca, un guiño al fallecido e inolvidable bajista Cliff Burton y la sensación de que el viaje (en todos los sentidos) ha merecido la pena. Por Metallica siempre la merece.


12 comentarios:

  1. Ja,ja,ja,ja y no soy yo precisamente lo que se dice un detractor de Bob Rock, creo que los fans de Metallica tenemos que agradecerle más cosas buenas que echarle en cara malas, además los documentales Some Kind of Monster, A Year and a Half I y II o Classic Album: Metallica dan fe de que el tío tuvo que tragar mucha mierda cuando fue productor de la banda, pero la coña me ha salido de manera natural e inevitable.

    ResponderEliminar
  2. Ya lo hemos hablado en otra ocasión, sé que eres defensor a ultranza del St. Anger, yo no llego a tanto, pero tampoco lo odio como lo hacen otros. Y sí, por desgracia no tiene solos, pero sí una batería que suena a tambor de colón, unos riffs repetitivos hasta lo cansino y una duración de los temas que me parece excesiva de cojones y es que así es lógico que la mayoría de los fans no pasaran por el aro.

    Pd: Impagables las imágenes del documental SKOM en las que Hammet defiende que se incluyan solos en el disco, mi apoyo incondicional lo tenía, pero el de Hetfield, Ulrich y Rock se ve que no.

    ResponderEliminar
  3. St. Anger puede estar bien como experimento (aunque en ese sentido Load y Reload son mucho mejores) pero como disco de Metallica deja mucho que desear. Los solos son una de la señas de identidad más importantes de Metallica y quitárselos es como eliminar el bajo de Steve Harris de Iron Maiden. Hay canciones que son directamente interminables (Shoot me Again) otras terribles en sí (My World, posiblemente lo peor que ha editado Metallica junto a Ronnie) y algunas que podrían ser cojonudas con menos minutos (Invisible Kid, Some Kind of Monster o All Within My Hands) se van al carajo por ser alargadas innecesariamente. Me quedo con St. Anger y Unnamed Feeling, mis favoritas del disco. Recuerdo una antigua web que hacía críticas de discos en una sola línea y de St. Anger decía: "Nuevo disco de Limp Bizkit" y no me queda más remedio que rendirme a los pies del que escribió eso, aunque no esté del todo de acuerdo con él.

    Lo de Hetfield, Hammet y el riff, pues sí, el primero puede enseñarle bastante al segundo sobre el tema (aunque uno de los más característicos de la banda, el de Enter Sandman, lo compuso Hammet), pero este último puede darle un par de trucos al anterior con respecto a solos que el tío en directo si no son los de Master of Puppets o Nothing Else Matters no se moja ni queriendo XD

    ResponderEliminar
  4. Kirk Hammet lleva años siendo un guarreras que en directo se muestra como un robot que siempre hace lo mismo y no deja nada a la improvisación, lejos queda el guitarristra que se desvivia para que el solo de Unforgiven le quedara como realmente quería en el estudio. Pero ahí tendríamos que adentrarnos en el debate de la involución de Metallica como músicos desde principios de la década pasada por culpa de la edad o la comodidad de la autocomplacencia y en ese caso necesitaríamos otra entrada como esta o mucho más larga XD

    ResponderEliminar
  5. Pero Hetfield está recuperado ahora, porque del 2003 al 2008 en directo era un puto corral, no había Master of Puppets en el que no se le escapara el gallazo en el "Pulling your striiiiiiings". Ulrich, pues está calvo y gorderas pero mantiene el tipo con temas complicados con el doble bombo como Wiplash y Battery. Hammet sí es el que peor está acabando y Trujillo pues me cae bien y es buen bajista, pero diez años después de entrar en la banda me sigue cihirriando estéticamente, pintaría más un grupode funk que en Metallica. A eso se suma también que yo soy jasonnewstedsero a muerte, pero esa es otra historia.

    ResponderEliminar
  6. Pero tuvieron un repunte en el 99, en el Woodstock de aquel año estuvieron geniales en el S & M igual y esta interpretación de Battery del año 2000 (poco antes de que Newsted se fuera de la banda) es de mis favoritas:

    http://www.youtube.com/watch?v=M0_TWHNpErI

    Después del 2000 ya sí fueron en picado

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso no es cantar pero los amagos hiphoperos de muchos de los temas de St. Anger (a Sweet Amber me remito) sí, manda cojones XD. A mí me parece una Battery cojonuda y Lars Ulrich no ha vuelto a darlo todo así en su vida tocándola.

      En todo caso si nos ponemos puntillos en San Diego ya iban de sobrados (¿teloneros? bah, ponemos un vídeo que somos lo mejor de lo mejor) el de Seattle del 89 se come por los pies al de San Diego, ahí todavía tocaban con mala hostia y sin mirar tanto por la pela.

      Eliminar
    2. Ja,ja,ja y en mi edición también está. ¡No me das envidia!

      Si yo te doy la razón, en el Live Shit estaban en lo más alto, pero del 98 al 2000 hicieron cosas cojonudas como el Garage Inc, echarle huevos y llevar de teloneros a Pantera (en el 2004 en cambio llevaron a Limp Bizkit y Linkin Park, con dos cojones) en una gira o el experimento del S & M que en No Leaf Clover tiene para mí uno de los puntos más álgidos de la banda como compositores y músicos.

      Pd: Esto SÍ es una interpretación pobre de Battery, en casi todos los sentidos, hasta en el estético, porque no tienen edad ya para descamisarse empapados en sudor, hombre ya:

      http://www.youtube.com/watch?v=LYhj3e0rikI

      Eliminar
  7. http://www.mariskalrock.com/index.php/2013/10/18/justin-bieber-versiona-fade-to-black/

    Infinitas risas XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    ResponderEliminar
  8. Dios, esto es más ofensivo que cuando los insultaba como músicos. Encima mi canción favorita, no podía haber elegido otra el hijo puta.

    ResponderEliminar
  9. Respuestas
    1. Si tiene nombre realmente no lo sé, siento no poder ayudarte Nicolas.

      ¡Un saludo!

      Eliminar