viernes, 8 de junio de 2012

Serenity, I don't care, I'm still free, You can't take the sky from me



Título Original Serenity (2005)
Director Joss Whedon
Guión Joss Whedon
Actores Nathan Fillion, Gina Torres, Alan Tudyk, Adam Baldwin, Jewel Staite, Morena Baccarin, Sean Maher, Summer Glau, Ron Glass, Chiwetel Ejiofor, David Krumholtz, Michael Hitchcock, Sarah Paulson



Ahora que Los Vengadores es el éxito del año, ahora que los personajes de Marvel están llegando a todos los confines del mundo salen muchas voces (anteriormente calladas, por supuesto) que hablan de la "admiración"  e ininterrumpido "seguimiento" que han ofrecido siempre a la carrera de uno de los principales artífices del exitoso film de Marvel Studios, su guionista y director Joss Whedon. Hoy gracias a uno de los conjuros de nuestra amiga Willow Rosenberg (si de verdad eres fan de este hombre, sabes de quién hablo, sin necesidad de Google, amigo mío) resulta que todos conocen su obra previa, sus éxitos, su fracasos, cómo luchó por sacar adelante sus trabajos. Cuando realmente la mitad de ellos sólo había oído hablar por terceros de una serie llamada Buffy la Cazavampiros salida de su mano y poco más.




Podría lanzar una larga perorata para explicar cuál es el origen de una película como Serenity, de dónde viene, en qué se inspira o cuál fue el motivo de su existencia. Pero gracias a internet y a que un servidor escribió esto hace tiempo no tengo que añadir más, Aquellos que no hayan visto el largometraje o que no sepan de qué va ya tienen toda la información posible en ese enlace. De este modo me ahorro un párrafo (que no van a ser pocos) y paso directamente a la sinopsis del producto para seguidamente desgranar la cinta y su contenido, no sin spoilers.




Que el Capitán Malcolm Reynolds hiciera parte de la tripulación de su nave de mercancía Serenity (una firefly) a los hermanos Simon y River Tam unos meses atrás comienza a crearle verdaderos problemas con la Alianza. Ambos son fugitivos y la chica en concreto es una psíquica con la que el gobierno experimentó para intentar sacar partido de sus sobrenaturales poderes físicos y psicológicos. A esto se suma el acoso de los reavers, una raza de inhumanos caníbales y asesinos que los perseguirán por toda la galaxia. Finalmente una gran conspiración saldrá a la luz y en ella la Alianza, los mencionados reavers y la propia River tendrán mucho que ver.




Serenity supuso allá por 2005 la ópera prima en el mundo del largometraje de Joss Whedon. Creador de series de televisión como Buffy, Angel, Dollhouse o Firefly, producto catódico que dio origen a esta secuela cinematográfica que nos ocupa. Con un presupuesto modesto y un reparto totalmente desconocido para la gran pantalla la cinta fue un considerable éxito de taquilla (si mal no recuerdo superando en su momento a la recuperable La Novia Cadáver de Tim Burton) gracias al boca/oreja y a una horda de fans que se enamoraron del programa cuando fue editado en formato digital.




Si alguien ve Serenity sin conocer Firefly se encontrará con una magnífica cinta de ciencia ficción alejada de la grandilocuencia y lo ruidoso, con un grupo de personajes muy bien definidos interpretados por un equipo de casting que parece haber nacido para darles vida. Una historia excelentemente escrita (mucho más de lo que parece),  un villano de nuevo cuño que no tiene nada de estereotipo (de eso se hablará más adelante también) y algún apunte de crítica social e incluso política perfectamente incluida en la trama que no desentona en absoluto, al contrario, la enriquece y da sentido.




Pero si antes de disfrutar Serenity el espectador ha degustado esa joya catódica de 14 capítulos que responde al nombre de Firefly la experiencia llega a cotas de epicidad y empatía whedonianas, que no es poco. Esa tripulación ya no son un grupo de simpáticos personajes, son un capitán, Malcolm,  que luchó en una guerra en la que perdió todo menos la dignidad, su segunda de abordo, Zoe, que daría la vida por él y que le sigue hablando de señor (aunque a veces lo tenga que poner en su sitio cuando la caga) el marido de esta, Wash, un entrañeble niño grande y casi infantil que pilota la nave.




Kaylee, la mecánica de Serenity, una chica risueña y feliz que todos querríamos por novia, Jayne, un cazarecompensas que a pesar de proclamar que está en esta aventura por dinero ya no sabría que hacer sin ese grupo de personas que ya son como su familia o un pastor, Book, que por sus roces con el capitán (uno un hombre de dios, el otro enemigo acérrimo de la religión) ha abandonado temporalmente la nave o Inara una acompañante de lujo (que da caché y elegancia a la tripulación, así se las gastan en el futuro según Whedon y la idea es poco más que genial) que comparte un mutuo y silencioso sentimiento de amor con Malcolm que no florece por sabe dios qué y que posiblemente por ello también se alejó de la tripulación durante un tiempo.




A esas alturas de la película (nunca mejor dicho) el fan de Firefly sabe de qué es capaz esa Alianza retratada con una aséptica estética nazi y qué barbaridades son capaces de hacer con un ser humano los reavers ("Te violan, te matan y se comen tus entrañas y si tienes suerte, mucha suerte, lo harán en ese orden"). El seguidor de Whedon y de la serie primigenia que da pie a la película sólo tiene que recostarse y disfrutar con una versión más grande, más épica, más oscura y más elaborada de aquel serial mítico de pronta y equívoca cancelación por parte de la productora nortamericana FOX, no podía ser otra.




Serenity es un mestizaje entre space opera y western en cuyo interior yace sin duda alguna un producto 100% Joss Whedon. Un proyecto con personajes perfectamente perfilados a los que no se les permite más desarrollo porque el mismo ya se llevó a cabo en la serie, pero que aquí están debidamente definidos, unos diálogos brillantes o un humor de primera calidad. No hay héroes (Malcolm es practicamente un personaje de cine del oeste crepuscular), no hay verdaderos villanos, hay muchos más claroscuros que negros o blancos y eso acerca el retrato de roles a un realismo palpable y tangible aunque la cinta esté adscrita al género de la ciencia ficción.




Hay un personaje clave (y que no estaba en la serie) que sirve como ejemplo perfecto y cristalino para que el espectador descubra que Whedon no es un creador de estereotipos y ese es lógicamente el Operativo que interpreta magníficamente Chiwetel Ejiofor. Este villano no es un malo de manual, un ser despiadado que elimina a sus enemigos con una sonrisa en la boca. Es un hombre de principios ciegos e inquebrantables al servicio de la Alianza. Un individuo misterioso, cultivado, filosófico e inteligente que sabe que lo que hace es cruel y no disfruta con ello, pero lo considera un mal menor que debe llevar a cabo. Pensamiento este que lo acerca al ideario del terrorismo radical y a las técnicas del terrorismo estado.




La ópera primera en el largometraje de Whedon también es la constatación de algo que ya vimos en varios capítulos de Buffy, Angel o la misma Firefly rodados por él y que se confirmaría plenamente de manera posterior en su mastodóntico trabajo en Los Vengadores. Que es un perfecto conocedor del lenguaje cinematográfico, que controla enormemente el tempo narrativo y que sabe utilizar la cámara en ocasiones con un acabado digno de todo elogio que no tiene nada que envidiar y sí mucho que enseñar a gran parte de los mercenarios que se hacen llamar realizadores dentro del Hollywood actual.




El enorme y difícil plano secuencia (con un corte casi imperceptible pero que el mismo Joss reconoce modestamente en el audiocomentario de la edición en dvd del film, impagable por cierto) con el que abre la cinta y presenta a los personajes, el primer asesinato del Operativo en los archivos con el que se perfila su personalidad con una sola pincelada, la escena de combate de River en la cantina (sabes que te admiro Christopher Nolan, pero échale unos vistazos a este pasaje si quieres mejorar con las secuencias de lucha cuerpo a cuerpo) o el inesperado asedio reaver a la Alianza en el clímax final (¿la mejor y más épica  imagen cinematográfica del 2005?).




Luego deberíamos detenernos en el guión de la obra, más complicado de lo que parece a simple vista, Ya que Whedon tenía una doble y complicada tarea. Por un lado presentar adecuadamente a sus criaturas de manera que el público neófito (aquellos que piensan que Firefly sólo es luciérnaga en inglés y Serenity una actriz porno) pueda conocerlos, entender su carácter y sus motivaciones como roles dentro de una obra cinematográfica y por otro hacer que los fans de la serie veamos un retrato fiel y veraz de esos personajes que nos regalaron 14 episodios inolvidables incluídos desde ya en la estantería de la mejor televisión de culto jamás realizada.




Pero no se vayan amigos, que aún hay más. Esos reavers, esos "monstruos humanos" que no sabemos por qué hacen barbaridades dignas de antropófagos descerebrados fueron personas normales que habitaron un planeta llamado Miranda. Allí la Alianza realizó unos fallidos experimentos científicos que exterminaron al 99,9% de la población del planeta. Pero sobrevivió un 0,01% que se convirtió por culpa de los efectos de esas pruebas en caníbales que viajan por la galaxia eliminando toda signo de vida de la manera más cruel posible. De este modo Whedon golpea directamente en el imperialismo más radical y en la colonización innecesaria de culturas que no merecen ser sometidas por unos gobiernos que sólo buscan beneficio económico, militar, político o religioso.




Del reparto hay poco que decir. Todos conocen ya a sus personajes como si fueran la palma de su mano. Del carisma y la integridad de Mal pasamos a la entereza de Zoe, al carácter afable y brutalmente cómico de Wash (mi segundo personaje favorito de la serie y de la película y eso tan feo que hiciste con él no te lo perdono Whedon) la elegancia y paciencia de Inara, la simpática, brutal y a veces estúpida honestidad de Jayne, la contención y entrega de Simon, la dulzura de una Kaylee inolvidable, la sabiduría del pastor Book (y eso que su aparición es más bien fugaz) y esa River que se revela como el mejor personaje del film cuando Whedon decide sacar todo su potencial y mostrarla como lo que realmente es, una ser casi sobrenatural que la Alianza quiere capturar para crear a través de ella una ejército de máquinas letales para la guerra. Cosa que no consigue por la perseverancia de todos  los tripulantes de la nave.




Serenity a pesar de su modestia cinematográfica, exiguo presupuesto, reparto desconocido y naturaleza rocamblesca debido a su complicado proceso de pre producción es una obra de culto, un producto ejemplar de como hacer ciencia ficción de calidad sin grandilocuencia, sin excesivas pretensiones y aunando calidad y entretenimiento. El origen de este film es atípico, nació porque sus fans lucharon por ella, porque aquellos que se deleitaron con Firefly pedían para ella un final a la altura de su inmensa calidad y Joss Whedon no nos defraudó y se dejó la piel por sacar adelante el proyecto.




Yo sé a ciencia cierta que esta oda a aquellos que no escriben los libros de historia, a aquellas personas que saben perdonar y olvidar barbaridades sin perder sus ideales, su honor y su sistema de valores y que puso un broche de oro a una serie que dignificó con su simple existencia el mundo de la televisión fue un rotundo triunfo porque cuando se hizo el primer pase previo del film Joss Whedon rodó un monólogo/introducción en el que explicaba el trabajo que supuso hacer una película de una serie que fue un supuesto fracaso.




Por desgracia no esta subtítulado, pero fijáos en los últimos segundos cuando dice "Porque recordad, intentaron matarnos, nos mataron, y aquí estamos. Hemos conseguido lo imposible, y eso nos hace poderosos. Gracias por ayudar a que esta película haya llegado tan lejos. Bienvenidos a Serenity." y cuando dice esta última frase en su cara se dibuja una sonrisa y esa no es la sonrisa de un guionista, director de cine y series o de un escritor de magníficos cómics, es la cara de un niño emocionado, de un fan, de uno de los nuestros que ha cambiado la vida de muchas personas, entre las que me incluyo, como buen Browncoat que me considero y que nunca dejaré de ser. Porque no me importa, aún soy libre y al cielo no me lo puedes quitar.



2 comentarios:

  1. joder armin, tengo tanto a serenity como a firefly en mi cada vez más larga lista de pendientes y cada vez que te 'escucho' hablar de ellas me siento muy culpable por ello; a ver si saco tiempo de no sé dónde y de una vez redimo mi pecado.

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  2. Pues redímelo porque te puedo asegurar al 100% que no te vas a arrepentir de ver la serie y la película porque son una genialidad.

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