lunes, 13 de junio de 2011

88 Minutos, the time is running out... but I don't give a shit




Título Original: 88 Minutes (2007)
Director: Jon Avnet
Guión: Jon Avnet
Actores: Al Pacino, Alicia Witt, Leelee Sobiebski, Amy Brenneman, William Forsythe, Deborah Kara Unger, Ben McKenzie, Neal McDonough




Jon Avnet es un director mediocre que en alguna ocasión ha tenido la suerte de poner sus manos en proyectos que han destacado de alguna manera, Tomates Verdes Fritos es el ejemplo más claro y casi el único, pero no precisamente por su labor como cineasta. El tipo siempre ha sido bastante regulero (tirando a malo normalmente) pero lo que hace en la actualidad recibe el calificativo normalmente de disparate. 88 Minutos que rodó en 2007 con Al Pacino de protagonista es uno de ellos y bastante gordo, por cierto.




88 Minutos es un rutinario, aburrido y manido thriller que en ocasiones y sin quererlo desemboca en comedia involuntaria por muchos de los planteamientos (más bien estúpidos o ridículos) que expone en pantalla. Un producto obsoleto, copia de miles de copias, que nace tan muerto como anticuado y que anula de raíz cualquier tipo de empatía que el espectador pueda compartir con la historia o los personajes por lo antipático e irreal del conjunto al que dan forma.




Un psiquiatra forense del FBI que también ejerce de profesor universitario mandó unos años atrás a un supuesto asesino en serie de jovencitas al corredor de la muerte. En la víspera de la ejecución del acusado el protagonista recibe una llamada en su móvil en la que la voz de un desconocido le informa que le quedan 88 Minutos de vida. En ese momento toda la trama torna en una frenética busqueda del asesino que acabará, supuestamente, con la vida del bueno de Al Pacino, pero al espectador no sólo le importa una mierda lo que le pase al bueno de Al, es que a veces reza porque lo atrapen y acaben con él.




Cliché tras cliché, estereotipo tras estereotipo, falsos culpables, sospechosos que lo parecen pero no lo son. Plagios y múltiples referencias a otras cintas cortadas por el mismo patrón pero muy superiores como Copycat o El Silencio de los Corderos. Un guión tramposo, pueril y con más agujeros que el coche de Bonnie y Clyde. Un reparto desganado y anodino encabezado por un Al Pacino de tupé imposible a lo José Luis Rodríguez el Puma, traje cinco tallas más grande y unos aires de aburrimiento y de cansancio que el espectador percibe totalmente, véase la estúpida escena de la confesión en el taxi o la primera imagen que adjunto.




Lo único que salva un poco el producto de la humillación más total es la presencia de un reparto femenino lleno de actrices con cierto talento y bastante belleza como Leelee Sobiebski, Alicia Witt o una madura Deborah Kara Unger. Estas tres intérpretes dan forma a los dos mayores logros del producto. Uno, que llevan con decencia personajes horriblemente escritos y perfilados (pobre Sobiebski) y dos, que juntan en un producto tan horrible como este a una chica Kubrick, otra Lynch y por último una Cronenberg en el reparto.




También podríamos mencionar para bien a William Forsythe, el único personaje con dos dedos de luces a lo largo del metraje, para mal a Neal McDonough ese proyecto de actor que sólo sabe poner cara de chulería o asco (y ojo, no dudo que el hombre sea un encanto en su casa con su mujer y sus hijos, pero como intérprete deja muchísimo que desear) y en plan "está, pero como si no estuviera" a Ben McKenzie que sale tan poco rato en pantalla que no tiene tiempo ni para decir esta boca es mía. Aunque peor es lo de Stephen Moyer, protagonista de True Blood, que sale segundos contados y no tiene ni una línea de diálogo.




Esperpéntica como ella sola, con un final tan ridículo que incita tanto a el llanto como a la risa, con un uso estúpido de los teléfonos móviles, las altas tecnologías, las relaciones personales entre los personajes (ese Pacino de más de 70 años que se lleva de calle a todas las jovencitas que pasan por su lado, cual Papuchi Iglesias) realizando el proyecto una apología panfletaria y reaccionaria de la pena capital, los prejuicios y los testimonios judiciales de poca veracidad. Ideología ultraconservadora que según dicen se consolidaría y recrudecería en la siguiente cinta de Avnet, Asesinato Justo (Righteouss Kill) esa película que no he visto aún por el respeto que le tengo a las antaño geniales carreras de Al Pacino y Robert De Niro y a esa pequeña joya de los 90 a reivindicar que es Heat de Michael Mann.



No hay comentarios:

Publicar un comentario