Director: Joel Coen (2010)
Guión: Joel Coen & Ethan Coen
Actores: Michael Stuhlbarg, Richard Kind, Fred Melamed, Sari Lennick, Adam Arkin, Aaron Wolff, Jessica McManus, Simon Helberg, George Wyner, Fyvush Finkel
Trailer
La primera en la frente. A Serious Man es el primer caso en toda la filmografía de los Coen en la que no salgo del todo satisfecho con el producto que visiono. También es cierto que soy consciente de que este film tiene más entidad que cosas como Crueldad Intolerable, pero eso no evita que la sensación de hastío que experimenté al ver hace unos días la última cinta de los Coen remita.
Sé que todo lo que los autores de Fargo plantean en Un Hombre Serio es interesante. También soy consciente de que todas las teorías que plantean sobre religión, fe, amor, madurez, decadencia, patetismo y desprecio son acertadas y de una solidez considerable, El problema es que al llevarlo a pantalla me causa una desarmante indiferencia por mi total falta de empatía con el personaje de Larry Gopnick, sí, es fácil sentir pena y una entrañable condescendencia por su triste existencia, pero es que el desinterés hacia la historia no me deja involucrarme con el relato que me está siendo narrado.
Otro problema de considerable preocupación es que no veo los hermanos Coen por ningún lado en esta obra, sólo en el prólogo, las escenas de ensoñaciones o algunos pasajes aislados como el de la pizarra o el de la visita al anciano rabino percibo algún eco de los tipos que tantos buenos momentos me hicieron pasar con obras como Barton Fink o No es País Para Viejos. Ni siquiera el guión, que es el apartado cinematográfico en el que los Coen son genios, me dice mucho o me aporta algún aliciente fuera de lo normal o que me haga partícipe de las aventuras de esta familia judía.
La falta del tono grangiñolesco de cintas como O Brother! o El Gran Salto o el más aspero y de rotunda sequedad que destilaban obras como Sangre Fácil o El Hombre que Nunca Estuvo Allí hace de A Serious Man una película que si no tuviera a los hermanos Coen en los créditos yo seguramente jamás tildaría como una de sus obras, porque no los reconozco como autores en el film que nos ocupa, incluso veo más ramalazos de gente como Harvey Pekar, John Sayles o ¡¡Kirk Van Houten!! que de los creadores de Arizona Baby.
Mi conclusión es esta. Los Coen hablan de que esta sea posiblemente su cinta más personal y autobiográfica, pues si eso es cierto su vida es mucho más aburrida que su obra cinematográfica basada en la ficción. De modo que lo mejor que pueden hacer es volver a hacer el cine con el que nos han deleitado desde su inicios, ya que no todo el mundo puede ofrecer obras interesantes cuando habla de sí mismo, no todo el mundo es un judio gracioso a la hora de contarnos su vida, en resumidas cuentas, no todo el mundo es Woody Allen.
Sé que todo lo que los autores de Fargo plantean en Un Hombre Serio es interesante. También soy consciente de que todas las teorías que plantean sobre religión, fe, amor, madurez, decadencia, patetismo y desprecio son acertadas y de una solidez considerable, El problema es que al llevarlo a pantalla me causa una desarmante indiferencia por mi total falta de empatía con el personaje de Larry Gopnick, sí, es fácil sentir pena y una entrañable condescendencia por su triste existencia, pero es que el desinterés hacia la historia no me deja involucrarme con el relato que me está siendo narrado.
Otro problema de considerable preocupación es que no veo los hermanos Coen por ningún lado en esta obra, sólo en el prólogo, las escenas de ensoñaciones o algunos pasajes aislados como el de la pizarra o el de la visita al anciano rabino percibo algún eco de los tipos que tantos buenos momentos me hicieron pasar con obras como Barton Fink o No es País Para Viejos. Ni siquiera el guión, que es el apartado cinematográfico en el que los Coen son genios, me dice mucho o me aporta algún aliciente fuera de lo normal o que me haga partícipe de las aventuras de esta familia judía.
La falta del tono grangiñolesco de cintas como O Brother! o El Gran Salto o el más aspero y de rotunda sequedad que destilaban obras como Sangre Fácil o El Hombre que Nunca Estuvo Allí hace de A Serious Man una película que si no tuviera a los hermanos Coen en los créditos yo seguramente jamás tildaría como una de sus obras, porque no los reconozco como autores en el film que nos ocupa, incluso veo más ramalazos de gente como Harvey Pekar, John Sayles o ¡¡Kirk Van Houten!! que de los creadores de Arizona Baby.
Mi conclusión es esta. Los Coen hablan de que esta sea posiblemente su cinta más personal y autobiográfica, pues si eso es cierto su vida es mucho más aburrida que su obra cinematográfica basada en la ficción. De modo que lo mejor que pueden hacer es volver a hacer el cine con el que nos han deleitado desde su inicios, ya que no todo el mundo puede ofrecer obras interesantes cuando habla de sí mismo, no todo el mundo es un judio gracioso a la hora de contarnos su vida, en resumidas cuentas, no todo el mundo es Woody Allen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTranquilo, en el anterior mensaje no te había insultado :D Sólo lo he borrado para expresarme mejor.
ResponderEliminarSeguramente sigues sin ver "Crueldad Intolerable" y "Ladykillers", porque si no, no me creo que esta es la primera vez que los Coen te hayan decepcionado.
Los Coen están en cada diálogo, gesto, plano, canción y mensaje de esta película. Que te haya gustado más o menos es otra historia, pero vamos, las interpretaciones levemente caricaturizadas, las ensoñaciones oníricas, la utilización sistemática de canciones que remiten a una época y sirven de leit-motif, las alusiones a las drogas, el personaje del vecino, las frases recurrentes, las coincidencias extrañas, el final críptico, la ironía y la distancia para con los personajes...son cosas que están en "El hombre que nunca estuvo allí", "Barton Fink", "El gran Lebowsky" y "O Brother", entre otras, y que se repiten aquí.
Para mi este filme es superior a "Ladykillers", "Crueldad Intolerable", "Quemar después de leer" y ,tal vez, "O Brother". Estos para empezar, luego ya habría que revisar un poco para decidirse.
No me convence amigo.
ResponderEliminarEstos no son mis Coen, mis Coen son más dados a un humor cercano incluso similar al slapstick (que usted tan bien conocerá)como se ve en O Brother! o El Gran Lebowski.
A Serious Man es fría, distanciada, tiene golpes de humor que podían haber sido bestiales pero que se quedan en sólo una buena idea, los Coen son nihilistas como se ve aquí, pero también son mucho más ácidos y exagerados que todo esto, su humor es un retrato de la estupidez humana (Fargo, O Brother!, Quemar espués de Leer)no sólo del patetismo como se puede ver en las correrías de Larry Gopnik, ya le digo, en momentos muy puntuales veo a los Coen por esta cinta.
Sí, he visto Crueldad Intolerable y no me decepcionó porque sabía a lo que me iba a enfrentar, una de sus cintas más flojas, eso sí, Ladykillers la tengo incluso comprada muy barata en dvd y no la he visto, no hasta que no vea El Quinteto de la Muerte para criticar con fundamento.
Me sigue pareciendo imposible que no vea a los Coen aquí, especialmente a los de "Barton Fink"...
ResponderEliminar...pero por cambiar de tema, no creo que esta cinta tenga mucho de autobiográfica. Si la familia de los Coen hubiera tenido tantos problemas como esta no creo que se hubieran reído de ellos así , los tipos son cínicos pero dudo que lo sean tanto, y además el filme tiene una fuerte simbología religiosa que raya en un determinismo medio surrealista que desde luego no puede estar basado en la realidad. Esto no es la aburrida realidad, es una estimulante historia de ficción que quizá está contada con una estructura desconcertante pero que tiene una alta carga simbólica y distintas capas de análisis.
Puede que haya algun ramalazo autobiográfico sobre la comunidad judía, nunca lo sabremos muy bien porque estos hombres no son muy dados a explicar sus películas, pero vamos, que no se trata de que hayan contado su aburrida vida aquí, yo creo que casi todo lo que cuentan aquí es una ficción como siempre, pondría mi mano en el fuego.
Fíjese que si veo a unos Coen pretéritos en A Serious Man (y ya le digo que los veo poco)vería más a los de El Hombre que Nunca Estuvo Allí que al de Barton Fink y ahora que lo menciona, Michael Stuhlbarg genial, pero John Turturro hace el papel protagonista del film que nos ocupa y estaríamos ante una película completamente distinta y yo creo que bastante mejor.
ResponderEliminarSí, quizá sea verdad que se parece más a El hombre que nunca estuvo allí. A Barton Fink recuerda en que es algo críptica y en que el protagonista es un intelectual. Pero en lo demás (prota gafado, tipo de personajes secundarios, el ritmo del filme) sí recuerda más a El hombre que nunca estuvo allí.
ResponderEliminarSobre lo de Stuhlbarg vs Turturro pues ni idea, seguramente tendría cierta diferencia de tono, no sé si para mejor o para peor. Aunque el físico de Stuhlbarg me parece más "típico" de un hombre normal al que le gusten las matemáticas (dentro de lo normal que pueden ser esas personas a las que les gusta algo que todos odiamos). Turturro suele dar apariencia de un tipo algo más excéntrico, más aislado del mundo, aunque es un actor con bastantes registros.