lunes, 22 de junio de 2009

Frost/Nixon, la implacable justicia de los Mass Media


Título Original: Frost/Nixon (2008)
Director: Ron Howard
Guión: Peter Morgan, basado en su propia obra de teatro
Actores: Michael Sheen, Frank Langella, Kevin Bacon, Rebecca Hall, Sam Rockwell, Toby Jones, Oliver Platt.




Frost/ Nixon es un producto que se adhiere al actual resurgir del cine sobre política, periodismo y televisión que inició George Clooney con la magistral Buenas Noches, y Buena Suerte, tomando las mejores virtudes de este subgénero que se desarrolló en los 60 y consolidó en los 70 con obras como Network de Sidney Lumet o Todos los Hombres del Presidente de Alan J. Pakula, esta última, como es lógico, con muchos puntos en común con la cinta que nos ocupa.




En Frost/Nixon se narran los hechos acontecidos antes, durante y después, de la mítica entrevista por entregas que el periodista británico David Frost le hizo al por entonces ex presidente del gobierno Richard Nixon en Mayo de 1977, el guión está escrito por Peter Morgan, con el mismo adapta su propia obra de teatro homónima y la dirección recae en un irreconocible Ron Howard.



Lo que en su primera mitad se muestra como una visión ácida de la política americana y del mundo de la televisión, se recrudece hacia su ecuador con el inicio de la grabación de las distintas partes de la entrevista que Frost le realizó a Nixon. El duelo dialéctico y psicológico entre los dos personajes es de altos vuelos, no solo en el plató, la magistral escena de la llamada a horas intempestivas es buena muestra de ello, ya que de manera tan engañosa como acertada, ambos se muestran al inicio como lo que no son.



El ex presidente es un buen orador, conocedor de las necesarias artimañas para eludir las preguntas más escabrosas con interminables soliloquios que en realidad no dicen nada, pero se muestra dubitativo en algunos temas, y cae por su propio peso cuando le imterrumpen o contradicen sus argumentos reaccionarios, en este apartado como es lógico trata de evitar en la medida de sus posibilidades todas las preguntas directas referidas al celebérrimo caso Watergate, por otro lado el showman inglés es un lobo con piel de cordero, del afable entrevistador al inquisitivo interrogador hay una delgada línea y cuando Frost lo cruza consigue lo que el tribunal supremo americano no pudo (por mediación del por entonces presidente electo Gerald Ford) llevar a cabo un juicio público contra Nixon y arrancarle una confesión admitiendo lo que era un secreto a voces, que llevó a cabo irregularidades y actos ilegales durante su mandato.




En Frost/Nixon converge una armónica convivencia entre un reparto excelente, un guión perfecto y una dirección de acero. El dúo actoral es impecable, Michael Sheen llena de carisma y personalidad a David Frost, pero lo de Frank Langella está a otro nivel, su recreación del treinta y siete presidente de los Estados Unidos es de un virtuosismo asombroso, superando incluso a la nada desdeñable y muy lograda que realizó Anthony Hopkins en la recuperable y soberbia Nixon de Oliver Stone, la capacidad de mimetismo del protagonista del Drácula de John Badham es espectacular, ambos están respaldados por secundarios de indudable calidad como Sam Rockwell (nunca me cansaré de reivindicar a este gran actor), Toby Jones, Oliver Platt o Kevin Bacon, por otro lado el guión de Peter Morgan, que es de una cohesión intachable, con diálogos mordaces, y un magnífico in crescendo de la tensión entre los dos personajes, y por último la dirección de Ron Howard, me da igual que este hombre haya realizado bastante basura de usar y tirar y que digan que lo único que ha hecho en Frost/Nixon es ponerse detrás de la cámara, yo por mi parte he visto una puesta en escena de alta escuela, un sentido narrativo envidiable, un uso del encuadre y los primeros planos dignos del mejor Sidney Lumet, y unos recursos estilísticos que recuerdan de manera señorial a las cintas que encumbraron este subgenero hace más treinta años. Cuando este señor hace mierda en celuliode soy el primero en admitirlo y hacer mofa de ello, cuando el tipo lo borda y hace, con diferencia, el mejor trabajo de su carrera como director, no me queda más remedio que reconocerlo y he de añadir que con bastante satisfacción.



Los hallazgos de Frost/Nixon (que son muchos) trascienden de los cinematográficos, su estreno en 2008, año electoral, sirvió como una aterradora demostración de que al no recordar la historia, los errores que en tiempos pretéritos se puedan cometer pueden ser repetidos en la actualidad, las similitudes entre el discurso que aquí dicta Richard Nixon y el que titubeaba con menos convicción pero semejante cantidad de mentiras, George W. Bush, y su administración, en los 8 años de mandato en las que estuvo en el poder no son casualidad, son un hecho.



La penúltima cinta de Ron Howard ha supuesto una gratísima sorpresa para el que suscribe, junto a películas tan distintas como Inside Deep Throat de Fenton Bailey y Randy Barbato, Zodiac de David Fincher o la ya mencionada segunda cinta de George Clooney como director, Frost/Nixon es un acertadísimo retrato de una etapa importante de la historia reciente de los Estados Unidos de América, un análisis sobre el poder de la palabra, las virtudes y defectos de la democracia y la necesidad de la libertad de prensa. Pero sobre todo es la confirmación de lo que ya nos sugirió Oliver Stone con su acercamiento a la vida y obra de Richard Nixon, que el mismo fue a parte de un político corrompido, profundamente conservador y belicoso, un gran estadista, un mandatario que rompió barreras al dar pie a un posible aperturismo con China y Rusia y que como todo ser humano cometió errores y de alguna manera pagó por ellos, no de cara a un tribunal, pero sí ante la implacable mirada de los millones de americanos que depositaron su confianza en él y que no recibieron a cambio más que mentiras y corrupción.



2 comentarios:

  1. Pues no puedo coincidir. Sin poder extenderme, diré que Buenas noches y buena suerte me parece brillante (aunque, por momentos, excesivamente documental); y que Frost/Nixon no me transmitió nada.
    Los actores me parecían o sobreactuados o aburridos, el guión tenía la sutileza de una apisonadora y la puesta en escena de Ron Howard es igual que siempre.
    Personalmente, creo que Frost/Nixon no explora ni de refilón su enorme potencial.

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  2. A mí me ha convencido plenamente, yo sí veo desarrollado y bien explotado el potencial de la historia (que está principalmente en el guión de Morgan) los actores soberbios y Howard resueltísimo en la dirección, en todo caso le puedo esperar a la salida y arreglar este asunto llegando a las inevitables manos.

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