Título Original The Tall Man (2012)
Director Pascal Laugier
Guión Pascal Laugier
Actores Jessica Biel, Jodelle Ferland, Stephen McHattie, Jakob Davies, William B. Davis, Samantha Ferris, Katherine Ramdeen, Kyle Harrison Breitkopf, Teach Grant, Alicia Gray
Con sólo tres películas en su haber el realizador francés Pascal Laugier ya tiene un nombre sólido en el panorama cinematográfico internacional. Su ópera prima El Internado (Saint Ange), protagonizada por Virginie Ledoyen, fue acogida con cierta tibieza porque muchos la recibieron como una muestra a más de cine sobre casas encantadas y fantasmas errantes. Al no haberla visto aún no puedo dar mi opinión personal sobre ella, pero sí puedo darla (de hecho ya la dí aquí en su momento) de su segunda cinta, la polémica Martyrs.
Aquella controvertida producción de 2008 que exponía una interesante revisitación contemporánea de Saló y los 120 Días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini tuvo una proyección muy comentada en el festival de Sitges de aquel año, tanto ruido armó aquel pase que el largometraje no ha sido estrenado en pantalla grande en España, ni en formato doméstico ha visto la luz, un servidor tuvo que hacerse con la edición británica en Blu Ray por la red, por suerte a un precio ínfimo. El producto se trataba de una de las mejores cintas de género dentro del cine francés, un brutal fresco sobre la deshumanización de unas clases acomodadas obsesionadas con el dolor físico ajeno y el fanatismo religioso.
A pesar de la polvareda levantada (o puede que gracias a ella) la película se hizo con una fama de obra de culto y tras ella se habló de un remake americano y otras variantes, pero la idea (por suerte) no llegó a buen puerto. Por entonces Laugier ya tenía cierto nombre como director de cine de terror y consiguió sacar adelante un proyecto rodado en inglés y con capital canadiense (Martyrs ya estuvo co producida por Canadá) con una actriz estadounidense famosa como Jessica Biel, que ejerció también de productora ejecutiva, mostrando su fe en el proyecto, y el resultado fue El Hombre de las Sombras (The Tall Man) la obra que nos ocupa.
En un pequeño pueblo de Estados Unidos se están sucediendo, en muy poco tiempo, misteriosas desapariciones de niños del lugar. Las personas más supersticiosas de la localidad atribuyen tales actos a el Hombre Alto (el Cazador en la versión española) una especie de leyenda urbana viviente que se lleva a unos críos a los que se les pierde la pista totalmente. Julia (Jessica Biel) es la doctora de la zona y testigo de primera mano de la desaparición de algunos de los infantes, hasta que un día su implicación con los hechos toma un matiz personal cuando su propio hijo es raptado por, supuestamente, el Hombre Alto. Dar con el niño será su única misión.
The Tall Man es una cinta fallida a casi todos sus niveles. Un producto visto mil veces, con unas dosis inadecuadas de intriga, personajes planos (sólo el de una esforzada Jessica Biel de cara lavada destaca mínimamente) y unos giros de guión bruscos, innecesarios y en su mayoría tramposos, desencadenando el producto en un discurso final moralista y de una alarmante e insípida corrección política sobre la inocencia y potencial de los niños como seres humanos que sirve como puntilla para un largometraje que en ningún momento engancha al espectador por si ineficacia y escasa originalidad en todos sus aspectos.
Laugier se aleja de la descarnada crudeza de Martyrs y nadie le exige que la continúe en un proyecto como este, que no la demanda por su temática totalmente opuesta, pero el problema reside en su poca y escasa destreza a la hora de mover los hilos de la intriga y el suspense, porque que nadie se engañe, El Hombre de las Sombras no es ni de lejos una película de terror, es un thriller con apuntes de acción y drama que no se sostiene por sí solo por la endeblez de su pobre guión y el trabajo con piloto automático de la mayoría de sus actores (de los secundarios solo destaca una ya madurita Jodelle Ferland haciendo de adolescente muda).
No hay una verdadera atmósfera, el francés no sabe aprovechar el contexto espacial que tiene, no consigue hacer un verdadero retrato de la América profunda y desaprovecha la posibilidad de sacar varios de los esqueletos que estas comunidades pequeñas y aisladas de Estados Unidos tienen escondidos en sus armarios. Todo está rematado de manera rutinaria y desangelada, el espectador no entra nunca en la historia y recibe con indiferencia los giros de guión que deberían dejar con la boca abierta por mostrarnos que lo que supuestamente pensábamos era lo opuesto a lo que realmente estaba sucediendo, pero la paupérrima exposición de la historia en pantalla nos impide empatizar con los dramas y problemas de los personajes y sus destinos se nos antojan lejanos e improbables.
Primer paso en falso de Pascal Laugier en el cine de vocación internacional, esperemos que la cosa no le vaya como a su compatriota Mathieu Kassovitz (Gothika y Babylon A. D) y sí como a sus también paisanos Alexandre Aja y Grégory Levasseur (Las Colinas Tienen Ojos, Piraña 3D y Parking 2) que han tenido más suerte en USA que el director de El Odio. Este proyecto no es un avance para su obra ni su afianzamiento en Estados Unidos como cineasta. Su ineficacia, poco interés y pueril pretenciosidad como film, culminada en ese insulso plano final, así lo atestiguan. Esperemos que a la próxima le vaya mejor a este realizador, ya que talento le sobra y valentía no le falta.
Yo también iba a pagar por verla, pero otras cosas que me interesaban más como Zero Dark Thirty (o esta semana Lincoln o Django) me incitaron a no verla pagando y acerté de pleno, porque Martyrs me encanta pero esta sí que es un martirio.
ResponderEliminarTengo Sinister en mi poder, pero me da pereza. Django caerá y mira, a Lincoln le tengo ganas, para qué negarlo, ya contaré por aquí a ver qué tal está.
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