jueves, 23 de febrero de 2012

Johnny Guitar, sola ante el peligro




Título Original Johnny Guitar (1954)
Director Nicholas Ray
Guión Philip Yordan basado en la novela de Ray Chanslor
Actores Joan Crawford, Sterling Hayden, Scott Brady, Mercedes McCambridge, Ward Bond, Ernest Borgnine, John Carradine, Royal Dano, Ben Cooper





En 1954 y con un proyecto que tenía mucho de humilde el director Nicholas Ray estrenó uno de los más interesantes y atípicos western de la historia del cine. Un producto inusual dentro de ese género que conseguía romper algunos de los tópicos que cimentaron este tipo de films impulsados por autores como Howard Hawkes, John Ford, Samuel Fuller y que otros cineastas como Sam Peckinpah en Estados Unidos y Sergio Leone en Europa harían evolucionar en años posteriores por medio del mestizaje y la estilización.





Johnny Logan, ahora conocido como Johnny Guitar, es un antiguo pistolero que vuelve a reencontrarse con un antiguo amor, Vienna. Él enfundó el revólver y ahora vive de tocar la guitarra, ella por medio de su esfuerzo y determinación construyó un salón del que es dueña y le ayuda a ganarse la vida noblemente. La aparición en escena de la vengativa Emma Small dará pie a un malentendido que culminará en un trágico climax en el que se verán implicados Johnny, Vienna y un grupo de atracadores que regentan el local de esta última.






Ya desde el retrato de sus personajes principales un largometraje como Johnny Guitar se aleja considerablemente del western estadounidense de la época y sus constantes. Hay un tomo melancólico en todo el metraje, pero este se sustenta en los personajes de Joan Crawford y en menor medida, extraño teniendo en cuenta que es el supuesto protagonista del film, Sterling Hayden. Vienna es el opuesto de los estereotipos femeninos vistos en el western. Es una mujer independiente, hecha a sí misma y orgullosa de haber levantado ella sola su local mediante esfuerzo y determinación.






Como mujer en un terreno lleno de virilidad no está supeditada a ningún hombre (es más, ellos son empleados suyos y la admiran como patrona), no renuncia a su feminidad, posee un carácter férreo pero justo con el prójimo y a pesar de estar profundamente enamorada de Johnny Logan no dudó en vivir una sexualiad liberada tras la ausencia de su ex amante, aunque nunca olvidando su imagen y buscándolo como hombre en los brazos de otros individuos.





Incluso podríamos proclamar sin duda alguna que en la magnífica escena de declaración de amor entre los dos protagonistas la que lleva la batuta en la relación es la misma Vienna, desarrollando así una perspectiva y visión más realista, en contraposición a la idealista de Johnny queriendo que ella le afirme haberlo estado esperando siempre o que nunca dejó de amarle, mostrándose también aquí un personaje masculino bastante inusual para el western por dejarse llevar por los sentimientos de manera bastante explícita.





Nicholas Ray llena el film de elegancia y fuerza por medio de situaciones, palabras o miradas. La relación amorosa de los protagonistas está llevada con acierto, no es sensiblera, muestra pasionalidad sin necesidad de caer en clichés y por medio de sutiles matices se percibe creíble, sólida y como el mayor acierto del largometraje. A ello también ayudan los excelentes papeles, no sólo de un grupo de secundarios formado por una rencorosa Mercedes McCambridge, el traicionaero Ernest Borgnine o los fieles John Carradine y Royal Dano, sino también los dos protagonistas que llevan todo el peso de la historia sobre sus hombros.





Joan Crawford se metió en la piel de Vienna con una profesionalidad intachable. Sólo con su mirada consigue transmitir la fuerza, predisposición y honradez que su rol exige y logra hacerse completamente con la película. Aunque no le va a la zaga Sterling Hayden como Johnny, actor corpulento de voz profunda que retrata con su papel algunas de las características clásicas de los hombres en el western (fuertes, feos, formales) pero añadiéndole un matiz de sensibilidad que. como ya hemos apuntado, no era demasiado común por aquel entonces dentro de los largometrajes adscritos a este género.






Johnny Guitar es tanto un clásico como una rareza dentro y fuera de su género. Una obra que coge el western para reinventarlo y reformularlo y realmente contarnos una interesante historia de amor que va más allá del tipo de largometraje al que se adscribe y que nos recuerda a una manera distinta de hacer cine, más sencilla, modesta y paradójicamente exitosa para con un espectador que la ha puesto con el paso del tiempo en el lugar que se merece.



1 comentario:

  1. El western fue un género que, en la época de este filme, produjo hasta demasiado material, de todas las calidades, por lo que parece que acabó empachando al público. De todas maneras, esta película parece un enfoque muy distinto, la apunto.

    PD: Te he dejado un comentario en el artículo de las 100 razones para leer cómics. ;)

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