miércoles, 1 de julio de 2009

El Halcón Maltés, el material con el que se forjan los sueños


Título Original: The Maltese Falcon (1941)
Director: John Huston
Guión: John Huston, basado en la novela de Dashiell Hammett
Actores: Humphrey Bogart, Mary Astor, Peter Lorre, Sidney Greenstreet, Elisha Cook Jr



Para su ópera prima como director el, hasta entonces, prestigioso guionista John Huston adaptó a imágenes la novela homónima escrita por el autor de literatura detectivesca Dashiell Hammett en 1930. El film es considerado una de sus obras más destacadas, un pilar inamovible del cine negro y la consagración de Humphrey Bogart como estrella dentro del cine americano.



La figura tallada de un halcón de incalculable valor le sirve a John Huston como Macguffin, para tejer una ejemplar intriga policiaca. El Halcón Maltés podría considerarse casi la génesis del cine negro que encumbrarían, a parte de el director que nos ocupa, coétaneos suyos como Howard Hawks (El Sueño Eterno) Stanley Kubrick (El Beso del Asesino y Atraco Perfecto), Orson Welles (Sed de Mal) o Jacques Turner (Retorno al Pasado), como film seminal marcó época y abrió una senda que seguirían muchos otros en años ulteriores .




Sam Spade es un tipo con carisma, un detective tosco pero instintivo, nada lacónico o callado en comparación con otros personajes protagonistas de cine noir, a Humhrey Bogart el papel le sienta como un guante, Mary Astor no me convence como femme fatale ducha en las malas artes del engaño, Sidney Greenstreet magistral como Gutman y Peter Lorre apoteósico como Joel Cairo, pero siempre que veo al actor eslovaco no puedo quitarme de la cabeza su inolvidable papel en M de Fritz Lang, este hombre siempre será para mí Hans Becker, el vampiro de Düsseldorf. Por último nombrar a un secundario (para mí de lujo) al que no se le ha dado aún todo el reconocimiento que merecía, el gran Elisha Cook Jr, que en esta cinta, en Salem's Lot de Tobe Hooper y sobre todo en Atraco Perfecto de Stanley Kubrick demostró ser un robaplanos de altos vuelos.




Un clásico inmortal y junto a Ciudadano Kane, La Noche del Cazador y Doce Hombres Sin piedad, posiblemente la más brillante ópera prima de la época dorada del cine americano. Abrir una carrera con la cinta que nos ocupa y cerrarla con esa maravillosa obra de arte llamada Dublineses lo dice todo de este director que fue capaz de crear cine casi hasta el último día de su larga y fructífera vida.


3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en toda la crítica.
    No sabía, o no recordaba, que fuera la opera prima de John Huston y la verdad es que su labor es impresionante para ser su debut.

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  2. Grandísima película, Bogart enorme como Sam Spade (me encanta su chulería) y geniales los secundarios.
    Como curiosidad, el tipo que trae el halcón a la oficina antes de morir es el padre del director, el actor Walter Huston. John le hizo repetir el plano en que se desploma al suelo varias veces sólo para fastidiarle en broma. Todo un personaje.

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  3. Bonito blog; pasaré a saludar de vez en cuando

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