miércoles, 7 de marzo de 2012

La Venganza de Manon, el manantial de la doncella





Título Original Manon de Sources (1986)
Director Claude Berri
Guión Gerard Brach y Claude Berri basado en la novela de Marcel PagnolActores Yves Montand, Daniel Auteuil, Emmanuelle Béart, Elisabeth Depardieu, NIppolyte Girardot, Margarita Lozano, André Dupon





Segunda parte y cierre del díptico que el director francés Claude Berri dedicó en 1986 a adaptar la obra literaria L'Eau des Colines de su compatriota el escritor Marcel Pagnol. Tras la magnífica primera parte El Manantial de las Colinas (Jean de Florette) llegó esta segunda entrega titulada Manon des Sources burdamente rebautizada La Venganza de Manon en España. En ella llegamos al clímax de la saga y a la conclusión del proyecto. A continuación incluyo spoilers de esta y la anterior entrega.





Han pasado varios años desde que Jean de Florette falleciera por culpa de las mentiras y argucias de César "Le Papet" y Ugolin Soubeyran. Maron, la hija del difunto ha crecido y se ha convertido en una bellísima joven que sabe que los Sobeyran fueron los instigadores de la muerte de su padre. Poco a poco irá urdiendo un plan para desacreditar los nombres (ya bastante maltrechos) de tío y sobrino de cara al pueblo de la campiña francesa en el que todos conviven pacificamente.





Excelente segunda parte de la saga que lleva más lejos que su antecesora su mirada descreída sobre la vida en rural de la Francia de entreguerras. La Venganza de Manon hace que el personaje de la hija de Jean de Florette cobre el protagonismo y gracias a ello controla el desarrollo de la historia y consigue manipular a los personajes de Le Papet y Ugolin (sobre todo a este último, aunque no lo haga intencionadamente) y estos finalmente muestran sus verdaderos rostros cuando las máscaras de hipocresía que llevaban puestas finalmente desaparecen.





Posiblemente el personaje que más enteros gana en esta entrega es el de Ugolin. Cuando la adulta Manon entra en escena el personaje de un inmenso Daniel Auteuil se enamora perdidamente de ella y el pobre individuo se revela como lo que en la primera entrega daba impresión de ser, un desgraciado crío con cuerpo de adulto que no guarda malicia en su interior más allá de la que recibe por su manipulador tío. Sus sentimientos hacia la campesina (maravillosa la escena en la que le confiesa a su tío su amor por ella a través de la puerta, impagable la cara de Yves Montand) darán inicio al declive de los Soubeyran.





Manon a la que ofrece cuerpo, pocas palabras y belleza asilvestrada una jovencísima Emannuelle Béart se cobra su deuda con una silenciosa y nada forzada venganza que implica a todo el pueblo y que hará que los lugareños se pongan en contra de los Souberyan, porque (y ahí anida uno de los mayores aciertos de Berri) todos comparten como un secreto a voces que Le Papet y Ugolin ocultaron la existencia del manantial a Jean de Florette y que aquello fue lo que le costó la vida al pobre jorobado. Gracias a esta excusa narrativa el director de Uranus ahonda de nuevo en los rencores, medias verdades y actos egoistas de la Francia campesina.




Pero el fin último de Manon des Sources es mostrar la caída del manipulador Le Papet. Yves Montand está pletórico cuando decide mostrar las debilidades y necedades de su personaje. Poco a poco el devenir de la historia, le revelación de secretos o el enfrentamiento con los aldeanos que lo acusan de asesinato nos mostrarán la verdadera personalidad del mayor de los Souberyan. Incluso tras el suceso con Ugolin y con el clímax final en el que se descubre todo con la conversación con la anciana ciega vemos (por primera vez) la cara arrepentida y redentora de César.





Curiosamente, ese secreto descubierto en el último momento acerca una vez más (como ya sucedía con la primera entrega) el producto al folletín más puro. Pero la naturaleza realista del proyecto, el buen hacer de Gerard Brach y Claude Berri en el guión y el de este último en la dirección convierten dicho pasaje en una escena sencillamente brillante por su contención y tono desgarrado. La existencia de esa carta hace que Le Papet se encuentre muerto en vida y arrepentido por todo el mal que inflingió a la famila Florette.






Claude Berri consigue con éxito mostrarnos por medio de la vida en la Provenza francesa instintos innatos en el ser humano desde tiempos intemporales como la envidia, el odio, la venganza, el amor, la fe o la redención. El proyecto, bastante ambicioso y de corte universal (su trama podría desarrollarse en cualquier país de Europa u occidente) sale victorioso y regala cuatro horas de cine remarcable y naturalista que puede engrosar fácilmente en las listas del mejor cine rodado en el país vecino durante la década de los 80.



2 comentarios:

  1. He leído ya varias críticas en internet y todavía no acabo de entender bien la trama de la película. ¿Tío y sobrino arruinaron al padre de Manon ocultándole la existencia de un manantial en sus tierras? ¿Y cómo no descubrieron que ella lo tapó para vengarse de ellos?

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    1. Sí, al ocultarle la existencia del manantial sus cosechas se arruinaron por la falta de agua para regarlas.

      Ya lo de si ella tapó el manantial y tío y sobrino no lo descubrieron no lo recuerdo, hace más de un año que vi las dos entregas y no lo sé con exactitud.

      Un saludo!

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