Director. Kenneth Branagh (2007)
Guión: Harold Pinter basado en la obra de Anthony Shaffer
Actores: Michael Caine, Jude Law
Hay veces que los estigmas nos ciegan y no vemos la calidad donde si la hay, nuestro reparo hacia todo tipo de remakes nos hace odiar las revisiones de esos clásicos que adoramos y que sentimos como nuestros. No era necesario un remake de la obra maestra de Joseph L Mankiewicz La Huella (Sleuth) a mí no me atraía mucho el proyecto ni creía en él, craso error por mi parte precipitarme a la hora de juzgar la cinta sin haberla visto.
Por cojones, de un equipo formado por Kenneth Branagh (Hamlet, Frankestein, Morir Todavía) en la dirección, el fallecido ganador del premio nobel de literatura Harold Pinter en el guión y el dúo actoral Michael Caine y Jude Law en el reparto, algo bueno debía de salir por muy remake que fuera, un producto como mínimo interesante o entretenido y así es.
La cinta no aguanta la comparación con la película original, pero es una dignísima actualización de la misma, con una puesta en escena compleja y algo enrevesada por parte de Branagh, en la cinta original la decoración destacaba por la amplia presencia de pequeños autómatas que coleccionaba el personaje de Laurence Olivier, en esta versión del 2007 el edificio y la dirección artística del único decorado tiene una estética parecida a las construcciones del arquitecto del siglo XX Frank Lloyd Wright, también destaca inevitablemente el guión genial de Pinter con diálogos chispeantes y trabajadísimos (las conversaciones sexuales son de órdago) y una pareja de protagonistas en estado de gracia.
No solo Caine está soberbio y algo histriónico no lo neguemos, haciendo el rol que bordó Olivier en la película original, pero Law, que interpreta el de Caine en la ya citada cinta, me ha sorprendido con su versatilidad y buen hacer. Al igual que en la obra de Mankiewicz, sólo hay dos actores en todo el metraje y sobre ellos recae todo el peso de la trama y cumplen con creces.
Me ha gustado y sorprendido mucho, la habían vapuleado de mala manera y la verdad es que me he encontrado algo más que un remake bien hecho, una excelente cinta que solo flojea con el toque homosexual que estaba latente durante todo el metraje de manera correcta y que desatan de una manera un tanto estúpida en los últimos minutos de metraje.
Sólo decir que no hay comparación válida con la película del director de Cleopatra o Eva al Desnudo, pero aún así esta nueva versión me parece un gran trabajo llevado a cabo por un equipo de grandes profesionales, merece la pena. Por cierto, se abre un mundo de posibilidades, dentro de otros 30 años que Jude Law haga el papel de Caine y un actor joven haga el suyo en otra versión de la película... ya puestos.
Por cojones, de un equipo formado por Kenneth Branagh (Hamlet, Frankestein, Morir Todavía) en la dirección, el fallecido ganador del premio nobel de literatura Harold Pinter en el guión y el dúo actoral Michael Caine y Jude Law en el reparto, algo bueno debía de salir por muy remake que fuera, un producto como mínimo interesante o entretenido y así es.
La cinta no aguanta la comparación con la película original, pero es una dignísima actualización de la misma, con una puesta en escena compleja y algo enrevesada por parte de Branagh, en la cinta original la decoración destacaba por la amplia presencia de pequeños autómatas que coleccionaba el personaje de Laurence Olivier, en esta versión del 2007 el edificio y la dirección artística del único decorado tiene una estética parecida a las construcciones del arquitecto del siglo XX Frank Lloyd Wright, también destaca inevitablemente el guión genial de Pinter con diálogos chispeantes y trabajadísimos (las conversaciones sexuales son de órdago) y una pareja de protagonistas en estado de gracia.
No solo Caine está soberbio y algo histriónico no lo neguemos, haciendo el rol que bordó Olivier en la película original, pero Law, que interpreta el de Caine en la ya citada cinta, me ha sorprendido con su versatilidad y buen hacer. Al igual que en la obra de Mankiewicz, sólo hay dos actores en todo el metraje y sobre ellos recae todo el peso de la trama y cumplen con creces.
Me ha gustado y sorprendido mucho, la habían vapuleado de mala manera y la verdad es que me he encontrado algo más que un remake bien hecho, una excelente cinta que solo flojea con el toque homosexual que estaba latente durante todo el metraje de manera correcta y que desatan de una manera un tanto estúpida en los últimos minutos de metraje.
Sólo decir que no hay comparación válida con la película del director de Cleopatra o Eva al Desnudo, pero aún así esta nueva versión me parece un gran trabajo llevado a cabo por un equipo de grandes profesionales, merece la pena. Por cierto, se abre un mundo de posibilidades, dentro de otros 30 años que Jude Law haga el papel de Caine y un actor joven haga el suyo en otra versión de la película... ya puestos.
Tengo demasiado buen recuerdo de la original como para atreverme a ver esta.
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