Brüno, transgresión continua

Título Original Brüno (2009)
Director: Larry Charles 
Guión: Sacha Baron Cohen, Anthony Hinds y Dan Mazer
Actores: Sacha Baron Cohen, Alice Evans, Trishelle Cannatella, Sandra Seeling, Candice Cunningham, Ben Youcef, Emerson Brooks, Todd Christian Hunter, David Hill, Tom Yi

Lars Von Trier, Quentin Tarantino, Michel Houllebecq, todos ellos parecía que iban a tocar las pelotas al personal con sus últimos trabajos, que iban a escandalizar, indignar y provocar, algunos no lo han cosegudio, otros creen que sí cuando no lo han hecho ni de lejos y ha tenido que llegar el inglés de origen judío Sacha Baron Cohen y ponerlo todo patas arriba con Brüno, la película más bestia, descarada, incorrecta y lacerante de lo que llevamos de año.

Sacha Baron Cohen repite el formato de falso documental que tan buenos resultados le dio en la magnífica y muy revinidicable Borat, superior a esta, más inteligente y política, pero menos certera, aunque esta vez el periodista machista, misógino, antisemita y racista de Kazajistan deja paso a un presentador austraico homosexual, fashion victim, en busca de rápida fama mundial por el medio que sea. El resultado, una de las películas más incómodas que yo he visionado en toda mi vida.




A Baron Cohen, le importa una mierda el espectador medio, por eso carga sus tintas contra todo ser viviente, sin importar su país de origen, posición social o ideología. Gays, homófobos, diseñadores, modelos, políticos, judíos, palestinos, blancos, negros, ultraconservadores, religiosos, progresistas, presentadores de televisión, nadie está a salvo, todos de una manera u otra quedan en evidencia gracias a la mordaz e hiriente personalidad del showman inglés.




Son muchas, demasiadas, las escenas den Brüno que producen una sensación de verdadera incomodidad en el espectador, pero no porque lo que se ve en pantalla sea grotesco o vergonzoso, que también, vease la (no) escena de sexo delante del medium, una de las más escatológicas que he visto en mi vida como cinéfilo, sino porque para dar pie a su falso documental Baron Cohen se expone en demasía a que alguien, como mínimo, le vuele la dentadura de una enorme hostia a mano abierta. Secuencias como la del programa piloto, la de el palestino y el israelí, la del show de testimonios, la del conversor gay y sobre todo la del ex terrorista radical que a mí personalmente me los puso de corbata, hacen que uno se retuerza en su asiento o se deje llevar por una risa nerviosa entre lo jocoso y el miedo puro y duro.



Nadie puede negar que el creador de Ali G hace uso de un humor de brocha gordísima,a veces grosero, pero es que debajo de bromas sobre sodomía, bulimia y racismo subyace una brutal, ácida y muy certera crítica social a la hipocresía de la sociedad (ya sea occidental u oriental) porque la escena del casting de bebés por medio de sus consentidores padres y su posterior émulo en fotos en el programa de testimonios me parece una a de las escenas más esclarecedoras, duras y aterradoras de este año 2009.




Con una mala hostia poca veces vista en una pantalla, un afán por mostrar en vergonzosa evidencia a toda un sistema lleno de superficialidad, jugándose el tipo, disparando mierda contra todo y todos, el creador de Borat saca toda la suciedad que hay en nuestras fosas sépticas y nos la arroja directamente a la cara. Sí, Sacha Baron Cohen es grosero, antisocial, puntualmente asqueroso, un suicida informativo, pero su obra es necesaria en los tiempos que corren, por primera vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con el dicho, el fin justifica los medios.