Título Original: Salem's Lot (1979)
Director: Tobe Hooper
Guión: Paul Monash basado en la novela de Stephen King
Actores: David Soul, James Mason, Bonnie Bedelia, Lance Kerwin, Lew Ayres, Reggie Nalder, Ed Flanders, Elisha Cook, Marie Windsor, Kenneth McMillan, Geoffrey Lewis, George Dzunda
En el año 1979, la obra literaria de Stephen King comenzaba a labrarse un nombre dentro del medio audiovisual. Gracias, en grab parte, a la excelente adaptación que Lawrence D. Cohen y Brian de Palma habían hecho de su primera novela, Carrie, tres años antes. De modo que la Warner Bros compró los derechos de su segundo libro, titulado en España La Hora del Vampiro y Salem's Lot en su país de origen, editado el año 1975.
Soy un gran admirador de King como escritor y para mí El Misterio de Salem's Lot (retitulación que se dio al libro en España tras el éxito de la miniserie que voy a desgranar en esta entrada), es su mejor obra. Seguida muy de cerca de La Larga Marcha, relato distópico realizado por el de Maine con su pseudónimo Richard Bachman. En la segunda novela de King se aunan tradición vampírica y vanguardia narrativa. Su visión de los no muertos es acertada, rica en matices, su descripción del mal inherente es soberbia, su narración exquisita y muy sólida.
En un principio Salem's Lot iba a ser una obra cinematográfica, pero la Warner Bros desestimó esta idea si de verdad quería ser fiel a la extensión de la novela de King, eligiendo el por entonces pionero formato de la miniserie televisiva. El primer director barajado para dar firma al trabajo fue George A. Romero, creador de la seminal e inolvidable La Noche de los Muertos Vivientes, e ínitmo amigo de King. Pero por aquel entonces el realizador de Zombie o Atracción Diabólica, tenía fama de ser bastante explícito en el cine de terror, demasiado como para plasmar su visión en la pequeña pantalla. De modo que decidieron prescindir de sus servicios en favor de Tobe Hooper, muy célebre en los 70 por haber revolucionado el género con esa obra maestra titulada La Matanza de Texas.
Salem's Lot se estrenó el 17 de Noviembre de 1979 en Estados Unidos y se emitió en dos partes, ya que la miniserie consta de dos episodios de 90 minutos de duración cada uno de ellos. Su éxito fue tan notable que no tardó en llegar a España, pero claro, en versión cinematográfica y mutilada, con una hora menos de metraje y para colmo retitulada como Phantasma II. Burdo intento por parte de la productora de aprovechar el por aquel entonces reciente tirón de la cinta Phantasma, dirigida por Don Coscarelli. El espectador, al ver esta versión, se daba cuenta de que algo fallaba, que se perdía bastante información que no nos dejaba entender del todo la trama. La chapuza era un hecho, pero a pesar de todo la cinta tuvo una gran acogida y gustó a mucha gente. Aunque no es recomendable su visionado, ya que se muestra del todo incompleto y poco satisfactorio.
Mucha gente a día de hoy guarda cierto cariño por Salem's Lot porque fue uno de esos hitos de la televisión que marcó a muchos infantes por el impacto de algunas de sus imágenes. No es difícil encontrar a algún treintañero confesando que la escena que más miedo le ha dado en su vida es la del pequeño Ralphie Glick, vampirizado, arañando la ventana de su hermano Danny. Pero Salem's Lot es más que un ejercicio de nostalgia catódica, es una buena versión de la novela de King, un excelente trabajo en la realización de Tobe Hooper, inspirado y muy profesional a pesar de la escasez de medios, con un sólido reparto encabezado por David Soul y un inmenso James Mason.
Uno de los hallazgos y aciertos más grandes de esta minsierie es su visión del mal, que no es física, ni espiritual, sino arquitectónica. Hooper y el guionista Paul Monash supieron retratar con Salem's Lot una sombra amenazante y aterradora por medio de un edificio, la casa de los Marsten, situada en la entrada del pueblo y catalizadora de todas las desgracias en las que se ven involucrados los protagonistas. El escritor Ben Mears dice en un momento del metraje que "una casa maligna, atrae a personas malignas" y ahí está la esencia, no sólo de la miniserie de Hooper, sino también de la novela de King. La casa Marsten es la metáfora del génesis de un mal ancestral del que no se conoce su origen, pero sí los estragos que ha producido en la humanidad.
En Salem's Lot se dan la mano muchas de las constantes literarias de King. El escritor torturado por sus demonios interiores, la visión oscura de los pequeños pueblos de Nueva Inglaterra y sus gentes, el retrato de un mal puro e intangible y la presencia de un ser ultraterreno que escapa de lo cognoscible, el inolvidable vampiro Kurt Barlow. Todos estos ingredientes sirvieron para que un equipo de grandes profesionales gestaran un clásico de la televisión, que a día de hoy se ve con otros ojos, pero guardando mucha de la fuerza visual y narrativa que la hizo famosa en su día, Tras ella llegaron una infecta secuela cinematográfica dirigida por Larry Cohen, que a parte del título no compartía nada con la miniserie que nos ocupa, y un reciente remake tan entretenido como intrascendente, a pesar de su excelente casting.
Obra maestra a recuperar. Uno de los mejores trabajos de Tobe Hooper, de las más celebradas adaptaciones televisivas de una novela de Stephen King y todo un clásico del terror y el vampirismo. Un homenaje a la Hammer Films británica y culpable de las largas horas de insomnio de toda un generación de niños que se quedaron traumatizados por muchas de sus imágenes en aquellos años en los que toda la familia se reunía delante del televisor para vivir experiencias inolvidables.
Soy un gran admirador de King como escritor y para mí El Misterio de Salem's Lot (retitulación que se dio al libro en España tras el éxito de la miniserie que voy a desgranar en esta entrada), es su mejor obra. Seguida muy de cerca de La Larga Marcha, relato distópico realizado por el de Maine con su pseudónimo Richard Bachman. En la segunda novela de King se aunan tradición vampírica y vanguardia narrativa. Su visión de los no muertos es acertada, rica en matices, su descripción del mal inherente es soberbia, su narración exquisita y muy sólida.
En un principio Salem's Lot iba a ser una obra cinematográfica, pero la Warner Bros desestimó esta idea si de verdad quería ser fiel a la extensión de la novela de King, eligiendo el por entonces pionero formato de la miniserie televisiva. El primer director barajado para dar firma al trabajo fue George A. Romero, creador de la seminal e inolvidable La Noche de los Muertos Vivientes, e ínitmo amigo de King. Pero por aquel entonces el realizador de Zombie o Atracción Diabólica, tenía fama de ser bastante explícito en el cine de terror, demasiado como para plasmar su visión en la pequeña pantalla. De modo que decidieron prescindir de sus servicios en favor de Tobe Hooper, muy célebre en los 70 por haber revolucionado el género con esa obra maestra titulada La Matanza de Texas.
Salem's Lot se estrenó el 17 de Noviembre de 1979 en Estados Unidos y se emitió en dos partes, ya que la miniserie consta de dos episodios de 90 minutos de duración cada uno de ellos. Su éxito fue tan notable que no tardó en llegar a España, pero claro, en versión cinematográfica y mutilada, con una hora menos de metraje y para colmo retitulada como Phantasma II. Burdo intento por parte de la productora de aprovechar el por aquel entonces reciente tirón de la cinta Phantasma, dirigida por Don Coscarelli. El espectador, al ver esta versión, se daba cuenta de que algo fallaba, que se perdía bastante información que no nos dejaba entender del todo la trama. La chapuza era un hecho, pero a pesar de todo la cinta tuvo una gran acogida y gustó a mucha gente. Aunque no es recomendable su visionado, ya que se muestra del todo incompleto y poco satisfactorio.
Mucha gente a día de hoy guarda cierto cariño por Salem's Lot porque fue uno de esos hitos de la televisión que marcó a muchos infantes por el impacto de algunas de sus imágenes. No es difícil encontrar a algún treintañero confesando que la escena que más miedo le ha dado en su vida es la del pequeño Ralphie Glick, vampirizado, arañando la ventana de su hermano Danny. Pero Salem's Lot es más que un ejercicio de nostalgia catódica, es una buena versión de la novela de King, un excelente trabajo en la realización de Tobe Hooper, inspirado y muy profesional a pesar de la escasez de medios, con un sólido reparto encabezado por David Soul y un inmenso James Mason.
Uno de los hallazgos y aciertos más grandes de esta minsierie es su visión del mal, que no es física, ni espiritual, sino arquitectónica. Hooper y el guionista Paul Monash supieron retratar con Salem's Lot una sombra amenazante y aterradora por medio de un edificio, la casa de los Marsten, situada en la entrada del pueblo y catalizadora de todas las desgracias en las que se ven involucrados los protagonistas. El escritor Ben Mears dice en un momento del metraje que "una casa maligna, atrae a personas malignas" y ahí está la esencia, no sólo de la miniserie de Hooper, sino también de la novela de King. La casa Marsten es la metáfora del génesis de un mal ancestral del que no se conoce su origen, pero sí los estragos que ha producido en la humanidad.
En Salem's Lot se dan la mano muchas de las constantes literarias de King. El escritor torturado por sus demonios interiores, la visión oscura de los pequeños pueblos de Nueva Inglaterra y sus gentes, el retrato de un mal puro e intangible y la presencia de un ser ultraterreno que escapa de lo cognoscible, el inolvidable vampiro Kurt Barlow. Todos estos ingredientes sirvieron para que un equipo de grandes profesionales gestaran un clásico de la televisión, que a día de hoy se ve con otros ojos, pero guardando mucha de la fuerza visual y narrativa que la hizo famosa en su día, Tras ella llegaron una infecta secuela cinematográfica dirigida por Larry Cohen, que a parte del título no compartía nada con la miniserie que nos ocupa, y un reciente remake tan entretenido como intrascendente, a pesar de su excelente casting.
Obra maestra a recuperar. Uno de los mejores trabajos de Tobe Hooper, de las más celebradas adaptaciones televisivas de una novela de Stephen King y todo un clásico del terror y el vampirismo. Un homenaje a la Hammer Films británica y culpable de las largas horas de insomnio de toda un generación de niños que se quedaron traumatizados por muchas de sus imágenes en aquellos años en los que toda la familia se reunía delante del televisor para vivir experiencias inolvidables.
Tengo esta versión pendiente, pero a mi la miniserie protagonizada por Lowe no me disgustó. Probablemente sea el mejor trabajo de Mikael Solomon, lo cual es decir poco o nada, es entretenida y tiene una factura técnica impecable para ser un producto televisivo de estos días.
ResponderEliminarEl diseño de producción es bueno, pero hay un error de base cuando se muestra a la casa Marsten desde el exterior de manera digital, no como un edificio real, si lo más importante del film se muestra como algo artificisoso que no existe, al menos como decorado, apaga y vámonos.
ResponderEliminarY lo peor es que Donald Sutherland (Rob Lowe y Rutger Hauer no lo hacían mal) que es un enorme actor, está horrible e histriónico como Straiker, en contraposición del exquisito porte británico de James Mason en la versión de Hooper.
De Mikael Solomon, con esta y Maleficio ya tuve bastante.
Vea usted la versión íntegra de esta miniserie de 1979, no lo lamentará.
Liedo y convencido. En cuanto haga un poco de hueco en el disco duro me lanzo a por ella.
ResponderEliminarUn poco tarde pero te contesto. No creo que lo lamentes, para mí es un producto al que le tengo especial estima y me gusta revisonarlo con regularidad.
ResponderEliminarA mi me dio mucho miedo este vampiro que aparecía en la oscuridad y la escena del niño golpeando la ventana es espeluznante verlo convertido en vampiro despierta tus más profundos temores y pesadillas yo vi esta serie cuando era una niña quede por muchos años con la imagen grabada de este 🧛♂️ vampiro no cabe duda de la maestría y dominio de su técnica de este gran actor que lo personifica
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