Título Original Jaws (1975)
Director Steven Spielberg
Guión Carl Gottlieb y Peter Benchley, basado en la novela de este último
Actores Roy Scheider, Richard Dreyfuss, Robert Shaw
Tiburón supuso una de las primeras muestras del inmenso talento de Steven Spielberg como creador de cine de entretenimiento con verdadera calidad (años más tarde demostraría que era un sólido autor cinematográfico, pero de eso hablaremos en otro momento), corría el año 1975, el film fue un enorme boom, barrió en las taquillas, se llevó 3 Oscars, (montaje, sonido y banda sonora original) y acojonó a medio mundo dejando el verano de ese año vacías incontables playas alrededor de todo el globo.
Jaws triunfa ya desde sus primeros compases por el simple y certero hecho de estar rodada con nervio puramente hitcockchiano, la tercera película de Spielberg tiene una estructura argumental idéntica a la de Los Pájaros, la mítica cinta del director inglés. El suspense está presente desde el primer minuto, con un continuo in crescendo, pero siempre mostrando lo mínimo al escualo asesino (que sí da la cara al ir acercándose el desenlace del film), sugiriendo las escenas de los ataques del mismo y dando una importancia cromática al color rojo de la sangre.
La dirección de Spielberg dejaba ver con claridad que lo suyo no era normal. El judío es capaz de convertir una simple toma con travelling en un plano que muta en un mismo encuadre, muestra un oficio inusitado para la intriga siendo un realizador con solo dos cintas en su haber y se hace grande por medio de la imaginación ante el handicap de poseer un presupuesto más bien escueto. El reparto ajustado, pero llevado con acierto, un atlético Roy Scheider, un novato Richard Dreyfuss (que repetiría en varias ocasiones con el director) y un Robert Shaw cuyo personaje es una actualización del obsesivo capitán Ahab que protagonizaba la novela Moby Dick, escrita por el americano Herman Melville. El guión adaptado de la novela de Peter Benchley mantiene una excelente mezcla entre drama, suspense y humor, eso sí, mi única queja se la lleva la sobrevalorada partitura del gran John Wiliams, la parte dramática es colosal (que unas mínimas notas musicales produzcan terror es algo que no se ve hoy en día) pero cuando da al score un tono más aventurero yo creo que hace que la música desentone con las escenas a las que acompaña en el film.
Jaws (una de las pocas veces que el título puesto en España a un filme extranjero me parece más acertado que el original) supuso el nacimiento de los blockbusters y la primera muestra (al menos en cine, El Diablo Sobre Ruedas era una cinta para la tv) del desbordante talento de un director que a pesar de sus defectos siempre estará en la élite de los mejores autores que jamás haya dado el séptimo arte. Una película casi perfecta que desde la más humilde de las modestias cambió el lenguaje del cine comercial para siempre.
Cuestión de gustos es quedarse con la primera o la segunda etapa de la carrera de Spielberg. Y aunque últimamente esté en películas dramáticas y ambiciosas, su faceta aventurera es por la que, personalmente, siempre le recordaré.
ResponderEliminarTiburón muestra una dirección impresionante (los planos largos a los que es aficionado el judio son mucho más interesantes que los aburridos plano-contraplanos), y va muchísimo más allá de una película de terror. En última instancia, lo que salva la película no es sólo su tensión y su emoción, sino su parte dramática con estos tres magníficos personajes y sus relaciones y ese tono aventurero que cobra la película. Y en este sentido, la partitura de Williams no sólo me parece adecuada, sino que los temas musicales que suenan en las escenas en el barco me parece de lo mejor que ha compuesto jamás este genio de la música.
Despreciar Tiburón aduciendo que es una simple película de monstruos (lo cual se dice mucho) es errar como pocas veces se ha errado.