martes, 16 de junio de 2009
El Viaje de Chihiro, la niña que nunca olvidó su nombre
Título Original: Sen to Chihiro no Kamikakushi (2001)
Dirección: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Es de un merito abrumador ser el autor de cine animado japonés más prestigioso del mundo e ir a contracorriente de las modas que imperan en ese género, ultraviolencia, sexo explícito, pedofilia encubierta, personajes planos y poca profundidad. Ese señor responde al nombre de Hayao Miyazaki y es un maestro, yo nunca había visto una de sus obras hasta ayer.
El Viaje de Chihiro es una maravilla visual y narrativa, un delicioso trayecto vital dede el punto de vista de una niña por un mundo inolvidable, lleno de seres extraños que se mueven entre lo tierno y lo aterrador, un despliegue de imaginación interminable con una animación exquisita y de un detallismo impresionante.
Spirited Away es un tratado sobre la pureza, la experiencia del primer amor, el aprendizaje y transmite los mismos valores familiares que la Disney sin ser una cinta conservadora ni discursiva como sí lo son muchas de la productora americana. Chihiro es un personaje encantador, lleno de vida y la galería de secundarios es memorable, la horrible Yubaba, el genial Kamaji, las bolas de Suie que transportan el carbón (que tienen las escenas más cómicas), Bou el enorme bebé o el misterioso Sin Cara.
De Lewis Carrol a Terry Gilliam, de Michael Ende a Akira Kurosawa, Miyazaki moldea una obra maestra emocionante, inspirada, lúcida y didáctica con momentos de gran fuerza como la caída libre de Chihiro y Haku, una de las escenas más preciosas que he visto en una cinta de animación o ese final, inspirado en Yasujiro Ozu, tan sencillo como logrado.
No han pasado ni 8 años de su estreno y ya es una película que ha dejado estela (Sin Chihiro no hay El Laberinto del Fauno, eso está claro), esta obra de arte ganó el oso de oro en el festival de Berlín (ex aequo con la magnífica Bloody Sunday de Paul Greengrass) y el Oscar a la mejor película de animación en el año 2002, si todo el cine de Miyazaki es así me esperan muchas horas de puro cine clásico en pleno siglo XXI.
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Tampoco hable tan a la ligera de las modas del anime, hombre de Dios, que hay mucho más que violencia, sexo y personajes planos.
ResponderEliminarEn cuanto a Miyazaki, estoy completamente de acuerdo con su mención a El laberinto del fauno como referencia a su carrera (especialmente, la escena de la rana recuerda muy poderosamente a Chihiro) y le aseguro que, si bien esta película es su mejor obra, lo es por muy poco.
De las cintas anteriores, El castillo de Cagliostro, Porco Rosso y Laputa son enormemente divertidas, Totoro es verdaderamente emocionante y La princesa Mononoke es probablemente la película más dramática y compleja de su carrera.
Respecto a lo que hizo después, ya en Mononoke (que iba a ser su última película) Miyazaki comenzó a mostrar su vena más bizarra y recargada. Pero si bien en esta película y en Spirited Away es más controlada y adecuada, en El castillo ambulante termina siendo algo tediosa (aunque visualmente la película es una genialidad) y en Ponyo termina lastrando su última media hora (eso sí, la primera hora de ésta última está al nivel de Chihiro sin problemas).
Pongase a ver más de Miyazaki y, ya que estamos, vea algo más de anime. Le recomiendo algo de Satoshi Kon (las delirantes y fascinantes Paprika y Paranoia Agent), Shinichiro Watanabe (la magnifica Cowboy Bebop y la divertidisima Samurai Champloo) y Hideaki Anno (la legendaria Evangelion y la ida de olla que es FLCL -que si bien no es suya, si contó con su colaboración) y si vuelve a decir que el anime es ultraviolencia y sexo explicito después de verlas, le pego.
Cowboy Bebop es lo más grande, animación, personajes, historia, banda sonora, todo es excelente.
ResponderEliminarChihiro era para mí de lo mejor de miyazaki (junto con Conan) hasta que vi Ponyo, que me ha gustado más a pesar de ser mas floja.
Oh, cierto, Conan; reune todos los elementos de la vena épica de Miyazaki (Nausicaa, Mononoke, Laputa) con un tono a lo que posteriormente sería la obra de Otomo; y con un encanto increible. La mejor serie que he visto últimamente.
ResponderEliminarSe me ha ido un poco la mano hablando mal del anime, sí, pero era más autocrítica que otra cosa porque disfruto mucho con salvajadas como Berserk, cuando hay un mundo oriental lleno de magnificencia para todos los públicos que aún no he descubierto.
ResponderEliminarHay grandes animes, adoro la saga Ghost in the Sell (las películas y la serie) me gustan Hellsing, Cowboy Bebop, Paranoia Agent (aunque este no lo he visto completo),Neon Genesis Evangelion, el ya mencionado Berserk, pero Samurai Shamploo en cambio no me gustó, por la animación de los personajes y la inclusión innecesaria de hip hop en la banda sonora.
Cada vez me gusta más la animación japonesa (más allá de los básicos Dragon ball,Dragonquest o Campeones) pero lo del señor Miyazaki este me ha dejado sin palabras.
Je, je, je, Laputa, je, je, je
ResponderEliminarBueno, entiendo sus comentarios sobre el sexo en el anime en un articulo sobre el director de Laputa y Kiki... Este Miyazaki, mira que parecía inocente el cabrón.
ResponderEliminarJe, je, je Kiki, je, je, je
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