Título Original: Trick'r Treat (2008)
Director: Michael Dougherty
Guión: Michael Dougherty
Actores: Quinn Lord, Brian Cox, Dylan Baker, Leslie Bibb, Rochele Aytes, Anna Paquin, Moneca Delain, Tahmoh Penikett, Lauren Lee Smith
Trailer
Estrenada, de manera lamentable, directamente en formato doméstico en nuestro país, llega una de las más agradables, originales y e inesperadas películas de terror surgidas en mucho tiempo. Una producción independiente de origen canadiense con un reparto de actores semidesconocidos y alguna cara destacada (Anna Paquin, Brian Cox, Dylan Baker) que ofrece una visión distinta de la festividad de Halloween, pero bebiendo de todos los tópicos y ritos relacionados con dicha celebración de origen celta.
Trick'r Treat relata cuatro historias interconectadas entre sí sobre personas que viven de distinta manera la fiesta de Halloween. El film tiene una estrcutura que a primera vista recuerda a Pulp Fiction de Quentin Tarantino, pero su verdadera esencia viene de los cómics de la colección Creepy (recientemente reeditada en España por Planeta De Agostini) de la editorial EC que tan bien homenajearon George A. Romero y Stephen King en la entrañable Creepshow. Esas viñetas en los ya memorables títulos de crédito así lo afirman.
A pesar de que Michael Dougherty da un tono parecido a todas las historias, acomete las mismas con matices distintos a cada una de ellas. La de los críos tiene un aire de cuento para niños tipo Pesadillas de Robert L. Stine (con alguna referencia a la segunda entrega de la saga de Freddy Krueger), la otra, la de Anna Paquin, es un émulo de En Compañía de Lobos de Neil Jordan y su subtexto sobre la iniciación sexual, que aquí gracias al guión da un giro inesperado y enriquecedor.
La tercera, la del vecino asesino (grande Dylan Baker), hace un retrato ácido sobre el americano medio, contiene un humor muy negro con niños y lo del hijo vistiendo de la misma manera que Chucky, el protagonista de Muñeco Diábolico (Child's Play) es descojonante. La cuarta, la más clásica sirve como colofón y tiene un muy buen trabajo del irlandés Brian Cox. Aunque esta historia puede que sea la más lograda, la que dosifica más y mejor la tensión y la crueldad, también es la única que contiene un fallo destacable, pero no muy grave. El desenmascaramiento del niño, que le quita de una tacada a su presencia todo el tono metafórico y elegíaco sobre la festividad que representaba su omnipresente y abstracta imagen.
Sí, es una festividad que al llegar nuestros hogares, cruzando el charco, sirve como otra muestra fehaciente más de lo americanizados que estamos en Europa y de como la globalización una vez más nos coge fuerte de los huevos. Pero es comprensible que a un grupo de críos les guste más salir a al calle a buscar caramelos vestidos de zombies, superhéroes y fantasmas, que quedarse en casa comiendo nueces viendo el Don Juan Tenorio del mítico y memorable Estudio 1 en el ente público.
A mí esa noche me gusta ponerme cine de teror y como tradición revisiono obras como La Noche de Halloween (o su remake), Pesadilla Antes de Navidad o Sleepy Hollow. A estas últimas ya se puede sumar con todas las de la ley esta Truco o Trato que no tardará en ser recordada como una obra de culto, la cinta más puramente Halloween que se ha rodado nunca. A ver lo que tarda Hollywood en corromper a Michael Dougherty y convertirlo en uno más de sus engranajes sin personalidad alguna como autor.
Trick'r Treat relata cuatro historias interconectadas entre sí sobre personas que viven de distinta manera la fiesta de Halloween. El film tiene una estrcutura que a primera vista recuerda a Pulp Fiction de Quentin Tarantino, pero su verdadera esencia viene de los cómics de la colección Creepy (recientemente reeditada en España por Planeta De Agostini) de la editorial EC que tan bien homenajearon George A. Romero y Stephen King en la entrañable Creepshow. Esas viñetas en los ya memorables títulos de crédito así lo afirman.
A pesar de que Michael Dougherty da un tono parecido a todas las historias, acomete las mismas con matices distintos a cada una de ellas. La de los críos tiene un aire de cuento para niños tipo Pesadillas de Robert L. Stine (con alguna referencia a la segunda entrega de la saga de Freddy Krueger), la otra, la de Anna Paquin, es un émulo de En Compañía de Lobos de Neil Jordan y su subtexto sobre la iniciación sexual, que aquí gracias al guión da un giro inesperado y enriquecedor.
La tercera, la del vecino asesino (grande Dylan Baker), hace un retrato ácido sobre el americano medio, contiene un humor muy negro con niños y lo del hijo vistiendo de la misma manera que Chucky, el protagonista de Muñeco Diábolico (Child's Play) es descojonante. La cuarta, la más clásica sirve como colofón y tiene un muy buen trabajo del irlandés Brian Cox. Aunque esta historia puede que sea la más lograda, la que dosifica más y mejor la tensión y la crueldad, también es la única que contiene un fallo destacable, pero no muy grave. El desenmascaramiento del niño, que le quita de una tacada a su presencia todo el tono metafórico y elegíaco sobre la festividad que representaba su omnipresente y abstracta imagen.
Sí, es una festividad que al llegar nuestros hogares, cruzando el charco, sirve como otra muestra fehaciente más de lo americanizados que estamos en Europa y de como la globalización una vez más nos coge fuerte de los huevos. Pero es comprensible que a un grupo de críos les guste más salir a al calle a buscar caramelos vestidos de zombies, superhéroes y fantasmas, que quedarse en casa comiendo nueces viendo el Don Juan Tenorio del mítico y memorable Estudio 1 en el ente público.
A mí esa noche me gusta ponerme cine de teror y como tradición revisiono obras como La Noche de Halloween (o su remake), Pesadilla Antes de Navidad o Sleepy Hollow. A estas últimas ya se puede sumar con todas las de la ley esta Truco o Trato que no tardará en ser recordada como una obra de culto, la cinta más puramente Halloween que se ha rodado nunca. A ver lo que tarda Hollywood en corromper a Michael Dougherty y convertirlo en uno más de sus engranajes sin personalidad alguna como autor.
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