jueves, 5 de septiembre de 2013

Kick-Ass 2: Con Un Par



Título Original Kick-Ass 2 (2013)
Director Jeff Wadlow
Guión Jeff Wadlow basado en el cómic de Mark Millar y John Romita Jr
Actores Aaron Taylor-Johnson, Christopher Mintz-Plasse, Chloë Grace Moretz, Lyndsy Fonseca, Clark Duke, Evan Peters, Jim Carrey, Donald Faison, Robert Emms, Morris Chestnut, John Leguizamo, Lindy Booth





Posiblemente no haya en el mundo del cómic un autor que sepa venderse a sí mismo y a su obra como el escocés Mark Millar. Hace años que el autor de The Authority o Superman: Hijo Rojo no ofrece un trabajo de verdadera envergadura como aquellos que nos regaló al principio de su carrera, pero por muy pequeño que sea su nuevo proyecto dentro del mundo de las viñetas el tipo sabe qué decir en una entrevista o cualquier red social para llamar la atención de los lectores. El problema es que en su etapa más reciente sus trabajos (Nemesis, Supercrooks, Superior) dan la impresión de ser más los storyboards de futuros proyectos cinematográficos para Hollywood que verdaderos tebeos cuya única misión sea hacer disfrutar al fandom.




Pero es que la meca del cine ya ha demostrado más de una vez que pierde el culo por las gamberradas de Mark Millar como guionista, sobre todo cuando trabaja en proyectos propios. A los estrenos de la terrible Wanted (que tenía que ver con el cómic homónimo lo mismo que un Panzer con un bocadillo de jamón) las futuras adaptaciones de las ya mencionadas Supercrooks (a manos de nuestro Nacho Vigalondo, co argumentista de la colección y buen amigo del escocés) o Nemesis (por la que se interesó el hoy fallecido Tony Scott) se suma el estreno en 2009 de Kick-Ass, la traslación de la serie del mismo nombre que Millar a la escritura y John Romita Jr (Spiderman, Capitán América, Los Vengadores) a los dibujos editaron por primera vez en 2008.




Aquel film estaba dirigido por el británico Mathew Vaughn, experto en llevar cómics a la gran pantalla (Stardust, X-Men: Primera Generación) y era una simpática cafrada con ínfulas de película cool (algo que encanta al bueno de Millar, no lo neguemos) con buenos momentos y que era bastante fiel a la estructura y la estética del cómic, pero no a su mensaje, que realmente es lo más importante. Conceptos como la reafirmación de que los perdedores siempre lo serán por muchos trajes de mallas que se pongan encima y que muchos fans del mundo del cómic son personas inestables mentalmente fueron sustituidos por un protagonista que al final se quedaba con la chica (la mísma que en las viñetas le ponía finalmente una orden de alejamiento al personaje principal) y un padre (memorable Nicolas Cage como Big Daddy) que sí tenía una trágica historia de venganza detrás.




El cómic fue un éxito de ventas, la cinta no tanto, pero tuvo suficiente recaudación como para que la idea de la secuela no se descartara. De modo que la maquinaria se puso en funcionamiento y Mark Millar y John Romita Jr editaron en 2011 Kick-Ass 2: Balls to the Wall, la inevitable segunda parte de las correrías de Kick-Ass/Dave Lizewski. Esta nueva entrega volvió a ser un éxito de ventas, pero cierta parte del fandom no la recibió con demasiado entusiasmo, acusándola de excesiva y poseedora de una considerable violencia gratuita que superaba a la de la primera parte (y la de aquella no era poca). A un servidor le parece un trabajo muy entretenido, dando una visión mucho más oscura de los personajes e incidiendo con acierto en la psique perturbada de Hit-Girl/Mindy Macready, el mayor hallazgo narrativo de esta serie a modo de continuación. Temática en la que se reincidiría de nuevo en la destacable miniserie Hit-Girl editada después de Kick-Ass 2, que sirve como puente argumental de las dos entregas y de la que la cinta que nos ocupa también toma ciertos apuntes.




Si la secuela en cómic había llegado en 2011 ya su traslación a imágenes cinematográficas era del todo inevitable. En Agosto de este 2013 (Septiembre aquí en España) ha llegado esta Kick-Ass 2: Con Un Par (curiosamente en el título original han eliminado el simpático y metalero subtítulo "Balls to the Wall" que sí tiene el cómic) que desde el punto de vista del que suscribe supera a su predecesora, no sólo como traslación más fiel de la(s) historia(s) de Millar y Romita Jr, también como cinta de evasión burra, divertida, frenética y paródica, aunque al igual que la primera parte se toma sus licencias estilísticas y conceptuales que le restan algunos puntos, pero más bien pocos.




Después de hacer famosa su lucha contra el crimen con la identidad de Kick-Ass, Dave Lizewski ve como empiezan a surgir en New York todo tipo de individuos enmascarados que quieren ser superhéroes para ayudar a los débiles y desfavorecidos. El mismo Kick-Ass encuentra a un grupo de vigilantes llamado Justicia Par Siempre comandado por el coronel Barras y Estrellas y junto a ellos comienza a patrullar las calles. Pero el regreso de Chris D'Amico, antiguo Bruma Roja y rebautizado ahora como El Hijoputa pondrá en peligro todos los planes de Dave que se verá en la obligación de intentar que Mindy Macready vuelva a ponerse el traje de Hit-Girl y así ayudarle en la guerra que está por venir.




Kick-Ass 2: Con Un Par da al espectador lo que espera de ella, más de lo que nos ofreció la primera entrega ideada por Matthew Vaughn. Es decir, acción, humor negro, violencia explicita, actores de buen ver dándose de hostias y un ritmo trepidante para narrarlo todo sin dejar un sólo segunda para el aburrimiento. Esta vez se respeta la esencia del cómic adaptado (principalmente Kick-Ass 2: Balls to the Wall, pero también la ya mencionada miniserie de cinco números Hit-Girl), aunque como es lógico se atenúa la violencia de aquel que era considerablemente explícita y dificilmente trasladable a imágenes en pantalla grande, de modo que aquí no vamos a ver, por poner un ejemplo, a El Hijoputa volar los sesos de tres críos pequeños a punta de pistola.




Uno de los detalles que más me han gustado es el añadido de algunos apuntes que no estaban en los cómics, sobre todo en el humor. El coronel gritando "¡Testigos de Jehová!" cuando Justicia Para Siempre va a asaltar la timba de póker, la camiseta de Dave en la que se puede leer "I Hate Reboots", que los subtítulos de la traducción de lo que dicen los mafiosos chinos sean bocadillos de cómic, el homenaje a Watchmen con la foto en grupo, el momento de despertar sexual de Mindy con el grupo de pop Union J, lo de la "inyección" durante el enfrentamiento con la brutal Madre Rusia o hilando fino tras mencionar a esta los nombres racistas y desagradables (Peste Negra, Genghis Carnage, El Tumor) que El Hijoputa pone a sus secuaces. En cambio otras inclusiones como la del aturdidor son demasiado escatológicas, aunque arranquen alguna carcajada, porque desentonan un poco con la tónica de la película.




Una vez más los personajes son lo mejor de la velada. Aaron Taylor-Johnson es un muy buen Kick-Ass, pero su buen ver y cuerpo musculado (más aún que en la primera parte) está muy alejado del delgaducho nerd asocial que puebla las páginas de los cómics. El hecho de que Chloë Grace Moretz tenga más años que el personaje en el cómic le quita un poco de encanto (tiene más gracia ver a una niña de 12 años decapitar mafiosos que si lo hace una de 15) pero también tiene sus ventajas, como incluir momentos como el ya mencionado del despertar de su sexualidad o hacerla interactuar con actores adultos, esos estudiantes de instituto que le hacen la putada. ¿Preparándose ya para el remake de Carrie que está por llegar? Por otro lado Christopher Mintz-Plasse sigue estando divertidísimo como Chris D'Amico/Red Mist/The Motherfucker y él tiene algunos de los momentos cómicos más destacados del film.




Pero un servidor se ha enamorado del coronel Barras y Estrellas al que da vida un Jim Carrey enorme. Lo mejor del protagonista de El Show de Truman es que ha conseguido algo complicado, ser completamente fiel al personaje del cómic pero tomándoselo en todo momento a coña, eludiendo el tono serio que destiliaba en el tebeo. El canadiense no sobreactúa (como viene siendo habitual en él cuando el director de turno no lo ata en corto) en casi ningún momento, pero sabe meterse con acierto en la piel de este vigilante ex mafioso reconvertido en un cristiano de pro que odia que la gente sea malhablada. Su mejor momento, el del asalto de la timba de póker de los mafiosos chinos, pero a lo largo de todo el metraje en el que aparece tiene salidas sencillamente deliciosas. Además, aunque ahora reniegue un poco de la película se nota a kilómetros que se lo pasó genial rodándola.




Jeff Wadlow (del que sólo sé que es productor en la meritoria serie Motel Bates, precuela catódica de la mítica Psicosis, y director del no muy alabado slasher Cry Wolf) cumple como guionista, ya que la cinta no decae en ritmo en ningún momento, pero sobre todo como director. Evidentemente su labor carece de personalidad autoral y trata de mimetizarse (lógicamente) con el tono que el trabajo de Matthew Vaughn inyectó en la primera entrega, de modo que técnicamente la cinta tiene momentos muy buenos, las secuencias de acción son notables y los actores están llevados con acierto, pero una vez más la obra destila un tono épico que hace que heroicidad sea algo divertido y necesario, cuando el cómic transmite todo lo contrario, que ponerse un traje para defender el bien es un acto digno de pirados.




Kick-Ass 2: Con Un Par gustará tanto a los fans de los cómics de Mark Millar y Joh  Romita Jr como a los que disfrutaron con la primera parte. Es un producto que no aspira a otra cosa que no sea entretener por medio de violencia estilizada, adolescentes utilizando un vocabulario considerablemente malsonante, mala baba y ser un proyecto con aspiraciones de simpática modernez. Por el camino ofrece muchos aciertos como film y adaptación (cambiar el tono crudo de una escena tan espinosa como la de la violación para que se convierta en un gag humorístico, con personaje cambiado, por cierto) y mucha diversión para pasar un rato de autoparodia, hostias como panes, algo de sangre, humor y referencias al mundo del cómic. Como esa descarada autopublicidad que se hace Mark Millar con lo del póster de Superior. Ay, pelirrojo cabrón, cómo te molas a ti mismo.



2 comentarios:

  1. A mi me ha parecido un poco como Bluntman and Chronic: la película. Y no lo digo exactamente como un cumplido.

    Se deja ver y tal, pero todo sucede un poco de repente y porque sí y las secuencias de acción no son comparables en calidad y claridad a las de la primera entrega. Jim Carrey lo hace bien pero no me parece que el personaje tenga salidas tan memorables.

    Quizá no es tan mala como la han puesto en algunos sitios, cumple, pero para mi está claramente por debajo de la primera, por mucho final triunfalista que aquella tuviera.

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  2. A mí la verdad es que me ha gustado más que la de Vaughn (y aquella me agrada bastante) y me ha parecido muy divertida, vamos, si el espectador ha visto la original y sabe a lo que va dificilmente puede salir decepcionado con esta secuela, ahora, sobre si es mejor que la primera Kick-Ass ahí el debate está abierto, en mi caso me quedo con esta, más bruta, graciosa y fiel a los cómics.

    Y Carrey se sale, tenía que hacer más papeles de este estilo.

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