Director: John Hughes (1985)
Guión: John Hughes
Actores: Emilio Estévez, Judd Nelson, Ally Sheedy, Anthony Michael Hall, Molly Ringwald, Paul Gleason, John Kapelos
Ni de casualidad iba yo a a imaginar que me iba a gustar tanto esta supuestamente intrascendente comedia de culto dentro del cine americano de los años 80 salida de la mano del bueno de John Hughes, ese director que nos dejó el pasado 6 de Agosto sin que ni su puta madre se hiciera eco de ello.
El Club de los 5 (Breakfast Club) no sólo es una excelente cinta que va más allá del mero entretenimiento o del cine de corte estudiantil. Hughes a parte de entretener al respetable con diálogos ágiles, personajes estereotipados que más tarde se muestran más complejos de los que son y toques de humor excelentes, quiere de manera nada forzada dar un toque de atención sobre esa etapa una veces maravillosa y otras insoportable llamada adolescencia.
Es maravilloso cuando el espectador se da cuenta de que en los años 80, sin cromas, putos efectos digitales sobresaturados que convierten las películas en jodidos videojuegos y aparatosas escenas llenas de movimientos de cámara, sólo con 6 actores y dos decorados se podía crear una historia cojonudamenrte redonda. Dirigida con oficio, escrita con pericia e interpretada por un casting acertadísimo en estado de gracia.
Del reparto, la mayoría de ellos cayeron en el ostracismo pasados los 80, todos tienen algún momento grande en el metraje. Pero sobre todo se podría destacar a Ally Sheedy dando vida a Allison por lo bizarro de su personaje y un enorme Judd Nelson en el papel de su vida como Bender el malencarado tocacojones del grupo. El toque de veteranía lo ponía Paul Gleeson sublime también como el director Richard Vernon.
Gracias a las malas artes de cierta persona estoy descubriendo un cine que me repelía en cierta manera, el comercial de los 80 no adherido al terror y la fantasía. Para mí John Hughes era sinónimo de cursilería y baboseo almibarado (sí, no soporté 16 Velas y puede que hoy tampoco pudiera con ella) pero esta El Club de los 5 me ha sabido a gloria. The Breakfast Club huele a juego de mesa, a cinta de vídeo Beta, a pupitre, a infancia, a amistad, a nostalgia, a años 80 y sobre todo, a cuando el corazón aún no se había muerto porque todavía éramos adolescentes, para bien o para mal.
El Club de los 5 (Breakfast Club) no sólo es una excelente cinta que va más allá del mero entretenimiento o del cine de corte estudiantil. Hughes a parte de entretener al respetable con diálogos ágiles, personajes estereotipados que más tarde se muestran más complejos de los que son y toques de humor excelentes, quiere de manera nada forzada dar un toque de atención sobre esa etapa una veces maravillosa y otras insoportable llamada adolescencia.
Es maravilloso cuando el espectador se da cuenta de que en los años 80, sin cromas, putos efectos digitales sobresaturados que convierten las películas en jodidos videojuegos y aparatosas escenas llenas de movimientos de cámara, sólo con 6 actores y dos decorados se podía crear una historia cojonudamenrte redonda. Dirigida con oficio, escrita con pericia e interpretada por un casting acertadísimo en estado de gracia.
Del reparto, la mayoría de ellos cayeron en el ostracismo pasados los 80, todos tienen algún momento grande en el metraje. Pero sobre todo se podría destacar a Ally Sheedy dando vida a Allison por lo bizarro de su personaje y un enorme Judd Nelson en el papel de su vida como Bender el malencarado tocacojones del grupo. El toque de veteranía lo ponía Paul Gleeson sublime también como el director Richard Vernon.
Gracias a las malas artes de cierta persona estoy descubriendo un cine que me repelía en cierta manera, el comercial de los 80 no adherido al terror y la fantasía. Para mí John Hughes era sinónimo de cursilería y baboseo almibarado (sí, no soporté 16 Velas y puede que hoy tampoco pudiera con ella) pero esta El Club de los 5 me ha sabido a gloria. The Breakfast Club huele a juego de mesa, a cinta de vídeo Beta, a pupitre, a infancia, a amistad, a nostalgia, a años 80 y sobre todo, a cuando el corazón aún no se había muerto porque todavía éramos adolescentes, para bien o para mal.
¿Todavía no la había visto, cobarde pecador de la pradera? Pues todo lo que usted ha dicho y más. Me quise casar con Ally Sheedy después de ver la película, aunque para mi gusto el final (en lo referente a este personaje)es probablemente el único pequeño fallo de la cinta.
ResponderEliminarHe intentado ver más pelis de Hughes a ver si me decían lo mismo que esta pero la verdad es que no, me parecen muy normalitas en comparación, creo que es sin duda su mejor obra.
No la había visto porque ya le digo, hasta el título me repelía, el español y el original, pero ha sido una gratísima sorpresa y el plano final de Judd Nelson con la canción de Simple Minds a continuación me puso la carne de gallina y un nudo en la garganta.
ResponderEliminarUn señor peliculón.
He intentado ver más pelis de Hughes a ver si me decían lo mismo que esta pero la verdad es que no, me parecen muy normalitas en comparación, creo que es sin duda su mejor obra.
ResponderEliminarHola señor Cartún, soy Ferris Bueller, vengo a golpearle severamente en repetidas ocasiones. A Armin también, al menos hasta que la vea.
Pero sí, ésta también rockea lo suyo. No me queda más remedio que secundar al señor de los dibujicos en todo lo referente a Ally Sheedy.
Ains,ains,ves?ya te dije que te iba a gustar,yo solo te recomiendo cosas buenas,grrrrrrrr
ResponderEliminarSecundo al niño en lo de Ferris Bueller.
ResponderEliminarY Hughes es como Rob Reiner. Su filmografía se compone 50% de peliculones, 50% de bodriacos insoportables.
Rob Reiner sólo por This is Spinal Tap y Misery ya tiene el cielo ganado, apúrenme y les diré que sólo por la primera.
ResponderEliminarHola, señores Bob, Starky y Ferris Bueller, ya vi a este último recientemente y me pareció una película simpática, con escenas que he visto imitadas por otros cineastas como Kevin Smith, pero que no pasa de una comedia agradable y a ratos un poco demasiado ingenua, que me simpatiza pero que encuentro a años luz de El club de los cinco.
ResponderEliminarVenga ánimo, si superamos aquí el número de comentarios de la entrada de Crepúsculo volveré a creer en el Niño Jesús.
ResponderEliminarno la he visto, pero todo sea porque armin recupere su fé
ResponderEliminarYo adoro esta peli,me marco mucho,me ponia el personaje de Bender,que le vamos a hacer me ponen los tios malotes,y me sentia identificada con el personaje de Allison,siempre he sentido ser el bicho raro,el mejor momento de la peli es cuando estan en circulo contando porque han sido castigados
ResponderEliminar"Cuando crecemos se nos muere el alma"
Y el baile? está totalmente fuera de lugar pero queda de puta madre, a mí me encanta.
ResponderEliminarIgual meto la pata hasta el fondo, pero todo sea por llenar comentarios. Creo que Nat tiene alguna relación con el autor del blog, a menos que no sepa interpretar alguna broma privada. Si realmente se parece al personaje de Allison quiero pedirle que si algún día se aburre de él se case conmigo. Yo me parezco más al Bender de Futurama que al de esta película, pero bueno...
ResponderEliminarY a los demás en general, ya saben, si conocen a alguna "Ally Sheedy" no duden en presentármela. AHORA.
En cambio, si conocen a alguna "Molly Ringwald" pueden invitarla a despeñarse por un barranco. En el sentido figurado de su personaje en la peli, tengo entendido que la actriz es una chica maja y buena persona, no una pija repelente.
Después de esta tontería afirmo que estoy de acuerdo en que la escena del baile es maravillosa.
Nat y yo somos amigos, de modo que usted le pued pedir matrimonio sin miedo alguno, pero lo de que es tan rara como Allison es exagerado, ella es friki pero no tanto y está buena que siempre es un plus.
ResponderEliminarY a Molly Ringwald no le perdonaré nunca que saliera en Cut la cosa aquella australiana que creo que es la peor película que he visto en pantalla grande en mi vida, cuando le atraviesan el pescuezo, no sé si a ella o a otro personaje, con una especie de lanza y luego está viva al final lloré por la vergüenza ajena.
Hombre, la faceta cuasi psicópata de la Sheedy en algunos momentos no es lo que más me seduce de ella, así que el que sea menos rara que ella, supongo que es positivo, pero en otros aspectos el personaje no es raro, sino adorable.
ResponderEliminarSPOILER
ResponderEliminar¿Alguien más opina como yo, no sólo que su cambio estético hacia el final es un fallo para con el personaje, sino que también está más fea que de la otra manera?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy considerablemente seguro de que el comentario de Cartún que he secundado al principio de esta entrañable charla se refería precisamente a eso. De lo contrario, sí, opino como usted.
ResponderEliminarJajaja quien quiere casarse conmigo? yo me siento identificada con Allison porque he sido siempre el bicho raro en el colegio e instituto,por ser friki,vestir como me sale del potorro,sin llegar a ser hortera,callada y observadora y hablar sin tapujos de sexo, y que se me va la pinza muy de vez en cuando,no tanto como el personaje de la peli pero si,y eso Armin no me lo puedes negar
ResponderEliminarJe, je, je... ha dicho potorro.
ResponderEliminarSPOILER
ResponderEliminarExactamente a eso me refería señores Starsky y Armin. Además, ya sé que se trata de jugar a los contrarios, pero creo que se lía con el chico que menos le pega de los tres. Pero lo peor es que renuncie a su estética y personalidad (bueno, supongo que no del todo, pero vaya).
Y hum, la descripción de Nat suena lo bastante parecida al personaje. Y además dice potorro. Habrá que pensárselo.
La verificación de palabras del blog me dice algo así como "exterstu". Debe haber adivinado que soy vasco.
21 comentarios, record en el blog, el cadáver en descomposición de John Hughes lo merecía.
ResponderEliminarYo creo que pretendian hacernos ver que el atuendo de una persona no importa y en el fondo puede haber una chica guapa,pero vamos su estilo de chica rara me gustaba mucho mas,la hacia adorable y ademas tanto maquillaje nunca ha sido de mi agrado
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