martes, 23 de noviembre de 2010

Gomorra, ¡Maladetti bastardi, sono ancora vivo!



Título Original: Gomorra (2008)
Director: Matteo Garrone
Guión: Massimo Gaudioso, Gianni Di Gregorio, Ugo Chiti, Maurizzio Brauchi, Natteo Garronne y Roberto Saviano basado en el libro de este ultimo.
Actores: Salvatore Cantalupo, Gianfelice Imparato, Maria Nazionale, Toni Servillo, Gigio Morra, Salvatore Abruzzese, Marco Macor, Ciro Petrone, Carmine Paternoster





En 2006 el escritor italiano Roberto Saviano editó una multipremiada y muy alabada novela que respondía al nombre de Gomorra. En ella el napolitano hablaba de la mafia de su país, la Camorra, desde sus mismas entrañas, desgranando todos los negocios turbios llevados a cabo en los bajos fondos de la zona por todo tipo de delincuentes. El libro fue un éxito, Saviano pasó a ser objetivo de los gangsters y dos años después de su edición el director de cine Matteo Garrone adaptó el escrito a imágenes con la ayuda del mismo autor del texto.




En proyecto tan complicado como Gomorra se le agradece enormemente al realizador Matteo Garrone su sinceridad, su buen hacer en la dirección, la austeridad con la que cuenta toda la obra y la total ausencia de oropeles y carisma de artificio que Hollywood siempre ha querido darle al submundo del hampa, que en realidad es sucio, descarnado y no tiene música de los británicos The Animals de fondo, por muy bien que le quede esto al gran Martin Scorsese en la magistral Casino, por poner un ejemplo.




No es un fallo de la cinta que nos ocupa su distante mirada analítica, ni la gelidez de la mirada de su propuesta (límites marcados, necesarios para ser equidistante y no caer por parte del director y los guionistas en el resbaladizo terreno de la moralina) pero bien es cierto que dichos aspectos restan alma y hondura al acabado film. En cambio si es un error bastante criticable lo desestructurada que está la construcción del guión y lo endeble que es su estructura narrativa para ser comprensible.




Garrone quiere abarcar todos los episodios posibles de un libro muy complicado de adaptar al celuloide. Pero por desgracia, al final pasa de puntillas por todos ellos sin profundizar en los mismos. Sirva como muestra de tal cosa el hecho de que el propio Roberto Saviano no es el narrador de la historia (al contrario que en el escrito) sino tan sólo un personaje testimonial sin apenas peso en la trama que aporta poco de poso al desarrollo argumental del largometraje.




Gomorra, como aparato audiovisual para desenmascarar a la Camorra italiana es útil y hasta un servicio público, si me apura, con respecto al tema que retrata. Pero como producto cinematográfico flaquea sobre todo en su base argumental (mal adaptada del escrito original). Acierta en acercarse más al neorrealismo italiano que a Tarantino, De Palma o Coppola, pero en conjunto es una obra tan considerablemente sobrevalorada como, de manera bastante paradójica, necesaria en los tiempos que corren.


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