Título Original: Friday the 13th Part 2 (1981)
Director: Steve Miner
Guión: Ron Kurz
Actores: Amy Steel, John Furey, Adrienne King, Kirsten Baker, Betsy Palmer
Viernes 13, la cinta de culto dirigida por el normalmente productor Sean S. Cunningam supuso un considerable éxito de taquilla en 1980. Por lo tanto era lógico que poco tardara una sorprendida Paramount Pictures en retomar la historia de Jason Voorhees con una secuela que nos hiciera volver al campamento de Crystal Lake para seguir las andanzas del que en un futuro sería un incuestionable icono dentro de los slashers en particular y el cine de terror en general. Sin más demora, en 1981 se estrenó Viernes 13 II (Friday the 13th, Part 2) contando en su reparto con Amy Steel, John Furey, Adrienne King, Kirsten Baker, Warrington Gillette o la indispensable Betsy Palmer
Esta más que correcta secuela está dirigida por el productor de la primera entrega Steve Miner. Algo que llama poderosamente la atención en un producto como este, a parte de sus notables similitudes con la primera entrega, es el oficio y la profesionalidad de su responsable en la dirección, que rara vez a pasado de artesano mediocre en trabajos posteriores detrás de las cámaras. Sorprende gratamente ver algunos planos realmente elaborados, y no hablamos sólo de las excelentes escenas de asesinatos, sino de esas secuencias destinadas a inquietar al respetable por medio de la atmósfera, la música y la planificación de tomas.
La película arranca por medio de una muy eficiente introducción centrada en el personaje de Alice, interpretado por Adrienne King, la única superviviente de la Viernes 13 original. Este prólogo sería homenajeado de manera directa por Wes Craven y Kevin Williamson en el de Scream ya que ambos están construidos de la misma manera y con parecida intencionalidad narrativa. Después todo se desarrolla nuevamente en un campamento, muy cercano a Crystal Lake, en el que un Jason Voorhees aún sin su celebérrima máscara de hockey irá matando uno a uno a los imberbes jovenzuelos que osen invadir sus tierras.
En esta segunda entrega es en la que comienza a forjarse la leyenda de Jason Voorhees como uno de los iconos más reconocibles de la cultura pop. Aunque ya hemos mencionado que todavía no portaba aquí su célebre máscara de hockey el saco utilizado para tapar su rostro resulta incluso más intimidante. Lo que sí se afianza en esta Viernes 13: Parte II es la brutalidad física y el ingenio del hijo de Mrs. Voorhees a la hora de eliminar a los jovénes campistas a los que da caza y masacra con todo tipo de armas blancas. Es de recibo mencionar que esta primera encarnación adulta de Jason fue interpretada por el actor Warrington Gillette, que no volvió a interpretarlo en entregas posteriores, pero hizo un magnífico trabajo en la que nos ocupa.
Viernes 13: Parte II es una cinta muy disfrutable cuyo mayor acierto es reincidir en los hallazgos formales de la primera parte manteniendo su espíritu y acentuando la brutalidad de aquella, no precismante poca. Tanto la correctísima y profesional dirección de Steve Miner como la explotación, sin llegar a ser abusiva, de las virtudes que destilaba la primera cinta realizada por Sean S Cunningam y escrita por Victor Miller dan cierta entereza a esta muy apetecible secuela, formalmente bien acabada y con momentos para el recuerdo dentro de la saga. Como todos sabemos esta segunda parte sólo era el inicio de una franquicia interminable perdiendo fuelle en cada nueva entrega, pero que todavía nos depararía alguna sorpresa agradable.
Esta más que correcta secuela está dirigida por el productor de la primera entrega Steve Miner. Algo que llama poderosamente la atención en un producto como este, a parte de sus notables similitudes con la primera entrega, es el oficio y la profesionalidad de su responsable en la dirección, que rara vez a pasado de artesano mediocre en trabajos posteriores detrás de las cámaras. Sorprende gratamente ver algunos planos realmente elaborados, y no hablamos sólo de las excelentes escenas de asesinatos, sino de esas secuencias destinadas a inquietar al respetable por medio de la atmósfera, la música y la planificación de tomas.
La película arranca por medio de una muy eficiente introducción centrada en el personaje de Alice, interpretado por Adrienne King, la única superviviente de la Viernes 13 original. Este prólogo sería homenajeado de manera directa por Wes Craven y Kevin Williamson en el de Scream ya que ambos están construidos de la misma manera y con parecida intencionalidad narrativa. Después todo se desarrolla nuevamente en un campamento, muy cercano a Crystal Lake, en el que un Jason Voorhees aún sin su celebérrima máscara de hockey irá matando uno a uno a los imberbes jovenzuelos que osen invadir sus tierras.
En esta segunda entrega es en la que comienza a forjarse la leyenda de Jason Voorhees como uno de los iconos más reconocibles de la cultura pop. Aunque ya hemos mencionado que todavía no portaba aquí su célebre máscara de hockey el saco utilizado para tapar su rostro resulta incluso más intimidante. Lo que sí se afianza en esta Viernes 13: Parte II es la brutalidad física y el ingenio del hijo de Mrs. Voorhees a la hora de eliminar a los jovénes campistas a los que da caza y masacra con todo tipo de armas blancas. Es de recibo mencionar que esta primera encarnación adulta de Jason fue interpretada por el actor Warrington Gillette, que no volvió a interpretarlo en entregas posteriores, pero hizo un magnífico trabajo en la que nos ocupa.
Viernes 13: Parte II es una cinta muy disfrutable cuyo mayor acierto es reincidir en los hallazgos formales de la primera parte manteniendo su espíritu y acentuando la brutalidad de aquella, no precismante poca. Tanto la correctísima y profesional dirección de Steve Miner como la explotación, sin llegar a ser abusiva, de las virtudes que destilaba la primera cinta realizada por Sean S Cunningam y escrita por Victor Miller dan cierta entereza a esta muy apetecible secuela, formalmente bien acabada y con momentos para el recuerdo dentro de la saga. Como todos sabemos esta segunda parte sólo era el inicio de una franquicia interminable perdiendo fuelle en cada nueva entrega, pero que todavía nos depararía alguna sorpresa agradable.
sin duda esta cinta fue que dio comienzo la era de jason voorhees
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