miércoles, 29 de septiembre de 2010

Asalto a la Comisaría del Distrito 13, solos ante el peligro



Título Original: Assault on Precint 13 (1976)
Director: John Carpenter
Guión: John Carpenter
Actores: Austin Stoker, Darwin Joston, Laurie Zimmer, Martin West, Nancy Loomis, Tony Burton, Charles Cyphers





En 1976, tras unos cuantos cortometrajes y una ópera prima titulada Dark Star, producto sci-fi de serie B que pasó sin pena ni gloria por las carteleras, un todavía desconocido director norteamericano llamado John Carpenter dio su primer puñetazo en la mesa del cine 3estadounidense de género de los 70 con su segundo largometraje Asalto a la Comisaria del Distrito 13 (Assault on Precint 13),. Primer éxito del realizador y pieza de culto dentro de una atípica estirpe de celuloide policíaco poco común para la época con el que se daría a conocer a nivel internacional como cineasta.




John Carpenter es un rendido fan del western, sobre todo de los que dirigió su idolatrado Howard Hawks. De alguna manera todas sus obras tienen algún toque, algún personaje o situación que recuerdan a dicho género. Antihéroes viriles e impertérritos, mujeres de fuerte carácter, (paradójicamente también algo de machismo) tiroteos, extranjeros que llegan a pueblos donde no son bien recibidos e incluso zonas glaciales o desérticas inhabitables por el ser humano utilizadas como contexto espacial. Posiblemente de todas sus películas las que más se acerquen al cine del oeste sean la que nos ocupa y esa maravillosa oda al celuloide maldito, bastardo, sucio y polvoriento llamada Vampiros de la que hablaré en otro momento.




Asalto a la Comisaria del Distrito 13 es a primera vista un mix. Una mezcla nada velada de dos films clave en dos géneros completamente distintos como son el western y el cine de terror. Por un lado tenemos el referente más claro y lógico, Rió Bravo, el clásico de Howard Hawks, del que toma la estructura, el carácter de algunos personajes y gran parte de la trama central. El otro es la inmensa La Noche de los Muertos Vivientes (Night of the Living Dead) de George A. Romero, de la que se apropia detalles como la raza del protagonista o el asedio por parte de individuos casi sin rostro totalmente despersonalizados, parecidos a zombies, al grupo de protagonistas sobre el que recae el peso de la trama.




Asalto a la Comisaria del Distrito 13 es lo más parecido a tomar muestras genéricas de la época como los policíacos de Sidney Lumet o cintas crepusculares como Los Nuevos Centuriones (The New Centurions) de Richard Fleischer e introducirlas en un mundo donde se rigen leyes como las del cine de terror y suspense. Géneros al que el mismo John Carpenter terminaría rindiéndose, regalándoles poco después una buena manita de obras maestras, algunos largometrajes del todo memorables y, haciendo honor a la verdad, también algún producto fallido.




Por eso Assault on Precinct 13 es algo más que un policíaco, un western o una cinta de terror. Es un compendio, una perfecta unión de géneros, la muestra de que detrás de la cámara se encontraba un excelente director sabiendo medir los tiempos para crear intriga (toda la secuencia de la furgoneta de helados, con bestial resolución final, a día de hoy impensable en el cine actual) capaz de desdibujar la línea entre héroes y villanos (esos policías expeditivos, presos con un estricto sentido del honor) y pudiendo sacar provecho con pocos medios y mucha imaginación de una localización tan encorsetada para desplegar un equipo re rodaje como una comisaría de policñia.




John Carpenter se sirve del asedio al edificio para poner a sus personajes en situaciones de supervivencia extremas, en una zona de guerra dónde ya no existen buenos o malos, policías o presos, o jerarquías de ningún tipo y con ello consigue que el espectador eluda realizar juicio moralista alguno sobre los personajes, que de una manera u otra son los clásicos estereotipos, y se centre sólo en si conseguirán sobrevivir a esa noche desquiciada en la que se ven implicados en un ataque por una horda de pandilleros ávidos de sangre y venganza ciega.




Un inolvidable producto pulp de la mejor y más genuina serie B. La primera muestra de que John Carpenter era un director tan portentoso que a veces el mismo género de ciencia ficción y terror le quedaba pequeño a la hora de mostrar sus dotes como narrador cinematográfico y autor con marcada personalidad. Por último decir que tengo en mi poder el remake de esta Asalto a la Comisaría del Distrito 13, que data del 2005, pero este ya con reparto estelar y el francés Jean François Richet como director. Realizador muy de moda desde que hace dos años realizara un díptico sobre su compatriota el gangster Jacques Mesrine con Vincent Cassel como protagonista. Tanto del remake de la de Carpenter como de las dos partes del biopic de Mesrine hablaré dentro de poco por estos lares.


No hay comentarios:

Publicar un comentario