Título Original: Femme Fatale (2002)
Director: Brian De Palma
Guión: Brian De Palma
Actores: Rebecca Romijn-Stamos, Antonio Banderas, Peter Coyote, Gregg Henry, Rie Rasmussen, Edouard Montoute, Eriq Ebouaney, Regis Wargnier
Trailer
Femme Fatale, estrenada en el año 2002 es un disparate de principio a fin, un sinsentido carente de toda veracidad, una historia tramposa, pretenciosa, inviable, en ocasiones hasta ridícula. Pero detrás de este batiburrillo está un genio como el italoamericano Brian De Palma, un señor que puede pasar, por medio uno de sus famosos movimientos de cámara, de la vergüenza ajena a lo sublime. Un autor cinematográfico que puede rodar con brío y pulso una chorrada tan grande como la que nos ocupa.
En Femme Fatale parece ser como si De Palma quisiera hacer un grandes éxitos de toda su obra cogiendo varios detalles de cada una de las obras que forman su filmografía y mezclándolas sin coherencia o pudor alguno en 112 minutos. El peligroso vouyerismo de Impacto (Blow Out), el protagonista disfrazado de Vestida Para Matar (Dressed to Kill), la stripper seductora de Doble Cuerpo (Body Double), el tono noir de Atrapado Por Su Pasado (Carlito's Way) el personaje desdoblado de En Nombre de Caín (Raising Cain) y la trama de espionaje de Misión Imposible que se deja notar en la primera media hora, en la que ya podemos ver detrás de un prodigio de la técnica por parte de De Palma las primeras escenas que nos hacen pasar cierta vergüenza ajena.
La puesta en escena del director de Carrie es, como siempre, sencillamente brillante y la misma se come por los pies al endeble guión que la sustenta, que como suele ocurrir con bastante regularidad, cuando está firmado por el mismo de Palma carece de la solidez que le suelen dar otros escritores (David Mamet, David Koepp, Oliver Stone) que realizan los libretos de sus películas y que aquí no tiene pies ni cabeza. Su poderío visual, la fuerza de su mirada, esos travellings, que incluso se podría decir que aquí no están al 100% de su efectividad, suplen todas las múltiples carencias del guión, aumentan gradualmente la tensión dramática y llegan desde mi punto de vista a su cénit (técnicamente hablando) con el plano secuencia que empieza siendo una toma cenital y acaba como un plano general corto durante el interrogatorio a Antonio Banderas.
Los actores con De Palma saben a lo que se atienen, o a lucirse como nunca (Al Pacino, Robert De Niro, John Travolta) o hacer el ridículo más espantoso (que se lo pregunten a John Lithgow), Rebecca Romjin apesar de haber estado mejor en otros papeles, no es una buena actriz, pero aquí ejerce un papel que sabe interpretar bien, el de mujer manipuladora y sexy, no llegando a los extremos de, por poner un ejemplo, Linda Fiorentino en manos del John Dahl de La Última Seducción, pero tiene la suficiente presencia física como para no dar al traste con su trabajo. Banderas está convincente y lleva bien la personalidad de su rol, pero entra en el club de actores a los que De Palma hace perder la dignidad en la secuencia del amaneramiento, que el malagueño sabe llevar bien, es lo que tiene haber trabajado con Almodóvar, pero de todas formas se muestra harto sonrojante.
Desde el primer plano De Palma es él mismo, no hay duda, metiéndonos con toda la cara del mundo esas imágenes de Perdición de Billy Wilder, probablemente la película con mujer fatal por antonomasia, el tipo no es corto de miras y apunta alto pero aquí no llega a mucho. Femme Fatale es un divertimento, una obra que de alguna manera recupera al De Palma de la segunda mitad de los 70 y la primera de los 80, pero con un caos de construcción narrativa, una total carencia de coherencia estructural en la escritura y una impresionante ausencia de prejuicios a la hora de poner en pantalla escenas de subyugante e hipnótica belleza visual que contienen la más absoluta nada en su interior y eso es tan reprobable como meritorio.
En Femme Fatale parece ser como si De Palma quisiera hacer un grandes éxitos de toda su obra cogiendo varios detalles de cada una de las obras que forman su filmografía y mezclándolas sin coherencia o pudor alguno en 112 minutos. El peligroso vouyerismo de Impacto (Blow Out), el protagonista disfrazado de Vestida Para Matar (Dressed to Kill), la stripper seductora de Doble Cuerpo (Body Double), el tono noir de Atrapado Por Su Pasado (Carlito's Way) el personaje desdoblado de En Nombre de Caín (Raising Cain) y la trama de espionaje de Misión Imposible que se deja notar en la primera media hora, en la que ya podemos ver detrás de un prodigio de la técnica por parte de De Palma las primeras escenas que nos hacen pasar cierta vergüenza ajena.
La puesta en escena del director de Carrie es, como siempre, sencillamente brillante y la misma se come por los pies al endeble guión que la sustenta, que como suele ocurrir con bastante regularidad, cuando está firmado por el mismo de Palma carece de la solidez que le suelen dar otros escritores (David Mamet, David Koepp, Oliver Stone) que realizan los libretos de sus películas y que aquí no tiene pies ni cabeza. Su poderío visual, la fuerza de su mirada, esos travellings, que incluso se podría decir que aquí no están al 100% de su efectividad, suplen todas las múltiples carencias del guión, aumentan gradualmente la tensión dramática y llegan desde mi punto de vista a su cénit (técnicamente hablando) con el plano secuencia que empieza siendo una toma cenital y acaba como un plano general corto durante el interrogatorio a Antonio Banderas.
Los actores con De Palma saben a lo que se atienen, o a lucirse como nunca (Al Pacino, Robert De Niro, John Travolta) o hacer el ridículo más espantoso (que se lo pregunten a John Lithgow), Rebecca Romjin apesar de haber estado mejor en otros papeles, no es una buena actriz, pero aquí ejerce un papel que sabe interpretar bien, el de mujer manipuladora y sexy, no llegando a los extremos de, por poner un ejemplo, Linda Fiorentino en manos del John Dahl de La Última Seducción, pero tiene la suficiente presencia física como para no dar al traste con su trabajo. Banderas está convincente y lleva bien la personalidad de su rol, pero entra en el club de actores a los que De Palma hace perder la dignidad en la secuencia del amaneramiento, que el malagueño sabe llevar bien, es lo que tiene haber trabajado con Almodóvar, pero de todas formas se muestra harto sonrojante.
Desde el primer plano De Palma es él mismo, no hay duda, metiéndonos con toda la cara del mundo esas imágenes de Perdición de Billy Wilder, probablemente la película con mujer fatal por antonomasia, el tipo no es corto de miras y apunta alto pero aquí no llega a mucho. Femme Fatale es un divertimento, una obra que de alguna manera recupera al De Palma de la segunda mitad de los 70 y la primera de los 80, pero con un caos de construcción narrativa, una total carencia de coherencia estructural en la escritura y una impresionante ausencia de prejuicios a la hora de poner en pantalla escenas de subyugante e hipnótica belleza visual que contienen la más absoluta nada en su interior y eso es tan reprobable como meritorio.
Las películas de De Palma, las auténticas (y no se me ocurre ninguna que lo sea más que Femme Fatale y Vestida para matar), funden guión-dirección, de forma que uno compensa al otro.
ResponderEliminarEs la mayor virtud de De Palma, por eso es un autor, esto lo dirige otro director con menos personalidad y acabo llorando como un crío. Porque desde mi punto de vista Femme Fatale sólo vende humo, que yo lo compre con gusto ya es otra cosa.
ResponderEliminarUna delicia absoluta y un suicidio artístico de primer orden. De Palma consigo mismo hasta el final. Películas como esta son sus obras genuinas (y maestras).
ResponderEliminarPor cierto, que sepas que John Space te sigue en la sobra y res alimento para sus feeds. Ël mismo me lo ha dicho.
Pocos autores con la veteranía de De Palma son capaces de hacer el cine que les da realmente la gana aún a riesgo de rodar cosas disparatadas, pasando de prejuicios, críticas o abucheos. Si para ello tiene que hacer una obra que no le guste a nadie pero que sea fiel a su propio estilo no dudará en transitar por el camino más torutoso e inesperado del mundo.
ResponderEliminarJohn es un grande, se agradece que me lea aunque sea en silencio.