Director: Werner Herzog (2009)
Guión: William M. Finkelstein basado en el guión de Zoe Lund y Abel Ferrara
Actores: Nicolas Cage, Eva Mendes, Val Kilmer, Xzibit, Shea Wigham, Fairuza Balk, Katie Chonacas, Brad Dourif, Jennifer Coolidge, Michael Shannon
Teniente Corrupto del italoamericano Abel Ferrara supuso un film extremo sobre un agente de la ley de métodos deplorables que se enfrentaba a una autodestrucción física y moral debido a sus adicciones y a una enfermiza crisis de fe como cristiano radicalizado. Si al conjunto se le sumaba un excelente guión de el director y la actriz Zoe Lund y la interpretación inmensa de un Harvey Keitel insuperable, el resultado era una de las mejores películas de la década de los 90.
Por suerte para los que somos fans de la película de Ferrara esta nueva Teniente Corrupto dirigida por el alemán Werner Herzog no tiene absolutamente nada, pero nada, que ver con ella exceptuando que ambas están protagonizadas por policías que viven al otro lado de la legalidad. Ambas cintas son dos mundos completamente diferentes, en fondo y forma y una supera a la otra con aplastante claridad.
Teniente Corrupto de Werner Herzog es un retrato ácido y descreído de la ciudad de New Orleans y sus gentes, camellos, prostitutas, inmigrantes, centrándose la historia en las correrías del teniente Terence McDonagh, un Nicolas Cage que empieza bien y acaba como siempre, pasadísimo de rosca, un agente de la ley que tiene una manera muy peculiar de aplicar la misma. Drogadicto, putero, camello, un tipo que aprovecha su placa para llenarse el bolsillo de dinero o estupefacientes y que se pasa por el forro el manual del buen policía.
Lo que en la versión de Ferrara era profundidad, existencialismo vital y teológico, nihilismo y redención, en la versión de Herzog es una liviana mirada entre ácida y cómica, bebiendo más de gente como Todd Solondz u Oliver Stone que del director de El Rey de New York o Ángel de Venganza. El creador de Nosferatu, Vampiro de la Noche o Fritzcarraldo jura que nunca ha visto ni la Teniente Corrupto original, ni ninguna cinta realizada por Ferrara y yo le creo vistos los resultados.
La película se deja ver, pero aporta poco. No profundiza en ninguno de sus personajes, nos regala alguno del todo prescindible que no aportan nada a la trama (el de Eva Mendes) y no es tan transgresora como quieren venderla. Pero la dirección de Herzog tiene un pulso envidiable y la cinta tiene alguna escena memorable, como la del cacheo a la primera pareja (sin nada que ver con le arriesgadísima de las dos chicas del coche de la versión de Ferrara) la de las iguanas y sobre todo la de el Alma Bailarina que es descojonante por su naturaleza estúpida y lisérgica.
No le llega ni a la suela de los zapatos a la cinta en la que se basa, pero es tan radicalmente diferente a ella que ni se las puede comparar. Herzog abandona momentaneamente su genial perfil de documentalista que nos ha ofrecido maravillas como Grizzly Man o Encuentros en el Fin del Mundo, inudablemente obras que tienen más su sello que esta impersonal película tan intrasncendente como entretenida, en resumidas cuentas indigna de su obra, que tampoco es tan soberbia como quieren hacernos creer los entendidos más recalcitrantes del medio.
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