sábado, 3 de marzo de 2012

Ghost Rider: Espíritu de Venganza





Título Original Ghost Rider: Spirit of Vengeance (2012)
Director Mark Neveldine y Brian Taylor
Guión David S. Goyer, Mark Neveldine y Brian Taylor
Actores Nicolas Cage, Idris Elba, Violante Placido, Fergus Riordan, Ciarán Hinds, Christopher Lambert, Johnny Withworth, Anthony Stewart Head





En el año 2007 Sony Pictures aprovechó los derechos cinematográficos de otro de los personajes de Marvel Cómics que tenía en su poder para llevar a la pantalla grande a Ghost Rider, el antihéroe creado por los guionistas Roy Thomas y Gary Friedrich junto al dibujante Mike Ploog en las páginas de Marvel Spotlight #5 (Agosto 1972). El encargado de dirigir el film fue Mark Steven Johnson, que previamente había adaptado al celuloide otro personaje de la Casa de las Ideas con unos resultados que no agradaron demasiado, Daredevil, uno de mis guilty pleasures cinematográficos que comentaré a su debido tiempo. El resultado de Ghost Rider fue un estropicio de proporciones considerables.





La historia de cómo Johnny Blaze vendía su alma al diablo para salvar la vida a su padre adoptivo convirtiéndose así en un espíritu de venganza que se alimentaba del alma de los criminales fue llevada al cine de manera terrible con un tono a mala serie B (que también tenía Daredevil, pero con más encanto) y numerosos momentos de vergüenza ajena. El origen de un personaje tan interesante y su batalla interior contra sus propios demonios quedaba sepultado por un guión inexistente, personajes desaprovechados aunque bien encarnados por Peter Fonda, Sam Elliot o Wes Bentley y el ridículo que producían Eva Mendes, Nicolas Cage o la horrorosa peluca portada por este último.






Pero la película funcionó en taquilla y la idea de una secuela nunca desapareció de la mente de los productores. En ese sentido Sony Pictures, Columbia Pictures y Marvel Entertaintment entre otras compañías eran conscientes de que los resultados artísticos del film fueron desastrosos, por ello para la segunda parte decidieron no realizar un reboot, pero sí dar una libertad mucho más considerable a los directores encargados de sacar adelante el proyecto, para que hicieran y deshicieran a su antojo y eso es algo que se nota cuando se ve esta Ghost Rider: Espíritu de Venganza.






Mark Neveldine y Brian Taylor fueron designados como directores y guionistas basándose en una historia de David S.Goyer, hombre detrás de la saga Blade y de los guiones literarios de los Batman de Christopher Nolan, siendo también un terrible realizador detrás de las cámaras en sus propios proyectos como pudimos ver en Blade Trinity (2004) o La Semilla del mal (The Unborn, 2009). Estos jóvenes cineastas son los realizadores de Crank 1 y 2 o Gamer y a día de hoy posiblemente son los dos tipos que mejor ruedan cine de acción entretenido y cafre dentro de Hollywood. En este blog ya he mostrado alguna que otra vez mi simpatía por ellos y su obra, de manera que no incidiremos más en el tema por miedo a caer en una innecesaria redundancia.






La trama sitúa a Johnny Blaze (Nicolas Cage) exiliado en Europa del Este. Hasta allí llegará el sacerdote francés Moreau (Idris Elba) para encomendarle la misión de proteger a Nadya (Violante Placido) y Danny (Fergus Riordan) madre e hijo que están siendo buscados por Roarke (Ciarán Hinds), el demonio que realizó el pacto costándole el alma al protagonista y convirtiéndole en Ghost Rider. Si Roarke encuentra a Danny la era del anticristo se iniciará y pondrá fin a la humanidad tal y como la conocemos.






Ghost Rider: Spirit of Vengeance es una divertida, pasadísima de rosca, bruta y hasta autoparódica cinta que siendo un producto intrascendente y simplón deja en pañales a su antecesora en cualquier aspecto. Neveldine y Taylor, siendo fieles a su estilo, deciden realizar una mezcla cinematográfica moviéndose entre una visión oscura del personaje, sus enemigos y entorno (satanismo, cultos, sacrificios) y un tono irónico (el niño haciendo comentarios jocosos sobre los poderes del motorista o acerca de si orina fuego) con el que abordar sus correrías de manera tan ligera como macarra y socarrona.






Esta segunda adaptación del personaje creado por Thomas, Friederich y Ploog es una desprejuiciada serie B, sucia, ardiente, polvorienta y con muy mala baba que se hace indudablemente fuerte en unas escenas de acción rodadas con una potencia y fiereza marca de la casa. Lo que en la cinta de Steven Johnson eran pobres secuencias de acción light en la película de Neveldine y Taylor son coreografías del exceso y el caos (los vómitos de magma, la escena de la grúa de fuego y las persecuciones en carretera son verdaderos espectáculos visuales y técnicos) ofreciendo al espectador un festival de muerte, llamas y ceniza insultantemente entretenido.






Ahora tenemos que hablar de Nicolas Cage, ese hombre. El sobrino de Francis Ford Coppola nunca ha sido un gran actor, pero en su momento ofreció interpretaciones memorables en films como Corazón Salvaje, Leaving Las vegas, o Adaptation, este último el que sigue siendo para un servidor su mejor trabajo. Actualmente el protagonista de La Roca se ha estancado en una autocomplaciencia interpretativa que le obliga a, independientemente de la película en la que intervenga, hacer de Nicolas Cage. Desde hace años el bueno de Nic no interpreta papeles, hace de sí mismo y en la cinta que nos ocupa es consciente de ello, por eso sobreactúa como a él le gusta y se entrega al ridículo mayúsculo, pero con estilo. Por suerte la peluca en esta ocasión es más discreta que la de la primera parte.






No voy a engañar a nadie, Ghost Rider: Spirit of Vengeance no es una buena película, pero tiene alicientes suficientes para divertir a un espectador sin complejos y ávido de acción desenfrenada. Esos flashbacks animados a lo Mike Mignola con aguijonazos a la demonización de las descargas ilegales o el origen satánico del presentador Jerry Springer, secundarios con carisma como el Roarke de Ciarán Hinds, el Moreau de Idris Elba, el Carrygan de Johnny Withworth o el fraile de Christopher Lambert y unas escenas de acción que confirman a sus directores como verdaderos profesionales de la técnica cinematográfica aplicada al entretenimiento.






Aquellos espectadores que busquen en este largometraje el realismo trascendente de los Batman de Christopher Nolan, el mensaje contra la intolerancia de los X-Men de Bryan Singer y Matthew Vaughn o el sense of wonder luminoso de los Spider-Man de Sam Raimo poco tienen que hacer con esta secuela de Ghost Rider que nos ocupa. En cambio esas personas que disfruten con hora y media de acción, demonios, pactos satánicos, cultos ancestrales, micciones infernales, anticristos y niños vomitando lava en el rostro de adultos, que no lo dude, esta es su película.



8 comentarios:

  1. No me llama excesivamente, pero por curiosidad, ¿se puede ver sin haber visto la primera?

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  2. Totalmente, de aquella sólo repite el personaje y la cabeza de Nicolas Cage.

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  3. Que cosa más extraña, las críticas que he leído de esta peli la ponen como unas cien veces peor que la primera parte, y eso que la primera parte ya es la leche...

    En otro orden de cosas fui al cine a ver Shame. Muchos desnudos, mucho sexo, pero no logre entender que me estaba contando el director o el guionista, o el que sea que decidió contar una historia que no va a ningún lado ni se decide por ningún camino

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  4. Si quien te ha dicho que esta secuela es peor que la primera es gente digna de confianza mejor que les hagas caso a ellos antes que a mí. Yo la veo considerablemente mejor que la primera porque como película es mucho más consciente de su inanidad y por ello se libera de prejuicios y se entrega a la acción desenfrenada pura y dura y en ese sentido deja en evidencia a la anterior entrega.

    Shame no la he visto aún, pero lo haré y la comentaré aquí, que me llama mucho la atención.

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  5. buenaaas;
    se puede decir que ésta es mejor que la primera, sólo dejando claro que 'mejor' quiere decir 'menos mala'; para mi gusto, como película hace aguas igual en guión que en el casting (especialmente cage que, en este caso, supone un lastre excesivo), del reparto yo sólo salvaría a idris elba, como espectáculo visual no aporta nada nuevo (aunque debo decir que la he visto en casa, con la consiguiente pérdida de calidad y espectacularidad) y como gamberrada se queda corta (ya de tirar por esta vía casi habría preferido que hubieran optado por una cafrada aún más grande); otra oportunidad perdida de hacer una peli potable sobre johnny blaze; sólo la recomendaría, y con reservas, a marveladictos muy (pero muy) completistas.

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  6. Es una gamberrada para pasar el rato, no se le puede pedir más y si no ha sido más cafre (estos tíos son capaces de hacer que Johnny eche un polvo con Nadya mientras los dos están envueltos en llamas) ha sido por respeto a los fans del personaje en cómic que esos sí pueden ser muy bestias.

    Visualmente en cine sí se nota lo bien realizada que está (siempre en el plano técnico, por supuesto) pero el 3D es de pena y no aporta nada. Sabemos que al bueno de Johnny no le van a hacer justicia en cine, al menos en un espacio corto de tiempo, pero a mí películas como esta me hacen pasar un buen rato, no voy a negarlo.

    Un saludo.

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  7. por cierto, ya has visto la peli de scorsese? yo la vi este sábado y, no sé si es que me la habían puesto tan bien que llegué a la sala con el listón muy alto, pero me decepcionó un poco; vale que visualmente es impecable y que es un entrañable homenaje al mundo del cine pero como que hasta mitad del metraje ni me interesó ni logro que me metiera en la historia(aunque en la segunda mitad si que lo logró); no sé, igual es que tenía el día tonto.

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  8. Viene bien leer una opinión discordante, que últimamente sólo escuchaba alabanzas sobre la peli, yo quiero verla, a ser posible en cine, a ver si este fin de semana puedo y la comento por aquí, pero tengo en cuenta tu opinión.

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