Título Original Jurassic Park (1993)
Director Steven Spielberg
Guión David Koepp y Michael Crichton basado en la novela de este último
Actores Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum, Richard Attenborough, Ariana Richards, Joseph Mazzello, Wayne Knight, Samuel L. Jackson, Bob Peck, Martin Ferrero, BD Wong, Miguel Sandoval, Gerald R. Molen
El año 1993 fue posiblemente el más importante en la carrera del cineasta estadounidense Steven Spielberg. Durante aquella temporada por fin se confirmó como un verdadero autor gracias a la que supone su obra de madurez (aunque con El Color Púrpura, la adaptación que realizó de la novela homónima de Alice Walker, ya apuntó maneras en este sentido) y una de las más logradas de su ya extensa carrera, La Lista de Schindler. Traslación a imágenes en blanco y negro del libro El Arca de Schindler escrito por el australiano Thomas Keneally que narraba la odisea del empresario alemán Oskar Schindler para salvar un gran número de judíos de manos del ejército nazi de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial con la que ganó siete Óscars de la academia, entre ellos mejor película, dirección y guión adaptado. Pero otra producción salida de su mano ganó también tres estatuillas técnicas aquel 1993 y la misma supuso la confirmación de la dualidad como cineasta del creador de Tiburón o Encuentros en la Tercera Fase, esas dos personalidades que le permiten hacer cine autoral por un lado y blockbusters ejemplares por otro. Cuando Parque Jurásico se estrenó su éxito a nivel mundial fue totalmente descomunal, no sólo como producto cinematográfico revientaquillas o cinta clave para entender a evolución de los efectos digitales en el mundo del celuloide contemporáneo. También como maquina productora de todo tipo de merchandising que los niños de la época devoraron como si de un grupo de ávidos velociraptores se trataran.
Fue en 1990 cuando el escritor y cineasta norteamericano Michael Crichton editó su novela más famosa, Parque Jurásico. La misma narraba cómo por medio de la ingeniería genética John Hammond, un filantropo multimillonario, conseguía resucitar a distintas especies de dinosaurios para que formaran parte de un gigantesco parque temático localizado en Costa Rica. Allí viajaban los paleontólogos Alan Grant y Ellie Sattler y el matemático Ian Malcom para valorar el increíble y peligroso logro científico e histórico. La novela fue una de las más vendidas de la década de los 90 y en ella no tardó Spielberg en ver material potencialmente trasladable al séptimo arte. Para llevar a buen puerto tan complicada empresa se rodeó de unos equipos técnico y artístico intachables. En el reparto reconocíamos a Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldbulm y Richard Atthenboroug entre otros; al guión al mismo Michael Crichton acompañado de David Koepp, en la fotografía a Dean Cundey (ocupando el puesto del habitual Janusz Kaminski), en la banda sonora el indispensable John Williams, en los efectos especiales mecánicos el gran Stan Winston y en los digitales Phil Tippet acompañado de la Industrial Light & Magic de George Lucas, apartado este último en el que Jurassick Park marcó época dentro del cine noventero como comentaremos más adelante. Con esta lista de profesionales en nómina era imposible que el film del director de Loca Evasión (The Sugarland Express, 1974) fuera un fracaso, pero que su éxito fuera tan descomunal pocos lo supieron predecir.
Adaptando fielmente la novela de Michael Crichton, pero atenuando el tono más oscuro y crudo del relato para adaptarlo a una cinta para toda la familia, Parque Jurásico se reveló como una de las muestras quintaesenciales a la hora de hacer cine comercial de calidad en Estados Unidos. Steven Spielberg puso sus dotes como narrador al servicio de un espectáculo mastodóntico al que él mismo y sus guionistas supieron dar verdadero corazón. Sirva como ejemplo de esto que comentamos el primer encuentro de los dos paleóntologos protagonistas con el Braquiosaurio, el primer contacto de estos dos expertos en la historia de los dinosaurios con el descomunal animal acaba con el personaje de Sam Neill rompiendo a llorar por la emoción, como si toda a una vida de estudio y dedicación culminara en ese momento, un síndrome de Stendhal en el que el espectador también ve por primera vez una de esas criaturas prehistóricas con la que Phil Tippet y su equipo dejaron al mundo boquiabierto gracias a unos efectos digitales de los que hablaremos más adelante. Con la confirmación de que Spielberg y sus guionistas eran capaces de dar forma a unos personajes con cierta profundidad, a los que habría que sumar a dos niños repelentes muy del estilo del director de Lincoln, al producto ya sólo le quedaba entregarse al fuego de artificio bien entendido, a los buenos muy buenos que tratan de sobrevivir en un entorno hostil rodeados de criaturas gigantescas y a los malos muy malos que conspiran en las sombras para hacerse con el ADN de dichos dinosaurios para sacar tajada económica con ello. El tablero y las fichas están sobre la mesa, a Spielberg sólo le queda alardear con su apartado técnico para convertir a Parque Jurásico en un verdadero parque de atracciones audiovisual.
Parque Jurásico es lo más parecido un episodio alargado de la mítica serie estadounidense La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone) en el que se dan la mano la acción, la intriga, el terror, el humor y la ciencia ficción, hundiendo sus raíces en la literatura de autores como Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle o Julio Verne para dar a luz una aventura en la que los dinosaurios son los protagonistas, porque por muy bien que estén perfilados los personajes humanos que protagonizan la cinta y por mucho que lleguemos a preocuparnos por su integridad física o psicológica son los velociraptors, dilophosaurios, Gallimimus y Tiranosaurus Rex que pueblan el metraje los que captaron la atención de unos espectadores que desde los tiempos de Ray Harryhausen nunca habían visto en pantalla unos reptiles nacidos en el triásico tan realistas y aterradores. Amalgamando el uso de los efectos animatrónicos del mítico Stan Winston que brillan momentos como el del triceratop enfermo, la cabeza del Braquiosaurio junto al Doctor Grant y los niños y sobre todo el ataque del T-Rex a la furgoneta en plena lluvia con unos efectos digitales de Phil Tippet e Industrial Light and Magic que (junto a los de Terminator 2: El Juicio Final, de James Cameron, dos años antes) marcaron época dentro del uso de CGI en el cine de Hollywood Parque Jurásico se convirtió en la experiencia visual más estimulante y fruiciosa vista en décadas. Los ataques de los velociraptors, las carreras del T-Rex o los gallimimus, esas manadas a las que se refería el personaje de Sam Neill, consiguen hacer totalmente creíbles y epidérmicos el sabio uso del efecto especial tradicional con los generados por ordenador, tradición que la meca del cine del siglo XXI en general y esta saga jurásica en particular ha ido dejando de lado poco a poco haciendo que impere el más económico pero, casi siempre, frío pixel
Jurassic Park fue un nuevo paso adelante en la carrera de un cineasta como Steven Spiellberg el mismo año que se confirmó su talento para el cine con vocación de autor mediante su visión del holocausto. Al igual que en años pretéritos hizo con Tiburón, E.T, la saga Indiana Jones o Encuentros en la Tercera Fase el cineasta norteamericano reinventó el concepto de blockbuster que él mismo había ayudado a crear en 1975 con la ya mencionada cinta protagonizada por Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss. Su incursión en el peligroso parque temático de John Hammond abrió las puertas a una fiebre por los dinosaurios que duraría años y tendría repuntes con las posteriores secuelas. La primera de ellas en 1998, de nuevo a manos de Spielberg y basándose en la segunda novela de Michael Crichton , El Mundo Perdido. La siguiente Parque Jurásico III de 2001, ya sin base literaria y cediendo la batuta de director al siempre cumplidor Joe Johnston (Jumanji, Capitán América: El Primer Vengador) y por último esa Jurassic World en la que de nuevo otro realizador, Colin Trevorrow, se pone detrás de la cámara barriendo la taquilla a nivel mundial, dando más millones a las arcas de Spielberg y despertando de nuevo la siempre adormecida, pero no muerta, dinomanía. Jurassic World será la más reciente de las secuelas, surgidas gracias al hito que esta producción de 1993 marcada a fuego en el cine comercial de Hollywood y en la retina de los que la descubrimos en nuestra infancia o adolescencia.
Critica extraída de un artículo más extenso publicado en Zona Negativa.
ResponderEliminarhttp://www.zonanegativa.com/zncine-especial-jurassic-park-la-trilogia-original-que-devolvio-la-vida-a-los-dinosaurios/