martes, 1 de abril de 2014

Capitán América: El Soldado de Invierno



Título Original Captain America: The Winter Soldier (2014)
Director Anthony y Joe Russo
Guión Christopher Markus, Stephen McFeely basado en el personaje de Joe Simon y Jack Kirby
Actores Chris Evans, Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson, Robert Redford, Toby Jones, Cobie Smulders, Emily VanCamp, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Frank Grillo, Hayley Atwell, Georges St-Pierre, Maximiliano Hernández, Pat Healy, Stan Lee






Segunda entrega en solitario de la traslación que Marvel Studios está realizando de las aventuras de Steve Rogers, el famoso Capitán América, personaje creado por Joe Simon y Jack Kirby en 1944 y recuperado para la Marvel por Stan Lee en la década de los 60. Tras la primera entrega estrenada en el año 2011 que sabía captar con acierto el génesis del personaje durante la Segunda Guerra Mundial con Joe Johnston (Parque Jurásico 3, Rocketeer) en la dirección y su paso por la magnífica Los Vengadores de Joss Whedon el Centinela de la Libertad vuelve a manos de los poco conocidos hermanos Anthony y Joe Russo (Community) para regalar a la platea la, con diferencia, mejor película de la Fase 2 de Marvel aunque como obra no llega a ser una genialidad algo que se han apresurado en aventurar algunos.




Después de los acontecimientos de la invasión chitauri en New York a manos de Loki en la que se vieron implicados los Vengadores Steve Rogers (Chris Evans) alias Capitán América, está plenamente integrado en las filas de S.H.I.E.L.D junto a su compañera Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) la Viuda negra. Allí, bajo las órdenes de Nick Furia (Samuel L. Jackson) que a su vez es un subordinado de Alexander Pierce (Robert Redford) descubrirá un complejo entramado en el que la organización criminal HYDRA se revelará como la verdadera administradora en la sombra de S.H.I.E.L.D. Junto a colaboradores como Falcon (Antthony Mackie) o la agente Maria Hill (Cobie Smulders) el Capitán América, la Viuda Negra y Nick Furia intentarán recuperar el control de la crítica situación siempre y cuando un extraño asesino llamado el Soldado de Invierno que está relacionado con el pasado de Steve Rogers no de al traste con los planes de los protagonistas.




Captain America: The Winter Soldier como adaptación del noveno al séptimo arte está inspirada, principalmente, en la saga homónima que forma parte de la extensa y magnifica etapa del guionista Ed Brubaker (Gotham Central, Fatale) al frente de la colección del personaje, pero también toma apuntes, detalles y resoluciones formales de otros trabajos en viñetas de Marvel como Nick Furia vs. S.H.I.E.L.D de Bob Harras o Guerreos Secretos de Jonathan Hickman. El guión, al igual que en la primera entrega, cae en manos de Christopher Markus y Stephen McFeely que saben condensar con acierto las distintas tramas que toman para dar forma al esqueleto argumental de la obra aunque tomándose, como suele pasar en estas ocasiones, las esperadas licencias con respecto a los cómics que tratan de llevar a imágenes en movimiento para la pantalla grande.




Esta segunda parte abandona por completo el tono de aventura exploit localizada en la Segunda Guerra Mundial de la primera parte para entregarse por completo al género de espionaje y a un aroma a films sobre la Guerra fría propios de los años 60 como los que rodaran John Frankenheimer (en varios momentos viene a la cabeza El Mensajero del Miedo, sobre todo gracias al personaje de Alexander Pierce de Robert Redford) o Sidney Lumet (Punto Límite) a los que se suman varias deudas más, esta vez contemporáneas, que van desde la saga protagonizada por Jason Bourne, el personaje nacido de la pluma de Robert Ludlum y llevado al celuloide por Doug Liman, Paul Greengrass y Tony Gilroy con Matt Damon como el desmemoriado agente secreto, o el tono de thriller que Christopher Nolan inyectó a su trilogía sobre Batman, alejándose un poco más esta nueva entrega del Capitán América del tono más sense of wonder (y hasta del humor, aunque haberlo lo hay) de los productos propios de Marvel Studios pero no perdiéndolo del todo.




Hay muchos aciertos y algún que otro fallo en Capitán América: El Soldado de Invierno. Por el lado bueno tenemos tanto el ritmo adecuado que nunca decae y que apela al frenetismo cuando lo necesita y al desarrollo de la trama cuando la historia lo exige. También en el lado positivo tenemos unas escenas de acción sencillamente brillantes, montadas con considerable pericia (aunque en algunos momentos la edición sea algo abrupta) o tensadas con un muy buen pulso narrativo (la del ascensor del protagonista con todos los agentes de S.H.I.E.L.D) en las que los hermanos Russo dan lo mejor de sí mismos augorándoles un futuro más que interesante dentro del mundo del blockbaster americano. Además, poco se les puede reprochar con respecto a que su realización sea impersonal cuando todos sabemos que hasta cineastas con cierto renombre o sello (Joss Whedon, Kenneth Branagh) han visto su impronta como autores bastante atenuada cuando se han puesto a las órdenes de Marvel Studios, algo inevitable.




Dentro de las carencias tenemos a unos actores que si bien ya se han hecho completamente con sus roles no rascan más allá de la superficie. Chris Evans y Scarlett Johansson cada vez son más creíbles como el Capitán América y la Viuda Negra respectivamente e interactúan bien en pantalla, pero su trabajo es poco más que cumplidor delante de las cámaras. También tenemos un desarrollo inadecuado de algunos caracteres, porque si bien es cierto que ese Soldado de Invierno es de lo mejor del largometraje y sabe intimidar física y psicológicamente cuando decide devorar el plano también es cierto que poco sabemos de su personalidad torturada o motivaciones. Más grave es lo del personaje de Emily VanCamp, que es un añadido casi de relleno que realmente no tiene casi peso en la trama por mucho que los guionistas y directores traten de dárselo. Finalmente como último detalle negativo estaría lo poco que se incide en un tema tan interesante como la intoxicación interna de los servicios secretos americanos que aquí sólo se trata de manera bastante tangencial, pero tampoco podemos pedir más en ese sentido a una producción de esta naturaleza de evasión.




Ahora pongámonos en modo SPOILER para mencionar todas las  referencias al fandom que hay a lo largo del film, que no son pocas ni intrascendentes para el seguidor de los cómics. Por un lado tenemos la aparición de Batroc al arranque del film (su pelea con el Capitán es una escena física de notable ejecución) la presencia (bastante impertinente, como demanda el rol) de Brock Rumlow, el futuro Calavera, la mención a Stephen Extraño, el famoso Doctor Extraño, hechicero en el que Marvel Studios ha puesto sus ojos para realizar su primera incursión en el cine de imagen real (en el animado ya ha dado algunas muestras de calidad) o la aparición en la primera de las dos escenas post créditos del Barón Wolfgang Von Strucker y los hermanos Wanda y Pietro Maximoff, Bruja Escarlata y Mercurio respectivamente, hijos a su vez de Erik Lensher/Magneto, algo que no se mencionará en la futura The Avengers: Age of Ultron de Joss Whedon por los problemas de derechos con los mutantes en cine que tiene la Casa de las Ideas con la Twentieth Century Fox. También se incluye un guiño, intencionado o no, a la costumbre de robar coches que tenía el Capitán América de la versión de 1990 dirigida por Albert Pyun que despierta una sonrisa socarrona en el fan.




En resumidas cuentas la de Anthony y Joe Russo es una magnífica entrega (de las mejores) dentro de la filmografía de Marvel Studios y la confirmación de que esta Fase 2, que había empezado con bastantes titubeos y alguna crisis de identidad con la simpática pero demasiado peculiar Iron Man 3 y la desganada Thor: El Mundo Oscuro, recupera el rumbo gracias a este Capitán América puramente del SXXI. Atenuando sabiamente el patriotismo del personaje para ser accesible a todo tipo de público, haciendo que impere la acción pero sin quitar peso al desarrollo de acontecimientos narrativos,  incluyendo algún momento emotivo (el pasaje de Peggy Carter o ese triste "estoy contigo hasta el final" durante el clímax) la presencia de nuevos personajes interesantes (el Alexander Pierce de Robert Redford) o carismáticos (el Falcon de Anthony Mackie) la acertada idea de darle por fin más peso a Nick Furia (con guiño genial a Pulp Fiction para Samuel L. Jackson) e insuflándole al tono del film una acertada mezcolanza de géneros el resultado es de muy buena nota, de eso no cabe duda. Ahora, aquello de que es mejor película que Los Vengadores que baje Thanos de Titán del cosmos y lo vea.



5 comentarios:

  1. Me he aburrido mucho viéndola. Las escenas de acción, con la cámara temblando como si hubieran sido rodadas en pleno terremoto, un guión que siendo bueno, esta demasiado trillado o unos malos (y buenos) sin carisma alguno, han podido conmigo.

    Eso si, momento de la tumba, para enmarcar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues oye, está bien leer una opinión discordante, porque hay mucho entusiasmo con la peli y siempre viene bien que haya opiniones de toda clase. Aunque yo esta vez estoy con los que han disfrutado bastante con la película.

      ¡Un saludo!

      Eliminar
    2. Y creo que tuve suerte de no verla en 3-D. Si ya en normal me pareció horrible e innecesario, no quiero ni saber lo que sufrirán los que han decidido verlo en 3-D.

      Lo que no termino de entender muy bien es como es posible que estén diciendo que es mejor que "Los vengadores" o la segunda del Batman de Nolan

      Eliminar
  2. no, si al final voy a ser el último en ver la peli.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Arregla tus "asuntillos" y ve a verla a la de ya, que fijo que no te decepciona ;)

      Eliminar