jueves, 10 de septiembre de 2009

JCVD, el corazón del músculo de Bruselas


Director: Mabrouk El Mechri (2008)
Guión: Frédéric Bénudis y Christophe Turpin
Actores: Jean-Claude Van Damme, François Damiens, Zinedine Soualem, Karim Belkhadra




JCVD es un ejercicio de metalenguaje y autocrítica por parte del actor belga para quitarse el sombrero. El film comienza con un enorme plano secuencia trucado en el que Van Damme da lo mejor de sí mismo como héroe de acción y que acaba con el protagonista de Doble Impacto recriminando al director del film que supuestamente está realizando, que no puede hacer una escena tan aparatosa en una sola toma con 48 años. Con esta carta de presentación Mabrouk El Mechri pone las cartas sobre la mesa, humanizando a su guerrero, con una realización con cámara al hombro y una fotografía sobresaturada, la estética de JCVD recuerda mucho a las cintas de artes marciales que suele producir el francés Luc Besson.




Pero esta cinta es algo más, un ejercicio de metalenguaje milimetricamente calculado (a pesar de que su caótica puesta en escena puede hacer pensar lo contrario), una pseudobiografía del mismo Van Damme aceptando tanto su vejez, como su decadencia artística, y un film sustentado en un guión que juega con mucho estilo a la deconstrucción narrativa de su propio argumento.




Van Damme indudablemente se abre el pecho, habla de todas su bajezas, mostrándonos (siempre, dentro de una ficción) rasgos de su propia vida hecha jirones por los excesos, apartándose de su hija que se avergüenza de él y dejándose chupar la sangre por la gente que le rodea, como su abogado o su representante.




Jean Claude pone toda la carne en el asador, destila naturalidad y la ya famosa escena de la confesión a la cámara/espectador es una verdadera expiación de demonios interiores en la que el actor se dirige directamente a todo aquel que le este visionando, pero ojo, su monólogo es desgarrador y muy real, pero un actor malo siempre será un actor malo y por mucho que queramos, este hombre no da más de sí, cosa que tampoco se le pide.




Mabrouk El Mechri se revela como un muy buen director, llenando su cinta de humor, drama y mucha autoparodia, aguijonazos a Hollywood, a los cineastas hongkoneses como John Woo, a los action heroes de toda la vida (Chuck Norris, Steven Seagal) y mostrando las debilidades de su protagonista, siempre desde el respeto y la más sincera de las admiraciones.




JCVD, no marcará en ningún sentido la historia del cine, pero sí es lo mejor que ha hecho Van Damme en toda su carrera y una de las más simpáticas y atractivas cintas de cine dentro del cine, un homenaje a películas como Tarde de Perros y la demostración de que El Músculo de Bruselas es inteligente y un tipo con un corazón que no le cabe en el pecho, como se ve en ese enorme y memorable último plano que cierra la imprescindible obra que nos ocupa.


2 comentarios:

  1. Secundo la gran mayoría del artículo y quedo marcado de por vida con la portada del DVD británico.
    Eso sí, debo ser la única persona de todo el mundo que no está entusiasmado por el plano de la confesión, y es que lo veo demasiado ficticio para ser real y demasiado real para ser ficticio.

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  2. La portada del dvd británico es genial, cuya publicidad engañosa sólo es superada por el trailer internacional de Los Lunes al Sol que aquí dejo para que lo degusten vuesas mercedes.

    http://www.youtube.com/watch?v=amljcH2k0hY

    Atención al triunfador que dice en los comentarios que el trailer es mucho mejor que la película.

    Pd. No tiene usted corazón por lo del monólogo, pero su razonamiento es bastante consistente.

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