sábado, 2 de abril de 2016

Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia



Título Original Batman v Superman: Dawn of Justice (2016)
Director Zack Snyder
Guión David S. Goyer y Chris Terrio
Actores Henry Cavill, Ben Affleck, Amy Adams, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Diane Lane, Gal Gadot, Jesse Eisenberg, Jena Malone, Lauren Cohan, Callan Mulvey, Tao Okamoto, Ray Fisher, Scoot McNairy, Jason Momoa, Ezra Miller, Demi Kazanis





Tras la controversia que acompañó al estreno de El Hombre de Acero en 2013 DC Cómics y Warner Bros no lo tenían fácil para seguir con el tono de aquella superproducción, que no a todos agradó, y con ello dar forma a una poco ortodoxa, pero muy deseada, secuela en la que Superman se enfrentaría a Batman, el otro personaje capital de la afamada editorial norteamericana. Con Christopher Nolan fuera de la ecuación (aunque en los créditos conste como productor ejecutivo) David S. Goyer y Zack Snyder todavía en el barco y la inclusión al guión de Chris Terrio, Ben Affleck como el nuevo Batman (que estos últimos colaboren juntos no es extraño si recordamos que formaron dupla en la escritura y realización de la oscarizada Argo) y Gal Godot como Wonder Woman, Jesse Esinberg como Lex Luthor y Jeremy Irons en la piel del siempre fiel Alfred Pennyworth, Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia se embarcó en una larguísima gestación abarcando casi tres años que ya han dado su fruto con el estreno internacional de la obra hace poco más de una semana. Yendo directos al grano y sin paños calientes un servidor puede afirmar que la última película de Zack Snyder no merece en absoluto las brutales críticas que le ha dedicado la prensa especializada, pero también está lejos de ser la gran producción a la que aspiraba convertirse amparándose en que su núcleo central estaría basado en ver por primera vez a los dos personajes más relevantes de la historia de DC Cómics enfrentándose en un largometraje.




Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia ha estado ideándose en el seno de Warner Bros la friolera de tres años y debido a ello era lógico que los espectadores en general y el fandom en particular exigieran mucho a un proyecto tan esperado. Evidentemente y como se ha hecho notar a lo largo de los últimos días no han sido pocos los decepcionados con el film y la crítica especializada ha dejado notar, en líneas generales, su descontento con la última película de Zack Snyder. En cambio la taquilla se ha puesto del lado del largometraje dando la razón a los impulsores de la producción y asegurando el futuro del próximo universo cinematográfico de DC que da su pistoletazo de salida aquí. Después de una semana en la que se ha criticado brutalmente a la película un servidor debe afirmar que disfrutó el film el mismo día de su estreno y que sin sentirme ultrajado sí es cierto que salí de los multicines con una mezcolanza de sentimientos que se movían entre la satisfacción y la decepción por haber asistido a un potente y descontrolado producto con tantos aciertos como fallos. Aunque la cinta es una secuela oficial de El Hombre de Acero también sustenta su trama en dos de los cómics más icónicos de la pareja de personajes que lo protagonizan como son El Regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller y La Muerte de Superman de Dan Jurgens al que se añaden referencias a otras sagas que pueblan el metraje de agradecidas referencias a la historia secuencial de DC.




Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia muestra rápidamente su naturaleza desdoblada en el prólogo que le da arranque. En esos escasos cinco minutos Zack Snyder da su visión, la enésima en cines, del asesinato de Thomas y Martha Wayne ante la impotente mirada de su pequeño hijo Bruce y en ellos se dan la mano esos efectistas y vacuos planos detalle marca de la casa (lo del collar de perlas es pura pose y regodeo innecesario) con respecto al director de Sucker Punch o El Amanecer de los Muertos y algunas tomas de una extraña belleza visual (esos murciélagos elevando por los aires al único heredero los Wayne) dejando claro que vamos a asistir a un desfile de grandes momentos que tomarán continuamente el relevo de otros considerablemente innecesarios. Por desgracia este resultado no es nuevo ya que la anterior El Hombre de Acero ya sufría este mal ofreciendo a la platea pasajes vibrantes, poderosos, de una epicidad palpable con otros insulsos, forzados y que desdibujaban en muchas ocasiones a los personajes. Por eso podemos afirmar que su sucesora se muestra en pantalla como un producto hipertrófico, grandilocuente, wagneriano, que quiere abarcar más de lo que puede y que desde bien pronto comienza a mostrar sus carencias, sobre todo las narrativas. Como no pocos han sabido vislumbrar el montaje de Batman v Superman deja mucho que desear, pero el que firma piensa que eso se deja notar sobre todo en la primera mdia hora de metraje, cuando Snyder, Goyer, Terrio (¿y Affleck?) comienzan a colocar sus fichas estratégicamente con escenas que pecan de exiguas, deficientemente desarrolladas o que pasan por delante del objetivo de la cámara sin aportar nada sólido para el desarrollo de la trama o su adecuado devenir.





Esto no afecta demasiado a la evolución de los personajes que ya estaban en Man of Steel ni a la presentación de los nuevos que aquí se unen a los de Clark o Martha Kent, Lois Lane o Perry White, pero sí a la adecuada construcción del entramado que vertebrara la obra cinematográfica. En no pocos momentos Batman v Superman transmite la sensación que esa idea de recortar escenas del metraje original para ofrecernos en un futuro un montaje extendido en el que se condense todo lo que Zack Snyder y su equipo de guionistas tenían en mente y que Warner cercenó impunemente (de hecho ya circula por la red una escena eliminada bastante curiosa) es uno de los fallos que ha dado pie a que el largometraje se muestre para algunos espectadores y periodistas especializados como una odisea de ruido y furia que no contiene nada en su interior, algo que, por otro lado, no es cierto en absoluto. El planteamiento principal de BvS es muy interesante con respecto a analizar el peligro que puede suponer tener a personas superpoderosas poblando el planeta tierra por mucho que se muestran como altruistas cuya única misión es ayudar al prójimo. Esa idea de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente que expone Lex Luthor (un Jesse Eisenberg cargante que sí, intimida, no, no es un mal villano y no, no se parece en nada al milimétrico y nihilista Lex de los cómics) no es nuevo, ya lo plantearon muchos guionistas del mundo del cómic y aunque lo más lógico sería que dicha reflexión nos remitiera a la inigualable Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons, más si tenemos en cuenta que Zack Snyder la adaptó al celuloide en el año 2009 con mucho acierto y alguna liciencia estilística bastante reprochable, a un servidor le vinieron a la cabeza con más fuerza las distintas etapas de la colección The Authority, la serie nacida en el seno de la ya extinta editorial Wildstorm creada por Jim Lee y que tuvo a guionistas como Warren Ellis, Mark Millar o Ed Brubaker entre sus escritores y a ilustradores como Bryan Hitch o Frank Quitely en sus apartados artísticos.




Por desgracia este planteamiento tan inteligente no es debidamente desarrollado por el guión, pero sí ofrece material para subsanar algunos errores de Man of Steel como devolver la humanidad a un Superman que nunca debió haber sido expuesto en pantalla como una deidad que “no debe nada a los humanos” ya que muchas de las mejores historias del Hombre del Mañana son en las que se muestra tan o más vulnerable que los terrícolas, un “sí, pero no” para intentar arreglar el desaguisado conceptual y existencial que supuso que el protagonista matara al villano principal de aquella cinta, el Zod al que dio vida un desatado Michael Shannon o un Henry Cavill hace todo lo posible por entregar más material narrativa y artísticamente notable con su rol y aunque no lo consigue al 100% se le agradece el intento. Otro acierto del libreto es cómo está abordado Batman como personaje y con mucho más mérito si tenemos en cuenta que esta nueva visión del Guardián de Gotham debuta en una película en la que él no es el eje central absoluto. Snyder y sus muchachos han tirado del Batman de Frank Miller, pero no del noir de Año Uno, sino del vigilante fascista de la pletórica El Regreso del Caballero Oscuro o del matón perdonavidas de All Star Batman y Robin. Esta versión del alter ego de Bruce Wayne es un cuarentón de vuelta de todo que lleva años efrentándose con unos criminales a los que cada vez se parece más y que sigue utilizando a Alfred Pennyworth, un Jeremy Irons a la altura de la situación, como brújula moral. El cuerpo musculado del actor de Persiguiendo a Amy, su rostro petreo que en esta ocasión juega a su favor y su habilidad con las escenas físicas convierten a su Batman, no sólo en lo mejor de BvS, también en la adaptación más literal que se ha hecho nunca a imagen real de la idea que tiene el autor de Sin City o 300 de lo que tiene que ser el Hombre Murciélago.




Aunque gran parte del fandom está pidiendo la salida de Zack Snyder de la próxima cinta de la Ligua de la Justicia y un servidor comparte dicha idea porque creo que el norteameircano repite su esteticismo de manera harto agotadora y que ya ha ofrecido todo lo que tenía con sus dos films también es de recibo mencionar que el cineasta es un competente artesano (nunca un autor, ni un visionario como algunos afirman) con unas remarcables dotes para rodar pasajes grandilocuentes, mastodónticos y hacer que en pantalla los superhéroes se comparten como tales. Todas las escenas de acción de Batman v Superman son espectaculares, están ejecutadas con una pericia fuera de toda duda y aunque en no pocas ocasiones pecan de aparatosas y toscas sería de necios negar que suben la adrenalina al espectador, sobre todo si se ha criado con los cómics de DC. El efrentamiento entre Batman y Superman es tan brutal como esperábamos y más, pero es que la aparición de la magnífica, aunque de presencia escasa, wonder Woman de Gal Godot para enfrentarse con un desatado Doomsday hace ganar enteros al conjunto del apartado técnico del largometraje, dándonos las primeras pinceladas de lo que en un futuro podrá ser una JLA que deje satisfechos tanto al espectador neófito como al fanboy de toda la vida. En resumidas cuentas, en su faceta más primaria, en la de ofrecer al respetable acción competente BvS muestra su mejor cara y poder ver en pantalla grande a la Trinidad de DC repartir estopa es algo que los lectores de las correrías de los tres protagonistas no podemos pagar con dinero y en ese sentido la satisfacción es prácticamente total.




No amigos, Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia no es ni de lejos tan mala como se ha dicho, es como pensé después de verla “una película que merece la pena, pero que podría haberla merecido mucho más” es un proyecto de proporciones tan enormes que sus creadores han perdido (o han querido perder) el control del mismo. Mi nota de todas formas es provisional, porque hasta que no vea la versión extendida de la cinta no podré hacer una verdadera valoración de todo lo planteado en el proyecto. Por ahora me quedo con los éxitos y fracasos de este montaje cinematográfico, que ofrece de manera descompensada fruición, adrenalina, fanservice y para que negarlo, desconcierto y decepción. Por suerte el futuro del universo cinemático de DC está asegurado tras el magnífico recibimiento del film en la taquilla mundial y esas visiones, algunas desconcertantes (la de Flash) otras brillantes (la de Batman luchando contra el ejército de Superman con una estética que recuerda a Superman: Hijo Rojo de Mark Millar es mi pasaje favorito de la película) ponen las primeras semillas de los que será esa JLA dividida en dos partes con la que Zack Snyder (si no hay cambio de planes) juntará por primera vez en imagen real al grupo de superhéroes más importantes de la editorial estadounidense, aunque siempre nos quedará la espina de saber cómo hubiera sido la visión de este cuando George “Mad Max” Miller estaba implicado en el proyecto. Finalmente recomiendo el visionado de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia para disfrutarla y refutar qué es aquello que no ha gustado a unos y sí a otros, aunque para el que aquí firma el proyecto más interesante de Warner Bros relacionado con el mundo superheróico de DC sigue siendo ese Escuadrón Suicida que tan bien pinta y al que esperemos que David Ayer haya hecho justicia.


1 comentario:

  1. Crítica extraída de una reseña colectiva publicada en Zona Negativa

    http://www.zonanegativa.com/zncine-batman-v-superman-amanecer-la-justicia-la-redaccion-opina/

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